fuente: http://benditomanicomio.wordpress.com/2012/01/23/tremenda-y-grave-situacion-en-el-campo/ Hace 35 años México era autosuficiente en producir sus alimentos e incluso era un exportador importante, la situación ha cambiado para darle la vuelta a tal grado que actualmente si no importamos nos tocaría por persona: medio huevo, un cuarto de leche (en caso de que no se utilice nada para producir quesos y derivados) y 200 gr de arroz por mencionar algunos. En los 70 dejamos de ser capaces de producir maíz para todos, ahora importamos la tercera parte del maíz que consumimos, el 65 % del trigo y el 75% de arroz también lo importamos. Basta con que cambie la escala internacional los precios o una catástrofe natural para que se afecte la adquisición de los productos básicos. Hace un par de días se hizo del conocimiento público la gravedad de los indígenas tarahumaras que están pasando hambre y en este sentido tenemos que preguntarnos ¿Que se hace por los indígenas de México? Perdimos el radar, pensamos que exportando manufactura lo íbamos a lograr, no se tomó en serio que lo energético y los alimentos deberían de ser sagrados. La FAO dice que en 80 años, los alimentos en México se tendrán que importar. A México se le acaba el tiempo de maniobra, en 30 años ha cambiado la forma de tratar el campo mexicano, el modelo neoliberal produjo que sea abandonado, en medida que se conserve la pobreza alimentaria, se siembra el embrión de un estallido social, parece que se nos olvida que el campo es la columna vertebral del país. Es curioso que tengamos reservas en el Banco de México pero no tenemos reservas alimentarias. Esas reservas económicas no tocan la mesa del mexicano. No se sienten ni perciben en la vida diaria del ciudadano común. No estamos en capacidad de producir pero tampoco en la capacidad de comprar. En un lado tenemos sequia y en otro inundaciones. Parece que no nos preparamos para estos escenarios aun cuando se repiten año con año. Prioridades, antes de vestirnos tenemos que comer, se nos olvida el mundo de la pobreza extrema, necesitamos una agenda mínima en la que los candidatos a la presidencia se comprometan a que gane quien gane se toquen estos temas y se les de el seguimiento. El mensaje después de 35 años es claro, entramos en una especie de alucinación, a raíz del TLC, si te vas con unos socios que tienen el 99 por ciento de ganar y tu el 1 por ciento ¿como te va a ir? Ya lo decía Rius. ¡La panza es primero idiota! La solución la tenemos nosotros, pero no queremos ver para adentro porque nos espantamos.