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Hola, soy usuario nuevo.... casi, en realidad tenia una cuenta hace varios años pero no logre recordarla xD
De todas formas esta es la primera vez que escribo
Esta es una historia real que me paso hace ya mucho tiempo. Quise aprovechar la situación y la escribí con un formato mas formal para subirla en una red social de escritores, pero hasta ahora nadie la ha leido xD
Como sea llevo tiempo leyendo esta sección de sobrenatural y quize compartir mi experiencia, si les agrada aportare otras historias, tuve varias experiencias con algunas "sombras" u "hombres sombra" o como les llamen. Esas serian descritas de manera mas personal puesto que escribirlas con formato tipo novela requeriria mas tiempo.
La historia comienza aqui
Era una noche tranquila, no tenía mucho sueño, así que veía uno de esos programas de ventas que pasan después de la media noche, “Tobi, la plancha mágica”, yo tenía trece años en ese entonces, no es que tuviera un gran interés por las labores del hogar, pero Tobi la plancha mágica me había acompañado muchas de las noches en que no podía conciliar el sueño.
No, no piense estimado lector que yo tenía problemas de terrores nocturnos o algo parecido, nunca había sentido o presenciado nada de ese tipo, hasta esa noche.
Al casi dar la una de la madrugada comencé a sentir bastante sueño, apague el televisor que se encontraba frente a mi cama, puse el control debajo de una almohada a mi izquierda, me tape con las cobijas y cerré los ojos. Concilie el sueño rápidamente, incluso parecía que sería una gran noche de descanso.
Después de eso no recuerdo nada, obviamente porque estaba dormido, no recuerdo tampoco algún sueño de esa noche. Lo que recuerdo es un sonido, un extraño sonido proveniente detrás de mí. Yo me encontraba acostado hacia mi lado izquierdo, de frente a la pared, por lo que no podía ver que provocaba el sonido.
Al inicio no le di importancia, pues estaba cansado y quería seguir durmiendo, apreté los ojos y trate de conciliar el sueño, no sé cuánto tiempo paso entonces, yo solo sentí unos segundos cuando de repente se escuchó de nuevo el sonido, esta vez lo escuche más claramente, parecían objetos chocando entre sí, objetos pequeños y delgados, de pronto vino a mí mente la imagen de esos ganchos que se usan para colgar la ropa. Parecía que alguien estuviera moviendo esos ganchos, pues no eran sonidos al azar. De nuevo trate de ignorar el sonido y dormir.
-Debe ser el aire, o quizá mi imaginación. –me dije a mi mismo tratando de relajarme
Trate de abrir los ojos, pero no pude lograrlo, intente girarme, pero no logre hacerlo, empecé a sentirme nervioso, no podía mover mi cuerpo, no sabía si estaba dormido o despierto, pero a pesar de no poder abrir los ojos en mi mente tenía la visión de mi habitación, como si pudiera ver a través de mis parpados. Sentí detrás de mi alguien o algo sentado en el piso justo al lado de la cama, jugando con los ganchos como si no se percatara de mí, trate de ver lo que era, parecía una niña, una niña con un vestido simple y negro, sentada en sus rodillas mientras jugaba con unos ganchos tirados en el piso, la mire por un momento y entonces se percató de mi presencia, me miro, su mirada era fría y perdida, como si aunque estuviera viéndome su atención estuviera en algo que no estaba frente a ella. Parecía como si esperara para ver mi reacción, esperaba que me girara, que la viera directamente, no se para que y no me hubiera gustado averiguarlo.
De pronto pensé, si esto es real los ganchos que están en el piso ya no se deberían encontrar donde estaban anteriormente. Estos los había dejado mi mama colgados sobre una pequeña canasta de basquetbol ubicada justo frente a mi cama, pegada a la pared y a la única ventana de la habitación.
