La Fundación para la Libertad de Expresión, Fundalex, aseguró en un comunicado que la violencia contra los periodistas en México "se incrementa cada día y se ha vuelto imparable".​

El organismo recordó que "van cinco periodistas asesinados en 2010" en el país y alertó sobre el allanamiento ocurrido esta mañana en las oficinas de la revista Contralínea.​

Fundalex también subrayó que están desaparecidos "dos periodistas en el estado de Michoacán", al oeste del país.​

Se trata de Ramón Ángeles Zalpa y María Esther Aguilar Casimbe, el primero desaparecido el 6 de abril de este año y la mujer el 11 de noviembre de 2009.​

Ambos trabajan para el periódico Cambio en Michoacán, estado donde la violencia se ha recrudecido durante los últimos meses, especialmente la relacionada con el crimen organizado.​

A las desapariciones hay que sumar el hallazgo sin vida de Enrique Villacaña Palomares, columnista del diario La Voz de Michoacán, acción condenada por organizaciones como Reporteros sin Fronteras y el Instituto Internacional de la Prensa.​

El presidente de Fundalex, Armando Prida Huerta, señaló en el comunicado emitido hoy que las más recientes acciones contra los comunicadores "no pueden oscurecer" el futuro de México "ni mucho menos romper los sueños de alcanzar una sociedad verdaderamente democrática".​

La organización civil sostiene que las autoridades mexicanas "están obligadas a poner un alto al método del terror que poderes, institucionales o no, utilizan para limitar o de plano detener la búsqueda de la verdad, que es substancia del periodismo".​

El pasado año doce periodistas fueron asesinados en México, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), presumiblemente a manos del crimen organizado.​

Desde 2000, la cifra de reporteros asesinados ronda los sesenta, según Reporteros sin fronteras, lo que convierte al país en el más peligroso de América para desempeñar este oficio, según esta ONG.​

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