Es curioso: muchos de los que eran condenados en tiempos en que usabasn esos métodos, confesaban ser culpables por medio de tortura sólo para parar el sufriiento y morir, aunque fuesen inocentes. Cuando los acusaban y llevaban a las cámaras de tortura, sólo era para que confesaran y muurieran, no había salida. Sólo bastaba a veces que parecieran sospechosos a otras personas para ser acusados.
Gracias por el aporte; muy interesante.