Hola!

Registrándote como bakuno podrás publicar, compartir y comunicarte en privado con otros bakuos :D

Regístrame ya!

Terremoto en México: el escándalo de "Frida Sofía" (la "Monchito" del 2017)

jarochilandio

Bovino de la familia
Desde
14 Mar 2010
Mensajes
6.220
Terremoto en México: tras el escándalo de "Frida Sofía", todos recordaron el caso de "Monchito", el niño fantasma de 1985

lanacion-nuevologo_210036.jpg

Con información de la agencia AFP y ANSA
Retomado por Yahoo Noticias
21 de Septiembre de 2017


1e222c3fa8ece187f601b67141a85a2b



CIUDAD DE MÉXICO.- El caso de "Frida Sofía", que fue buscada casi dos días bajo los escombros de una escuela privada de cuatro niveles al sur de la capital, se transformó un deja vu, de otro niño, llamado "Monchito", que mantuvo en vilo al país hace 32 años y tampoco existió.

Tras el sismo del 19 de septiembre de 1985, se publicó una noticia de que un niño llamado Luis Ramón, pero apodado como "Monchito", lanzaba gritos de ayuda desde lo profundo de un edificio habitacional en ruinas en el céntrico barrio La Merced, que entonces alojaba la mayor central de abasto del país.

A principios de octubre de ese año, la prensa nacional e internacional se hizo eco de la historia de Monchito.

Diarios de todo el mundo publicaron largas historias sobre el tema. Incluso, la esposa del embajador de Los Estados Unidos, el actor de Hollywood John Gavin, amigo del entonces presidente Ronald Reagan, se unieron al llamado de ayudar para rescatar a "Monchito".

El presidente mexicano de ese momento, Miguel de la Madrid, impartió órdenes estrictas de que no cesara la búsqueda y rescate del niño y muchos mexicanos iban a los templos a rezar por que fuera extraído con vida, bajo los escombros.

Al paso de las semanas, sin embargo, la noticia cayó en el olvido y "Monchito" nunca fue hallado.

Después se publicaron versiones de que un periodista que cubría noticias sobre crímenes de un diario local había inventado la historia para poder cumplir con una orden que recibió de su jefe, que lo presionaba para recoger historias "sensacionales" sobre el terremoto de 8,1 grados en la escala de Richter, que arrojó más de 15.000 muertos.

Según la versión, un amigo le había hablado por teléfono para contarle que en un edificio de La Merced un niño que vivía con su abuelo había quedado sepultado bajo una "vecindad", una casa con múltiples habitaciones independientes y rentadas a bajo costo.

Un periodista mentiroso

Con un poco de inventiva y de imaginación, y ningún rigor periodístico, el periodista construyó una historia que ganó la portada del diario vespertino, que solía publicar temas sensacionalistas todos los días con titulares estridentes.

Cuando su editor le exigió que diera seguimiento a la noticia, tuvo que afinar aún más su creatividad e "inventó" que había logrado hablar con el abuelo de "Monchito", quien le había dicho que estaba vivo con su nieto y sobrevivían ambos "comiendo galletas" y tomando su propia orina.

Al final ni el niño ni el abuelo aparecieron y la búsqueda fue interrumpida el 11 de octubre, sin que se volviera a saber del asunto.

"Hasta donde supimos los reporteros que cubrimos la nota, el supuesto padre lo único que deseaba era rescatar una caja fuerte que había dejado olvidada. El tal Monchito nunca existió", relató algunos años después un periodista que buscó confirmar la noticia sin éxito.

Sin embargo, los periodistas veteranos de la época que aún sobreviven todavía recuerdan cómo la historia desvió la atención pública de los casos más dramáticos y horrendos que realmente ocurrieron en otras zonas de la capital mexicana.

Al menos 2.000 edificios colapsaron, tras el que se considera el terremoto más destructivo del siglo XX en el país.

"Frida Sofía no fue una realidad"

"Tenemos la seguridad de que todos los niños o desgraciadamente fallecieron o están en los hospitales o están a salvo en sus casas", dijo el subsecretario de Marina de México, Ángel Sarmiento a la televisión local. De esa manera, la historia de la chica se desvaneció.

Aclaró, sin embargo, que sí hay indicios de que una persona viva permanece atrapada bajo el edificio.


(pinchar en la imagen para ir al hilo base del twitt)


El oficial dijo que en la Marina "nunca tuvimos conocimiento" de la versión que señalaba que una niña estaba sepultada en la escuela, una historia que medios locales e internacionales convirtieron por largas horas en la nota principal de la cobertura sobre el sismo en México.

"Estamos seguros que no fue una realidad", agregó Sarmiento ante periodistas.

