Regimen_22
Becerro
- Desde
- 7 Sep 2009
- Mensajes
- 48
- Tema Autor
- #1
Yo reaccioné e intenté soltarme, pero él metió su lengua en mi boca y mi resistencia se derrumbó, me abrazó fuerte y empezó a besarme con locura mientras me decía -¡Siempre me has gustado, desde que te vi, tu lunar me excita, me vuelve loco! ¡Yo nunca te descuidaría, te trataría como a una reina!- Yo estaba jadeando, no podía hablar, mi respiración era fuerte y él me besaba y me tomaba del rostro y me veía a los ojos como para demostrarme que él era ahora mi dueño. Me dijo -¿Quieres ir a un lugar más privado para que nadie nos moleste y poder platicar mejor?- Solo pude asentir, estaba tan agitada que no podía hablar. Pensé que quizás me quería llevar a un café o algo parecido. Mientras manejaba iba acariciándome las piernas y su mano subía a mis tetas y las estrujaba. Cuando vi a donde me llevaba me alarme ¡Era un hotel!
El se detuvo y le pidió al encargado una habitación, me dio miedo y le dije -Vámonos, tengo miedo, me quiero ir- Pero él me dijo -No tengas miedo, solo vamos a platicar- y yo temblando, sabía que si entraba ya no había marcha atrás. Le dije -¿Solo platicar? ¿Me lo juras?- y él me dijo -Sí, te lo juro, solo haremos lo que quieras- y entramos.
Entramos a la habitación y él se sentó en la cama y me invitó a sentarme. Una vez que me senté me tomo de las manos y empezó a besarme otra vez, pero ahora me metía mano en todas partes, me sobaba las nalgas, me acariciaba mis tetas.
Eso me dio miedo y traté de soltarme y le dije -¡No, esto no está bien, soy casada ¿Qué va a pensar mi marido? ¿Qué pensarás tú de mí?- El me dijo –No lo sabrá, nadie se lo va a decir, así que tranquila y sólo déjate llevar- mientras seguía acariciando todo mi cuerpo.
Me quitó la blusa y me bajó el pants dejándome en tanga y brasiere y empezó a agarrar mi culo y mis tetas, me acariciaba de arriba a abajo, me mordía el cuello, me lamía y besaba mientras al oído me decía -¡Siempre soñé con tenerte así! ¡Siempre quise tenerte así!- Ya no pude más, solo cerré los ojos y me dejaba hacer, él aprovechó para quitarme el brasiere y me lamía los pezones, me los mordía, me hacía gemir, luego me quitó la tanga y me abrazó y al sentir su verga rozar mi rajita me hizo gemir, me metió la lengua en la boca, me abrió las piernas y puso su verga que era grande y gruesa, yo creo de 21 cms aproximadamente, la puso en la entrada de mi concha y me dijo -¿Quieres que te la meta?- yo solo asentí pero el me dijo -Pídemela, ¡Pídemela puta!- le dije -Dámela por favor, ya no aguanto, cógeme, métemela cabrón- y me la metió, lentamente esa verga gruesa, venosa, parecía una barra de hierro caliente, me hizo gritar, luego empezó a bombearme primero lentamente, luego aumentó el ritmo como un perro en celo, me estaba cogiendo en la cama, se puso arriba de mí y me dominaba con su cuerpo atlético, me agarraba el culo y me mordía las tetas y me decía -¿Quien es tu dueño ahora? ¿Quién putita?- Yo gimiendo y gritando le dije -¡Tu papacito, desde que te vi me gustaste por macho, por puto, por mujeriego! ¡Siempre quise saber que se sentía tener tu verga adentro!- y seguía gimiendo y él dándome verga mientras me decía
-¡Ya eres mía, eres mi puta, mi esclava!
-¡Si, soy tuya, toda tuya, soy tu puta, cógeme, culéame, métemela toda cabrón!
-¡Ahora yo soy el chingón, me estoy culeando a la mujer de mi mejor amigo! ¡JA JA JA JA JA!
