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Esta es un relato de alguna vivencia tenida hace ya varios años, cuando estudiaba en la universidad, de esas aventurillas que tal vez no tenga peso de importancia en la vida de una persona, llámese hombre o mujer, más que enriquecer la lista de ligues y aventuras que uno recordara en los años de madurez.
Pues bien, era un viernes como cualquier otro, se terminaba la ultima clase y todos nos apresurábamos a guardar libros y cuadernos, había una fiesta pues era cumpleaños de un buen amigo, así que nos apresurábamos para salir rápido de ahí y poder trasladarnos a la casa de Paulino, su madre le había preparado una rica comida y nos aguardaban unas botellas de tequila, ron y varias cervezas.
Cabe mencionar un dato en este caso, Paulino no era de mi salón, era de otra carrera diferente a la mía, pero por asares del destino en alguna ocasión lo había conocido, y daba como resultado que nos habíamos echo buenos amigos, así que ahora que era su cumpleaños me había invitado y pues yo al igual que tres compañeros mas que lo conocían, nos alistábamos para ir a su casa al festín.
Salimos de la escuela y tomamos rumbo a la casa de Paulino y después de dos transbordes y varias estaciones del metro, por fin llegamos a la más cercana a su casa, luego caminamos algunas cuadras mas hasta que por fin llegamos, tocamos el timbre y el mismo Paulino fue quien abrió la puerta.
Después de los saludos y felicitaciones al festejado, este nos hizo pasar a su casa, en donde en primer plano había un patio bastante grande, lleno de sillas y algunas mesas, había varios compañeros de su carrera, a algunos los conocía, a otros no, pero uno llega y saluda al parejo, total que después de algunos alcoholes ya todos nos hablaremos como si fuéramos amigos de años.
Nos sentamos en una mesa y el junto con su madre nos sirvieron la comida, la cual acompañamos de unas deliciosas cervezas bien frías, manjar de dioses podríamos decir en ese momento, que sacio nuestra hambre y nuestra sed.
Apenas habíamos terminado de comer cuando Paulino se acerco a nosotros, en particular a mi, preguntando si nos había gustado la comida y ofreciéndonos mas, pero realmente habíamos comido lo suficiente y aun teníamos cervezas, después se acerco a mi pues el alto volumen del estereo no permitía escuchar bien y me dijo.
“Oye en un rato mas va a llegar Verónica, y ella me ah estado pregunte y pregunte por ti, así que hoy te la voy a presentar y ahí tu sabrás que haces con ella”, yo le sonreí y le dije, -bueno pues tu preséntamela y ya al rato veremos que pasa-.
Verónica era una muchachita compañera de Paulino, a la cual había visto en algunas ocasiones, pero el me decía que la niña esta quería conocerme, que en un sin fin de ocasiones le decía que nos presentara, solo que la oportunidad no se había presentado.
Ahora debo describir como era la niña mencionada, era una mujercita de piel muy blanca, ojos cafés claritos, cabello castaño, largo y quebrado, delgada con tetas de tamaño mediano, de caderas pronunciadas y nalgas redondas y respingonas, piernas delgadas y era un poco alta, bueno para la estatura promedio puedo decir que era alta pues estaba casi de mi estatura y yo mido 1.75 mts.
Pues bien siguiendo con el relato, yo ya tenia encima unas tres cervezas cuando veo que hace su aparición con dos amigas mas y el novio de una de estas, cuando paso por donde yo estaba volteo a verme y solo me sonrió y me saludo con un hola y nada mas, yo seguí con mis amigos, platicando y tomando cerveza, pero no habían pasado ni 10 minutos cuando frente a mi estaba mi amigo Paulino que me decía que fuera con el, me llevo justo donde Verónica estaba y me la presento al igual que a sus amigas y al acompañante de una de estas, claro esta que solo por cubrir el protocolo.
Después de saludar a todos enfoque mi atención en Verónica quien ese día en particular se veía muy bien, con una camisa de color café, la cual estaba abierta de la parte alta y dejaba ver una playera de igual forma de color café pero con un tono mas fuerte, de licra y dejando ver un sugerente y delicado escote, unos pantalones de mezclilla negros y completamente ajustados a su cuerpo, sus labios perfectamente bien pintados y con un maquillaje ligero y que la hacían lucir muy bien.
Ella se hizo a un lado y yo me senté en una silla junto a ella, mi amigo le llevo una cerveza y comenzamos a platicar y tomar las frías y deliciosas cervezas, ya saben una platica de este tipo normalmente comienza con platica de la escuela y de las diferentes carreras, luego comienzan a hacerse personales, ella me pregunto si tenia novia y luego ella me comento que no tenia novio y así poco a poco comenzamos a intimar mas en la platica.
Pasaron algunas horas, mas cervezas, algunos bailes, la fiesta estaba muy animada, pero eso pasaba desapercibido para Vero y para mi pues estábamos muy metidos en nuestra platica, yo la hacia reír y ella se veía preciosa a cada minuto que pasaba con ella.
Entre pláticas y confesiones salio a relucir o mas bien logre hacer que ella me dijera que yo le gustaba, así que no podía desaprovechar esa oportunidad, así que yo también le dije que me gustaba y después de esto solito se dio que nos diéramos un beso, el cual debo admitir que fue muy tranquilo, nada del otro mundo ni mucho menos nada sexual, puedo decir que hasta un tanto tierno fue el beso.
Pero siguieron pasando las cervezas, los bailes poco a poco fueron dejando de llamarse así para pasar a ser un delicioso cachondeo, y todo esto ante las miradas de sus compañeros de carrera y de mis amigos, quienes también ya habían logrado entablar platica con otras mujercitas.
En un momento en que los dos estábamos sentados y beso y faje, ella se levanto diciendo que tenia que ir al baño, justo en ese momento se acerco mi amigo Paulino, se sentó a mi lado y me dice, “oye cabron, pues si que no pierdes el tiempo con la Vero ehh, ya te vi faje y faje con ella”.
Yo solamente me sonreí por lo dicho por mi amigo, pero luego el remato, “mira carnal, si se pone mejor el asunto te puedes subir a mi cuarto, ya sabes que por mi no hay problema”, yo le conteste, -si wey pero esta tu mama en la casa, no puedo hacer eso-, el me miro y me sonrió al tiempo que me decía, “no manches cabron, estas tan metido en tu faje que ni cuenta te diste cuando mi madre se despidió y se fue, la casa esta sola, ella se fue a quedar con una tía y allá llegara mi papa, no van a regresar hoy, me dejaron la casa para mi solo, así que ya sabes, si lo necesitas, ahí esta mi cuarto”.
En ese momento regresaba Vero, el la miro, le sonrió y se puso de pie, todavía antes de irse me sonrió y me dijo, “bueno wey, ya te dije y ahí tu sabrás”, y camino hasta donde estaban otros amigos de el, Vero se sentó a mi lado y de nuevo comenzamos a besarnos y a fajarnos.
Para este momento yo ya estaba muy caliente, los deliciosos besos y el buen faje que me daba con Vero, además del alcohol que ya traía en la cabeza me habían puesto a full, en ese momento ya no estábamos sentados, nos habíamos ido a un rinconcito del patio, yo estaba recargado en la pared y ella tenia su cuerpo completamente pegado al mío, la suerte de que ella estuviera casi de mi estatura fue que no era necesario que yo me agachara mucho para poder poner mi dura verga pegada a ella.
Mis manos que tenia en su cintura fueron descendiendo poco a poco hasta que las puse sobre sus nalgas, ella no dijo nada y por el contrario comenzó a mover suavemente su cadera, restregando mas mi dura verga sobre su vagina, y aun con todo y la gruesa mezclilla de nuestros pantalones, ella pudo sentir la dureza de mi verga y lanzo un suave gemidito.