En medio de la confusión, los medios identificaron a la niña como Frida Sofía, aunque contrastado con las listas de alumnos quedó confirmado que nunca existió.


Fuente


¿Pero qué tal que el "rating" de las televisoras subió y subió mientras se mantenía el Reality Show de Frida Sofía? En el '85 fue "La Prensa" (el diario del cual habla la nota) y Guillermo Cardoso fue el periodista mentiroso que armó toda la historia. En ese entonces no existía ni siquiera el concepto de Reality Show. Ahora... las televisoras. Y mientras tanto, cientos de otros lugares en el país en el más completo olvido. ¡Claro!, no dan para un Reality Show que aumente la audiencia. Curiosamente, como lo menciona alguien en los comentarios de la nota, el nombre de una de las perras de salvamento que ayudaban en las labores de rescate en la escuela Enrique Rébsamen se llama, justamente, "Frida". Ahí se los dejo de tarea...

Aquí un excelente artículo sobre el monumental engaño del caso "Monchito" y las verdaderas motivaciones del "salvamento". Sólo queda esperar a saber con el tiempo cuales, aparte de las mediáticas (v.gr. "rating"), fueron las causas de este invento.
 
#FridaSofìa, Televisa y las “fuentes oficiales”

AA6A0FY.img

Gabriel Sosa Plata
septiembre 26, 2017


confiesa-danielle-dithurbide-verdad-tras-frida-sofia-19d2c8a378761dcc4fe6d9646dfeadd6.jpg

Televisa -y otros medios- se asumen como víctimas, engañados, y señalan a la Secretaría de Marina de distorsionar la información, la cual ofreció disculpas. Foto: Especial


¿Ese fue el error? ¿Sólo basarse en las “fuentes oficiales” y mantener en vilo a una sociedad sobre el destino de una niña, inexistente, de 12 años, que -cansada, lastimada de su pierna y su brazo- se encontraba bajo los escombros del Colegio Rébsamen?

Puede ser, pero hay acuerdos y decisiones editoriales que Televisa tomó, de la mano con Secretaría de Marina, y que desconocemos. ¿En qué consistió el acuerdo con la dependencia gubernamental para que la televisora tuviera una posición privilegiada en el lugar del desastre para sus transmisiones y los otros medios permanecieran detrás de la barda? ¿quién decidió y por qué mantener en cadena nacional de televisión una historia que cada vez era más endeble? ¿cómo fue la correa de transmisión de información entre los rescatistas, los mandos militares, los directivos de Televisa y sus reporteros?

Tener las respuestas al proceso de cómo se generó esta “noticia”, se transmitió y se trató de sostener durante varias horas, nos llevaría a conocer si hubo o no una intención deliberada para confundir, distraer o generar una expectativa sobre un caso que, de cualquier manera, era muy difícil de soportar conforme pasaran las horas y los días. Hasta el momento en el que escribí este texto, por ejemplo, no sabíamos los nombres ni los testimonios de los rescatistas -civiles o militares- que supuestamente hablaron con Frida Sofía. Ese eslabón de comunicación es clave.

Televisa -y otros medios- se asumen como víctimas, engañados, y señalan a la Secretaría de Marina de distorsionar la información, la cual ofreció disculpas. En su versión pública de lo ocurrido, la periodista Denise Maerker explicó:

“En los tres momentos en los que estuvimos juntas (se refiere también a la reportera Danielle Dithurbide, quien dio seguimiento a la “nota”) y que hubo contradicción entre las versiones de dentro del colegio y este otro grupo que trabajaba en el exterior, privilegiamos la información que te estaba dando a ti, justamente la Marina… y nos pareció muy importante, de hecho, nos angustiaba, estar dando información contradictoria, porque estábamos hablando de algo importantísimo, que estaba siendo seguido por nosotros y por muchísimas personas… Siempre optamos por la versión de la Marina”.

Esa fue una de las debilidades de la cobertura informativa. Televisa, al igual que otros medios, favorecen con frecuencia las “fuentes oficiales”, a veces de manera premeditada o convenenciera, en otras por omisión no intencional, lo que impide que sus audiencias tengan una visión más amplia de los hechos al dejar fuera las versiones de otros actores.

El caso #FridaSofía no fue la excepción. Así, mientras al interior del colegio se construía una noticia falsa, afuera se vivía otra percepción de la realidad, basada en “datos duros” (entre otros, que las niñas con ese nombre ya estaban localizadas y no había más), que ignoraron la televisora y otros medios. Ese desprecio (también deliberado o no) a las “fuentes no oficiales”, generó una escalada de desconcierto, que luego se convirtió en enojo e insultos en redes sociales hacia Televisa, sus principales conductores y la reportera asignada para cubrir el derrumbe del colegio.

