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Aqui les dejo algo que me encontre al navegar por internet. Espero les agrade.
MÉXICO, D.F.- De cada 100 personas que llegan a consulta con terapeutas sexuales, 25 padecen dicho mal y 30 dispareunia.
Agencias
MÉXICO, D.F.- Hay mujeres que no conocen su vagina", les da miedo tocarse, "no se la han visto ni con un espejo" y esos miedos sociales, junto con la violencia callejera o de familia, son los que ocasionan el llamado vaginismo --contracción de los músculos de dicha zona-- con el que muchas mujeres y parejas viven en silencio, afirma la psicoterapeuta sexual y profesora de la UNAM, Alma Aldana.
La educación que recibe la mujer desde niña es fatal en muchos casos. "A la mujer se le enseña que debe aprender a amar y no a desear", pues quien se atreve a hacerlo es tachada como "una prostituta". Es lo que se le enseña a la mujer y de ahí nacen las culpas y miedos", señala la especialista.
Aldana explica que el estigma hacia los genitales es otro factor, pues muchas mujeres los definen como "vagina reventada, vagina araña o una parte fea del cuerpo...". Lo anterior provoca que las niñas sientan que tienen un bote de basura entre las piernas, además de que nunca han visto sus genitales por vergüenza".
Este problema se cultiva desde la niñez, pues la educación sexual de las más pequeñas se ve afectada por los comentarios a una mujer virgen que llega a su primera vez: "Te va a doler, vas a sangrar, es muy feo... hay miedo al embarazo, a infecciones de enfermedades venéreas y con todo ello la vagina se cierra constantemente".
Otra causa del vaginismo en la mujer es el abuso sexual, y peor cuando éste sucede en el núcleo familiar. En el vaginismo "hay un miedo a los hombres, al vínculo y en algunos momentos puede ser persistente".
Los trastornos obsesivos también producen este mal, pues cuando las mujeres son muy obsesivas en todas las cosas de su vida diaria "no se dan el tiempo de usar los sentidos, las sensaciones, les da temor. No sienten nada en su cuerpo, ni en su relación".
Aldana refiere un caso, "atendí a una paciente que tuvo dos hijos sin penetración de su pareja, él eyaculó en la entrada de la vagina y así tuvo dos embarazos con vaginismo de 9 años".
La también maestra de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Puebla señala que en México el vaginismo es un problema de salud pública y la mujer que lo padece prefiere ir primero con el ginecólogo, pero cuando llegan con la psicoterapia "es porque ya tienen muchos años con esta disfunción, pues piensan que se les va a quitar con el tiempo".
Expone otro caso. Ricardo le narró el encuentro sexual con su pareja, "ella se ponía tensa desde antes de que pasara nada, se frenaba un poco, apretaba las manos... era obvio que le dolía, pero aunque costaba trabajo, al final me dejaba entrar".
El paciente señala que fue "hasta mucho después de estar teniendo relaciones sexuales que mi pareja se dio cuenta de que había un problema, pensé que a lo mejor yo no sabía cómo hacer que ella llegara a una excitación previa tal que no le doliera la penetración".
La pareja vivió 11 años juntos hasta que ella tomó la decisión de separarse. Él lo aceptó de buena manera, pues la autoestima de ambos estaba por los suelos. "No era una cuestión de virilidad machista", le dijo a su terapeuta.
"Muchas mujeres en vez de gozar, padecen sus relaciones sexuales, pues para ellas el sexo es y siempre ha sido algo doloroso", afirman Alma Aldana y Mónica Braun en su libro Sexo sin dolor. Ambas refieren que muchas mujeres que padecen vaginismo "no tienen idea de que su situación no es normal".
Pero también este mal es causado por errores externos, tal como le pasó a una paciente "que después del parto su ginecólogo le puso un punto de más para estar más apretada y eso le causó vaginismo, incluso algunos medicamentos provocan esta disfunción".
El vaginismo y la dispareunia --coito doloroso-- son problemas frecuentes en las mujeres de todo tipo de sector social y de edades diversas.
En la experiencia psicoterapéutica de ambas especialistas se sabe que de cada 100 mujeres que llegan a consulta, 25 padecen vaginismo y 30 dispareunia.
Aldana explica que esta enfermedad consiste en que "los músculos que rodean la parte externa de la vagina se contraen fuertemente, muy fuertemente e involuntariamente".
Lo anterior se debe a que "la mujer se ve amenazada por alguna penetración de pene de compañero o pareja, de un dedo o de un tapón sanitario o del ginecólogo. Sea violento o no".
El vaginismo debido a causas biológicas es menos frecuente, pues la mayoría de los casos son por el ambiente social.
Etapas
El vaginismo primario ocurre cuando una mujer nunca ha sido capaz de tener relaciones sexuales o lograr cualquier tipo de penetración. Es más frecuente en adolescentes, aunque muchas desconocen que pueden tener vaginismo y no darse cuenta hasta el momento en que intentan tener una penetración vaginal.
La etapa secundaria de esta enfermedad llega cuando una mujer que previamente fue capaz de lograr la penetración vaginal, de repente se siente incapaz de ello. Esto se puede dar por infecciones, traumas durante el parto, secuelas tras cirugía ginecológica, o por causas psicológicas.
