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SUSY, LA REINA SALVAJE

Tony Savagge

Becerro
Desde
13 Jun 2017
Mensajes
2
Nuevamente participando en este gustado foro. Esta sera el primero de una serie de relatos que espero sea de su total agrado.

Ya ha pasado mucho tiempo sin verla, solo las fotos que sube a facebook algunas veces nunca encontraré a una mujer como ella que llene todas mis expectativas. Es la perfecta combinación de una reina y actriz del porno, con el cuerpo de ensueño carita realmente hermosa, grandes bubis y unas caderas para que te mate a sentones.

La primera vez que la vi quise que fuera algo con romanticismo, algo erótico. Le pedi si podia llevar vestido como para una cena formal, gustosa accedió.

No lo podía creer, hasta me sentí en una de esas películas de James Bond, fue cuando abri la puerta de la habitación, llevaba un vestidito de encajes y transparencias que resaltaba sus atributos pectorales, su silueta se marco con la contraluz exterior me di cuenta que llevaba medias y negros tacones altos -Buenas tardes- me dijo. Conteste y extendí mi mano para tomar la suya y hacerla pasar, aproveche que adelanto un poco su andar para ver su parte trasera, Dios! yo tan mal portado y me premias así.

Espectacular se veía, caminamos a una pequeña mesita proveída de un espumoso vino blanco y algunas frutas, algo ligero ya que no quería terminar dormido después de tomar los alimentos. Le serví el vino en una copa para después platicar, entrar en ambiente.
Sus ojos negros destelleantes, su sensual boquita expresaba todas sus reacciones ante mis preguntas -eres policía o algo así?- me reto, mientras bebía de su copa -Claro que no- le dije. -Pero podríamos jugar a eso- -Seré el policía malo-. Sus ojos brillaron más, se mordió el labio inferior eran las señales que estaba esperando. Me levante de la silla alcancé su cara, toque su barbilla con mi mano y la besé, tiernamente mordí su labio inferior, ella alzo su cuerpo para abrazarme, pero sin que lo esperará la gire, tire de sus cabellos hacia atrás, pegue mi cuerpo al suyo. Bese su nuca, mientras mis manos aprovechaban para tocarla, iban de sus pechos, hasta su sexo, luego a sus caderas, entra sus muslos, una fuerte nalgada seguida de un "ay" fue suficiente para que la empinara en la mesa, fui mordiendo su espalda, su cintura, los costados, se estremecía, mordí esas nalgas fantásticas, pase mi lengua por debajo de su falda no mucho tiempo solo para arrancarle otro "ay, así me gusta" continue mi viaje de besos por sus muslos, sus apetecibles chamorros, sus tobillos llegando a sus zapatillas volví de regreso hasta toparme ahora si con su tanga, su perfume y el vino me tenían muy excitado. Me controle solo para hacer su tanga a un lado y pasar mi lengua por su piel "aaaaah" exclamo delirante, de adelante hacia atrás pase mi boca con la lengua por delante, atacando siempre su suave piel depilada, le di otra nalgada no podía controlarme más.

Por fortuna ella se giro se puso frente a mi con el vestidito levantado, me levante tome su cintura con la mano derecha y con la izquierda estire su cabello al tiempo que la acercaba más a mi para besarla de nuevo. Llegamos a la cama caminando despacio, comiéndonos con la boca, las lenguas encendidas chocaban, miraba como ella entrecerraba sus ojos.

La recosté sobre la cama, seguí besándola pero además pasaba mis manos por su cuerpo, palpando sobre su vaporoso vestido la suavidad de su piel pasando hasta su sexo, note su placer así que baje de nuevo, levanté su vestido, tome su ligera tanga por los lados y sin lastimarla tire con fuerza hasta romper la fina prenda dejando el liguero al descubierto, esas finísimas prendas hicieron el momento aun más erótico, todo a media luz, se retorcía de placer al mismo tiempo que mi lengua apenas rosaba sus ingles, de abajo para arriba recorrí sus labios menores con mi lengua hasta llegar a su clitoris, con la mano izquierda jale hacia arriba la piel que lo cubre, descubriendo un fino y rosado botoncito.

Lo apreté entre mis labios esta vez el grito me avisaba un orgasmo, no me detuve ataque a lenguetazos mientras introducía lentamente el dedo corazón hasta que desaparecía en su vagina, me encantan sus gritos, la vi retorcerse de placer, no desaprovechaba el tiempo, alzó su vestido casi hasta su cuello, aprovecho mis movimientos para mientras arqueaba su espalda, soltar el broche del sujetador (antes de que yo intentara romperlo quizás) y al fin liberar sus sabrosos pechos.

Entre mas rápido pasaba mi lengua sobre su clitoris y vagina, ella sobaba y acariciaba sus pezones, los pellizcaba para aumentar el placer que yo le daba con mi lengua. Otro grito y la humedad que tocaba con mi dedo en su vagina me avisaba de otro orgasmo -ya quiero, ya quiero verla- tomo mi cabeza con sus manitas para detenerme un poco, yo tenia mi boca y barbilla húmedas con sus jugos, su miel de mujer. Se elevo hasta sentarse frente a mi, me levante y retire su vestido -desnúdate- me ordenó con su vocesita de princesa, pero no lo hice, le dije -un policía solo puede mostrar su macana- baje el cierre y emergió ya erecto mi pene, directo a su carita pues se inclino hacia adelante.