Yo deje de besar su boca y le daba suaves besos en su cuello, el cual sin saber yo, era su punto débil, pues comenzó a dar unos gemiditos mas fuertes y a decirme con una voz entrecortada que siguiera besándole el cuello, así que yo seguía besando y pasando levemente mi lengua por su cuello, mientras que ella movía con mas ritmo sus caderas y se restregaba con mayor fuerza con mi cuerpo.
Yo ya estaba más que caliente, así que regrese a su boca, le di un beso y luego separe mis labios de los suyos, ella me lanzaba una mirada llena de calentura, estaba muy caliente y se reflejaba en sus ojos y cara, así que un poco titubeante y sin saber que me respondería le dije que porque no nos íbamos a un lugar mas cómodo, pensando en que tal vez ella lo rechazaría, pero para mi sorpresa de inmediato me dijo que si.
Yo aun con algo de sorpresa le dije que me esperara un segundo, así que fui hasta donde estaba mi amigo Paulino quien estaba entrado platicando con algunos cuates de el, el me miro se acerco al ver que yo le hacia la seña de que viniera, “que paso wey”, -nada carnal que vengo a pedirte prestado tu cuarto-, el me miro y sonrió, “rayado carnal, no sabes cuantos cabrones han soñado con hacer lo que ahora tu vas a hacer con la Vero, pues como te dije hace rato, ya sabes cual es, así que vas, solo cierra bien la puerta”, yo le sonreí y me di la vuelta y camine hasta donde Vero estaba.
Una vez que estuve ahí la tome de la mano y le dije que me acompañara, disimuladamente atravesamos el patio, entramos a la casa por la cocina, pasamos frente a la sala donde pude ver que había algunas parejitas en pleno faje y luego subimos las escaleras hasta llegar al cuarto de mi amigo.
Cual fue mi sorpresa que al abrir la puerta, dentro del cuarto se encontraban dos parejas en pleno acto sexual, una sobre la cama y otra en un sillón que tiene mi amigo ahí adentro, pero como la puerta la abrí muy despacio, ni cuenta se dieron de que Vero y yo los habíamos descubierto, tengo que admitir que me quede unos segundos contemplando tal espectáculo y luego retrocedí pero para mi sorpresa Vero no quitaba los ojos de lo que acontecía ahí adentro.
-Ven linda vamonos-, le dije a Vero quien tardo unos segundos en reaccionar y luego ya salio conmigo, cerramos la puerta y nos quedamos parados ahí por unos instantes, “y ahora que hacemos”, me dijo ella, me quede pensativo por un momento, vi otra puerta y camine hacia ella, quise abrirla pero estaba cerrada con seguro, pegue mi oreja a la puerta y no se escuchaba nada, fue cuando recordé que era el cuarto de los padres de mi amigo, y me imagine que ellos le pusieron llave para que nadie entrara.
Había otra puerta la cual abrí, pero note que adentro lo ocupaban como bodega, pues había muchas cosas ahí guardadas y estaba llena de polvo, por un momento pensé en entrar ahí, pero antes de que dijera algo, Vero me dijo, “ahí esta muy sucio”, así que ya no dije nada, pensé para mi que ya todo había valido, así que pensábamos bajar y salir al patio cuando recordé que arriba había otro baño, el cual era amplio y pensé en jugarme la ultima carta.
Así que detuve nuestro descenso por las escaleras y le dije que me acompañara, llegamos al baño, abrí la puerta, prendí la luz y por fortuna estaba desocupado y puedo decir que impecable, pues todos en la fiesta habían estado entrando al baño de la planta baja, Vero me miro y yo le dije, -esta es nuestra ultima opción-, ella dio un vistazo al baño y me dijo, “ok, me parece bien”.
Así que sin más de inmediato entramos al baño y cerramos la puerta con seguro, ella de inmediato volteo hacia mi y sin mas me abrazo y me beso con suma desesperación y con un alto grado de lujuria, por lo cual de inmediato yo la tome de sus nalgas y apreté su cuerpo al mío, nos frotábamos con fuerza y total desesperación.
Después de unos segundos de tal faje, quite mis manos de sus nalgas y rápidamente las lleve hasta su blusa, la cual desabotone con suma desesperación, mientras que ella intentaba desabrochar mi cinturón, pero yo fui mas rápido y en cuanto salio la blusa me seguí por su playerita de licra, dejándola en un bonito brasier de color negro, mostrando sus deliciosas tetas, las cuales presumían un coqueto lunarcito negro sobre la teta del lado izquierdo y el cual se notaba aun mas por el color blanco de su piel.
Sin mas me abalance sobre ella y comencé a besarla y a acariciar sus tetas sobre su brasier, luego metí mis manos bajo este y pude tocar la suavidad y firmeza de sus tetas, así como lo duros que estaban ya sus pezones, mientras ella introducía cachondamente su lengua dentro de mi boca.
Luego ella separo su boca de la mía y comenzó a quitarse el brasier, dejando libres sus dos hermosas tetas, yo de inmediato me desnude, creo que jamás me había desnudado tan rápido como ese día, quedándome solamente con mis tenis y calcetas.
Ella me miro y fijo su mirada en el bulto que se marcaba en mi bóxer, se acerco y puso su mano sobre mi verga y comenzó a frotarla suavemente sobre la tela del bóxer, me besaba suavemente sin dejar de acariciar mi verga, y yo solo disfrutaba de tan deliciosa mano, pero ya estaba que reventaba y moría por verla completamente desnuda, así que comencé a desabrochar su pantalón, y luego comencé a bajarlo, solo que le quedaba muy justo y me costo trabajo hacer que pasara por sus bien delineadas caderas.
Tanto que una vez que este paso por sus caderas y sus nalgas, me di cuenta que lo había bajado con todo y ropa interior, y fue hasta que ya estaba el pantalón en sus talones que pude ver dentro del pantalón, una tanguita de color blanco, pero al no verla puesta no me emociono mucho, pero si el ver su vientre completamente plano, el bello pubico un tanto recortado, no muy largo y tampoco rasurado, lo suficientemente recortado para lucir hermoso.
Cuando por fin salí del trance que me provoco ver su hermosa vagina, rápidamente seguí con mi tarea de quitar por completo ese pantalón, tuve que quitar sus zapatos para que este saliera, dejándola en unos tiernos tines.
Luego me puse de pie y la abrace, comenzamos a besarnos con desesperación, pegando nuestros cuerpos y sintiendo el calor que de estos emanaba, mi verga se alojo entre sus piernas sintiendo el vello que cubría su vagina.
Mientas seguíamos besándonos como locos, mostrando la gran cantidad de excitación que teníamos ambos, yo moría por penetrarla pero también quería degustar tan deliciosa mujer, así que separe mi boca de la de ella y apenas me salieron las palabras para decirle que esperara un poco, así que tome una toalla que había ahí colgada y la puse sobre la tapa del escudado, luego le dije a Vero que se sentara ahí y una vez que hizo esto, yo me puse de rodillas, abrí sus piernas y sin mas, pegue mi boca a su monte de placer.
Comencé a pasar mi lengua por toda su ya jugosa vagina, y ella se retorcía de inmenso placer, realmente no lo hacia muy suave o con mucho tacto, mas bien un tanto brusco, la falta de experiencia, de un mejor lugar y de mayor tiempo, pero esto también jugaba a nuestro favor, pues la alta excitación de ambos, hacia que esto pasara a segundo termino, lo único que importaba en ese momento era coger y nada mas.
Y era tanta su excitación que no me costo mucho trabajo poder arrancarle un orgasmo, en cuanto sentí ese néctar caliente postrarse en mi lengua, retire mi boca de inmediato y mi mirada noto como ese liquido salía de su interior y caía en la toalla, la cual quedo húmeda ante los jugos expulsados por Vero.
Después de ver como sus jugos escurrían y los gestos que se producían en su cara por la gran satisfacción de ese orgasmo, rápidamente me puse de pie y me coloque a un costado de la taza, con mi verga completamente dura y erguida, ella primeramente me miro a los ojos, luego vio mi verga y volvió su mirada hacia mi cara, “ahhh que es lo que quieres”, me dijo con una voz sumamente cachonda, -vamos linda, quiero que ahora tu me regreses el favor-.
