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Su papá

-_Sasha_-

Bovino adolescente
Desde
28 Ene 2016
Mensajes
60
Esta es otra de las fantasías que llegan en los momentos calientes



Son las 7 pm, es un domingo caluroso y estoy en una pequeña fiesta dentro de la casa de un chico con el que me he estado viendo a escondidas de todo mundo por eso de las apariencias.

La mayoría se encuentran dentro de la piscina, jugando con una pelota y por momentos arrojándome agua para tratar de mojarme, porque estoy sentad@ lejos, en una sombra, lejos de la diversión debo de proyectarme como la viva imagen de esos famosos inadaptados sociales; pero nadie me informo que sería pool party y no podia imaginar una manera de verme coherente, pues estaba con una corta falda y una blusa holgada que dejaba al descubierto un hombro, pero debajo de esta no había pechos (mucho menos un sostén) Por debajo de la falda usaba unos cacheteros de encaje rosa semi transparentes que no podían hacer demasiado para ocultar mi pene, ahora flácido… ¡No había manera!



Transcurrió el tiempo entre hacerla de DJ y cervezas hasta que se fue todo el mundo. Apenas quedamos solos y allí mismo junto a la piscina, comenzamos a besarnos. Pasaron pocos minutos cuando se escucho como si hubieran tocado la puerta de la calle, pero como teníamos otros planes no hicimos caso, hasta que una voz grave pronunció el nombre del chico que me tenía en brazos.

En apenas un parpadeo pude notar a un hombre alto, con la cabeza rapada, larga barba canosa, un pecho amplio, y aunque usaba camisa de manga larga, se podia ver que era musculoso, (contrastaba bastante con el cuerpo de su hijo que era delgado) pero con una mirada de perro enojado que me hizo rápidamente apartar los ojos y fingir que estaba recogiendo el desorden que quedó tras la fiesta.

El chico correo torpemente hacia el hombre que descubrí era su padre y que le estaba riñendo a gritos por el desorden de la casa y yo con bastantes nervios esperando que dijera algo sobre mí, cosa que nunca sucedió.

Después de un rato salió de la casa y yo lo único que estaba esperaba era una oportunidad para también irme, pero el joven envalentonado por el alcohol insistió en que me quedara asegurándome que ya no regresaría y diciendo con una sonrisa que había una cama muy amplia en su habitación, pero antes habría que poner un poco de orden a la casa.



Eran aproximadamente las 11 pm, hora en que decidimos dejar por la paz el trabajo y refrescarnos dándonos una ducha; él en un baño del pasillo y yo en el baño de su habitación, limpiándome minuciosamente mi cuerpo por dentro, por fuera, dilatándome para no hacer esperar ese encuentro, pues ya anticipaba que esa noche no íbamos a dormir según lo pactado; pero tras salir mi cara que antes era de lujuria paso a la decepción al encontrar que estaba completamente ebrio durmiendo; aunque trate de reanimarlo no pude hacer mas que balbuceara y volviera quedar profundamente dormido.

Con resignación me quite lo que traía puesto e hice el cambio por el pantalón de pijama muy grande que encontré en uno de sus cajones y volví a poner la blusa que usaba anteriormente.



Después de unos minutos dando vueltas en esa cama amplia y sin una pizca de sueño baje en búsqueda de alguna bebida fría al refrigerador.

Caminaba por la casa a oscuras, guiándome con la poca luz que entraba del patio de la casa y resbalándome con las medias sobre el piso pulido hasta que llegue al refrigerador y al abrirlo la luz que salía de el de dejo deslumbrada.

Estaba agachada sacando una botella de cerveza cuando sentí que unos jeans se apretaban en mi trasero, sintiendo la textura rasposa de la mezclilla en una parte de la piel de mis nalgas que se encontraba descubiertas por la pijama, haciéndome notar una erección, tomándome completamente por sorpresa haciéndome saltar para enseguida voltear rápidamente y encontrarme con la fiera mirada del padre del chico.

