Peter Baker y Maggie Haberman
Enero 6, 2018


El presidente Trump esta semana en la Casa Blanca. Crédito Tom Brenner / The New York Times


WASHINGTON - El presidente Trump, cuyo comportamiento a veces errático en el cargo generó un debate sin precedentes sobre su salud mental, declaró el sábado que estaba perfectamente sano y acusó a sus críticos de plantear preguntas para anotar puntos políticos.

En una serie de publicaciones de Twitter que fueron extraordinarias incluso para los estándares de su presidencia revolucionaria, Trump insistió en que sus oponentes y los medios de comunicación estaban atacando su capacidad porque no habían podido demostrar que su campaña conspiró con Rusia durante la campaña presidencial de 2016.

"Ahora que la colusión rusa, después de un año de intenso estudio, ha demostrado ser un engaño total para el público estadounidense, los Demócratas y sus perros falderos, los medios tradicionales, están sacando el viejo libro de estrategias de Ronald Reagan y gritando estabilidad mental y inteligencia ", escribió en Twitter incluso cuando un abogado especial continúa investigando el asunto de Rusia.

"En realidad, a lo largo de mi vida, mis dos mayores activos han sido la estabilidad mental y ser realmente inteligente", agregó. Dijo que era un "MUY exitoso hombre de negocios" y una estrella de televisión que ganó la presidencia en su primer intento. "Creo que calificaría como no inteligente, sino como genio ... ¡y un genio muy estable!"

Charlando con reporteros durante una reunión en Camp David más tarde, el Sr. Trump nuevamente señaló lo que él llamó un récord académico y profesional de alto rendimiento. Trajo a colación de que ello se dió "solo porque fui a las mejores universidades o universidad", dijo. Refiriéndose a un nuevo libro que cita preocupaciones sobre su estado físico, dijo: "Lo considero una obra de ficción y lo considero una desgracia".

Es probable que la participación del presidente en el tema alimente el argumento a fuego lento sobre su estado de ánimo que ha sacudido el mundo político y psiquiátrico y ha empujado al país a un territorio desconocido. Los demócratas en el Congreso han presentado una propuesta legislativa para obligar al presidente a someterse a una evaluación psicológica. Los profesionales de la salud mental han firmado una petición para pedir su destitución. Otros llaman a los diagnósticos de sillón un precedente peligroso o incluso una tapadera para ataques partidistas.

Tan solo en la última semana, un nuevo libro resurgió previamente sobre inquietudes entre los propios asesores del presidente sobre su idoneidad para el cargo, la cuestión de su estado mental surgió en dos reuniones de la Casa Blanca y se le preguntó al secretario de estado si el Sr. Trump estaba mentalmente bien. Después de que el presidente se jactó de que su "botón nuclear" era más grande que el de Kim Jong-un en Corea del Norte, Richard W. Painter, un ex asesor del presidente George W. Bush, describió el reclamo como una prueba de que Trump es "psicológicamente inadecuado" y debe transferir sus poderes al Vicepresidente Mike Pence en virtud de la Enmienda 25 de la Constitución.

La autoabsorción, la impulsividad, la falta de empatía, el enfoque obsesivo en desaires, la tenue comprensión de los hechos y la inclinación por teorías de conspiración a veces exageradas han generado columnas interminables de artículos de opinión, artículos de revistas, libros, mesas redondas profesionales y especulaciones en televisión por cable.

"El nivel de preocupación del público ahora es enorme", dijo Bandy X. Lee, un psiquiatra forense de la Facultad de Medicina de Yale y editor de "El caso peligroso de Donald Trump: 27 psiquiatras y expertos en salud mental evalúan a un presidente", un libro lanzado el otoño pasado. "Nos dicen que hablemos más alto y claro y que no nos detengamos hasta que algo esté hecho porque están aterrorizados".

Como informó Político, el Dr. Lee fue invitado a Capitol Hill el mes pasado para reunirse con una docena de miembros del Congreso para discutir el asunto. Pero todos menos uno de los legisladores a los que ella informó son demócratas. Si bien algunos republicanos han expresado su preocupación, lo hacen principalmente en privado. Otros se burlan de la pregunta, descartándola como un escandalosa difamación.