-¡Ere un perro, un puto! ¡Pero cógeme!
Tuve un orgasmo intenso mientras me cogía, fue un largo tiempo en que me estaba cogiendo, me besaba y manoseaba toda, el me dijo:
-¡Te voy a dar mi leche culera!
-¡Lléname de tu leche, la quiero toda papi!
Y se vino en mi panocha. Cuando terminó empezó a besarme la boca, luego el cuello y las tetas, allí empezó a morderlas y me dijo -¿Te gusta?-le dije que sí, me dijo -¿Tu marido ha sido el único que las ha chupado?- le dije -Sí, está orgulloso de ser el único que las ha chupado- y empezó a morderlas con desesperación, a lengüetearlas. Luego bajó hasta mi panocha y me dijo -¿Tu marido te ha comido la panocha?- le dije -No, es muy asqueroso y no le gusta el sexo oral- el empezó a reír y me dijo -Pues ahora será mía- y empezó a lengüetear mi panocha, metía su lengua como un perro, me lamía y me hacía arquear la espalda, le agarre la cabeza para que la metiera más, me hizo tener otro orgasmo intenso, él iba de mi panocha a mi culo y metía la punta de su lengua en mi ano volviéndome loca. Me tenía en sus manos totalmente.
Luego me levantó y me hizo arrodillarme y me dijo -De seguro nunca se la has chupado- Le dije -No, tu verga será la primera que chupe-Cuando le dije eso me la acercó y yo abrí la boca, empezó a meterla y me estaba follando la boca -Así putita, chúpasela a tu amo, ah, ah- yo estaba como loca, me estaba gustando su sabor, apenas me cabía en la boca así que la lamía desde la base hasta la punta, le chupaba los huevos y todo el tronco lo recorría con mi lengua. El empezó a temblar y me dijo -¿Los quieres en la boca?- le dije -Sí, quiero ver a que saben- y me la metió en la boca, aceleró el ritmo y empezó a temblar y a echarme la leche en tremendas cantidades, casi me ahogo, su semen me chorreo las tetas, me trague lo que pude y lo que se chorreo en mis tetas él me lo untó y me tomó en sus brazos y me acostó.
Se puso arriba de mí, puso mis piernas en sus hombros y su verga en la entrada de mi panocha, pero solo la rozaba torturándome y me dijo -Pídemela cabrona ¡Pídeme que te la meta!- yo le dije casi a gritos -¡Métemela cabrón, métemela hijo de puta! ¡Cógeme, rómpeme la panocha!- y él me la clavó de golpe, me hizo gritar de dolor y placer, empezó a bombearme salvajemente, parecía una bestia, mientras me la metía toda y me bombeaba me metía los dedos en la boca y me decía
-¡Puta, puta, eres una puta caliente y arrecha de verga! ¡Ahora yo soy tu macho y te voy a coger cuando quiera! ¿Oíste? ¡Cuando quiera!
-¡Si, si, si, cuando tú quieras papito, mi rey, mi amor! ¡Cuando tú quieras me puedes coger! ¡Soy toda tuya, tu puta caliente!
Me apretujaba las tetas, me las mordía, me besaba y metía la lengua en la boca, yo estaba gimiendo y gritando, totalmente fuera de mí, entregada a ese hombre que me había seducido. Luego se tiró en la cama y me dijo -Cabálgame- Me monté, pero por ser muy grande su verga me tuve que montar con cuidado, pero él hizo un movimiento y me la clavó de golpe y me hizo gritar, se incorporó en parte quedando sentado y mientras me la metía, con una mano me agarró por el culo y me apretujaba contra él con la otra, luego empezó a clavármela como bestia, en esa postura me entraba toda, me hacía sentir como me llegaba hasta adentro, luego me besó la boca y me la estaba comiendo a besos y las tetas me las mordía como un animal en celo, yo me abracé fuerte a él, a mi macho, a mi dueño.
