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Su Primera Vez

ProfessorX

Becerro
Desde
4 Jun 2014
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6
Hermanos Bakunos:

El relato descrito a continuación es 100% real, es algo que me sucedió hace algunos años y que hoy los revivo para disfrute de ustedes. No es el único relato, tengo muchos más que estaré subiendo al menos uno cada semana; en esta ocasión es con una persona muy especial con la que tuve, tengo y espero seguir teniendo más encuentros en el futuro.

Si les gusta comenten, por lo pronto me enfocaré a escribir el siguiente relato para compartirselos. Sin más preámbulos comenzamos...


Su primera vez

Sucedió en una ciudad pequeña y tranquila hace más de 8 años, yo daba clases en una escuela privada, ella habitante de una diminuta localidad vecina perteneciente a la misma ciudad.

¿Cómo la conocí?

Hacía poco más de un año había sido mi alumna en clases, siempre fue una joven amable, respetuosa y muy platicadora, morena, su cuerpo delgado y bien definido, estatura 1.65 aproximadamente, una tierna voz, sonrisa agradable, sus pechos y glúteos firmes los noté desde la primera vez que me presenté al grupo. Su nombre: Gema, su edad: 19 años.

Yo una persona morena, de complexión delgada, sin ser atlético, estatura 1.85, edad: 25 años. Mi nombre, A…

En clases algunas veces notaba cierta coqueteo de su parte, yo disimulaba para evitar comentarios con sus compañeros y mis compañeros, aunque algunas veces en convivios aprovechábamos para darnos un cariñoso abrazo, aun cuando las circunstancias y los momentos ameritaban llegar a más, no pasó en ese momento.

Un año después.

Conectado al nostálgico MSN, aparece una notificación que me puse en alerta: “Gema se ha conectado”, respiré tranquilo, di clic a su nombre en la lista de conectado y comenzó la conversación:

A: ¡Hola señorita hermosa!
G: ¡Hola, Profesor! ¿Cómo está?
A: Aquí extrañándote un poco.
G: Que malo es, ¿Solo un poco?
A: Bueno “un mucho”.
G: Mire palabras nuevas: un mucho, jajaja. ¿Cómo está?
A: Ya te dije
G: Cuidado con lo que dice, Profesor.
A: Lo dices porque se me puede cumplir.
G: Tal vez pero cuidado con lo que dice.
A: Entonces dime se me cumplirá, o en confianza dime ¿No me extrañas?
G: Pues sip.
A: ¿Y si nos vemos y te robo un besito?
G: Podría ser, pero no me dejaré robarme un besito.
A: Bueno te veo el lunes, ah y por cierto te robaré dos.
G: Ok, sabe me da pena, eso del besito.
A: Que no te de pena te gustará.
G: Es que no tengo mucha experiencia y usted debe tener demasiada.
A: No te preocupes yo te enseñaré.
G: Ok, pero solo uno y nada más.
A: Te lo prometo, nos vemos el lunes.
G: Si ahí nos vemos en la escuela, voy a las 6 de la tarde.

La primer cita

Buenas tardes se encuentra el Profesor A…, alcanzo a escuchar en la recepción, si está dentro pásele.

Yo estoy por finalizar una clase, afortunadamente era la última del día, Gema entra y me saluda con la mano desde afuera del aula, me acerco a la puerta, le devuelvo el saludo y le pido cinco minutos en lo que finaliza la clase.

Bien jóvenes la clase terminó, nos vemos mañana que descansen y los espero con más ganas mañana. Los alumnos uno a uno salen del aula mientras ella espera afuera paciente con una libreta en mano. Al quedar sola el aula la invito a pasar.

G: ¡Hola Profesor! – dice de forma tímida.
A: ¡Hola Gema!
G: Tengo una duda en algo de Excel, ¿Podrá ayudarme? – dice un poco alto para que escuchen afuera.
A: Claro que sí, no te preocupes.

