jarochilandio
Bovino de la familia
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Enrique Pérez Quintana
2 de julio de 2018
Andrés Manuel López Obrador saluda a sus seguidorees en el Zócalo tras ganar las elecciones presidenciales mexicanas, en Ciudad de México, el 1 de julio de 2018. (AFP | PEDRO PARDO)
No fue fácil llegar, la persistencia gratifica al que no se da por vencido. Es el caso de Andrés Manuel López Obrador que, según los resultados preliminares que divulgó el Instituto Nacional Electoral, hasta el cierre del conteo rápido, el ganador indiscutible fue el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia.
La gente acudió a las urnas a depositar su voto y lo hizo por quien consideró que debe dirigir el país hacia un más justo y mejor destino. Los reportes indican que el país se encuentra en paz, lo que es un revés para los catastrofistas que presagiaban que si AMLO llegaba a la presidencia habría conflicto.
Lo relevante del desenlace electoral fue el reconocimiento que sus adversarios en la elección, (José Antonio Meade, Ricardo, Anaya, y Jaime Rodríguez ‘El Bronco’,) así como el presidente Enrique Peña Nieto hicieron del triunfo de López Obrador, en cuanto salieron las primeras encuestas de salida., cuyas cifras marcaron que la tendencia era irreversible y con ello, la voluntad de la mayoría del pueblo de iniciar una nueva etapa en su historia.
El presidente Peña Nieto felicitó por su triunfo a López Obrador y le expresó su disposición para trabajar coordinadamente en este periodo de transición, que empezará de inmediato, como comentó el ahora presidente electo durante su campaña.
Estos gestos de reconocimiento fueron oportunos para dar certidumbre a los inversionistas nacionales y extranjeros que consideran que no habrá sorpresas en el manejo de la economía y que los ajustes que lleguen a darse corresponderán a la normalidad de cualquier gobierno que inicia sus funciones. De hecho, se espera que cuando asuma el presidente electo el poder el primero de diciembre y se haga pública la integración de su gabinete, habrá más elementos para conocer el rumbo económico y político que seguirá el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El primero de julio de 2018 para Andrés Manuel López Obrador será la fecha en la que terminó su largo y cansado camino de 18 años para ganar el poder. También es la fecha en la que iniciará su confrontación con la necia realidad que se resistirá a admitir el cambio, que pondrá objeciones para escribir una nueva página en la historia. Es el principio del trabajo para cumplir los compromisos asumidos y de responder a las expectativas de los muchos, en todos los sectores sociales, que recibieron la promesa de que su futuro sería mejor.
En el camino quedaron las organizaciones en las que López Obrador fue aprendiendo las reglas de la disputa del poder. Desde esa vieja escuela en la que inició la ruta, donde sintió los primeros síntomas de su ambición de poder, el PRI que le abrió las puertas para que buscara gobernar Tabasco. Su salida del partido fue a la vez el principio de su trabajo político al lado de los que desean regresar a México en dominio de su riqueza petrolera. En esta lucha los caminos lo llevaron hasta el Zócalo de la Ciudad de México que, sin saberlo en aquel momento, se convertiría en el testigo y escenario de sus batallas en busca de lo que hoy tiene.
El camino de López Obrador pasó por el PRD y desde ahí aprendió el manejo de la organización y negociación para alcanzar el objetivo de gobernar la Capital del País, desde la oposición partidaria, desde esta trinchera, armó sus dos primeras campañas en busca de la presidencia. Aprendió en los intentos que tenía que tener el dominio total de la organización de su camino al poder y también que solo la inclusión de todos los grupos le permitiría escribir una página diferente de la historia de México.
El Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, es el vehículo que lo llevó hasta la posición de servicio a la comunidad más importante de México.
Ya ganó López Obrador y lo que sigue es que todos nos dediquemos a hacer muy bien lo que sabemos hacer. Cada quien en lo suyo. Es el único camino para cerrar el paso a los agoreros del desorden, a los que piensan que el cambio de régimen supone conflicto y confrontación. A nadie le conviene, a nosotros tampoco.
Con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, el país empezará un nuevo capítulo. Hoy apenas se escribió la frase que nos recuerda que con nuestra participación decidida, comprometida, respetuosa y tolerante, Juntos Haremos Historia.