Ella me sonrió y sin decir mas, con una mano tomo mi verga y sin mas la introdujo en su boca, debo decir que si bien hoy puedo decir que no fue la mejor mamada de mi vida, en ese momento me pareció mas que fabulosa, pues sentir la calidez y humedad de su boca, me provoco una gran satisfacción, tanto que sentí que estuve a punto de estallar, así que con mucho esfuerzo logre contenerme y no expulse mi leche dentro de su boca.
Realmente lo estaba disfrutando mucho, y de pronto se escucho que tocaron a la puerta, ella saco un tanto asustada la verga de mi boca, pero yo rápidamente grite que estaba ocupado, luego escuche la voz de mi amigo Paulino, “Eduardo, eres tu”, -si soy yo- le conteste, y luego ya no se escucho nada, así que voltie con Vero y le dije que continuara, pero la note un tanto pensativa y temerosa.
-Vamos linda no te preocupes por nada, vamos a terminar lo que comenzamos-, ella se puso de pie y me dijo que mejor nos fuéramos, aunque en su cara también se notaba la alta excitación que aun tenia, dio dos pasos y yo la tome por la espalda, pegue mi verga entre sus nalgas, le di dos besos en su cuello y ella cedió un poco, sabiendo yo que ese era su punto débil, separaba mi boca de su cuello y le decía que esperara y que no pasaría nada, que con Paulino no había problema.
Y volví a pegar mi boca a su cuello, solo que ahora lo recorría con mi lengua, al mismo tiempo que una mano la bajaba hasta su montecito y con mi dedo medio localice su clítoris, y comencé a acariciarlo al mismo tiempo que seguía besando y lamiendo su cuello, así que sentí como su deseo o mas bien el intento que había echo por que todo acabara ahí, se disminuía por completo.
A los pocos segundos comencé a escucharla gemir y a sentir como su cuerpo se retorcía por el placer que le daban mis labios y lengua en su cuello, así como mi dedo que acariciaba su clítoris, “así, así sigue así”, alcanzo a decir con una voz sumamente cachonda, mi verga se había instalado entre sus nalgas, mi dedo masajeaba su lubricado clítoris y mi boca besaba su cuello mientras que ella gemía y se retorcía de inmenso placer.
Una de sus manos comenzó a acariciar sus tetas y la otra la alzo hasta que alcanzo mi cabeza y acariciaba mi cabello, y fue cuando entre fuertes gemidos y jadeos sentí como un líquido caliente mojaba mi dedo y se escurría por la parte interna de sus piernas.
Así que lentamente fui parando el movimiento de mi dedo, ella se retorcía al tiempo que gozaba de su orgasmo, y una vez que por fin termino, se giro rápidamente abrazándome y besándome con una pasión indescriptible, se sentía en sus besos, en su aliento y en la forma que movía su cuerpo con el mío.
Ella misma fue quien comenzó a hacer que yo retrocediera y me acercara hasta donde estaba la taza del baño y luego me hizo sentar en ella, sobre la toalla que anteriormente habíamos puesto sobre la tapa, y sin mas ella aun de pie, paso sus piernas a mis costados, se inclino un poco, tomo mi verga con su mano y la apunto a la entrada de su vagina, y una vez que la cabeza había entrado, ella se dejo caer lentamente hasta que entro por completo, lanzando un delicioso gemido.
Se quedo quieta por unos instantes, con sus brazos rodeo mi cuello y comenzó a moverse de una forma por demás fantástica, movía sus caderas en círculos, hacia delante y atrás, sin que saliera ni un solo centímetro de mi verga, “ahhh si Eduardo, no sabes como me esta gustando esto ahhh”, y mientras yo ponía mis manos en sus nalgas, las cuales se sentían redondas, firmes y suaves y mi boca se pego por completo a sus tetas, lamiendo y chupando sus duros pezones de color rosa.
La tapa del escusado tronaba y parecía que en cualquier momento se rompería, pero esto no le importaba a ella, quien estaba completamente transformada y entregada a la pasión desatada, gimiendo y moviéndose de una forma que me hacia gozar como loco.
Cuando sentimos que la tapa tronaba mas, ella dejo de moverse y se me quedo mirando, con una cara de lujuria total pero sabiendo que en cualquier momento la tapa se rompería, así que la hice poner de pie, ella saco mi verga de su vagina y pude ver como brillaba por los jugos que ella había dejado en mi dura verga.
Luego me puse de pie, tome la toalla que teníamos en la taza y la puse en el piso, había una toalla mas y también la coloque en el mismo lugar, ella de inmediato al ver esto se recostó sobre ella boca arriba, yo la observaba y me deleitaba con su delicioso cuerpo, ella una vez que estuvo acostada, abrió sus piernas y me dijo que fuera con ella, así que me puse de rodillas entre sus piernas, tome mi verga con mi mano, la apunte a la entrada de su monte y de un solo empujón la introduje por completo, arrancando un delicioso gemido a Vero.
Una vez que estuvo toda adentro, con mis manos tome sus piernas, las eleve un poco y comencé a penetrarla, mirando como su cara manifestaba gran placer, viendo como sus tetas se bamboleaban rítmicamente al son de mis penetraciones, y aunque era duro el piso, me sentía mas que feliz por estar cogiendo con tan hermosa mujer.
Varios minutos la estuve penetrando de esa forma, hasta que ya no aguantaba mas lo duro del piso en mis rodillas, así que me detuve, saque mi verga de su vagina y le dije que ahora ella se subiera en mi, ella rápidamente se puso de pie y yo tome su lugar sobre las toallas, y sin esperar mas, ella se monto sobre mi, incrusto de nuevo mi verga en su vagina y comenzó a moverse de forma deliciosa, solo que ahora ella subía y bajaba sus caderas, haciendo que mi verga entrara y saliera de ella.
Yo volví a poner mis manos sobre sus nalgas y las acariciaba suavemente, luego moví una de mis manos hasta que mi dedo medio se postro sobre su anito, y comencé a acariciarlo, solo que ella me miro y sin dejar de moverse me dijo que no, que por ahí no pues jamás lo había echo por ahí y que no pensaba hacerlo, por lo menos no en ese momento, así que no insistí y aleje mi dedo y seguí acariciando sus nalgas.
Ella se movió por varios minutos, hasta que a ella también comenzó a calarle lo duro del piso, así que la hice levantar y ponerse de pie, de igual forma lo hice yo, la abrace y bese, luego la lleve hasta donde estaba el lavabo y la hice que pusiera sus manos en el, que si inclinara hacia delante y esto hizo que levantara de buena forma su trasero, yo me coloque detrás de ella y pudo admirar su hermoso trasero, esas nalgas blancas, lisas y suaves y esto me prendió aun mas.
Tome mi verga y la encamine a la entrada de su vagina, ella al notar esto se inclino un poco mas, haciendo que su trasero tomara mayor volumen, sus nalgas se abrieron un poco y pude notar un anito hermoso, de color rosa y totalmente cerrado, se me antojaba enormemente penetrarlo, pero tampoco podía forzarla a hacer algo que ella no quería, así que me dispuse a seguir gozando de esta hermosa mujercita de la forma como ella deseaba.
Así que sin mas encamine mi verga y en cuanto sentí que estaba en el camino correcto, di un empujón y de uno solo la penetre por completo, puse mis manos en sus caderas y comencé a penetrarla de forma deliciosa, puedo jurar que lo estaba gozando como nunca, viendo como ese hermoso par de nalgas se abría y mostraba ese culito de color rosa.
Ella gemía de una forma deliciosa y me incitaba a seguir con el mismo ritmo de penetraciones, “ahhh si así, sigue así amor, ahhh que delicia, que gusto me estas dando, así te siento mas rico, así te siento mejor y me esta encantando, sigue moviéndote así, cogeme así como lo haces, ahhh que rico me estas cogiendo amor, que rico me estas cogiendo”.