La invito a sentarse, ella va vestida con un pantalón de mezclilla y blusa blanca, se puede apreciar su cuerpo un poco más desarrollado, y también su nerviosismo. Cierro la puerta.

A: ¿Puedo darte un abrazo? – La tomo de la mano para ayudarle a levantar, ella no sabe que decir. Se deja acercar a mí, rodeo su cintura delgada con mi mano izquierda y con la otra acaricio su pelo.
G: Tengo miedo.
A: Si estoy feo pero no creo dar miedo.
G: No es por eso, además no está feo. Solo que como le dije no tengo experiencia en besar.
A: No tuviste novios.
G: Si pero de manita sudada.
A: No te preocupes hermosa, déjate llevar.

Acerqué lentamente mis labios a los suyos, pude ver como temblaba, cerraba sus ojos y esperaba el contacto con mi boca con ansías. Le di un beso tierno y apasionado.

G: Ya ve que no tengo mucha experiencia.
A: Yo te enseñaré pero por favor no hables de usted, lo prometes.
G: Se lo, digo te lo prometo, espero no me dé mucho trabajo o pena. Por cierto debo irme me esperan en casa mis papás.
A: Bueno amor, ¿Cuándo te veo?
G: El jueves a las 5 de la tarde, en la calle cerca del kiosko.

La despido con otro beso tierno, ella sale apresurada.

Segunda cita cerca del kiosko.

G: Perdón llegué tarde.
A: No te preocupes, te perdono porque te ves bellísima.
G: Me lo voy a creer.
A: Pues deberías mi amor.
G: ¿Te confieso algo? Me siento extraña.
A: ¿Por salir conmigo?
G: Sip, es que bueno debo decírtelo, desde hace tiempo siento algo por usted, digo por ti.
A: ¿Desde la escuela?
G: Ajá – responde nerviosa. Siento algo muy bonito cuando te veo, desde antes, cuando te veía enseñar, acercarte a mí, te quiero mucho.
A: También yo mi amor. ¿Me amas?
G: Sip, muchísimo – lo dice y me da un fuerte abrazo y un beso. La abrazo fuertemente y la pego a mi cuerpo. Ella siente mi miembro duro tocar a la puerta de su sexo y emite un gemido.
A: ¿Te gusta mi amor? – digo mientras hago un movimiento para que me sienta más, ella responde con un movimiento ligero hacia adelante para sentirme más.
G: Sip, pero tengo miedo amor.
A: No me tengas miedo princesa. – acerca su boquita a mi oído y me dice:
G: Es que soy virgen.

Una descarga eléctrica sacudió mi cuerpo, quedó pasmado ante tal confesión e insinuación. Soy virgen, palabras que retumbaron en mis oídos y que cada vez que recuerdo vuelvo a sentir la misma emoción.

A: ¿Vamos a otro lugar donde estemos solitos y podemos disfrutar?
G: ¿Quieres hacerme el amor?
A: ¿Tú no quieres?
G: ¡Mjú!
A: ¿Vamos ahorita?
G: No puedo amor, pero te daré un hermoso regalo el 14 de febrero, iremos a un lugar para entregarme a ti…

Otra vez quedó atónito, Gema me ofrece sin más, el mejor de los regalos, su virginidad.

Seguimos besándonos y abrazándonos, y después de varios minutos nos despedimos. Cabe menciona que faltaba un mes para el 14 de febrero, y en ese lapso nos veíamos una o dos veces por semana, platicábamos de todo y yo traía a conversación el gran día prometido, acordamos que sería en un hotel, en una ciudad cercana…

14 de febrero

Suena mi celular.

G: Amor ya voy en camino, llego en 5 minutos.
A: Te espero con ansías hermosa.

Pasados los 5 minutos llega, la saludo de beso en la mejilla y subimos a un taxi, le pido al taxista nos deje en una farmacia, la cual está ubicado a unos pasos de un hotel, rodemos el hotel y entramos por puerta de atrás.

