Azrael Mike
Becerro
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- 30 Nov 2015
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Empezaré mi primer relato con una de las experiecias más recientes, ya después en restrospectiva los pondré al tanto de como se dió esta relación; claro si es que le gusta. Saludos.
VOLVIÉNDO A DISFRUTAR
Pues resulta que después de tanto tiempo que ella estuvo enojada conmigo por varias razones y haber terminado medio mal; me quedé yo con el puesto de ser su jefe (por así decirlo), así que poco a poco se fue portando mejor y más amable conmigo… Empezamos a platicar de nuevo, normal, del trabajo y nada más. Pero como saben, una cosa lleva a otra, así que de pronto nos dábamos abrazos y de pronto un día me besó en la boca, yo no dije nada y seguí; y así seguían los días en que la llegaba a ver, con esos afectos, pero no se dejaba tocar por ahora.
Ella estaba construyendo su casa que ya me había mostrado alguna vez, así que sabía que cuando ella se cambiara viviría sola y me hacía planear muchas cosas. Total que un día me dice:
– Ya por fin me cambié de casa, no está terminada, pero ya tengo lo suficiente para vivir allá.
– Ok, pues a ver cuándo me invitas a estrenarla.
– Claro, ya sabes donde vivo.
Y total que quedé en ir “un día de estos”.
Ese día llegó, una vez que mi esposa se enojó y se fue a una fiesta con su familia y yo me quedé solo en casa, da la casualidad que la fiesta era por el rumbo donde ella vive, así que lo planeé muy bien, voy a visitarla un rato y luego voy con mi esposa a contentarla; y sí, así fue como lo hice. En 20 min ya estaba yo en su puerta, le llamé y pregunté qué haces?
– Pues aquí en la casa descansando
– Entonces sal a abrir pues vine a visitarte.
Con incredulidad salió y entramos a su casa, pero de lo poco que tenía adaptado para ya vivir ahí era su recámara. Así que fue ahí donde me pasó. Ella estaba acostada viendo la TV y me dijo perdón por la facha, acuéstate y seguimos viéndo una película, a lo que accedí; solo que como me incomodaba el pantalón le dije que si me lo podía quitar y ella dijo que sin problema; me acosté a su lado y la abracé, platicábamos muy a gusto y por como la abrazaba, de pronto me acariciaba la pierna, lo que me empezó a prender, así que mi mano empezó a sobarle las tetas. Qué haces? Me preguntó, pues recordando le dije. Y entonces mi otra mano fue bajando aprovechando que estaba en pijama rápidamente encontré su monte sin bellos (recordé que se había hecho la depilación láser) y enseguida su vagina ya mojada. Ella no perdía tiempo pues ya tenía su mano en mi pene sobre el bóxer. Ya no intenté más hasta que ella se volteó y me lo sacó y me empezó a masturbar entre diálogos de qué vamos a hacer, qué quieres, te gusta, te acuerdas??
Ya los dos muy excitados, le quité la pijama, me levante a desnudarme completamente y ella ya me esperaba en la cama, acostada y con las piernas muy abiertas, me subí en ella y recordando el camino, mi pene encontró su entrada ya muy lubricada y llegó al fondo. Volví a saborearla toda, le chupaba los pezones sin dejar de penetrarla, su vagina inmediatamente me mojó todo, saboreé sus piernas y sus ricas nalgas, mi pene entraba y salía escurriendo; me hincaba y la volvía a penetrar para ver como se abrían sus labios para recibirme, sus fluidos escurrían en las piernas y hasta en su ano muy mojado; de perrito ahora para que ella sintiera mis testículos chocando en ella a la vez que le agarraba las nalgas y se la hundía con fuerza; después ella montada en mí y agarrándole las tetas con fuerza, yo sentía como ella de la deja ir profundamente.
Esos recuerdos de las tantas veces que cogimos eran de nuevo en vivo y en vivo sus gemidos y gritos que tanto me excitaban, hasta que de pronto me dijo, dame más duro, no pares, métemela toda; justo cuando se estaba viniendo. Eso era nuevo en ella pues nunca antes me dijo esas cosas, eso me excitó más por lo que le di mas duro una vez y otra más; así hasta que todo terminó cuando en la plenitud de su orgasmo me dijo, dame toda tu leche, quiero sentirla dentro de mi; siempre se lo había hecho con condón, así que esta vez, sin nada y con lo que pedía no pude más que darle todo hasta que terminó al momento en que eyaculaba dentro de ella. Los dos gimiendo ella moviéndose como poseída, yo vaciándome, los dos muy sudados y mojados por sus fluidos, así dentro de ella nos desvanecimos y nos quedamos un rato hasta que nos tuvimos que levantar para asearnos, claro con una cara de satisfacción felicidad.
Al final le chupé un poco más las tetas y nos tocamos un poco antes de vestirme.
– Ya me voy le dije.
– O sea que solo me vienes a coger y te vas?.
– Si no te gustó dime.
