La conformación de los esquemas maníqueos en los que vivímos nos llevan a generar una profunda reflexión respecto al proceso de discriminación sistemática que se desarrolla en una sociedad que, calladamente; señala, determina, cosifica y termina por estigmatizar a los grupos que se enarbolan distíntos a su mexican way of life.

Y es que no es necesario hacer una sesuda disección de las clases, grupos y movimientos que socialmente nos acompañan en el diario accionar de nuestra vida, ni siquiera se necesita salir a observar su movilidad e idiosincracia; no; todo es cuestión de semántica...
Aunque parezca mentira la semántica que usamos tiene la connotación necesaria para distinguir costumbres íntimas, evidenciar actividades "distintas" a lo formalmente conocido o para señalar conductas peyorativas para los países que rigen su sistema de moral, valores y principios con conceptos religiosos solamente.

Y por desgracia todos apuntan a lo mismo, los grupos que se consideran minoría o vulnerables en la sociología más básica, o recae esta jerga o caló precisamente sobre el sexo femenino y sus conductas sexuales, y que, por desgracia, NO TIENE EQUIVALENTES DENTRO DEL GÉNERO MASCULÍNO, salvo que su preferencia sexual no sea heterosexual...

Por ejemplo...

El término "zorra" es utilizado para evidenciar la promiscuidad de alguna mujer, su vestir provocativo y su facilidad en las relaciones sexuales...
El término "zorro" en un hombre le confiere dotes de astucia y sagacidad, de determinación y paciencia...
El término "golfa" refiere a lo mismo que el primero, promiscuidad, disponibilidad sexual y provocación erótica...
El término" golfo" en un hombre es vago, flojo, haragán, mantenido, vividor; NADA que infiera con su sexualidad....
El término "puta" refiere de igual manera, promíscua, disponible y provocadora...
El término "puto" en el hombre es homosexual o cobarde, ni siquiera ROZA con las conductas promiscuas de un heterosexual.
Para los términos "huila", "ponedora" , "jaladora" , ni siquiera existe el equivalente en el sexo masculíno...

Y no para ahí....

Para los términos que denominan homosexualidad o bisexualidad no existen equivalentes o parámetros que se asocien con la heterosexualidad...
"Morder almohadas", "soplar nucas", "comer arroz con popote", "batear para los dos lados", "ser ambidiestro","tortilleras", "jotos","locas" NO TIENEN NI EL ASOMO de la equivalencia en la heterosexualidad...

Hemos aprendido a distinguir, a separar, a clasificar por conductas sexuales; marcamos una personalidad por el solo hecho de realizar actos íntimos contrarios a lo que algunos consideran "normal"; no existen motes para la heterosexual, salvo que tenga que ver con la promiscuidad femenina, la promiscuidad masculina no tiene adjetivos...

Es vista sin causar análisis....

La sociedad nos iguala por códigos humanos, pero nuestro ejercicio sexual nos señala....