Yo de ninguna manera justifico la venganza como instrumento idóneo para obtener justicia, sin embargo, puedo llegar a comprender a personas que han hecho uso de ella ante el silencio institucional. Créeme que cambiar el sistema judicial de mi país es casi una utopía, puesto que es algo que se ha venido gestando durante décadas. Como dice mi profesor de Derecho Penal, el insigne Dr. Atilio Ramírez Amaya (quien casi fue asesinado por el partido ARENA por haber conocido en el caso del magnicidio de Monseñor Romero): "para que cambie el Órgano Judicial tendrían que morirse todos los jueces y nombrar nuevos".
Yo estoy de acuerdo en llegar hasta las últimas instancias judiciales y administrativas en busca de justicia, pero si al final lo único que queda es el silencio... pues...
Lo mismo decían los hindús el siglo pasado acerca de librarse de Inglaterra: es una utopía. Pero ya ves que el sueño de un sólo hombre lo logró: Mahatmma Ghandi.
Creer que las utopías son inalcanzables, es como creer que una meta de vida jamás será alcanzada sin importar cuanto luchemos.
¿Que hay corrupción en las instituciones y quedan casos sin justicia? Por supuesto, desgraciadamente, suele ser cotidiano. Sin embargo, lo que no comparto es lo último que dices "
pero si al final lo único que queda es el silencio... pues....." por una muy sencilla razón: para que haya silencio en un caso, debemos ser partícipes de ese silencio. ¿No te escucharon en el juzgado? Ve con los superiores de ese juez ¿No te escucharon los superiores? Ve a la suprema corte ¿Te ignoro la suprema corte? Ve y apóyate con los medios masivos de información, que tu caso se conozca, no seas partícipe del silencio, que suele ser uno de los peores enemigos de la justicia.
Tanto la venganza, como la ley del talión onironauta son un retroceso de 1,000 o más años en materia jurídica, filosófica y humanitaria. Esos son "métodos" (sic) usados incluso antes de la era romana que, desde entonces, probaron su ineficacia como vías de mantener una sociedad en paz. La violencia sólo atrae violencia.
En el caso del Salvador, creo que ese país ha hecho un enorme avance con por fin haber detenido a arena y que Funes sea presidente, de ceorazón, espero que sólo cosas buenas se avecinen para el futuro de los hermanos salvadoreños y que entre esas cosas buenas, vengan cambios a las instituciones jurídicas y judiciales para que el Salvador finalmente obtenga una justicia. De corazón, lo deseo por los Salvadoreños y mi hermana Mishita.
Ojalá que este cambio también sirva, para que los egresados en ciencias jurídicas recuperen la visión de justicia y los avances sobre la misma.
Saludazos.