Trata de moverme, girar la cabeza hacia esa ventana, ver un poco de luz, me sentía aprisionado en mi propio cuerpo, solo mi mente era consciente y eso me producía un temor horrible, mientras más esfuerzo hacía por dirigir mi mirada a la ventana más tenso sentía el ambiente, más fijos sentía los ojos de esa niña que me miraba tétricamente, el pánico comenzó a invadirme, trate de moverme de cualquier manera, quería esconderme bajo mis cobijas, y al mismo tiempo salir de la cama corriendo, pero por más que ordenara a mi cuerpo moverse este no cedía.
La mirada de la niña seguía fija sobre mí, por un lado parecía atenta esperando si voltearía a verla, y por otro parecía queriendo evitar que mirara la ventana. Todo se veía cada vez más oscuro, no podía encontrar la luz de la luna que debería entrar por aquella ventana, entre en pánico de nuevo, necesitaba luz, necesitaba ayuda.
-Mamá! –Grite desde el fondo de mí ser-. Mamá!
Pero no salía sonido alguno de mi boca, en realdad no sé si quiera si mi boca se movió al articular el grito. El sonido de mi voz salía opaco, como si estuviera gritando a través de un cono o con las manos tapándome la boca. Rápidamente busque el control, si encendía la televisión habría luz, podría ver que o quien estaba en mi habitación, si es que había algo o alguien ahí. Pero no veía el control cerca, y peor aun, no podía estirar mi mano para alcanzarlo, el pánico se hizo mayor, estaba desesperado, quería gritar, quería llorar, pero ni siquiera una lagrima podía correr por mi mejilla, era prisionero de mi propio cuerpo.
Por si fuera poco algo parecía moverse a los pies de la cama, no sabía que, no podía verlo, lo sentía grotesco, no sentía que me miraba, pero parecía que sabía de mí, que iba hacia mí, necesitaba luz, necesitaba verlo, necesitaba que al abrir los ojos no hubiera nada, para de esa forma dejar todo como si fuera un sueño, para sentirme más seguro, para no tener miedo otra vez.
La mirada de la niña seguía fija hacia mí, no se movía, no sabía lo que hacía. Pero lo que estaba frente a mi cama si se movía, había puesto una parte de su ser, no me atrevo a decir si eran manos, o pies, quizá garras o solo algún tipo de extremidad extraña de lo que fuera que fuese esa cosa. Parecía querer subir, lo sentía lejos físicamente, pero cada vez más cerca de mí.
Recordé entonces que había dejado el control debajo de la almohada, haciendo uso de toda mi fuerza y voluntad estire mi brazo derecho bajo la almohada, al sentir el control una nueva fuerza nació de mí y lo dirigí a la pantalla presionando el botón de encendido, al mismo tiempo que dirigía la mirada hacia la ventana y abría los ojos.
Pero no lo logre, antes de que se encendiera la televisión, incluso antes que pudiese abrir los ojos algo se abalanzo hacia mí, era la niña, de un momento al otro paso de estar sobre el piso a estar sobre mi espalda, pero no físicamente, parecía flotar, la sentía flotando sobre mí. Parecía ejercer una presión en mi espalda, evitando que pudiese voltearme y paralizando mi cuerpo de nuevo, la sentí así unos segundos y entonces logre voltearme, abrí los ojos.
El cuarto estaba completamente vacío, la luz de la luna entraba por la ventana, no había ganchos en el piso, estaban colgados debidamente sobre la canasta de basquetbol. Todo parecía haber terminado, todo parecía un sueño, excepto por un pequeño detalle. El control de la televisión no estaba en mis manos como lo recordaba al abrir los ojos, pero tampoco se encontraba debajo de la almohada donde lo dejé.
Estaba tirado en el piso, si alguna vez se les ha caído al piso el control de la televisión, sabrán que se abre automáticamente y las pilas salen volando, bueno esta vez el control estaba intacto, lo que me hace pensar, que independientemente de por qué se encontraba ahí, no fue porque se cayó.
Espero les agrade la historia, y si alguien tuvo alguna experiencia similar me gustaria saberlo.
Por cierto si bien no volvi a sentir esa "niña" en el futuro, el ser que aparecia al pie de la cama si lo llegue a sentir e incluso ver en otra ocación, la cual fue un poco mas intensa.