Fuente
"De hecho, se espera que cuando asuma el presidente electo el poder el primero de diciembre ... se haga pública la integración de su gabinete"
¿Pues en qué caverna estuvo escondido Enrique Pérez Quintana todo este tiempo? El gabinete lo anunció desde hace meses.
"En el camino quedaron las organizaciones en las que López Obrador fue aprendiendo las reglas de la disputa del poder. Desde esa vieja escuela en la que inició la ruta, donde sintió los primeros síntomas de su ambición de poder, el PRI que le abrió las puertas para que buscara gobernar Tabasco. Su salida del partido fue a la vez el principio de su trabajo político al lado de los que desean regresar a México en dominio de su riqueza petrolera."
Ese vieja escuela que sigue siendo su guía desde entonces, haya estado donde haya estado. La ambición por el poder lo ha acompañado todos los días desde que Carlos Pellicer le hiciera partícipe de ese oceánico sentimiento.
"El camino de López Obrador pasó por el PRD y desde ahí aprendió el manejo de la organización y negociación para alcanzar el objetivo de gobernar la Capital del País, desde la oposición partidaria, desde esta trinchera, armó sus dos primeras campañas en busca de la presidencia."
¿Pasó por el PRD, o se deshizo de todo lo que le estorbaba -Cárdenas incluido- para adueñarse del partido? Ahí NO APRENDIÓ el manejo de la "organización y negociación", eso lo aprendió en su alma mater, el PRI. Y sí, se sirvió de todos esas malas mañas para apropiarse de la Jefatura del DDF a como diera lugar, como anticipo de su eterna postura a la presidencia (como no tenía ninguna experiencia que mostrar, ni siquiera en puestos de elección popular -nunca había participado para ninguno- que el era "el bueno", pues empezó por apropiarse del PRD -hizo todo tipo de jugarretas para erigirse en presidente nacional- para luego, a la manera de Canaya, autodesignarse candidato a la Jefatura del DDF; ya con eso y su populismo a ultranza en el puesto -regaló dinero a manos llenas a todo el que se dejó y permitió todo tipo de corruptelas a otros- se presentó como "muy popular" -¿y quien no regalando dinero y dádivas?- para "justificar ser EL CANDIDATO a la presidencia que el planeta esperaba). Así que el Peje NO EMPEZÓ su laaaargaaaa candidatura ni hace 12, ni 18 años, sino hace 22 AÑOS. ESO FUE LO QUE DURÓ SU CAMPAÑA. Las campañas del PRI siempre se han catalogado como muy costosas, porque cualquiera de ellas dispendia mucho dinero en poco tiempo (el de la campaña). La laaaargaaa caaampaaaañaaaa de López Transador ha sido mucho más costosa que la de cualquier candidato PRIista (OJO chicos de cortas habilidades lectoras, lean bien: repito de nuevo, la de cualquier -singular- candidato PRIista; el Peje no es muchos Mesías, es UNO SOLO, es decir, una persona -singular-, no varias juntas; los sucesivos candidatos del PRI, desde que el Peje ambicionara la presidencia han sido Francisco Labastida, Roberto Madrazo, Enrique Peña y José Antonio Meade, mientras que el pejecandidato durante todo ese tiempo ha sido él mismo, San AMLO, ÉL SÓLO, ha gastado más que cualquiera de estos cuatro; no empecemos con que "es que el PRI" ésto, La Mafia del Poder lo otro y todo tipo de pejedesvaríos, estoy hablando del gasto INDIVIDUAL, ya que el Peje no es un partido, ¿se entendió o necesito explicarlo "con manzanitas"?).
AMLOrena fue su estrategia para darse una nueva imagen: la del predicador hippie-guadalupano ("amor y paz" y misas diarias a sus fieles arropado en un culto a su personalidad). Esta vez, acertó. Una frase repetida más de una vez precisamente por el ahora ya Gran Pastor: "es de sabios cambiar de opinión"; si ahora, en lugar de andar de "Contreras" nos envolvemos en una piel de oveja, como le hizo el lobo en la fábula, es más seguro que logre coronar mis ambiciones. ¿Acaso no le funcionó? Colmillo, mucho colmillo del viejo lobo. Ahora... ¡que se cuiden las ovejas!
¡Saludos pejePRInosáuricos a todos!