Pocas preguntas irritan más a los asistentes de la Casa Blanca que las preguntas sobre el bienestar mental del presidente, y argumentan que los oponentes del Sr. Trump están tratando de usar esas preguntas para lograr lo que no pudieron en las urnas.

"Esto no debería ser dignificado con una respuesta", dijo Kellyanne Conway, la consejera de la Casa Blanca.

"Los partidarios de la consulta de Capitol Hill con psicólogos deberían reorientar su tiempo libre a apoyar la agenda positiva del presidente de recortes tributarios de la clase media, reconstrucción de infraestructura y el ejército, invirtiendo en nuestra fuerza de trabajo", dijo Conway más tarde en un correo electrónico. "El intento interminable de anular una elección es tedioso; si estuvieran realmente 'preocupados por el país', trabajarían para ayudarlo ".

Thomas J. Barrack, un amigo de Trump, fue citado en el nuevo libro de Michael Wolff, "Fire and Fury: Inside the Trump White House", diciendole a un amigo que el presidente "no era solo loco sino estúpido". En entrevistas , El Sr. Barrack lo negó e insistió en que muchas personas no notan la real brillantez del Sr. Trump.

"Potus (Presidente de los USA) ha aprendido con el tiempo que las pruebas socráticas y la falta de previsibilidad son un arma digna en ambas negociaciones y en mantener a su equipo bien afinado, sin título y en alerta", dijo, usando las iniciales para presidente de los Estados Unidos. "No tiene compromisos con la corrección política, autopromoción o arrogancia personal de su equipo. Esto puede hacer que, a veces, parezca demasiado realista, directo o políticamente insensible incluso con sus propios subordinados. Sin embargo, este no es el caso."

Aún así, en privado, los asesores del presidente en ocasiones han expresado su preocupación. En conversaciones privadas durante el año pasado, personas que eran nuevas para el Sr. Trump en la Casa Blanca, que era la mayor parte del personal del Ala Oeste, han intentado procesar el estilo de discurso del presidente, su temperamento, su desinterés por los informes formales, su obsesión con apariencias físicas y su preocupación por la teatralidad y la emoción de su trabajo.

En conversaciones con amigos, Jared Kushner, el yerno y consejero principal del presidente, ha dicho que Trump está "loco pero es un genio". Otros asesores hablan sobre el presidente como una personalidad volátil que debe ser manejada con cuidado. Si bien el libro del señor Wolff generó una enorme atención, las noticias del año pasado informaron los cambios de humor del presidente y su comportamiento impredecible.

Las preguntas han provocado un agudo debate entre profesionales de la salud mental sobre la llamada regla Goldwater adoptada por la Asociación Psiquiátrica Americana que prohíbe a los miembros evaluar a alguien que no hayan examinado personalmente, una regla generada en respuesta a preguntas sobre el senador Barry Goldwater, el republicano candidato presidencial en 1964.

El viernes, el Sr. Trump debe realizarse su examen físico anual, pero la Casa Blanca no dijo si incluiría pruebas de agudeza mental. Algunos psiquiatras han dicho que es irresponsable hablar de términos médicos sin un examen.

"Estos aficionados no deberían estar diagnosticando a distancia, y no saben de lo que están hablando", dijo Allen Frances, ex presidente del departamento de psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, quien ayudó a desarrollar los estándares de diagnóstico de la profesión para el tratamiento de trastornos mentales.

El Dr. Frances, autor de "Twilight of American Sanity: Un psiquiatra analiza la edad de Trump", dijo que el mal comportamiento del presidente no se debe a enfermedades mentales. "Definitivamente es inestable", dijo el Dr. Frances. "Definitivamente es impulsivo. Él es un narcisista de clase mundial no sólo de esta época, sino de todas las épocas. No puedo decir lo suficiente acerca de cuán incompetente e incondicional es para ser el líder del mundo libre. Pero eso no lo hace mentalmente enfermo ".

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