Después de esa primera experiencia, nos seguimos viendo más veces, el sexo con ella era algo extraordinario, le encantaba la verga. Cuando sabia que nos íbamos a ver se vestía de lo más sexy; tangas, mucho encaje, tacón alto y ropa apretadita. Le gustaba cachondearme cuando estábamos de románticos en la calle, acariciarme la verga y pegarse y tallarse en ella. A veces nos escapábamos a los hotelitos de la zona y lo primero q hacia era chupármela y después decirme al oído “quiero que me la metas”, y como estuviera, si aun no le había yo quitado la ropa y llevaba pantalón, se empinaba y se lo medio bajaba a manera q dejaba su culo al descubierto para q se la metiera; si llevaba falda, solo se quitaba el calzón, y si llevaba tanga solo se la hacía a un lado, lo que quería es que se la metiera ¡ya!, y durante la faena se iba quitando poco a poco la ropa.

Una de esas cogidas q no se olvidan fue una vez que llego al lugar donde trabajo, un taller de reparación de computadoras. Llego, me saludo muy linda y cortes porque había clientes, espero a que fueran y me dijo, -tengo antojo de coger, me muero de ganas por mamártela-. Eso me dejo así como en schock, sorprendido, ella se dio cuenta y me dijo, -¿que, no se te antoja?. Mucho, le conteste, pero ps espera a que se vayan todos y vemos. –está bien, esperare, aunque llegue tarde a la escuela-(ella iba a la universidad). Y es que con el uniforme q traia, ps mas de uno volteaba a verle las piernas y su trasero bien paradito que tenia. Una minifalda pegadita, medias, zapatillas, una blusa q hacia q las tetas le saltaran con ganas de ser chupadas, en fin, se veía exquisita, y con la calentura que traía, ps se reflejaba mas.

Mi compañero de trabajo me dijo que se adelantaba a comer, los vecinos de los locales vecinos cerraron y se fueron y yo aproveche para cerrar la puerta rapidamente e irme sobre ella, la empece a besar y a acariciar de las nalgas y le metí la mano en su panocha que estaba ya muy mojada, gemía cuando se la acariciaba, se detuvo y me dijo –espera, deja quitarme esto que me estorba- y se quito la falda, se bajo las medias y la tanga, dejando al descubierto su panocha peludita, se sento en una silla, abrió las piernas y me dijo –ven, métemela ya, que me muero por sentirla-. Me baje los pantalones y me acomode frente a ella y se la puse en la entradita de su vagina, ella solo se alzo y se empujo hacia ella, metiéndosela toda de golpe. Me agarro por la cintura con las dos manos y con movimientos uniformes se pegaba a mi verga, yo no tenía que moverme para metérsela, ella era la que se movía para hacer el metesaca de la penetración. –que rico! Cojeme! ya la extrañaba, métemela!, no pares de metérmela!- eran las frases que decía mientras yo hacía intentos por no venirme, porque sentía q me quería arrancar la verga con sus movimientos. Enredo entonces sus piernas en mi cintura y sus brazos a mi cuello y empujo mas su cadera a mi verga haciendo q la penetración se hiciera más intensa. No aguante mas y me vine dentro de ella, ella gimió de placer, y se recargo en la silla mientras yo se la sacaba y escurría el semen en la entrada de su panocha. Hasta ese momento me acorde del condon. –no te preocupes- me dijo- ayer termine de reglar, porque crees q vine a buscarte, me encanta que me la metas así, naturalita, y ahorita no hay peligro- y se rio mientras se paraba y me pedía papel higiénico para limpiarse. Se apresuro a cambiarse, se medio arreglo el cabello, tomo su mochila, me dio un beso y mirando el reloj me dijo, -si alcanzo a llegar a tiempo, me voy, gracias por la cojida papi, ya estoy más tranquila, luego te busco-. Y salió corriendo.

Con el paso de los meses, ella conoció a tipo de la uni, se gustaron, se hicieron novios, y empezaron a tener relaciones, ella se enamoro de el, según ella, y me dijo que ya lo nuestro ya no podía seguir porque se sentía mal en engañarlo. Así que decidimos no volvernos a ver. Ella se embarazo, no terminaron la uni, se fueron a vivir juntos y ahora tienen 2 hijos y problemas de matrimonio entre ellos, algo común, creo yo. Ella sigue estando potable, un cuerpo mas macizo, redondo, lleno de experiencia y con ganas de coger porque su ahora marido no le aguanta el ritmo. ¿Qué como lo se?, ya tiene como unos seis meses q la encontré en la calle y nos pusimos a platicar de nuestras vidas. Se acordó de esos días y me dijo que le gustaría volver a vivirlos, a lo cual no le puse objeción, solo le dije que ahora era diferente, ella ahora tenía hijos y marido y debía ser muy cuidadosa. –si, lo seeee, no tienes que decírmelo, eso no me quita el antojo de volver a vivir esos momentos, tal vez un día de estos te de una sorpresa-. -Cuando gustes-, le dije. Le di mi numero de cel y quedamos en vernos pronto.
De vez en cuando llegaba un mensajito de ella preguntándome como estaba yo, que me mandaba besitos para que me los pusiera donde más me gustara, que me extrañaba, etc.
Asi fue hasta hace como 2 meses que me llego un mensaje totalmente diferente y muy prometedor.
Eso se los contare en el siguiente relato, si es que uds quieren saberlo claro. Si es así, échenme un comentario. Suerte!!!