No sabía que hacer y solo que me quede ahí, congelada mientras me decía: quieres ser una mujer, pues hoy te vas a convertir en mi perra y acto seguido comenzó a tocarme con esas manos que fácilmente podrían ser del doble de tamaño que una mía, pegando su boca en mi cuello, lamiéndolo y yo inmóvil, sintiendo que si hacia algo se pondría violento. Me quito la cerveza que traía en las manos, giro la tapa y dio un largo trago para luego ponérmela en la boca, sin dar tiempo a que la abriera, vertiendo el liquido helado y mojando mi cuerpo para enseguida continuar lamiéndolo.

Parecía poseído por una lujuria que hace mucho no saciaba y que no estaba dispuesto a perder la oportunidad de hacerlo.



Yo estaba solamente evitando cualquier rose accidental de mi parte y tratando de buscar la oportunidad para subir corriendo a la habitación lo mas rápido posible, pero estaba con la espalda pegada en el refrigerador y el con sus enorme cuerpo evitándome el paso, metiendo sus manos debajo de la blusa y la pijama, tocándome de una forma brusca, subió su mano a mi cuello el cual abarcaba completamente sin ninguna dificultad apretando un poco, instintivamente con mis manos trate de quitar la suya, pero era inútil… y sonriendo deslizo su mano a mi cara, llevándo el pulgar hacia mi boca, moviéndolo suavemente sobre mis labios hasta que por un acto de inercia comencé a chuparlo.



-Así me gusta perra, mientras te portes bien conmigo yo me portare bien contigo…

-…
 
Me tomo por los hombros, me dirigió hacia la barra que estaba en la cocina, me inclinó con fuerza dejándome con el pecho y la cara pegadas sobre la fría barra de metal pulido, para enseguida de un tirón bajar el pantalón, hasta la altura de mis rodillas, agachándose para comenzarme a comerme el culo con una pasión bestial que me hacia estremecer y levantar las nalgas para que pudiera hacer mejor su trabajo.

Mientras estaba agachado lamiéndome el culo terminó de sacar el pantalón de la pijama y entonces se levanto pegando su cuerpo con el mío, mordiendo los lóbulos de mis oídos, mientras murmuraba que me iba a abrir el culo con su verga y me lo iba a llenar de leche. Acto seguido bajo una mano despacio sobre mi piel, luego estuvo pasando un dedo por mi culito que estaba algo dilatado y derrepente doblo un dedo haciendo que entrara haciéndome dar un respingo y con un hilo de voz murmurarle:


-No, detente.

-Claro que te voy a dejar, pero bien ensartada perra. ¡jaja!


Metro completo el dedo y jalaba hacia arriba por dentro de mi culo, como si quisiera levantarme, al mismo tiempo que con una risa maniaca combinada de jadeos salía directamente a mi oído, junto a su aliento cálido; luego comencé a sentir que desabotonaba su pantalón, haciéndome ponerme en alerta y por instinto tratar de escapar en la primera oportunidad que tuve, dejándolo con la verga en las manos y corriendo torpemente por un pasillo, resbalando a las puertas de una habitación y cuando estaba por levantarme sentí que me tomaban por un brazo y decía:


-Así me gusta, un poco de juego previo.


