Los conflictos con la extinta Compañía de Luz y Fuerza del Centro no han terminado; éstos no sólo son con sus ex trabajadores sindicalizados que se encuentran luchando por recuperar sus empleos, también hay problemas ‘históricos’ que nunca se resolvieron, como trabajos y reparaciones a cargo de la empresa.
Probablemente han escuchado que en las calles del Centro Histórico ha habido explosiones subterráneas, nacidas desde los ductos donde está la red eléctrica que alimenta la zona; la luz no sólo pasa por lo alto, en los postes.
Lo anterior es consecuencia de la última renovación del adoquinado del Centro Histórico y de la vejez dichas redes eléctricas, con aproximadamente 30 años de antigüedad. Este cableado funciona en la mayor parte de la ciudad; la problemática aquí fue que cuando se hicieron las excavaciones, las máquinas tocaron dichos ductos, lo que generó que se enredaran y rompieran, al cerrar de nuevo el pavimento quedó hecho un ‘cochinero’ y desde 2001 hay cortos circuitos, y debido a circunstancias terminan en verdaderas explosiones.
En voz de un ex trabajador que pidió el anonimato, sólo ellos son capaces de componer la problemática, que es de alto riesgo para los ciudadanos; “sólo nosotros tenemos la experiencia y el conocimiento cambiarlos, que es lo necesario”, señaló.
Sin embargo, cuando pudo hacerse se alegaba la falta de recursos para la reparación, además de la peligrosidad del proceso, ya ignora el estado de las redes después de la extinción de Luz y Fuerza.
Aquí viene la parte escalofriante, y cito a Humberto Montes de Oca, secretario del Interior del SME:
“(Debido a la falta de recursos e inversión) nosotros alimentamos el bombeo del drenaje profundo de Distrito Federal; si nos falta la electricidad, en 10 minutos sube el nivel del agua en el DF, por lo menos, 12 metros. Estamos hablando que todo el Paseo de la Reforma, estaría inundado con 12 metros de profundidad en sólo 10 minutos; por eso como Sindicato estamos exigiendo al gobierno federal que se asignen los recursos necesarios para que esta empresa siga funcionando”.
Esto no es para que se espanten, ya que existe un edificio al sur de la ciudad llamado Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), que se encarga de controlar los flujos de energía en todo el DF y está compuesto por máquinas de alta tecnología.
El verdadero conflicto es que los cableados no están en buen estado y como LyFC ya no existe, pareciera que no hay quién arregle lo que está en mal estado.
Los trabajadores y su sindicato alegan lo creativos que eran para arreglar los cableados y sus máquinas que son viejas eran operadas gracias a su maña, es por eso que Comisión Federal de Electricidad no se encuentra en una situación óptima para continuar operando con efectividad las redes eléctricas del centro del país.
Por desgracia, el espacio se me ha terminado, pero seguiré contándoles lo que pasa con la electricidad que nos alimenta y que permite que estén con su computadora encendida para leer a una servidora.
Es importante porque es lo que viene detrás del conflicto con el SME, si ustedes creían que la extinción sólo les afecta a ellos, tal vez con esto se den cuenta que, en realidad nos afecta a todos, porque tenemos una bomba de tiempo bajo nuestros pies.
Así que procuren no caminar por coladeras o ductos marcados con las iniciales de la compañía extinta, mucho menos si están en las calles del centro histórico, porque ya han causado accidentes.
Publicado originalmente en filos.mx, por Cristina Ramírez.
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