Una de las lecciones para el gremio es que las “fuentes oficiales” no son una garantía de información veraz. Ya se sabe, pero particularmente este sexenio se ha caracterizado por ofrecer “versiones oficiales” que, se ha demostrado, distan de los hechos (paradero de los estudiantes de Ayotzinapa, la construcción de la “casa blanca” del presidente Peña Nieto, los contratos asignados a la empresa brasileña Odebrecht, etc.). Por decisión editorial, Televisa optó por la “versión de la Marina”, pero como se dijo antes, aún hay eslabones que desconocemos en la construcción de la “noticia” y que van más allá de la cobertura que se hacía cada minuto.

En el Código de ética de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) se establece que “Los medios deberán verificar, tanto como sea posible en sus circunstancias, los hechos que reporten. Siempre que sea posible deberán recoger la información de primera mano en su defecto, deberán buscar testigos presenciales” (fracción tres del capítulo quinto). Televisa forma parte de la CIRT y asume como propio dicho código. Como se aprecia, no habría cumplido con su obligación periodística de buscar otras fuentes, que en todo momento estuvieron a su alcance, y verificar los hechos que informaba a su audiencia.

¿Ausencia de rigor periodístico? Puede ser, pero el problema es de origen: la estrecha relación gobierno-Televisa y otros medios, desplaza cotidianamente las versiones de los otros, de las organizaciones de la sociedad, de la ciudadana o el ciudadano de a pie, y otorga un sitio privilegiado en la agenda informativa a las “fuentes oficiales”. Mucho gobierno, poca sociedad en los noticiarios. #FridaSofía es un efecto de ello, junto con la lógica del rating, de la manipulación emocional, que recorre las venas de la televisión comercial y de alguna que otra televisora pública.

DEFENSORÍA ¿A TU SERVICIO?

Estoy convencido que en el caso #FridaSofía hubo una vulneración a los derechos de las audiencias. El artículo sexto de la Constitución establece la obligación del Estado de garantizar que el servicio de radio y televisión sea prestado “preservando la pluralidad y la veracidad de la información”, lo que no ocurrió en esta cobertura. No hubo pluralidad, sólo una fuente oficial, y tampoco veracidad en la información. Este derecho de las audiencias se recupera, literalmente, en el artículo 256 (del capítulo IV, relativo a los derechos de las audiencias) en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.

¿Quién faltó a la verdad de los hechos? ¿el gobierno o Televisa y el resto de los medios? ¿quién debiese actuar para reparar este derecho a la información veraz vulnerado? ¿el mismo gobierno a través de la Secretaría de Gobernación, que regula los contenidos de los medios? ¿el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) por sus atribuciones para supervisar el servicio de radiodifusión? Damos por hecho que ninguna de las autoridades mencionadas asumirá el análisis del derecho violado y lo procedente, lo que refleja los vacíos regulatorios.

En el caso de la Secretaría de Marina, si fue un militar el que alteró la información, procedería -supongo- una investigación interna para fincar responsabilidades. Un funcionario público debe conducirse con responsabilidad, apego a la verdad y la legalidad, porque sus actos tienen consecuencias sociales o económicas. El video en el que aparece una mujer molesta, agraviada por el engaño, es un botón de muestra de cómo una noticia puede afectar emocionalmente a parte de la audiencia.

En cuanto a Televisa, lo más lógico es que actúe la Defensoría de las Audiencias de la CIRT. Para eso está, para investigar lo que ocurrió en la generación de la noticia, si se violó el Código de ética o los derechos de las audiencias previstos en la ley, y dar a conocer públicamente el resultado de su indagación. El problema es que esta figura, la de la CIRT, actúa en la opacidad y no son públicas sus resoluciones. Tampoco sabemos si su función se ejerce de manera autónoma. De ahí la importancia de que entren en vigor los lineamientos de los derechos de las audiencias, elaborados por el IFT, y que este órgano garantice que quien ejerza esa función esté libre de conflictos de interés con la industria.

Si usted considera que el caso #FridaSofía violó su derecho como audiencia, presente su queja a la Defensoría de la CIRT:http://www.cirt.com.mx/portal/index.php/acerca/contacto. Será una oportunidad para conocer su trabajo. Por lo pronto, en las redes sociales, ya hubo una deliberación, un escarnio, una crítica, durísima, hacia quienes alentaron la “noticia”, pero aún hay dudas que deben aclararse por respeto a la sociedad, a las audiencias y al periodismo.


Fuente
 
Volver
Arriba