Era verano y hacía bastante calor, no se nos apetecía estar encerrados en el clima de la casa, por lo que se nos ocurrió ir a una playa nudista cercana, relativamente. Preparamos las cosas y nos dirigimos camino a la playa, inicialmente no teníamos ninguna intención de hacer nada más que relajarnos, aunque fuera playa nudista, no era algo fuera de lo normal para nosotros. Llegamos a nuestro destino, desempacanos las cosas y caminamos unos 200 metros hacia una duna que nos agradaba, tenía unos arbustos que hacían más privado el lugar. Elis, mi esposa, se quitó el short que llevaba y la blusa, quedando en un diminuto bikini de tanga, y arriba un top de esos que solo tapan los pezones, yo me quité inmediatamente la bermuda quedando desnudo y con mi sonrisa amplia pues, al tener buena herramienta, sabía que algunas mujeres voltearian a verme, cosa que no le molesta a mi esposa, pues sabe que ella es la única que se come todo. La plata no estaba muy concurrida por lo que fuimos un rato al agua, antes de ir, Elis liberó sus pechos del top, dejando a ver a los escasos 4 bañistas sus ricos pechos con sus pezones rosa. Después de nadar un rato y jugar otro poco, regresamos a nuestro lugar, tomamos un jugo y nos pusimos a descansar, colocamos una sombrilla para no quemarnos y Elis se quedó dormida, en ese lapso llegó un grupo de universitarios, 3 hombres y 2 mujeres, había un chavo bastante carilla y un poco marcado, todos iban en una truza de bikini y las mujeres en topless, al pasar cerca de nosotros, el chavo carilla no tuvo reparo en repasar el cuerpo de mi mujer, que aún a nuestros treinta y tantos, se mantiene muy deseable y con todo en su lugar, pasaron de largo y se colocaron a unos 50 metros de nosotros, al cabo de unos 10 minutos despertó Elis, le comenté que tenía un admirador y que se la había comido con la mirada, ella me dijo que no era cierto, y le señalé con la mirada al susodicho, mientras le retiraba la tanga para dejarla desnuda, ahora que ya la tenía así, y con un admirador cerca, se me ocurrió algo. Le comenté la idea a mi esposa, muy simple, iba a simular que me hablaban del trabajo y me retiraba, tenía ella que actuar que se quedaba enfadada porque me tenia que ir, yo iba a ir rumbo al estacionamiento y me iba a buscar un lugar detrás de los arbustos para ver si se acerca a el admirador a buscar algo, mi esposa solo me dijo que accedía si le daba carta libre, por mi no había problema, así que me retiré y me coloqué en posición lo más rápido posible, eso si, me llevé una botella de jugo para no ahogarme con el calor.
Pasados un par de minutos de que había llegado a mi lugar oculto, vi como se acercó el admirador, Elis ya había retirado la sombrilla para disfrutar del sol, totalmente desnuda, se acercó a escasos dos metros de ella y no perdió detalle de admirar su cuerpo, Elis ya había notado su presencia, el se acercó y le pidió lumbre para encender su cigarrillo, obviamente Elis que no fuma le dijo que no tenía, fue cuando el se presentó como Kevin, y le dijo que tenía buen cuerpo y que no debería estar sola, ella le dijo que solo eran unos minutos pues yo iba a regresar, Kevin tomó el bote de aceite y le preguntó si podía ayudarla a colocarselo, ella no dijo nada, solo se colocó boca abajo en señal de aceptar la propuesta. Kevin no tardo en empezar a untar el aceite en el delicioso cuerpo de Elis, empezando por los pies, subiendo poco a poco a sus piernas, después dio un brinco a su espalda y, al final, se recreó con su culo respingón, llegando a jugar con su ano mientras untaba el aceite; elis se dió la vuelta, en ese punto ya mostraba señales visibles de excitación, que debió notar Kevin, empezó nuevamente desde los pies, y la llegar a sus labios dió un brinco a su vientre y sus pechos, los cuales magreo a gusto y pellizco sus pezones rosa, arrancando un gemido de ella, después bajó hacia sus labios, abriendo los labios y metiendo dos dedos, ella se arqueo en señal de que le encantaba, abrió más el compás para permitir a Kevin jugar mejor con su conchita, el aprovechó para acomodarse y empezar a probar los jugos de mi esposa, quien escurria todo sobre la boca de su amante. El ya tenía lista su herramienta y la fue acomodando poco a poco en la entrada de mi mujer hasta que la introdujo de golpe, y mi esposa aprisionó al sujeto con sus piernas, mientras el arremetía con fuerza, sus amigos viendo a lo lejos como uno de los suyos se cogia a una extraña.
Después de un rato en posición de misionero, el la acomodó en 4 puntos, y empezó a cogerla mientras ella daba la cara hacia sus amigos, uno de ellos empezó a masturbarse descaradamente a lo lejos, y Kevin le dijo algo al oido a mi esposa, después de eso hizo un ademan al que se estaba masturbando para que fuera hacia donde estaban ellos, el chavo se acercó tanto que si estiraba el brazo podía tocar a mi mujer, su pene estaba cerca de la cara de mi esposa, Kevin volvió a decirle algo al oido a Elis, ella vió al otro chavo y le hizo una seña que se acercara más, al estar tan cerca, el pene del chavo golpeó la mejilla de Elis quien giro la cara y se metió esa verga a la boca, ahora estaba recibiendo verga por dos orificios.
Así la tuvieron un rato, no se corrían los dos, entonces se recostó el chavo y Elis lo montó, y se inclinó hacia adelante, mientras kevin se preparaba para entrar por detrás, en esta posición lograron sacarle dos orgasmos a Elis hasta que los dos se corrieron abundantemente dentro de ella, son decir una palabra, los dos regresaron con sus amigos siendo ovacionados mientras Elis se iba a lavar al mar. Yo hice como que regresaba, y le llamaba para irnos, después me contó que el chavo le dijo que sabía que estaba espiando, y que entonces sabía que podía hacer lo que quería, y ella le dijo que si, que solo por una ocasión, que no creyera que habría otras, así que supongo el chavo por eso aprovechó muy bien.