Me jalo hacia dentro empujando las puertas que teníamos enfrente y descubrí lo que parecía ser su cuarto. Me dejo en el piso y comenzó a bajarse el pantalón dejándome ver una verga bastante larga, gruesa, que me hizo sentir un cosquilleo en mi propio pene debido a la exitación que me había provocado tan solo ver ese pedazo de carne tieso. Demasiado grande comparado con el de su hijo y con unas venas gruesas por toda la extensión del rabo que solo mostraba bello en la base . Mientras estaba con la boca abierta (literalmente) embelesada me tomo del cabello jalándome un poco hacia atrás para darme una cachetada, que si bien, no era fuerte me hizo sobresaltarme porque no me la esperaba y entonces tomándose el rabo lo dirigió a mi boca, comenzando a empujarlo atreves de mis labios, haciéndome sentir el sabor dulce que salía de la punta y comenzando a follarme la boca. Era muy brusco, no me sorprendía que estuviera divorciado. Tuve que empujarlo un poco para evitar que me ahogara con su enorme rabo que a duras penas cabía en mi boca. Cuando pude recuperarme me tomo de la mano y le llevo hasta un sillón largo (como los que tienen los psiquiatras pensé y en ese momento recordé que era su profesión) se recostó y entrelazo sus dedos con los míos de la mano izquierda para evitar que escapara, pero pronto le enseñe que nos podríamos entender, porque mientras el estaba acostado y yo de pie, lo empuje un poco para sentarme a un lado de el y comenzar a masajearle la verga, que estaba a un punto de excitación que pulsaba, como una bomba de tiempo a punto de estallar que mientras mas la acariciaba parecía ponerse mas gorda y tiesa; baje mis labios hasta la punta rojiza de su pene y le di un beso, luego comencé a pasarlo sobre mis labios como si fuera un labial, dejando mis labios brillantes debido a toda la lubricación que despedía. Me relamí, fui subiendo la mano que tenía libre por su pecho, me incline y comencé a besarlo, tan pronto como estuve haciendo contacto con su boca el metió su lengua y comencé a chuparla. Trate de separarme, pero parecía que me quería comer, entonces tome su grueso rabo y comencé a jalarlo con rapidez y fuerza; entendió que podía hacerlo terminar muy rápido o por el contrario podríamos extender el momento de placer y me salto.

Volví a bajar hasta su rabo y guiñándole el ojo comencé a darle mordiditas en el glande, para luego chuparlo con fuerza, recorrer toda la extensión y sentir los bordes que eran sus venas en mi labios; lo sacaba para lamer desde la punta hasta los testículos, entonces sentí que me salto la mano que tenía sujeta.

Me puse de pie, luego a la altura de su pecho lo monté, le deje las nalgas cerca del rostro para que comenzara a lamerlo, mientras de que yo me agachaba a seguir chupando su tiesa verga. Lamia con una maestría que no tardo en dejarme el culito listo para intentar comer ese pedazo de carne que tenía entre sus piernas.

Se puso de pie sujetándome mientras me tenía encima de el y me comenzó a chupar la polla, mientras que yo hacia lo mismo con la suya, hasta que me puso sobre el sillón y tomo una botella de aceite para masajes que tenía sobre un tocador comenzando a esparcirlo sobre mi cuerpo, me quito la blusa y comenzó a poner en las partes donde nos había, hasta que me dejo totalmente resbalosa y brillante; luego me pidió que levantara las nalgas y me quede con el pecho sobre el sillón con las nalgas al aire mientras masturbaba su pene poniéndolo entre mis nalgas y luego apretando esas, luego sentir que era la punta la que se movía en el canal de mis nalgas, haciéndome estremecer cada vez que pasaba sobre mi anito, hasta que naturalmente en una de esas pasadas fue succionado por mi culo hambriento, estuvo metiendo y sacando la punta, luego intento ir un poco mas allá, pero mi estrecho culo no lo permitía, por lo que introdujo lo que pudo y comenzó con un mete saca que hacia que en mi frente formaran gruesas gotas de sudor y yo estaba resbalando por sus embestidas y el aceite haciendo contacto con la vinipiel del sillón.

Me dejó en una posición en la que estaba cayendo, cuando saco su polla de mi culo y me levanto en brazos para llevarme hacia la cama, pero en el camino soltó mis piernas y solo quede colgando de su cuello, luego me tomo de las piernas y pude adivinar que intentaba penetrarme mientras me tenia levantada. Me levantaba y bajaba intentando que su pene entrara en mi orificio, pero no lo conseguía, hasta que baje mi mano y lo apunte directo en mi entrada entonces me bajo despacio intentando clavarse mas profundo haciéndome dar pequeños gritos ahogados, entonces volvió a subirme y bajarme rítmicamente provocándome una sensación verdaderamente excitante, pero contrario a estar mas dilatada mi culito se apretaba ante la falta de un objeto de apoyo y no tener mas que confiar en que no me soltara. Gire mi cabeza e intente besarlo, haciendo que nuestras lenguas se encontraran mientras estaba levantada en sus brazos, ensartada en su pene, con el sudor resbalando e intentando meterse en mis ojos y entre jadeos pidiéndole que fuéramos a la cama.