A: No estés nerviosa princesa, todo estará bien.
G: Si lo estoy amor, ¿Me prometes que si me duele mucho te detendrás?
A: Te lo prometo, nada es más importante para mí que no lastimarte mucho.

Ella camina delante, yo pegado de su cuerpo, abro la puerta y pasamos, la cargo en mis brazos, nos besamos y la llevo cargando hasta la cama. Estoy ansioso, ella apenada y nerviosa.

G: Es la primera vez que haré el amor, me da pena.
A: No te apenes, mi vida. – me quito los zapatos, calcetines y la camisa. Ella sigue aún vestida, deja su bolso en el buró y se recuesta sobre la cama en silencio.

Me voy sobre de ella, comienzo a besar su abdomen plano, su ombligo, levanto su blusa y acaricio sus pechos aún con su sostén, ella comienza a retorcerse y gemir despacio. Desabotono su blusa y se la quito, continúo besando su cuello, puedo ver como su piel se eriza y me abraza fuerte; la levanto hacia mí, quedamos sentados de frente, le quitó el sostén y al momento se dejan ver sus senos firmes con sus pezones levantados.

A: Te amo Gema.
G: Tambien te amo…
A: Es un momento mágico, hoy serás mía.
G: Sip, hoy dejaré de ser una niña y seré una mujer.
A: Una hermosa mujer…

Sentados en la cama ella acaricia mi pecho, mi cuello, se anima y me da besitos tiernos en mi cuello, mi boca, mi frente; la levanto en mis brazos hacia fuera de la cama. La bajo y le quito el pantalón, ella comienza a quitarme el mío también, al ver mi miembro erecto bajo el bóxer se sorprende.
G: Amor es grande, me va a doler.
A: Te lo haré con todo el amor y con mucho cuidado mi vida.

Le quito con mis dientes su pantaleta diminuta y puedo ver una hermosa vagina depilada, rosadita, lubricada ya por efectos de las caricias previas.

A: Me encanta este tesoro que encontré aquí, me lo comeré.
G: ¿Quieres comerte mi quesito amor?
A: Si me lo comeré por completo. – La recuesto en la cama, ya desnuda, ella no sabe si abrir las piernas.

Me acerco lentamente, abro sus piernas y comienzo a besar sus muslos torneados, paso la lengua por su deliciosa vagina, ella exclama un gemido de placer.

G: Aaay!! Amor, ay!!
A: ¿Te gusta princesa? – digo al momento en que acaricio sus pechos duros.
G: Si, papi, me encanta, ¡Ay que rico amor, cómete mi quesito! – Puedo ver como se contorsiona de placer. Su vagina rica esta lubricadísima, casi a punto de venirse.
G: ¡Papi así, papi! ¡Cómeme toda papi!
A: Voy a disfrutar de tus pechitos – subo y comienzo a besar sus pechos, los mamo con pasión, esos pechos perfectos que son míos, los aprieto fuerte y empiezo a morderlos suave.
G: ¡Papi dame más papi! – siento sus uñas surcando mi espalda, sus piernas temblorosas por lo que le espera.

Bajo de nuevo a probar ese delicioso néctar de su vagina.

A: Me encanta tu quesito amor, es lo más delicioso que he probado.
G: Hazme tuya papi, dámela ya, no aguanto estoy caliente.

Ante tan sugerente y candente solicitud me incorporo y pongo la cabeza de mi miembro en su entrada, ella emite un fuerte gemido.

G: Ya papi dámela sip, pero con cuidado amor por favor, quiero tenerte dentro de mí, quiero tu verga, dámela ya no aguanto.

Meto un dedo en su cuevita húmeda, para estimular un poco más, acerco mi miembro ansioso y comienzo a presionar de poco, ella grita de dolor y pide más.