Yo la seguía penetrando con fuerza pero degustando el momento lo mas posible, ella poco a poco fue levantándose un poco pero permitiendo que yo la penetrara igual, no se puso completamente vertical, seguía inclinada un poco y recargando sus manos sobre el lavabo, su cara se puso frente al espejo y yo podía mirar por el, los gestos de placer que su cara mostraba.
A pesar de la alta excitación que yo tenia, no sentía que fuera ya a venirme, pues el alcohol que traía en mi sangre me hizo aguantar mucho mas de lo que yo esperaba, debo admitir que aunque lo estaba gozando demasiado, ya mis piernas comenzaban a pasar factura de estar de pie y moviéndome con velocidad, sudaba enormemente y mi vientre ya me dolía de tanto choque, sus nalgas se habían puesto rojas, pero aun así ella seguía gimiendo y gozando como loca.
Ella había alcanzado un tercer orgasmo, pero aun así no nos detuvimos y seguíamos en la misma faena, seguían pasando los minutos, los dos sudabamos abundantemente, ella gemía y jadeaba, yo resoplaba y mi respiración cada vez era mucho más agitada, hasta que ella dijo que estaba por llegar a otro orgasmo, “ahhh si amor, sigue así que estoy a punto de reventar de nuevo, ahhh si que delicia, cuanto gozo, sigue así, sigue que ya casi llego, cuanto placer amor, cuanto placer, sigue, sigue que ya llego, sigue ahhh que llego, sigue siiiguuee ahhhh siiiii me estoy viniendo ahhh siii ahhhhhhhhhhhhhhhhhh”.
Sentí como su cuerpo se convulsionaba en un ritmo de placer, un calor húmedo se apodero de mi verga y escurrió por mis piernas y las de ella, fue cuando sentí que estaba también por llegar, sentí venir la sensación de casi alcanzar el clímax, así que aumente mis penetraciones lo mas rápido posible mientras ella gemía con mayor fuerza, hasta que entre fuertes gemidos le dije que ya me venia.
Así que saque mi verga de un solo golpe, ella de inmediato dio vuelta y se puso de rodillas frente a mi, “ahhh vamos amor, vente en mis tetas”, así que di un pequeño pasito hacia delante y di un fuerte grito, al tiempo que meneaba mi verga con mi mano derecha y eyaculaba enormemente, dejando caer una gran cantidad de semen en su pecho, le llene las tetas de mi caliente y espesa leche, y me seguía meneando la verga hasta que no salio una sola gota mas.
Mis piernas me temblaban, mi frente estaba llena de sudor, Vero estaba de rodillas y miraba como se escurría por todo su pecho mi semen, el cual recorrió hasta su estomago y una parte de el cayo en el piso, ella se puso de pie y camino hasta donde estaba el papel higiénico, tomo abundante cantidad de este y comenzó a limpiarse, hasta que ya no quedo rastro de mi semen en ella, yo me recargue en el lavabo pues sentía que mis piernas se doblaban.
Vero se acerco a mi, me abrazo y me beso tierna y suavemente, yo la abrace y nos quedamos por algunos minutos así, besándonos y abrazados, sin decir ni una sola palabra, solo disfrutando el momento, luego escuchamos que tocaban la puerta y de nuevo tuve que decir que estaba ocupado, luego ya no escuchamos nada, así que fue cuando Vero me dijo que ya nos vistiéramos para salir de ahí.
Así que fuimos por nuestra ropa y comenzamos a vestirnos, pero mientras esto sucedía nos mirábamos y nos sonreíamos, cómplices del gran momento que habíamos pasado juntos, cuando estuvimos vestidos, recogimos las toallas y las colgamos de nuevo, limpie el semen que había quedado en el piso con mas papel higiénico y luego me lave las manos, caminamos a la puerta, yo fui quien abrió pero de forma lenta y precavida, me asome y no vi a nadie, así que le hice la seña de salir y rápidamente salimos del baño, llegamos a las escaleras y yo pretendía bajar por ellas pero Vero se detuvo.
Voltie a mirarla y ella mi dijo en voz baja, “oye crees que los que vimos hace rato ya terminaron”, pero en su cara se formo una sonrisa maliciosa, como cuando una niña esta planeando una travesura, así que le dije, -pues si quieres vamos a investigar-, así que tomados de la mano caminamos de forma sigilosa hasta estar frente a la puerta, suavemente gire la perilla y la puerta se abrió, la jale lentamente y sin abrirla por completo, me asome y lo que miraron mis ojos y los de Vero nos dejo sorprendidos.
Pues dentro del cuarto ya no estaba la parejita anterior, pero si estaba mi amigo Paulino y dos amigos de el, junto con una mujercita compañera de Vero en su carrera, y la situación era la siguiente, un amigo de Paulino estaba acostado boca arriba en la cama, la chica montada en el con la verga bien dentro de su vagina, Paulino de rodillas detrás de ella y metiendo su verga en el culo de ella, mientras que el otro amigo estaba de pie en la cama y la chica le estaba mamando la verga.
Vero y yo nos quedamos por unos segundos viendo la escena, hasta que Paulino noto nuestra presencia, pues volteo y al mirarnos, lejos de enojarse nos sonrió, así que Vero y yo no pudimos mas que sonreír también ante el cinismo de mi amigo, luego salimos de ahí cerrando la puerta y bajamos a la fiesta, la cual seguía aun con mucho ambiente.
Vero de pronto comenzó a reír bastante y yo le pregunte cual era la causa y me dijo, “mira la chica que esta allá arriba con Paulino y sus dos amigos se llama Consuelo”, -oye pues si que le esta haciendo honor a su nombre y los esta Consolando jajaja-, “jaja no tonto, lo que pasa es que ella así como la vez, en el salón y la escuela, siempre viste demasiado recatada, es muy seria y muy matada en el estudio, es de las que van cada semana a misa y tu vez que no mata ni una mosca, por eso me da risa pues mira lo golfa que salio, y no solo se conformo con un hombre si no que la muy puta agarro a tres y por lo que vi, tiene bastante experiencia en el arte de coger”.
Una vez que termino de decir esto nos echamos a reír pues realmente fue algo que aparte de asombrarme, pues realmente me dio mucha risa, luego fuimos por mas cervezas y nos sentamos a beberlas, seguíamos dándonos nuestros besos, pero claro esta que ahora todo era mucho mas tranquilo y meloso.
Después fueron por ella, así que nos despedimos y se fue, yo busque a mis amigos pero de con los que fui solo había uno y estaba muy tomado, luego bajo mi amigo Paulino y me sonrió, “cabron porque te fuiste a coger a la Vero en el baño”, -a pues porque cuando subí a tu cuarto ya estaba ocupado-, “si me di cuenta de eso”, -cabron que a la mujercita que te cogiste con tus amigo es bien mocha en la escuela me dijo Vero-, “jaja no carnal bueno si, en la escuela si, pero no es la primera vez que me la cojo, es bien puta y coge bien rico, no tienes idea”, -y luego me dices cabron a mi-.
“Oye pero que pedo contigo y la Vero ehh, rayado en verdad que si, no tienes idea de cuantos cabrones le traen ganas y mira que tu fuiste el ganon y luego luego”, -pues deja te digo que bien, muy bien la verdad es que salio mejor de lo que esperaba-, bueno y en que quedaron”, -pues en nada, realmente no dijimos nada de ser novios ni mucho menos-, “entonces solo quedara así y ya”, -no se, quedamos que la llamaría mañana, pero necesito hablar con ella para ver que pasa-.
El resto de la fiesta me la pase tomando mas cervezas pues no tenia problema ni apuro por regresar a mi casa, así que llegue hasta el día sábado a medio día, con Vero hable ese mismo sábado, quedamos que seriamos novios y lo fuimos por algunos meses mas, los cuales debo admitir que los viví al máximo con ella, pues casi siempre que salíamos, terminábamos cogiendo de lo mas rico, pero eso es parte de otra historia.