Me llevo hasta la cama y me coloco sobre esta mientras que seguía rociando mi cuerpo con el aceite, y esparciéndolo con sus manos, le pedí que se acostara, en cuanto lo hizo lo monté, me acosté sobre el para darle un largo beso y con una mano iba guiando su verga a mi culo comenzando un bombeo rápido, y me tomaba de ambas muñecas dejándome los brazos en la espalda, sometida a la voluntad de su ritmo. Fue bajando la velocidad y entonces me fui incorporando todavía clavada, montada sobre él, mientras de que intentaba seguir moviéndose y yo manteniéndome quieta, como si estuviera jineteando un caballo salvaje, hasta que se quedo quieto y apoyada de su pecho fui bajando, clavandome en esa parada verga de la cual tenía poco mas de la mitad dentro; cada vez bajando un poco más, entre suspiros y jadeos cada vez consiguiendo que entrara un poco más, hasta que al final el agujero entre mis nalgas estaba lo suficientemente abierto para sentir que había llegado hasta la base y cuando lo conseguí me quede sin moverme, completamente agotada y tan abierta que lo único que podía hacer era estar jadeando como perra en celo, con la boca seca y al mismo tiempo limpiando el sudor de mi frente, hasta que pude reponerme y estaba decidida a ser yo quien ahora impusiera el ritmo. Estuve jineteando sobre esa gruesa verga cada vez mas rápido, moviendo mis caderas hacia atrás, hacia adelante y por momentos haciendo círculos hasta que me tomo de las muñecas y me detuvo.


- ¡Detente, me voy a venir ahora si sigues así! (grito con urgencia)
 
Por un momento quise moverme todavía mas rápido y hacerlo terminar, pero por otro lado quería extender lo máximo el momento de placer, por lo que saque su pene y me recosté a un lado de él, mientras con mis manos tocaba mi propia verga y pasaba mi mano por el pecho, cuello, hasta mi boca, para lamer mis dedos, en un completo extasis, por un momento olvidando que seguía a mi lado, mientras me centraba en mi propio placer. Sentí que me comenzaba a lamer mis tetillas y me pedía que volviera a montarlo, pero esta vez decidí que sería mejor hacerlo mientras le daba la espalda para que viera la manera en que mi culo tragaba su pene por completo. Estuve moviéndome muy poco cuando comencé a sentir que me estaba quitando las medias y acariciaba mis pies desnudos mientras me pedía que siguiera moviedome, pero el cansancio se había apoderado de mí y apenas me movía. Me recosté sobre de él, sintiendo que mi espalda se pegaba a su pecho húmedo tratando de reponerme un poco, cuando jalo mis piernas por las corvas y comenzó a penetrarme como loco, luego me jalo hacia un lado y me dejo boca abajo levantándome las nalgas, separándolas con fuerza para ver mi agujero abierto, pero estaba cansada para seguir en esa posición, me gire de espaldas y moviendo un dedo le indicaba que viniera hacia mí.

Levanto mi piernas, puso uno de mis pies en su boca y el otro descansaba sobre uno de sus hombros lamiéndome y chupandome con voracidad mientras iba clavándose nuevamente, moviéndose a un ritmo bestial que me hizo sujetarme de la sabana, cada vez empujando más con sus fuertes embestidas haciendo que la sabana saliera de su posición, meciéndome fuertemente sobre la acolchonada cama que estaba humedad, hasta que en suspirando separo mis piernas y se clavo todavía mas en mí, a la vez que se inclinaba dejando mi cuerpo completamente cubierto por el suyo, jadeando fuertemente. Mi pene estalló en una eyaculación bastante abundantemente dando apretones sobre el grueso y caliente rabo que tenía dentro, a la vez que él comenzaba a descargar en cálidos torrentes su leche en mi interior, mientras su rabo pulsaba mi culito apretaba rítmicamente para sacarle hasta la ultima gota, mientras lo jalaba de las nalgas para que se clavara mas profundo en mi interior.

Después de que se quedo ahí descargando su leche comenzó a ponerse flácido, luego comenzó a roncarme al oído, entonces me di cuenta de que se había quedado dormido encima mío y entonces vino la pregunta a mi mente: ¿como demonios voy a salir de aquí abajo?
 
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