Nathan Crooks
Julio 28, 2017
(original en inglés, traducción propia)


Departamento de Hacienda anuncia sanciones a Venezuela
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Fiel a su amenaza, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, procederá con una elección el 30 de julio que iniciará el proceso de convocatoria de un Asamblea constituyente para considerar cambiar la constitución del país. Sus adversarios se oponen a la medida por considerarla un proceso ilegal, prediciendo que Maduro llenará la asamblea con sus partidarios y acercará al país a una dictadura. La oposición internacional sigue creciendo. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió de "acciones económicas fuertes y rápidas" si Maduro continúa con sus planes. El jefe de la Organización de Estados Americanos ha pedido nuevas elecciones presidenciales y el ex primer ministro de España ha intentado negociar un compromiso.

1. ¿Cómo se espera que esto funcione?

A menos que Maduro retire la propuesta en el último minuto - ya sea por presión de dentro de su propio partido y el ejército o un acuerdo con la oposición - se les pedirá a los votantes que seleccionen 545 delegados que constituirán la asamblea constituyente y reescribirán la constitución. Pero lo que no está en la boleta es tan importante como lo que es. A los votantes no se les pregunta si incluso quieren la asamblea, las encuestas dicen que sólo el 20 por ciento de los venezolanos la apoyan. Con la oposición boicoteando el proceso por completo, todos los nombres en la boleta presumiblemente son partidarios de Maduro, y sólo unos 25 de ellos son políticos conocidos. Si la votación va adelante, el gobierno no puede perder.

2. ¿Qué es lo que más quiere Maduro cambiar en la Constitución?

Desde que anunció su plan para convocar a "la constituyente" en mayo, Maduro ha sido muy vago sobre lo que quiere lograr o por qué el país lo necesita, aparte de decir que el cuerpo será un "gran diálogo", un "encuentro" y una oportunidad para que los venezolanos "vivan en paz y pongan fin a la violencia". También se dice que la oposición será derrotada de una vez por todas. Sólo tres días antes de la votación, Maduro pidió a la oposición que abra un nuevo diálogo, pero es poco probable que sus adversarios sigan adelante: las ofertas pasadas de entablar conversaciones han hecho que el gobierno se niegue a hacer concesiones. Las autoridades financieras y petroleras, entretanto, han insinuado que quieren utilizar el proceso para aumentar el papel ya pesado del Estado en la economía del país. Lo único cierto es que, una vez convocada, Venezuela despertará siendo un país diferente, y nadie sabe realmente lo que viene a continuación.

3. ¿Significa esto que Venezuela pronto podría ser una dictadura?

La constituyente sin duda representaría una escalada de los pasos recientes en esa dirección. Una vez convocada, presidirá todas las demás ramas del gobierno, y sólo ella podrá determinar cuánto tiempo debe permanecer en el poder. Los analistas esperan que Maduro use rápidamente el cuerpo para forzar a Luisa Ortega Díaz, el fiscal general que ha surgido como su crítico más feroz dentro del partido socialista gobernante. Los críticos también temen que la nueva asamblea pueda demorar las elecciones regionales y presidenciales programadas que la mayoría de las encuestas demuestran que el gobierno no podría ganar.

4. ¿De qué otra manera Venezuela se ha alejado del gobierno democrático?

Los críticos de Maduro dicen que la primera ruptura importante con la democracia de Venezuela ocurrió el año pasado cuando la autoridad electoral y los tribunales locales se opusieron a realizar un referéndum revocatorio sobre su gobierno, incluso después de que la oposición siguiera las reglas esbozadas en la constitución actual. Los continuos ataques contra los poderes de la Asamblea Nacional controlada por la oposición por la Corte Suprema, que respalda a Maduro, también han hecho que muchos cuestionen el estatus de Venezuela como democracia. Otras señales autoritarias: más de 3,000 personas han sido arrestadas desde marzo de 2017 y más de 100 manifestantes han muerto en enfrentamientos con fuerzas progubernamentales durante los últimos cuatro meses. Sin embargo, el constituyente representaría una escalada. Una vez convocada, presidirá todas las demás ramas del gobierno, y sólo ella podrá determinar cuánto tiempo debe permanecer en el poder.

5. ¿Pero... qué es una asamblea constituyente?

Es una convención constitucional convocada por el presidente y compuesta por delegados electos. Tiene el poder no sólo de revisar la constitución sino de escribir una nueva, o de disolver o reemplazar las ramas del gobierno. La última asamblea fue convocada en 1999, cuando el ex presidente Hugo Chávez supervisó la elaboración de la actual Constitución, reemplazando a una escrita en 1961.

6. ¿Conseguirá Maduro lo que quiere?

No ha mostrado ningún signo de retroceso, a pesar de que enfrentará una creciente presión internacional y una escalada de protestas callejeras si sigue con su plan. Después de que EE.UU. anunciara sanciones contra 13 miembros de su círculo íntimo el 27 de julio, Maduro los honró en un discurso nacional televisado presentándolos con espadas. Dijo que la votación continuaría y la representaría como una lucha entre "soberanía y colonización". Con los Estados Unidos prometiendo más medidas y la oposición prometiendo permanecer en las calles, la perspectiva es precaria para Maduro si convoca a la asamblea.

7. ¿Qué podría pasar con el petróleo de Venezuela?

Estados Unidos ha estado considerando sanciones petroleras más amplias que podrían afectar las exportaciones del país si Maduro llama a la asamblea. Es una herramienta poderosa que podría empujar de la noche a la mañana al país más cerca del borde del desastre. Estados Unidos es el mercado más grande de Venezuela, y el petróleo representa el 95 por ciento de sus ganancias en moneda extranjera. Mientras que Maduro podría eventualmente reorientar el petróleo a otros mercados en Asia, tendría que aceptar un fuerte descuento y los costos de transporte aumentarían. Cualquier interrupción en el flujo de efectivo del país aumentaría inmediatamente los temores de un incumplimiento de la deuda externa del país, con alrededor de $ 5 mil millones sólo este año.


Fuente


Hay quienes se han apresurado a anticipar que la "solución" para la crisis en Venezuela y así poder liberarse del yugo que les representa la exportación de petróleo a gringolandia (el 50% de sus exportaciones petroleras) la podrían encontrar en China (ello derivado de la reciente visita de Ji Yinping a Venezuela ). Lamento decirles a esos madurozombies que se equivocan. Lo que busca Ji Yinping es que el país no se le vaya de las manos a Maduro, porque... ¡les debe demasiado y no quiere que esa deuda se torne impagable! Para el gobierno chino se trata de que quienquiera que esté a la cabeza del gobierno venezolano no les vaya a salir con que "pues no tengo para pagarte" y, todavía les diga, "préstame aún más". Lo que menos le interesa a Jinping es quien sea el presidente venezolano en turno, y por supuesto, la vale un reverendo cacahuate si es Mamaduro o no. Si el orangután bigotón le representa un problema, pues es justamente él, Jinping, más que el Trompetas, quien puede sutilmente sugerirle al ex-chofer que ya no le es "razonable" su continuidad en el poder. Y sin el apoyo de China, el Pajaritoman y sus patrones, los militares, están fundidos. De nada servirá el servilismo y el entreguismo al régimen cubano.