A: ¿Me detengo amor?
G: ¡No papi, sigue por favor! ¡Aaayy papi sigue! así amor dámela, ¡¡¡¡Aaaayyyyy!!!!, así papi, así…
A: Estas apretadita amor, me encanta como ahorcas mi verga.
G: ¡¡¡Aaaayyy Papi me matas papi!!! – comenzó a gritar frenética. ¡Papi me duele aaaayyyy papi que dolor!
A: Me salgo amor. – pregunté porque iba entrando despacio y apenas iba a la mitad dentro de ella.
G: ¡No papi metémela otro poquito! – me apresuré a empujar con fuerza, mientras ella se retorcía de dolor y placer, además comenzaba a hacer un movimiento rico de caderas que me enloqueció
A: ¡Que rico lo mueves amor, siento como me la aprietas!
G: ¡Siiii papi, sigue por favor, aunque me duela quiero ser toda tuya amor!
A: ¿Te gusta cómo te coge tu papi?
G: ¡Siii papi cógeme, dámela papi, quiero tenerte dentro de mi.

Yo seguía luchando por abrirme paso entre su apretadita y lubricada vagina, pero también trataba de ser cuidadoso de no lastimarla para tener más ocasiones de poseerla.

A: Voltéate amor, te lo haré por detrás.
G: No amor así papi, así dámela así como estamos, papi cógeme papi.

Seguí entrando una y otra vez de su rico sexo, escuchando sus gritos de dolor y placer.

G: Papi me duele mucho, ¡¡aaaaayyy papi!! Ya papi para por favor sip papi.

Yo emocionado seguí empujando un poco más…

G: ¡Aaaaayyy Papi me duele mucho para, para por favor!
A: Espera amor quiero que te vengas sip
G: Sip papi ya casi me vengo pero me duele papi…. Así papi así…. Siento que me partes en dos, ¡¡¡Aaaayyy amor!!! Así papi así….

Seguí metiendo mi verga dura como nunca antes, besaba su cuello, mordía sus pechos con locura, hasta que estallamos los dos en un grito placentero…

Cansados, nos recostamos, yo aún encima de ella, al poco tiempo me moví y ella se recostó de espalda a mí, aproveche para pegarle mi verga en su culito y hacer movimientos ricos, ella correspondió moviéndose suavemente para sentirme, besé su espalda, puede ver mi verga con sangre.

A: ¿Te gustó mi amor?
G: ¡Me encantó!
A: Me enloqueciste, sobre todo cuando me dijiste papi.
G: De ahora en adelante serás mi papi.
A: Y tú serás mi princesa.
G: Pero ya no soy una niña, soy una mujer.
A: Si, una hermosa mujer.
G: Mjú, tu mujer…
A: Si por siempre mi hermosa mujer. Te amo.
G: También te amo Papi… Sabes me quedé con las ganas de acariciar tu verga.
A: No te quedes con la ganas.
G: La próxima vez lo haré y me la comeré.
A: Me parece muy bien, dime te animas a darme tu rico culito.
G: No, primero por mi quesito, mi culito no, mejor después, me duele mucho mi quesito, pero estoy feliz de haberle hecho contigo y que tú seas el afortunado de mi primera vez.
A: También me siento afortunado por haberme dado tu primera vez.

Ese día nos despedimos y acordamos seguirnos viendo, la próxima cita en un mes para volvernos a hacerla mía, aunque hubo citas en la semana para abrazos y besos.

En la próxima cita ya tengo la promesa de una rica mamada… y tal vez no lo sé, tal vez, pueda convencerla de romperle su culito.

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Espero les haya gustado, hasta el próximo relato.
 
genial esta muy bueno!!!!

en espera del proximo relato!!!!

Que bueno que te gustó SirlordaLex, ya estoy escribiendo los otras con la misma mujer y ahora incluiré fotos reales de mis encuentros sexuales con ella, pronto los subiré, saludos.
 
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