La tomo con sus manitas, la restregó en sus enormes tetas, pasando la cabeza por sus pezones logrando que se pusiera muy roja. De un rápido movimiento, saco también mis testículos fuera del pantalón, con su manita derecha los acarició mientras que con la otra mano tocaba la piel de mi glande que reaccionaba en color y formas, ya que también lo apretaba con dos y hasta con cinco dedos. Esperaba ver su boca comerse mi pene cuando la vi acercar su carita, hubo una pausa que aproveche para quitarme el saco y lanzarlo hacia el tocador que esta al pie de un gran espejo de la habitación frente a la cama, ella lamio el par de prominencias bajo mi falo, primero en círculos después de lado a lado. Metió uno en su boca estirando la piel, mi pene respondía, se hacia mas grande. Continuo con el otro, lo chupaba ya estando dentro de su boquita, mi glande era tratado de una manera muy sabrosa con su manita, lo apretaba solamente, apretaba y soltaba, sin el clásico "pajeo". Subió con su lengua recorriendo el tronco hasta llegar arriba, lengüeteó la "boquilla" para meter solo la cabeza en su boca su saliva escurriendo por mi tronco mojando mis vellos oscuros, ya no podría soportar más, sentí que iba a disparar mi semen, en ese momento hábilmente apretó en la base del tronco, y mi eyaculación se detuvo.

Pero ella continuaba chupando mi pene, ahora hacia lo de la "garganta profunda" la sacaba toda de su boca y la metía hasta que se perdía en su boca, presioné su cabeza hasta que casi se traga mis testículos, vi como sus ojitos se llenaban de lágrimas y la solté para que pudiera respirar. Estuvo unos 10 minutos más chupándola, hasta que de la nada saco un condón y me lo puso, se tiro hacia atrás quedando frente a mi, abriendo las piernas, yo no iba a despreciar ese tributo, me subí a la cama de rodillas, quite mis zapatos, necesitaba probar de nuevo su sexo, mi lengua tallaba su clitoris de nuevo, caliente rasposa sin piedad pasaba hacia abajo como queriendo alcanzar su ano, mi saliva ya le humedecía su "puerta trasera".

Empuje en su ano con mi dedo índice, otro grito, trataba de al mismo tiempo estimular su clitoris, hasta que metí mi dedo en su "agujerito" -aaaagh- suspiraba pero al verla retorcerse le pregunte -¿Te gusta ó quieres que lo deje por la paz?- -No sigue, que rico! Aaah!- Se sentía apretado y muy caliente, la gire -Empínate amor- le dije para ahora meterle dos dedos, toda la humedad de su vagina bastaba para poder deslizar mis dedos sin lastimarla, me enderece un poco para descansar las rodillas y ella aprovecho para desde por abajo entre sus piernas alcanzar mi pene y restregar su trasero empinándose más hasta que se abrió los pliegues de la vagina y lentamente se la introdujo toda, siguió moviéndose despacito hacia adelante, pero se dejaba caer cuando lo hacia hacia atrás, sus nalgas rebotándome en las piernas sonaban muy fuerte. De nuevo la gire para acostarme sobre ella sin más palabras solo siguiendo las señales que me mandaba con sus ojos y boca entrecerrados, le deje ir todo el falo hasta que trono algo, un hueso tal vez, pegaba un grito cada que le empujaba, subí la intensidad más y más rápido, esos gritos me excitaban mucho.

-Al hombro, házmelo así me gusta mucho, de nuevo me coloqué de rodillas, alzo un poco su cuerpo pero esta vez, mi pene se acomodo a la entrada de su ano, elevo sus piernas hasta mi cuello, aun los tacones puestos, le empuje el miembro la cabeza hinchada topo un poco pero logró entrar, una pausa, estaba llena de lágrimas, sus ojitos otra vez, pero sus nalgas se movían en círculos con la cabeza de mi pene dentro de su ano. Le empuje despacito hasta que entro toda, mis manos sosteniendo sus pies los separe un poco para ver la penetración desde arriba, comenzó a tallarse su vagina con la manita derecha mientras con la izquierda acariciaba sus pechos pellizcando sus pezones, hasta que soltó otro grito.

Ya no pude más saque mi pene, quite el condón y comencé a dispararle mi semen, cayo en su vagina primero derramándose hasta su ano, seguí masturbándome para una segunda eyaculación que bañaba sus tetas el semen escurría por sus costados hasta manchar las sábanas -Espero que este bien pagado señor policía- me dijo. -Pues fíjese que aun no- Me moví para acercarme a su cara, arrimé mi pene a su boca, y con las manos empuje su cabeza hasta que de nuevo le salieron pequeñas lagrimitas de sus ojos, empuje y empuje hasta que una nueva y final descarga de semen se introducía hasta su garganta, se la saque pues lloraba aun más, tosió un poco y se quedo dormida.

Espero alguna vez verte de nuevo mi princesa del porno.
 
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