Un domingo cualquiera

Fue un domingo, como algunas ocasiones sucede me toco el tedio horrible de tener que ir a trabajar, soy un tipo normal, maduro pero no viejo, con un gusanito por todo lo que tiene que ver con la sexualidad, desde muy temprana edad tuve impulsos lascivos seguramente impulsados por lo que algunos llamarían abuso de parte de un pariente cercano, estoy seguro de que no he sido el único que haya tenido su primera experiencia sexual con algún familiar pero si creo ser de los pocos a los que esta experiencia no los dejo ni traumados ni nada por el estilo, algunos diferirán conmigo pero yo creo que desperté al mágico y maravilloso mundo de la sexualidad ya que si bien tuve encuentros eróticos con esta persona y me toco y lo toque jamás hubo un intento de hacerlo con violencia, por el contrario siempre fue con mucho cariño y hasta la fecha lo recuerdo con aprecio, para no hacer mas largo el cuento me considero un hombre bisexual, de closet ya que no he encontrado la confianza de decirle a mi pareja lo que me prende de vez en vez estar con un macho caliente como yo sentir como un hombre se inclina para pasarme su lengua por el tronco del rabo o como yo mismo busco con ansias meterme un delicioso miembro en la boca.

Pues este domingo fue un día de esos, en que me vi en la penosa necesidad de levantarme a las 6 de la mañana para ir a la oficina, me bañe y me vestí con mas desgano que un muerto y me fui a trabajar, en la oficina donde trabajo el servicio eléctrico es muy bueno, nunca falla, pero los fines de semana es justo cuando aprovechan para realizar mantenimiento así que domingo cuando nadie debería trabajar el baño estaba en penumbras, no se veía nada, en una de las visitas al sanitario no pude sino imaginarme en un cuarto obscuro de esos que la comunidad conoce y a donde acudimos en ocasiones los deseosos de desfogar nuestros deseos, me toque la verga Por encima del pantalón y tuve une enorme erección que tuve que dejar así por la necesidad de seguir trabajando pero se me metió la idea a la cabeza de ir al cine nacional por una aventurilla rápida. Al salir de la oficina, me dirigí hacia allí, pague mi boleto de entrada e inmediatamente los hombres que se encontraban en los pasillos voltearon a evaluarme, creo que a pesar de mis 35 años no estoy tan descuidado, entre a la sala principal donde los caminantes abundaban, yo los llamo caminantes por que pasean pasillo por pasillo hasta encontrar algo que les guste o les llame la atención, algunos buscan una mamada, otros buscan mamar y otros son mirones que disfrutan de ver como dos machitos se dejan de pendejadas y disfrutan de lo que sus vergas y culos les pueden ofrecer. Me senté a esperar que mis ojos se adaptaran a la obscuridad mientras veía como una morena era brutalmente embestida por un negro descomunal, los gemidos fingidos retumbaban en la sala y empecé a visualizar parejitas en actitud sospechosa, cabezas desapareciendo bajo el asiento y demás cosas deliciosas, pero nada como lo que buscaba por lo que decidí cambiarme de sala a las de la planta alta, subí las escaleras y sorpresa, una de las salas cerrada, camine hasta el fondo del cine y la otra funcionaba con normalidad, entre y subí hasta la parte alta de la sala donde sabia que la acción estaba a la orden y mas tarde en llegar hasta arriba que en darme cuenta de que un grupo como de 5 estaban en un rincón como en vagón de metro, apretujados por lo que sabia que ahí es donde las cosas estaban candentes, me acerque a ver mas de cerca lo que sucedía y tal como lo pensé, un chacalito como de 22 años con una pija deliciosa, estaba siendo disfrutado como por tres tipos, entre sombras alcance a ver el color rosado de la cabeza húmeda de su verga por las mamadas que un moreno le empezaba a dar, otro tipo con pinta de militar le sobaba a las nalgas mientras se masturbaba con el pito de fuera, no pude resistir mas y dirigí mi mano a ese miembro moreno, duro y delicioso, con la otra mano empecé a tocar los testículos del chavito que estaba siendo mamado y empecé a sentir como mi pito se levantaba pidiendo guerra. El primer tipo al que se la toque se doblo haciendo gala de flexibilidad y se metió mi rabo a la boca luchando por metérselo todo, no puedo presumir de veintitantos centímetro pero mis 17 están muy bien acomodados y siempre dispuestos a la lucha, otro tipo que estaba junto al chavito de verga rica me empezó a tocar las nalgas y yo sobaba su verga por encima del pantalón invitándolo a que se lo sacara y me dejara sentirlo pero él estaba totalmente concentrado en sobarme el culo mientras, el que me mamaba brinco la fila que lo separaba de mi y se sentó a seguir su tarea succionando y lamiendo mi verga como todo un maestro, mi calentura se fue al cielo cuando un tipo gordo que estaba entre los que mamaban al chavito de verga rosadita le pidió que se dejara coger, lo increíble, el chamaco accedió y se empezaron a arrinconar mas que el resto el chavito sobándole el bulto y el otro preparando su condón para disfrutar de ese, sin duda, apretado culito, como dije, eso me calentó sobre manera y el chico que me lo estaba mamando lo sintió por que mi verga se hincho mas de lo que ya estaba y empezó a mamar mas fuerte y mas rápido, el tipo que se mantenía en la fila de arriba también debió notar mi cara por que empezó a estirarse para sobarme las nalgas y tratar de meter un dedo en mi culo, al hacerlo acercaba su cara barbuda a la mía con algo de barba también y generaba un efecto de lija que me empujaba a buscar su boca con mi lengua, él acercaba la comisura de sus labios pero no se animo a darme su lengua, yo estaba como poseído la calentura era incontrolable pero el único al que se me antojo mamársela estaba siendo penetrado furiosamente por el gordo que lo convenció de dejarse penetrar, sus manos ponían resistencia contra la pared para soportar los enviones que el otro le daba y tenia una carita de estar sintiendo dolor pero ni una sola vez pidió que se la sacara, como veinte tipos estaban cerca viendo como yo y otros tantos disfrutábamos del placer que otros hombres nos proporcionaban o nosotros a ellos, nos veíamos muy tenuemente por la luz que solo provenía de la pantalla que para ser sinceros no tengo ni idea de lo que proyectaba por que al estar tan metidos en nuestra propia película poco nos importaba el boleto pagado para ver la proyección, solo queríamos tocar y ser tocados, dejarnos llevar por la locura de la calentura y del sexo prohibido entre hombres, si todo el mundo se dejara llevar por el sexo habría menos guerras y menos diferencias entre la gente, cuando se ha visto que dos personas cogiendo se quieran matar, a menos que sea de placer, mi culo empezó a desear un dedo o un pito que me ensanchara y me hiciera ver estrellas el tipo que me lo mamaba lo hacia delicioso, se lo metía y sacaba de la boca a la velocidad perfecta y me mojaba todo el tronco empecé a sentir los inevitables signos de la venida, mis piernas se tensaron, mi ano se apretó y mis ojos se cerraban ante la cálida y dulce sensación del semen a punto de salir, un delicioso escalofrió recorrió mi espina dorsal desde mi nuca hasta enterrarse en mi ano y cuando este se dilato mi leche empezó a salir a borbotones, el tipo que estaba agachado no dejo escapar ni una gota de mi bestial venida, los espasmos después de la misma me sacudieron fuertemente y le enterré todo el largo de mi verga en la boca, pero el ni se inmuto, solo acariciaba mis nalgas y mis webos tratando de relajarme, termine sudando como si hubiera corrido dos cuadras y mi amigo volteo a mirarme goloso como agradeciendo la venida que le acababa de entregar en su boca experta, al salir me sentía caliente, caliente, a pesar de haber terminado en una boca, no pude mas que llegar a casa, bañarme y poner a mamar a mi esposa y después darle por el culo, fue una tarde deliciosa aun cuando me quede con las ganas de comerme el rico rabo de un machito caliente como yo, deseo que pronto vuelva a ser domingo de trabajo obligatorio


Espero les haya gustado el relato y continuare compartiendo mis experiencias si recibo comentarios, saludos