bg2007
Bovino Milenario
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- 30 Oct 2007
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- #1
Al final de la tarde, un ginecólogo espera a su última paciente... que no llega.
Después de media hora de espera, supone que ya no vendrá y decide tomarse una coca-cola para relajarse antes de volver a casa.
Se instala confortablemente en una silla y empieza a leer un periódico.
Entonces suena el timbre de la puerta... es la paciente que llega toda sofocada y pide disculpas por el retraso.
- No tiene importancia – responde el médico – mire, yo estaba tomando una bebida mientras esperaba. ¿Quiere usted acompañarme y tomar algo?
- Acepto con placer – responde la paciente aliviada – con el sofocón que traigo...
Le sirve un vaso, se sienta frente a ella y empiezan a conversar sobre temas banales....
De repente… se oye un ruido de llaves en la puerta del consultorio. El médico tiene un sobresalto, empieza a ponerse nervioso, se levanta bruscamente y dice:
¡Es mi mujer! Rápido, quítese las bragas y abra las piernas.
jejejejejejej en la vida todo es relativo... :metal:
Después de media hora de espera, supone que ya no vendrá y decide tomarse una coca-cola para relajarse antes de volver a casa.
Se instala confortablemente en una silla y empieza a leer un periódico.
Entonces suena el timbre de la puerta... es la paciente que llega toda sofocada y pide disculpas por el retraso.
- No tiene importancia – responde el médico – mire, yo estaba tomando una bebida mientras esperaba. ¿Quiere usted acompañarme y tomar algo?
- Acepto con placer – responde la paciente aliviada – con el sofocón que traigo...
Le sirve un vaso, se sienta frente a ella y empiezan a conversar sobre temas banales....
De repente… se oye un ruido de llaves en la puerta del consultorio. El médico tiene un sobresalto, empieza a ponerse nervioso, se levanta bruscamente y dice:
¡Es mi mujer! Rápido, quítese las bragas y abra las piernas.
jejejejejejej en la vida todo es relativo... :metal: