djix
Bovino adicto
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- 5 Jul 2008
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- Tema Autor
- #1
:histerica::histerica::histerica:
Mi hermana dice que mi mamá la mató. Mamá dice que no tengo una hermana.
Mi hija no para de llorar y gritar a la media noche. Visité su tumba y le pedí que se detuviera, pero no sirvió de nada.
Lo acosté en la cama y me dijo: “Papá, revisa si hay monstruos bajo mi cama”. Mire para complacerlo y pude verlo, otro él debajo de la cama, mirándome y susurrándome: “Papá, hay alguien en mi cama.”
No me puedo mover, respirar, hablar o escuchar y es tan oscuro todo el tiempo. Si hubiera sabido que sería tan solitario, hubiera preferido ser cremado.
Me desperté escuchando golpes en el vidrio. Al principio, creí que venían de la ventana hasta que lo escuché de nuevo viniendo del espejo.
Luego de un duro día de trabajo, llegué a casa y vi a mi novia cargando a nuestro hijo. No sé qué fue más aterrador, ver a mi novia y a mi hijo recién nacido muertos o saber que alguien invadió nuestro apartamento para colocarlos así.
“No puedo dormir”, susurró ella, arrastrándose a la cama conmigo. Desperté helado, abrazado al vestido con el que fue enterrada.
La última cosa que vi fue mi despertador tocando a las 12:07, antes de que él enterrara sus largas y podridas uñas en mi pecho, mientras su otra mano ahogaba mis gritos. Me senté, aliviado de que se tratara de nada más que un sueño, pero cuando miré al reloj despertador eran las 12:06, escuche la puerta de mi armario crujir.
Una niña escuchó a su madre gritar su nombre desde debajo de las escaleras, entonces ella se levantó y se dispuso a bajar. Cuando llegó a las escaleras, su madre la llevo a la habitación y le dijo: “También escuche eso”.
:eolo::eolo::eolo:
FUENTE
Mi hermana dice que mi mamá la mató. Mamá dice que no tengo una hermana.
Mi hija no para de llorar y gritar a la media noche. Visité su tumba y le pedí que se detuviera, pero no sirvió de nada.
Lo acosté en la cama y me dijo: “Papá, revisa si hay monstruos bajo mi cama”. Mire para complacerlo y pude verlo, otro él debajo de la cama, mirándome y susurrándome: “Papá, hay alguien en mi cama.”
No me puedo mover, respirar, hablar o escuchar y es tan oscuro todo el tiempo. Si hubiera sabido que sería tan solitario, hubiera preferido ser cremado.
Me desperté escuchando golpes en el vidrio. Al principio, creí que venían de la ventana hasta que lo escuché de nuevo viniendo del espejo.
Luego de un duro día de trabajo, llegué a casa y vi a mi novia cargando a nuestro hijo. No sé qué fue más aterrador, ver a mi novia y a mi hijo recién nacido muertos o saber que alguien invadió nuestro apartamento para colocarlos así.
“No puedo dormir”, susurró ella, arrastrándose a la cama conmigo. Desperté helado, abrazado al vestido con el que fue enterrada.
La última cosa que vi fue mi despertador tocando a las 12:07, antes de que él enterrara sus largas y podridas uñas en mi pecho, mientras su otra mano ahogaba mis gritos. Me senté, aliviado de que se tratara de nada más que un sueño, pero cuando miré al reloj despertador eran las 12:06, escuche la puerta de mi armario crujir.
Una niña escuchó a su madre gritar su nombre desde debajo de las escaleras, entonces ella se levantó y se dispuso a bajar. Cuando llegó a las escaleras, su madre la llevo a la habitación y le dijo: “También escuche eso”.
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