De todas formas esta es la primera vez que escribo
Esta es una historia real que me paso hace ya mucho tiempo. Quise aprovechar la situación y la escribí con un formato mas formal para subirla en una red social de escritores, pero hasta ahora nadie la ha leido xD
Como sea llevo tiempo leyendo esta sección de sobrenatural y quize compartir mi experiencia, si les agrada aportare otras historias, tuve varias experiencias con algunas "sombras" u "hombres sombra" o como les llamen. Esas serian descritas de manera mas personal puesto que escribirlas con formato tipo novela requeriria mas tiempo.
La historia comienza aqui
Era una noche tranquila, no tenía mucho sueño, así que veía uno de esos programas de ventas que pasan después de la media noche, “Tobi, la plancha mágica”, yo tenía trece años en ese entonces, no es que tuviera un gran interés por las labores del hogar, pero Tobi la plancha mágica me había acompañado muchas de las noches en que no podía conciliar el sueño.
No, no piense estimado lector que yo tenía problemas de terrores nocturnos o algo parecido, nunca había sentido o presenciado nada de ese tipo, hasta esa noche.
Al casi dar la una de la madrugada comencé a sentir bastante sueño, apague el televisor que se encontraba frente a mi cama, puse el control debajo de una almohada a mi izquierda, me tape con las cobijas y cerré los ojos. Concilie el sueño rápidamente, incluso parecía que sería una gran noche de descanso.
Después de eso no recuerdo nada, obviamente porque estaba dormido, no recuerdo tampoco algún sueño de esa noche. Lo que recuerdo es un sonido, un extraño sonido proveniente detrás de mí. Yo me encontraba acostado hacia mi lado izquierdo, de frente a la pared, por lo que no podía ver que provocaba el sonido.
Al inicio no le di importancia, pues estaba cansado y quería seguir durmiendo, apreté los ojos y trate de conciliar el sueño, no sé cuánto tiempo paso entonces, yo solo sentí unos segundos cuando de repente se escuchó de nuevo el sonido, esta vez lo escuche más claramente, parecían objetos chocando entre sí, objetos pequeños y delgados, de pronto vino a mí mente la imagen de esos ganchos que se usan para colgar la ropa. Parecía que alguien estuviera moviendo esos ganchos, pues no eran sonidos al azar. De nuevo trate de ignorar el sonido y dormir.
-Debe ser el aire, o quizá mi imaginación. –me dije a mi mismo tratando de relajarme
Trate de abrir los ojos, pero no pude lograrlo, intente girarme, pero no logre hacerlo, empecé a sentirme nervioso, no podía mover mi cuerpo, no sabía si estaba dormido o despierto, pero a pesar de no poder abrir los ojos en mi mente tenía la visión de mi habitación, como si pudiera ver a través de mis parpados. Sentí detrás de mi alguien o algo sentado en el piso justo al lado de la cama, jugando con los ganchos como si no se percatara de mí, trate de ver lo que era, parecía una niña, una niña con un vestido simple y negro, sentada en sus rodillas mientras jugaba con unos ganchos tirados en el piso, la mire por un momento y entonces se percató de mi presencia, me miro, su mirada era fría y perdida, como si aunque estuviera viéndome su atención estuviera en algo que no estaba frente a ella. Parecía como si esperara para ver mi reacción, esperaba que me girara, que la viera directamente, no se para que y no me hubiera gustado averiguarlo.
De pronto pensé, si esto es real los ganchos que están en el piso ya no se deberían encontrar donde estaban anteriormente. Estos los había dejado mi mama colgados sobre una pequeña canasta de basquetbol ubicada justo frente a mi cama, pegada a la pared y a la única ventana de la habitación.