– Claro que si, pero quiero que vengas mas seguido.
Quedamos en repetirlo mientras me iba a terminar mi plan.
FIN
VOLVIÉNDO A DISFRUTAR
Pues resulta que después de tanto tiempo que ella estuvo enojada conmigo por varias razones y haber terminado medio mal; me quedé yo con el puesto de ser su jefe (por así decirlo), así que poco a poco se fue portando mejor y más amable conmigo… Empezamos a platicar de nuevo, normal, del trabajo y nada más. Pero como saben, una cosa lleva a otra, así que de pronto nos dábamos abrazos y de pronto un día me besó en la boca, yo no dije nada y seguí; y así seguían los días en que la llegaba a ver, con esos afectos, pero no se dejaba tocar por ahora.
Ella estaba construyendo su casa que ya me había mostrado alguna vez, así que sabía que cuando ella se cambiara viviría sola y me hacía planear muchas cosas. Total que un día me dice:
– Ya por fin me cambié de casa, no está terminada, pero ya tengo lo suficiente para vivir allá.
– Ok, pues a ver cuándo me invitas a estrenarla.
– Claro, ya sabes donde vivo.
Y total que quedé en ir “un día de estos”.
Ese día llegó, una vez que mi esposa se enojó y se fue a una fiesta con su familia y yo me quedé solo en casa, da la casualidad que la fiesta era por el rumbo donde ella vive, así que lo planeé muy bien, voy a visitarla un rato y luego voy con mi esposa a contentarla; y sí, así fue como lo hice. En 20 min ya estaba yo en su puerta, le llamé y pregunté qué haces?
– Pues aquí en la casa descansando
– Entonces sal a abrir pues vine a visitarte.
Con incredulidad salió y entramos a su casa, pero de lo poco que tenía adaptado para ya vivir ahí era su recámara. Así que fue ahí donde me pasó. Ella estaba acostada viendo la TV y me dijo perdón por la facha, acuéstate y seguimos viéndo una película, a lo que accedí; solo que como me incomodaba el pantalón le dije que si me lo podía quitar y ella dijo que sin problema; me acosté a su lado y la abracé, platicábamos muy a gusto y por como la abrazaba, de pronto me acariciaba la pierna, lo que me empezó a prender, así que mi mano empezó a sobarle las tetas. Qué haces? Me preguntó, pues recordando le dije. Y entonces mi otra mano fue bajando aprovechando que estaba en pijama rápidamente encontré su monte sin bellos (recordé que se había hecho la depilación láser) y enseguida su vagina ya mojada. Ella no perdía tiempo pues ya tenía su mano en mi pene sobre el bóxer. Ya no intenté más hasta que ella se volteó y me lo sacó y me empezó a masturbar entre diálogos de qué vamos a hacer, qué quieres, te gusta, te acuerdas??
Ya los dos muy excitados, le quité la pijama, me levante a desnudarme completamente y ella ya me esperaba en la cama, acostada y con las piernas muy abiertas, me subí en ella y recordando el camino, mi pene encontró su entrada ya muy lubricada y llegó al fondo. Volví a saborearla toda, le chupaba los pezones sin dejar de penetrarla, su vagina inmediatamente me mojó todo, saboreé sus piernas y sus ricas nalgas, mi pene entraba y salía escurriendo; me hincaba y la volvía a penetrar para ver como se abrían sus labios para recibirme, sus fluidos escurrían en las piernas y hasta en su ano muy mojado; de perrito ahora para que ella sintiera mis testículos chocando en ella a la vez que le agarraba las nalgas y se la hundía con fuerza; después ella montada en mí y agarrándole las tetas con fuerza, yo sentía como ella de la deja ir profundamente.
Esos recuerdos de las tantas veces que cogimos eran de nuevo en vivo y en vivo sus gemidos y gritos que tanto me excitaban, hasta que de pronto me dijo, dame más duro, no pares, métemela toda; justo cuando se estaba viniendo. Eso era nuevo en ella pues nunca antes me dijo esas cosas, eso me excitó más por lo que le di mas duro una vez y otra más; así hasta que todo terminó cuando en la plenitud de su orgasmo me dijo, dame toda tu leche, quiero sentirla dentro de mi; siempre se lo había hecho con condón, así que esta vez, sin nada y con lo que pedía no pude más que darle todo hasta que terminó al momento en que eyaculaba dentro de ella. Los dos gimiendo ella moviéndose como poseída, yo vaciándome, los dos muy sudados y mojados por sus fluidos, así dentro de ella nos desvanecimos y nos quedamos un rato hasta que nos tuvimos que levantar para asearnos, claro con una cara de satisfacción felicidad.
Al final le chupé un poco más las tetas y nos tocamos un poco antes de vestirme.
– Ya me voy le dije.
– O sea que solo me vienes a coger y te vas?.
– Si no te gustó dime.
– Claro que si, pero quiero que vengas mas seguido.
Quedamos en repetirlo mientras me iba a terminar mi plan.
FIN