Pues bien, era un viernes como cualquier otro, se terminaba la ultima clase y todos nos apresurábamos a guardar libros y cuadernos, había una fiesta pues era cumpleaños de un buen amigo, así que nos apresurábamos para salir rápido de ahí y poder trasladarnos a la casa de Paulino, su madre le había preparado una rica comida y nos aguardaban unas botellas de tequila, ron y varias cervezas.
Cabe mencionar un dato en este caso, Paulino no era de mi salón, era de otra carrera diferente a la mía, pero por asares del destino en alguna ocasión lo había conocido, y daba como resultado que nos habíamos echo buenos amigos, así que ahora que era su cumpleaños me había invitado y pues yo al igual que tres compañeros mas que lo conocían, nos alistábamos para ir a su casa al festín.
Salimos de la escuela y tomamos rumbo a la casa de Paulino y después de dos transbordes y varias estaciones del metro, por fin llegamos a la más cercana a su casa, luego caminamos algunas cuadras mas hasta que por fin llegamos, tocamos el timbre y el mismo Paulino fue quien abrió la puerta.
Después de los saludos y felicitaciones al festejado, este nos hizo pasar a su casa, en donde en primer plano había un patio bastante grande, lleno de sillas y algunas mesas, había varios compañeros de su carrera, a algunos los conocía, a otros no, pero uno llega y saluda al parejo, total que después de algunos alcoholes ya todos nos hablaremos como si fuéramos amigos de años.
Nos sentamos en una mesa y el junto con su madre nos sirvieron la comida, la cual acompañamos de unas deliciosas cervezas bien frías, manjar de dioses podríamos decir en ese momento, que sacio nuestra hambre y nuestra sed.
Apenas habíamos terminado de comer cuando Paulino se acerco a nosotros, en particular a mi, preguntando si nos había gustado la comida y ofreciéndonos mas, pero realmente habíamos comido lo suficiente y aun teníamos cervezas, después se acerco a mi pues el alto volumen del estereo no permitía escuchar bien y me dijo.
“Oye en un rato mas va a llegar Verónica, y ella me ah estado pregunte y pregunte por ti, así que hoy te la voy a presentar y ahí tu sabrás que haces con ella”, yo le sonreí y le dije, -bueno pues tu preséntamela y ya al rato veremos que pasa-.
Verónica era una muchachita compañera de Paulino, a la cual había visto en algunas ocasiones, pero el me decía que la niña esta quería conocerme, que en un sin fin de ocasiones le decía que nos presentara, solo que la oportunidad no se había presentado.
Ahora debo describir como era la niña mencionada, era una mujercita de piel muy blanca, ojos cafés claritos, cabello castaño, largo y quebrado, delgada con tetas de tamaño mediano, de caderas pronunciadas y nalgas redondas y respingonas, piernas delgadas y era un poco alta, bueno para la estatura promedio puedo decir que era alta pues estaba casi de mi estatura y yo mido 1.75 mts.
Pues bien siguiendo con el relato, yo ya tenia encima unas tres cervezas cuando veo que hace su aparición con dos amigas mas y el novio de una de estas, cuando paso por donde yo estaba volteo a verme y solo me sonrió y me saludo con un hola y nada mas, yo seguí con mis amigos, platicando y tomando cerveza, pero no habían pasado ni 10 minutos cuando frente a mi estaba mi amigo Paulino que me decía que fuera con el, me llevo justo donde Verónica estaba y me la presento al igual que a sus amigas y al acompañante de una de estas, claro esta que solo por cubrir el protocolo.
Después de saludar a todos enfoque mi atención en Verónica quien ese día en particular se veía muy bien, con una camisa de color café, la cual estaba abierta de la parte alta y dejaba ver una playera de igual forma de color café pero con un tono mas fuerte, de licra y dejando ver un sugerente y delicado escote, unos pantalones de mezclilla negros y completamente ajustados a su cuerpo, sus labios perfectamente bien pintados y con un maquillaje ligero y que la hacían lucir muy bien.
Ella se hizo a un lado y yo me senté en una silla junto a ella, mi amigo le llevo una cerveza y comenzamos a platicar y tomar las frías y deliciosas cervezas, ya saben una platica de este tipo normalmente comienza con platica de la escuela y de las diferentes carreras, luego comienzan a hacerse personales, ella me pregunto si tenia novia y luego ella me comento que no tenia novio y así poco a poco comenzamos a intimar mas en la platica.
Pasaron algunas horas, mas cervezas, algunos bailes, la fiesta estaba muy animada, pero eso pasaba desapercibido para Vero y para mi pues estábamos muy metidos en nuestra platica, yo la hacia reír y ella se veía preciosa a cada minuto que pasaba con ella.
Entre pláticas y confesiones salio a relucir o mas bien logre hacer que ella me dijera que yo le gustaba, así que no podía desaprovechar esa oportunidad, así que yo también le dije que me gustaba y después de esto solito se dio que nos diéramos un beso, el cual debo admitir que fue muy tranquilo, nada del otro mundo ni mucho menos nada sexual, puedo decir que hasta un tanto tierno fue el beso.
Pero siguieron pasando las cervezas, los bailes poco a poco fueron dejando de llamarse así para pasar a ser un delicioso cachondeo, y todo esto ante las miradas de sus compañeros de carrera y de mis amigos, quienes también ya habían logrado entablar platica con otras mujercitas.
En un momento en que los dos estábamos sentados y beso y faje, ella se levanto diciendo que tenia que ir al baño, justo en ese momento se acerco mi amigo Paulino, se sentó a mi lado y me dice, “oye cabron, pues si que no pierdes el tiempo con la Vero ehh, ya te vi faje y faje con ella”.
Yo solamente me sonreí por lo dicho por mi amigo, pero luego el remato, “mira carnal, si se pone mejor el asunto te puedes subir a mi cuarto, ya sabes que por mi no hay problema”, yo le conteste, -si wey pero esta tu mama en la casa, no puedo hacer eso-, el me miro y me sonrió al tiempo que me decía, “no manches cabron, estas tan metido en tu faje que ni cuenta te diste cuando mi madre se despidió y se fue, la casa esta sola, ella se fue a quedar con una tía y allá llegara mi papa, no van a regresar hoy, me dejaron la casa para mi solo, así que ya sabes, si lo necesitas, ahí esta mi cuarto”.
En ese momento regresaba Vero, el la miro, le sonrió y se puso de pie, todavía antes de irse me sonrió y me dijo, “bueno wey, ya te dije y ahí tu sabrás”, y camino hasta donde estaban otros amigos de el, Vero se sentó a mi lado y de nuevo comenzamos a besarnos y a fajarnos.
Para este momento yo ya estaba muy caliente, los deliciosos besos y el buen faje que me daba con Vero, además del alcohol que ya traía en la cabeza me habían puesto a full, en ese momento ya no estábamos sentados, nos habíamos ido a un rinconcito del patio, yo estaba recargado en la pared y ella tenia su cuerpo completamente pegado al mío, la suerte de que ella estuviera casi de mi estatura fue que no era necesario que yo me agachara mucho para poder poner mi dura verga pegada a ella.
Mis manos que tenia en su cintura fueron descendiendo poco a poco hasta que las puse sobre sus nalgas, ella no dijo nada y por el contrario comenzó a mover suavemente su cadera, restregando mas mi dura verga sobre su vagina, y aun con todo y la gruesa mezclilla de nuestros pantalones, ella pudo sentir la dureza de mi verga y lanzo un suave gemidito.
Yo deje de besar su boca y le daba suaves besos en su cuello, el cual sin saber yo, era su punto débil, pues comenzó a dar unos gemiditos mas fuertes y a decirme con una voz entrecortada que siguiera besándole el cuello, así que yo seguía besando y pasando levemente mi lengua por su cuello, mientras que ella movía con mas ritmo sus caderas y se restregaba con mayor fuerza con mi cuerpo.