Trata de moverme, girar la cabeza hacia esa ventana, ver un poco de luz, me sentía aprisionado en mi propio cuerpo, solo mi mente era consciente y eso me producía un temor horrible, mientras más esfuerzo hacía por dirigir mi mirada a la ventana más tenso sentía el ambiente, más fijos sentía los ojos de esa niña que me miraba tétricamente, el pánico comenzó a invadirme, trate de moverme de cualquier manera, quería esconderme bajo mis cobijas, y al mismo tiempo salir de la cama corriendo, pero por más que ordenara a mi cuerpo moverse este no cedía.
La mirada de la niña seguía fija sobre mí, por un lado parecía atenta esperando si voltearía a verla, y por otro parecía queriendo evitar que mirara la ventana. Todo se veía cada vez más oscuro, no podía encontrar la luz de la luna que debería entrar por aquella ventana, entre en pánico de nuevo, necesitaba luz, necesitaba ayuda.
-Mamá! –Grite desde el fondo de mí ser-. Mamá!
Pero no salía sonido alguno de mi boca, en realdad no sé si quiera si mi boca se movió al articular el grito. El sonido de mi voz salía opaco, como si estuviera gritando a través de un cono o con las manos tapándome la boca. Rápidamente busque el control, si encendía la televisión habría luz, podría ver que o quien estaba en mi habitación, si es que había algo o alguien ahí. Pero no veía el control cerca, y peor aun, no podía estirar mi mano para alcanzarlo, el pánico se hizo mayor, estaba desesperado, quería gritar, quería llorar, pero ni siquiera una lagrima podía correr por mi mejilla, era prisionero de mi propio cuerpo.
Por si fuera poco algo parecía moverse a los pies de la cama, no sabía que, no podía verlo, lo sentía grotesco, no sentía que me miraba, pero parecía que sabía de mí, que iba hacia mí, necesitaba luz, necesitaba verlo, necesitaba que al abrir los ojos no hubiera nada, para de esa forma dejar todo como si fuera un sueño, para sentirme más seguro, para no tener miedo otra vez.
La mirada de la niña seguía fija hacia mí, no se movía, no sabía lo que hacía. Pero lo que estaba frente a mi cama si se movía, había puesto una parte de su ser, no me atrevo a decir si eran manos, o pies, quizá garras o solo algún tipo de extremidad extraña de lo que fuera que fuese esa cosa. Parecía querer subir, lo sentía lejos físicamente, pero cada vez más cerca de mí.
Recordé entonces que había dejado el control debajo de la almohada, haciendo uso de toda mi fuerza y voluntad estire mi brazo derecho bajo la almohada, al sentir el control una nueva fuerza nació de mí y lo dirigí a la pantalla presionando el botón de encendido, al mismo tiempo que dirigía la mirada hacia la ventana y abría los ojos.
Pero no lo logre, antes de que se encendiera la televisión, incluso antes que pudiese abrir los ojos algo se abalanzo hacia mí, era la niña, de un momento al otro paso de estar sobre el piso a estar sobre mi espalda, pero no físicamente, parecía flotar, la sentía flotando sobre mí. Parecía ejercer una presión en mi espalda, evitando que pudiese voltearme y paralizando mi cuerpo de nuevo, la sentí así unos segundos y entonces logre voltearme, abrí los ojos.
El cuarto estaba completamente vacío, la luz de la luna entraba por la ventana, no había ganchos en el piso, estaban colgados debidamente sobre la canasta de basquetbol. Todo parecía haber terminado, todo parecía un sueño, excepto por un pequeño detalle. El control de la televisión no estaba en mis manos como lo recordaba al abrir los ojos, pero tampoco se encontraba debajo de la almohada donde lo dejé.
Estaba tirado en el piso, si alguna vez se les ha caído al piso el control de la televisión, sabrán que se abre automáticamente y las pilas salen volando, bueno esta vez el control estaba intacto, lo que me hace pensar, que independientemente de por qué se encontraba ahí, no fue porque se cayó.
Espero les agrade la historia, y si alguien tuvo alguna experiencia similar me gustaria saberlo.
Por cierto si bien no volvi a sentir esa "niña" en el futuro, el ser que aparecia al pie de la cama si lo llegue a sentir e incluso ver en otra ocación, la cual fue un poco mas intensa.