- Tema Autor
- #1
Hoy 29 de Marzo es el día 3 después de aquel día. Y decidí escribirlo ya que mi mente está llena de imágenes.
Yo había notado hace algún tiempo un comportamiento extraño en ella, no me preocupaba pero la veía un poco inquieta sobre todo cuando íbamos a la cama a hacer el amor.
Somos una pareja joven de 32 años, con buenos y malos ratos, una buena vida sexual, de repente platicamos sobre fantasías que deseamos hacer, y de ahí surgió este asunto. Antes de comenzar, les describo un poco a mi esposa, ella es de estatura media, delgada, un gran trasero. Piel blanca. Unos senos no grandes pero si muy hermosos.
Por mi trabajo salgo de viaje por lo menos una vez al mes, durante una semana aproximadamente. Un día platicando por mensajes con ella mientras yo estaba de viaje, y con unas copas encima le pregunté si realmente necesitaba sexo como yo lo necesitaba cuando estaba lejos, ella me contestó que si, que incluso había llegado a masturbarse con un consolador que tiene para jugar. En esa ocasión ella me comentó que no era lo mismo un pene de silicón que uno real, en textura y dureza, ese día así quedó la plática; al siguiente día igual por mensaje, le dije en broma que si le gustaría probar otra verga real, la verdad no me imaginé su respuesta pero me dijo que sí, que tenía ganas de sentir otra verga dentro de ella. (Yo y mi gran bocota), no sabía si enojarme, reír, o simplemente verlo como una fantasía, decidí seguirle la corriente, total no iba a pasar sin mi consentimiento.
No fue así.
Hace tres días en un día de trabajo de rutina, me envió un mensaje con una foto de ella en tanga, (estoy muy familiarizado con eso ya que ella sabe que me encanta y seguido lo hace), no fui lo suficientemente observador ya que ella me preguntó si notaba algo raro en la foto. Le dije que no, así es que me dijo: fíjate en el espejo, y si en un espejo se alcanzaba a ver la silueta de un hombre, otro hombre! tomándole una foto desnuda a mi esposa, inmediatamente se apoderó de mi un sentimiento de celos enorme. Le marque al teléfono y le pregunté que donde estaba, y con quién, ella sin responder mis preguntas me dijo: tú me preguntaste que si quería probar otra verga y te tomé la palabra. Se escuchaba agitada mientras hablábamos, empecé a conducir sin rumbo, y me dijo: me está chupando la vagina mientras aprieta mis tetas. Debo confesar que estaba muy excitado, entonces de repente terminó la llamada, volví a marcar y no contestó, recibí un mensaje con foto, era ella en una foto lamiendo la verga de aquel desconocido. Yo le mandaba mensajes y no me respondía, le marcaba y no contestaba. Después de unos minutos llego otro mensaje, otra foto, ahora se veía de espaldas en cuatro con la verga de aquel desconocido apuntando hacia su vagina dilatada. Yo ya no podía más, mi esposa estaba siendo cogida por otro con mi propio consentimiento...Otro mensaje esta vez no se veía el pene de aquel hombre, estaba adentro de ella entre sus nalgas. Unos minutos después me llegó una ubicación, con un numero de habitación, el lugar estaba como a media hora de camino, era un conocido hotel, empecé a conducir con esa extraña sensación de coraje, celos, excitación.
Llegue al hotel. Subí a la habitación, toque la puerta y ahí estaba, ya no había nadie con ella, la encontré desnuda, iba a reclamarle la situación, pero no pude, inmediatamente sacó mi verga del pantalón (que estaba a punto de estallar) y comenzó a mamarla, me dijo te toca a ti, en ese momento se colocó en 4 y salió de ella un chorro de semen de aquel hombre, apenas acerque mi verga a su vulva, y ella se recargó hacia mi, escurría por sus piernas chorros de semen que no eran míos, su vagina olía a sexo extraño, y estaba dilatada, abierta, usada. Terminamos con un gran orgasmo, no puedo negarlo fue extraño pero muy excitante.
No sé quién haya sido aquel hombre que le hizo el amor a mi esposa, pero desde ese día no puedo dejar de pensar en eso. Ella prometio mantenerme al tanto.