Yo ya estaba más que caliente, así que regrese a su boca, le di un beso y luego separe mis labios de los suyos, ella me lanzaba una mirada llena de calentura, estaba muy caliente y se reflejaba en sus ojos y cara, así que un poco titubeante y sin saber que me respondería le dije que porque no nos íbamos a un lugar mas cómodo, pensando en que tal vez ella lo rechazaría, pero para mi sorpresa de inmediato me dijo que si.
Yo aun con algo de sorpresa le dije que me esperara un segundo, así que fui hasta donde estaba mi amigo Paulino quien estaba entrado platicando con algunos cuates de el, el me miro se acerco al ver que yo le hacia la seña de que viniera, “que paso wey”, -nada carnal que vengo a pedirte prestado tu cuarto-, el me miro y sonrió, “rayado carnal, no sabes cuantos cabrones han soñado con hacer lo que ahora tu vas a hacer con la Vero, pues como te dije hace rato, ya sabes cual es, así que vas, solo cierra bien la puerta”, yo le sonreí y me di la vuelta y camine hasta donde Vero estaba.
Una vez que estuve ahí la tome de la mano y le dije que me acompañara, disimuladamente atravesamos el patio, entramos a la casa por la cocina, pasamos frente a la sala donde pude ver que había algunas parejitas en pleno faje y luego subimos las escaleras hasta llegar al cuarto de mi amigo.
Cual fue mi sorpresa que al abrir la puerta, dentro del cuarto se encontraban dos parejas en pleno acto sexual, una sobre la cama y otra en un sillón que tiene mi amigo ahí adentro, pero como la puerta la abrí muy despacio, ni cuenta se dieron de que Vero y yo los habíamos descubierto, tengo que admitir que me quede unos segundos contemplando tal espectáculo y luego retrocedí pero para mi sorpresa Vero no quitaba los ojos de lo que acontecía ahí adentro.
-Ven linda vamonos-, le dije a Vero quien tardo unos segundos en reaccionar y luego ya salio conmigo, cerramos la puerta y nos quedamos parados ahí por unos instantes, “y ahora que hacemos”, me dijo ella, me quede pensativo por un momento, vi otra puerta y camine hacia ella, quise abrirla pero estaba cerrada con seguro, pegue mi oreja a la puerta y no se escuchaba nada, fue cuando recordé que era el cuarto de los padres de mi amigo, y me imagine que ellos le pusieron llave para que nadie entrara.
Había otra puerta la cual abrí, pero note que adentro lo ocupaban como bodega, pues había muchas cosas ahí guardadas y estaba llena de polvo, por un momento pensé en entrar ahí, pero antes de que dijera algo, Vero me dijo, “ahí esta muy sucio”, así que ya no dije nada, pensé para mi que ya todo había valido, así que pensábamos bajar y salir al patio cuando recordé que arriba había otro baño, el cual era amplio y pensé en jugarme la ultima carta.
Así que detuve nuestro descenso por las escaleras y le dije que me acompañara, llegamos al baño, abrí la puerta, prendí la luz y por fortuna estaba desocupado y puedo decir que impecable, pues todos en la fiesta habían estado entrando al baño de la planta baja, Vero me miro y yo le dije, -esta es nuestra ultima opción-, ella dio un vistazo al baño y me dijo, “ok, me parece bien”.
Así que sin más de inmediato entramos al baño y cerramos la puerta con seguro, ella de inmediato volteo hacia mi y sin mas me abrazo y me beso con suma desesperación y con un alto grado de lujuria, por lo cual de inmediato yo la tome de sus nalgas y apreté su cuerpo al mío, nos frotábamos con fuerza y total desesperación.
Después de unos segundos de tal faje, quite mis manos de sus nalgas y rápidamente las lleve hasta su blusa, la cual desabotone con suma desesperación, mientras que ella intentaba desabrochar mi cinturón, pero yo fui mas rápido y en cuanto salio la blusa me seguí por su playerita de licra, dejándola en un bonito brasier de color negro, mostrando sus deliciosas tetas, las cuales presumían un coqueto lunarcito negro sobre la teta del lado izquierdo y el cual se notaba aun mas por el color blanco de su piel.
Sin mas me abalance sobre ella y comencé a besarla y a acariciar sus tetas sobre su brasier, luego metí mis manos bajo este y pude tocar la suavidad y firmeza de sus tetas, así como lo duros que estaban ya sus pezones, mientras ella introducía cachondamente su lengua dentro de mi boca.
Luego ella separo su boca de la mía y comenzó a quitarse el brasier, dejando libres sus dos hermosas tetas, yo de inmediato me desnude, creo que jamás me había desnudado tan rápido como ese día, quedándome solamente con mis tenis y calcetas.
Ella me miro y fijo su mirada en el bulto que se marcaba en mi bóxer, se acerco y puso su mano sobre mi verga y comenzó a frotarla suavemente sobre la tela del bóxer, me besaba suavemente sin dejar de acariciar mi verga, y yo solo disfrutaba de tan deliciosa mano, pero ya estaba que reventaba y moría por verla completamente desnuda, así que comencé a desabrochar su pantalón, y luego comencé a bajarlo, solo que le quedaba muy justo y me costo trabajo hacer que pasara por sus bien delineadas caderas.
Tanto que una vez que este paso por sus caderas y sus nalgas, me di cuenta que lo había bajado con todo y ropa interior, y fue hasta que ya estaba el pantalón en sus talones que pude ver dentro del pantalón, una tanguita de color blanco, pero al no verla puesta no me emociono mucho, pero si el ver su vientre completamente plano, el bello pubico un tanto recortado, no muy largo y tampoco rasurado, lo suficientemente recortado para lucir hermoso.
Cuando por fin salí del trance que me provoco ver su hermosa vagina, rápidamente seguí con mi tarea de quitar por completo ese pantalón, tuve que quitar sus zapatos para que este saliera, dejándola en unos tiernos tines.
Luego me puse de pie y la abrace, comenzamos a besarnos con desesperación, pegando nuestros cuerpos y sintiendo el calor que de estos emanaba, mi verga se alojo entre sus piernas sintiendo el vello que cubría su vagina.
Mientas seguíamos besándonos como locos, mostrando la gran cantidad de excitación que teníamos ambos, yo moría por penetrarla pero también quería degustar tan deliciosa mujer, así que separe mi boca de la de ella y apenas me salieron las palabras para decirle que esperara un poco, así que tome una toalla que había ahí colgada y la puse sobre la tapa del escudado, luego le dije a Vero que se sentara ahí y una vez que hizo esto, yo me puse de rodillas, abrí sus piernas y sin mas, pegue mi boca a su monte de placer.
Comencé a pasar mi lengua por toda su ya jugosa vagina, y ella se retorcía de inmenso placer, realmente no lo hacia muy suave o con mucho tacto, mas bien un tanto brusco, la falta de experiencia, de un mejor lugar y de mayor tiempo, pero esto también jugaba a nuestro favor, pues la alta excitación de ambos, hacia que esto pasara a segundo termino, lo único que importaba en ese momento era coger y nada mas.
Y era tanta su excitación que no me costo mucho trabajo poder arrancarle un orgasmo, en cuanto sentí ese néctar caliente postrarse en mi lengua, retire mi boca de inmediato y mi mirada noto como ese liquido salía de su interior y caía en la toalla, la cual quedo húmeda ante los jugos expulsados por Vero.
Después de ver como sus jugos escurrían y los gestos que se producían en su cara por la gran satisfacción de ese orgasmo, rápidamente me puse de pie y me coloque a un costado de la taza, con mi verga completamente dura y erguida, ella primeramente me miro a los ojos, luego vio mi verga y volvió su mirada hacia mi cara, “ahhh que es lo que quieres”, me dijo con una voz sumamente cachonda, -vamos linda, quiero que ahora tu me regreses el favor-.