MÉXICO, D.F.- Hay mujeres que no conocen su vagina", les da miedo tocarse, "no se la han visto ni con un espejo" y esos miedos sociales, junto con la violencia callejera o de familia, son los que ocasionan el llamado vaginismo --contracción de los músculos de dicha zona-- con el que muchas mujeres y parejas viven en silencio, afirma la psicoterapeuta sexual y profesora de la UNAM, Alma Aldana.
La educación que recibe la mujer desde niña es fatal en muchos casos. "A la mujer se le enseña que debe aprender a amar y no a desear", pues quien se atreve a hacerlo es tachada como "una prostituta". Es lo que se le enseña a la mujer y de ahí nacen las culpas y miedos", señala la especialista.
Aldana explica que el estigma hacia los genitales es otro factor, pues muchas mujeres los definen como "vagina reventada, vagina araña o una parte fea del cuerpo...". Lo anterior provoca que las niñas sientan que tienen un bote de basura entre las piernas, además de que nunca han visto sus genitales por vergüenza".
Este problema se cultiva desde la niñez, pues la educación sexual de las más pequeñas se ve afectada por los comentarios a una mujer virgen que llega a su primera vez: "Te va a doler, vas a sangrar, es muy feo... hay miedo al embarazo, a infecciones de enfermedades venéreas y con todo ello la vagina se cierra constantemente".
Otra causa del vaginismo en la mujer es el abuso sexual, y peor cuando éste sucede en el núcleo familiar. En el vaginismo "hay un miedo a los hombres, al vínculo y en algunos momentos puede ser persistente".
Los trastornos obsesivos también producen este mal, pues cuando las mujeres son muy obsesivas en todas las cosas de su vida diaria "no se dan el tiempo de usar los sentidos, las sensaciones, les da temor. No sienten nada en su cuerpo, ni en su relación".
Aldana refiere un caso, "atendí a una paciente que tuvo dos hijos sin penetración de su pareja, él eyaculó en la entrada de la vagina y así tuvo dos embarazos con vaginismo de 9 años".
La también maestra de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Puebla señala que en México el vaginismo es un problema de salud pública y la mujer que lo padece prefiere ir primero con el ginecólogo, pero cuando llegan con la psicoterapia "es porque ya tienen muchos años con esta disfunción, pues piensan que se les va a quitar con el tiempo".
Expone otro caso. Ricardo le narró el encuentro sexual con su pareja, "ella se ponía tensa desde antes de que pasara nada, se frenaba un poco, apretaba las manos... era obvio que le dolía, pero aunque costaba trabajo, al final me dejaba entrar".
El paciente señala que fue "hasta mucho después de estar teniendo relaciones sexuales que mi pareja se dio cuenta de que había un problema, pensé que a lo mejor yo no sabía cómo hacer que ella llegara a una excitación previa tal que no le doliera la penetración".
La pareja vivió 11 años juntos hasta que ella tomó la decisión de separarse. Él lo aceptó de buena manera, pues la autoestima de ambos estaba por los suelos. "No era una cuestión de virilidad machista", le dijo a su terapeuta.
"Muchas mujeres en vez de gozar, padecen sus relaciones sexuales, pues para ellas el sexo es y siempre ha sido algo doloroso", afirman Alma Aldana y Mónica Braun en su libro Sexo sin dolor. Ambas refieren que muchas mujeres que padecen vaginismo "no tienen idea de que su situación no es normal".
Pero también este mal es causado por errores externos, tal como le pasó a una paciente "que después del parto su ginecólogo le puso un punto de más para estar más apretada y eso le causó vaginismo, incluso algunos medicamentos provocan esta disfunción".
El vaginismo y la dispareunia --coito doloroso-- son problemas frecuentes en las mujeres de todo tipo de sector social y de edades diversas.
En la experiencia psicoterapéutica de ambas especialistas se sabe que de cada 100 mujeres que llegan a consulta, 25 padecen vaginismo y 30 dispareunia.
Aldana explica que esta enfermedad consiste en que "los músculos que rodean la parte externa de la vagina se contraen fuertemente, muy fuertemente e involuntariamente".
Lo anterior se debe a que "la mujer se ve amenazada por alguna penetración de pene de compañero o pareja, de un dedo o de un tapón sanitario o del ginecólogo. Sea violento o no".
El vaginismo debido a causas biológicas es menos frecuente, pues la mayoría de los casos son por el ambiente social.
Etapas
El vaginismo primario ocurre cuando una mujer nunca ha sido capaz de tener relaciones sexuales o lograr cualquier tipo de penetración. Es más frecuente en adolescentes, aunque muchas desconocen que pueden tener vaginismo y no darse cuenta hasta el momento en que intentan tener una penetración vaginal.
La etapa secundaria de esta enfermedad llega cuando una mujer que previamente fue capaz de lograr la penetración vaginal, de repente se siente incapaz de ello. Esto se puede dar por infecciones, traumas durante el parto, secuelas tras cirugía ginecológica, o por causas psicológicas.