Yo había notado hace algún tiempo un comportamiento extraño en ella, no me preocupaba pero la veía un poco inquieta sobre todo cuando íbamos a la cama a hacer el amor.
Somos una pareja joven de 32 años, con buenos y malos ratos, una buena vida sexual, de repente platicamos sobre fantasías que deseamos hacer, y de ahí surgió este asunto. Antes de comenzar, les describo un poco a mi esposa, ella es de estatura media, delgada, un gran trasero. Piel blanca. Unos senos no grandes pero si muy hermosos.
Por mi trabajo salgo de viaje por lo menos una vez al mes, durante una semana aproximadamente. Un día platicando por mensajes con ella mientras yo estaba de viaje, y con unas copas encima le pregunté si realmente necesitaba sexo como yo lo necesitaba cuando estaba lejos, ella me contestó que si, que incluso había llegado a masturbarse con un consolador que tiene para jugar. En esa ocasión ella me comentó que no era lo mismo un pene de silicón que uno real, en textura y dureza, ese día así quedó la plática; al siguiente día igual por mensaje, le dije en broma que si le gustaría probar otra verga real, la verdad no me imaginé su respuesta pero me dijo que sí, que tenía ganas de sentir otra verga dentro de ella. (Yo y mi gran bocota), no sabía si enojarme, reír, o simplemente verlo como una fantasía, decidí seguirle la corriente, total no iba a pasar sin mi consentimiento.
No fue así.
Hace tres días en un día de trabajo de rutina, me envió un mensaje con una foto de ella en tanga, (estoy muy familiarizado con eso ya que ella sabe que me encanta y seguido lo hace), no fui lo suficientemente observador ya que ella me preguntó si notaba algo raro en la foto. Le dije que no, así es que me dijo: fíjate en el espejo, y si en un espejo se alcanzaba a ver la silueta de un hombre, otro hombre! tomándole una foto desnuda a mi esposa, inmediatamente se apoderó de mi un sentimiento de celos enorme. Le marque al teléfono y le pregunté que donde estaba, y con quién, ella sin responder mis preguntas me dijo: tú me preguntaste que si quería probar otra verga y te tomé la palabra. Se escuchaba agitada mientras hablábamos, empecé a conducir sin rumbo, y me dijo: me está chupando la vagina mientras aprieta mis tetas. Debo confesar que estaba muy excitado, entonces de repente terminó la llamada, volví a marcar y no contestó, recibí un mensaje con foto, era ella en una foto lamiendo la verga de aquel desconocido. Yo le mandaba mensajes y no me respondía, le marcaba y no contestaba. Después de unos minutos llego otro mensaje, otra foto, ahora se veía de espaldas en cuatro con la verga de aquel desconocido apuntando hacia su vagina dilatada. Yo ya no podía más, mi esposa estaba siendo cogida por otro con mi propio consentimiento...Otro mensaje esta vez no se veía el pene de aquel hombre, estaba adentro de ella entre sus nalgas. Unos minutos después me llegó una ubicación, con un numero de habitación, el lugar estaba como a media hora de camino, era un conocido hotel, empecé a conducir con esa extraña sensación de coraje, celos, excitación.
Llegue al hotel. Subí a la habitación, toque la puerta y ahí estaba, ya no había nadie con ella, la encontré desnuda, iba a reclamarle la situación, pero no pude, inmediatamente sacó mi verga del pantalón (que estaba a punto de estallar) y comenzó a mamarla, me dijo te toca a ti, en ese momento se colocó en 4 y salió de ella un chorro de semen de aquel hombre, apenas acerque mi verga a su vulva, y ella se recargó hacia mi, escurría por sus piernas chorros de semen que no eran míos, su vagina olía a sexo extraño, y estaba dilatada, abierta, usada. Terminamos con un gran orgasmo, no puedo negarlo fue extraño pero muy excitante.
No sé quién haya sido aquel hombre que le hizo el amor a mi esposa, pero desde ese día no puedo dejar de pensar en eso. Ella prometio mantenerme al tanto.