Ella me sonrió y sin decir mas, con una mano tomo mi verga y sin mas la introdujo en su boca, debo decir que si bien hoy puedo decir que no fue la mejor mamada de mi vida, en ese momento me pareció mas que fabulosa, pues sentir la calidez y humedad de su boca, me provoco una gran satisfacción, tanto que sentí que estuve a punto de estallar, así que con mucho esfuerzo logre contenerme y no expulse mi leche dentro de su boca.
Realmente lo estaba disfrutando mucho, y de pronto se escucho que tocaron a la puerta, ella saco un tanto asustada la verga de mi boca, pero yo rápidamente grite que estaba ocupado, luego escuche la voz de mi amigo Paulino, “Eduardo, eres tu”, -si soy yo- le conteste, y luego ya no se escucho nada, así que voltie con Vero y le dije que continuara, pero la note un tanto pensativa y temerosa.
-Vamos linda no te preocupes por nada, vamos a terminar lo que comenzamos-, ella se puso de pie y me dijo que mejor nos fuéramos, aunque en su cara también se notaba la alta excitación que aun tenia, dio dos pasos y yo la tome por la espalda, pegue mi verga entre sus nalgas, le di dos besos en su cuello y ella cedió un poco, sabiendo yo que ese era su punto débil, separaba mi boca de su cuello y le decía que esperara y que no pasaría nada, que con Paulino no había problema.
Y volví a pegar mi boca a su cuello, solo que ahora lo recorría con mi lengua, al mismo tiempo que una mano la bajaba hasta su montecito y con mi dedo medio localice su clítoris, y comencé a acariciarlo al mismo tiempo que seguía besando y lamiendo su cuello, así que sentí como su deseo o mas bien el intento que había echo por que todo acabara ahí, se disminuía por completo.
A los pocos segundos comencé a escucharla gemir y a sentir como su cuerpo se retorcía por el placer que le daban mis labios y lengua en su cuello, así como mi dedo que acariciaba su clítoris, “así, así sigue así”, alcanzo a decir con una voz sumamente cachonda, mi verga se había instalado entre sus nalgas, mi dedo masajeaba su lubricado clítoris y mi boca besaba su cuello mientras que ella gemía y se retorcía de inmenso placer.
Una de sus manos comenzó a acariciar sus tetas y la otra la alzo hasta que alcanzo mi cabeza y acariciaba mi cabello, y fue cuando entre fuertes gemidos y jadeos sentí como un líquido caliente mojaba mi dedo y se escurría por la parte interna de sus piernas.
Así que lentamente fui parando el movimiento de mi dedo, ella se retorcía al tiempo que gozaba de su orgasmo, y una vez que por fin termino, se giro rápidamente abrazándome y besándome con una pasión indescriptible, se sentía en sus besos, en su aliento y en la forma que movía su cuerpo con el mío.
Ella misma fue quien comenzó a hacer que yo retrocediera y me acercara hasta donde estaba la taza del baño y luego me hizo sentar en ella, sobre la toalla que anteriormente habíamos puesto sobre la tapa, y sin mas ella aun de pie, paso sus piernas a mis costados, se inclino un poco, tomo mi verga con su mano y la apunto a la entrada de su vagina, y una vez que la cabeza había entrado, ella se dejo caer lentamente hasta que entro por completo, lanzando un delicioso gemido.
Se quedo quieta por unos instantes, con sus brazos rodeo mi cuello y comenzó a moverse de una forma por demás fantástica, movía sus caderas en círculos, hacia delante y atrás, sin que saliera ni un solo centímetro de mi verga, “ahhh si Eduardo, no sabes como me esta gustando esto ahhh”, y mientras yo ponía mis manos en sus nalgas, las cuales se sentían redondas, firmes y suaves y mi boca se pego por completo a sus tetas, lamiendo y chupando sus duros pezones de color rosa.
La tapa del escusado tronaba y parecía que en cualquier momento se rompería, pero esto no le importaba a ella, quien estaba completamente transformada y entregada a la pasión desatada, gimiendo y moviéndose de una forma que me hacia gozar como loco.
Cuando sentimos que la tapa tronaba mas, ella dejo de moverse y se me quedo mirando, con una cara de lujuria total pero sabiendo que en cualquier momento la tapa se rompería, así que la hice poner de pie, ella saco mi verga de su vagina y pude ver como brillaba por los jugos que ella había dejado en mi dura verga.
Luego me puse de pie, tome la toalla que teníamos en la taza y la puse en el piso, había una toalla mas y también la coloque en el mismo lugar, ella de inmediato al ver esto se recostó sobre ella boca arriba, yo la observaba y me deleitaba con su delicioso cuerpo, ella una vez que estuvo acostada, abrió sus piernas y me dijo que fuera con ella, así que me puse de rodillas entre sus piernas, tome mi verga con mi mano, la apunte a la entrada de su monte y de un solo empujón la introduje por completo, arrancando un delicioso gemido a Vero.
Una vez que estuvo toda adentro, con mis manos tome sus piernas, las eleve un poco y comencé a penetrarla, mirando como su cara manifestaba gran placer, viendo como sus tetas se bamboleaban rítmicamente al son de mis penetraciones, y aunque era duro el piso, me sentía mas que feliz por estar cogiendo con tan hermosa mujer.
Varios minutos la estuve penetrando de esa forma, hasta que ya no aguantaba mas lo duro del piso en mis rodillas, así que me detuve, saque mi verga de su vagina y le dije que ahora ella se subiera en mi, ella rápidamente se puso de pie y yo tome su lugar sobre las toallas, y sin esperar mas, ella se monto sobre mi, incrusto de nuevo mi verga en su vagina y comenzó a moverse de forma deliciosa, solo que ahora ella subía y bajaba sus caderas, haciendo que mi verga entrara y saliera de ella.
Yo volví a poner mis manos sobre sus nalgas y las acariciaba suavemente, luego moví una de mis manos hasta que mi dedo medio se postro sobre su anito, y comencé a acariciarlo, solo que ella me miro y sin dejar de moverse me dijo que no, que por ahí no pues jamás lo había echo por ahí y que no pensaba hacerlo, por lo menos no en ese momento, así que no insistí y aleje mi dedo y seguí acariciando sus nalgas.
Ella se movió por varios minutos, hasta que a ella también comenzó a calarle lo duro del piso, así que la hice levantar y ponerse de pie, de igual forma lo hice yo, la abrace y bese, luego la lleve hasta donde estaba el lavabo y la hice que pusiera sus manos en el, que si inclinara hacia delante y esto hizo que levantara de buena forma su trasero, yo me coloque detrás de ella y pudo admirar su hermoso trasero, esas nalgas blancas, lisas y suaves y esto me prendió aun mas.
Tome mi verga y la encamine a la entrada de su vagina, ella al notar esto se inclino un poco mas, haciendo que su trasero tomara mayor volumen, sus nalgas se abrieron un poco y pude notar un anito hermoso, de color rosa y totalmente cerrado, se me antojaba enormemente penetrarlo, pero tampoco podía forzarla a hacer algo que ella no quería, así que me dispuse a seguir gozando de esta hermosa mujercita de la forma como ella deseaba.
Así que sin mas encamine mi verga y en cuanto sentí que estaba en el camino correcto, di un empujón y de uno solo la penetre por completo, puse mis manos en sus caderas y comencé a penetrarla de forma deliciosa, puedo jurar que lo estaba gozando como nunca, viendo como ese hermoso par de nalgas se abría y mostraba ese culito de color rosa.
Ella gemía de una forma deliciosa y me incitaba a seguir con el mismo ritmo de penetraciones, “ahhh si así, sigue así amor, ahhh que delicia, que gusto me estas dando, así te siento mas rico, así te siento mejor y me esta encantando, sigue moviéndote así, cogeme así como lo haces, ahhh que rico me estas cogiendo amor, que rico me estas cogiendo”.
Yo la seguía penetrando con fuerza pero degustando el momento lo mas posible, ella poco a poco fue levantándose un poco pero permitiendo que yo la penetrara igual, no se puso completamente vertical, seguía inclinada un poco y recargando sus manos sobre el lavabo, su cara se puso frente al espejo y yo podía mirar por el, los gestos de placer que su cara mostraba.
A pesar de la alta excitación que yo tenia, no sentía que fuera ya a venirme, pues el alcohol que traía en mi sangre me hizo aguantar mucho mas de lo que yo esperaba, debo admitir que aunque lo estaba gozando demasiado, ya mis piernas comenzaban a pasar factura de estar de pie y moviéndome con velocidad, sudaba enormemente y mi vientre ya me dolía de tanto choque, sus nalgas se habían puesto rojas, pero aun así ella seguía gimiendo y gozando como loca.
Ella había alcanzado un tercer orgasmo, pero aun así no nos detuvimos y seguíamos en la misma faena, seguían pasando los minutos, los dos sudabamos abundantemente, ella gemía y jadeaba, yo resoplaba y mi respiración cada vez era mucho más agitada, hasta que ella dijo que estaba por llegar a otro orgasmo, “ahhh si amor, sigue así que estoy a punto de reventar de nuevo, ahhh si que delicia, cuanto gozo, sigue así, sigue que ya casi llego, cuanto placer amor, cuanto placer, sigue, sigue que ya llego, sigue ahhh que llego, sigue siiiguuee ahhhh siiiii me estoy viniendo ahhh siii ahhhhhhhhhhhhhhhhhh”.
Sentí como su cuerpo se convulsionaba en un ritmo de placer, un calor húmedo se apodero de mi verga y escurrió por mis piernas y las de ella, fue cuando sentí que estaba también por llegar, sentí venir la sensación de casi alcanzar el clímax, así que aumente mis penetraciones lo mas rápido posible mientras ella gemía con mayor fuerza, hasta que entre fuertes gemidos le dije que ya me venia.
Así que saque mi verga de un solo golpe, ella de inmediato dio vuelta y se puso de rodillas frente a mi, “ahhh vamos amor, vente en mis tetas”, así que di un pequeño pasito hacia delante y di un fuerte grito, al tiempo que meneaba mi verga con mi mano derecha y eyaculaba enormemente, dejando caer una gran cantidad de semen en su pecho, le llene las tetas de mi caliente y espesa leche, y me seguía meneando la verga hasta que no salio una sola gota mas.
Mis piernas me temblaban, mi frente estaba llena de sudor, Vero estaba de rodillas y miraba como se escurría por todo su pecho mi semen, el cual recorrió hasta su estomago y una parte de el cayo en el piso, ella se puso de pie y camino hasta donde estaba el papel higiénico, tomo abundante cantidad de este y comenzó a limpiarse, hasta que ya no quedo rastro de mi semen en ella, yo me recargue en el lavabo pues sentía que mis piernas se doblaban.
Vero se acerco a mi, me abrazo y me beso tierna y suavemente, yo la abrace y nos quedamos por algunos minutos así, besándonos y abrazados, sin decir ni una sola palabra, solo disfrutando el momento, luego escuchamos que tocaban la puerta y de nuevo tuve que decir que estaba ocupado, luego ya no escuchamos nada, así que fue cuando Vero me dijo que ya nos vistiéramos para salir de ahí.
Así que fuimos por nuestra ropa y comenzamos a vestirnos, pero mientras esto sucedía nos mirábamos y nos sonreíamos, cómplices del gran momento que habíamos pasado juntos, cuando estuvimos vestidos, recogimos las toallas y las colgamos de nuevo, limpie el semen que había quedado en el piso con mas papel higiénico y luego me lave las manos, caminamos a la puerta, yo fui quien abrió pero de forma lenta y precavida, me asome y no vi a nadie, así que le hice la seña de salir y rápidamente salimos del baño, llegamos a las escaleras y yo pretendía bajar por ellas pero Vero se detuvo.
Voltie a mirarla y ella mi dijo en voz baja, “oye crees que los que vimos hace rato ya terminaron”, pero en su cara se formo una sonrisa maliciosa, como cuando una niña esta planeando una travesura, así que le dije, -pues si quieres vamos a investigar-, así que tomados de la mano caminamos de forma sigilosa hasta estar frente a la puerta, suavemente gire la perilla y la puerta se abrió, la jale lentamente y sin abrirla por completo, me asome y lo que miraron mis ojos y los de Vero nos dejo sorprendidos.
Pues dentro del cuarto ya no estaba la parejita anterior, pero si estaba mi amigo Paulino y dos amigos de el, junto con una mujercita compañera de Vero en su carrera, y la situación era la siguiente, un amigo de Paulino estaba acostado boca arriba en la cama, la chica montada en el con la verga bien dentro de su vagina, Paulino de rodillas detrás de ella y metiendo su verga en el culo de ella, mientras que el otro amigo estaba de pie en la cama y la chica le estaba mamando la verga.
Vero y yo nos quedamos por unos segundos viendo la escena, hasta que Paulino noto nuestra presencia, pues volteo y al mirarnos, lejos de enojarse nos sonrió, así que Vero y yo no pudimos mas que sonreír también ante el cinismo de mi amigo, luego salimos de ahí cerrando la puerta y bajamos a la fiesta, la cual seguía aun con mucho ambiente.
Vero de pronto comenzó a reír bastante y yo le pregunte cual era la causa y me dijo, “mira la chica que esta allá arriba con Paulino y sus dos amigos se llama Consuelo”, -oye pues si que le esta haciendo honor a su nombre y los esta Consolando jajaja-, “jaja no tonto, lo que pasa es que ella así como la vez, en el salón y la escuela, siempre viste demasiado recatada, es muy seria y muy matada en el estudio, es de las que van cada semana a misa y tu vez que no mata ni una mosca, por eso me da risa pues mira lo golfa que salio, y no solo se conformo con un hombre si no que la muy puta agarro a tres y por lo que vi, tiene bastante experiencia en el arte de coger”.
Una vez que termino de decir esto nos echamos a reír pues realmente fue algo que aparte de asombrarme, pues realmente me dio mucha risa, luego fuimos por mas cervezas y nos sentamos a beberlas, seguíamos dándonos nuestros besos, pero claro esta que ahora todo era mucho mas tranquilo y meloso.
Después fueron por ella, así que nos despedimos y se fue, yo busque a mis amigos pero de con los que fui solo había uno y estaba muy tomado, luego bajo mi amigo Paulino y me sonrió, “cabron porque te fuiste a coger a la Vero en el baño”, -a pues porque cuando subí a tu cuarto ya estaba ocupado-, “si me di cuenta de eso”, -cabron que a la mujercita que te cogiste con tus amigo es bien mocha en la escuela me dijo Vero-, “jaja no carnal bueno si, en la escuela si, pero no es la primera vez que me la cojo, es bien puta y coge bien rico, no tienes idea”, -y luego me dices cabron a mi-.
“Oye pero que pedo contigo y la Vero ehh, rayado en verdad que si, no tienes idea de cuantos cabrones le traen ganas y mira que tu fuiste el ganon y luego luego”, -pues deja te digo que bien, muy bien la verdad es que salio mejor de lo que esperaba-, bueno y en que quedaron”, -pues en nada, realmente no dijimos nada de ser novios ni mucho menos-, “entonces solo quedara así y ya”, -no se, quedamos que la llamaría mañana, pero necesito hablar con ella para ver que pasa-.
El resto de la fiesta me la pase tomando mas cervezas pues no tenia problema ni apuro por regresar a mi casa, así que llegue hasta el día sábado a medio día, con Vero hable ese mismo sábado, quedamos que seriamos novios y lo fuimos por algunos meses mas, los cuales debo admitir que los viví al máximo con ella, pues casi siempre que salíamos, terminábamos cogiendo de lo mas rico, pero eso es parte de otra historia.
unzadita: 