-Jejejeje, y yo que pensé que sería más difícil cogerte, jejeje, ¿Qué diría el pendejo de tu marido si supiera que su mujercita, su santa mujercita está ahora cogiendo con su mejor amigo? Jajajaja, A mis amigos les dije que te iba a coger un día, hasta apostamos porque dijeron que yo no iba a poder siquiera tocarte, je-.
-¡Desgraciado! ¡Infeliz! ¡Eres un perro!
-Pero te gustó ¿No putita? ¡Te gusta que te coja!
-¡Sí, si me gusta cabrón, pero no le digas a nadie, hazme tuya pero no le digas a nadie!
-No te preocupes, nadie lo sabrá, porque quiero que seas mi amante, yo seré tu sancho, tu amigo con derechos.
-¡Si, sí, mi sancho, mi "amigo con derechos”!
Al decir esto tuve otro orgasmo, y él reía y repetía como era de chingón al cogerse a una casada tan buenota como yo, lo fregón que era al tenerme ensartada y gimiendo de excitación. El empezó a jadear y me dijo
-Te voy a llenar de leche
-Sí, dámela toda culero
-Allí va...
Y me llenó de leche otra vez, quedamos abrazados besándonos, acariciándonos, me miraba a los ojos y me dijo
-¿Te gustó?
-Si- le dije agachando la mirada.
-¿Soy tu amo, tu dueño?
-Si- No lo quería mirar, su mirada me dominaba.
Me tomo del rostro y me hizo mirarlo, me dijo
-Mírame y dime que te gustó.
-Sí, sí, me gustó, eres más macho que mi marido, me gustó tanto que no puedo vivir sin tu verga- Me besó en la boca.
Me llevó a la casa ya de madrugada me dejó en la esquina para que no me vieran los vecinos llegar con él y al despedirnos me volvió a besar metiendo su lengua y me dijo –Te voy a llamar después para repetir la cogida- cuando llegue mi marido ya estaba dormido y ni cuenta se dio de que llegué oliendo a sexo, me acosté y al verlo sentí remordimiento, pero al cerrar los ojos vino a mi mente lo que acababa de ocurrir y me excitaba, al grado de que me volví a masturbar repitiendo su nombre en voz baja
-Miguel, Miguel, Miguel, soy tuya, soy tu hembra...
Nuestra situación económica cambio después ya que a los pocos días mi marido consiguió trabajo en una empresa, ahora Miguel aprovecha cuando mi marido se va a las 5:00 am a trabajar y me coge en mi casa todas las mañanas.
Pero el desgraciado no pudo aguantarse las ganas de presumirles a sus amigos y les platicó como me hizo suya y ellos ahora me amenazan con decirle a mi marido todo si no accedo a ir con ellos al hotel, pero eso es otra historia.
by: Sexy Aracely Si no me conocen no me juzguen
El se detuvo y le pidió al encargado una habitación, me dio miedo y le dije -Vámonos, tengo miedo, me quiero ir- Pero él me dijo -No tengas miedo, solo vamos a platicar- y yo temblando, sabía que si entraba ya no había marcha atrás. Le dije -¿Solo platicar? ¿Me lo juras?- y él me dijo -Sí, te lo juro, solo haremos lo que quieras- y entramos.
Entramos a la habitación y él se sentó en la cama y me invitó a sentarme. Una vez que me senté me tomo de las manos y empezó a besarme otra vez, pero ahora me metía mano en todas partes, me sobaba las nalgas, me acariciaba mis tetas.
Eso me dio miedo y traté de soltarme y le dije -¡No, esto no está bien, soy casada ¿Qué va a pensar mi marido? ¿Qué pensarás tú de mí?- El me dijo –No lo sabrá, nadie se lo va a decir, así que tranquila y sólo déjate llevar- mientras seguía acariciando todo mi cuerpo.
Me quitó la blusa y me bajó el pants dejándome en tanga y brasiere y empezó a agarrar mi culo y mis tetas, me acariciaba de arriba a abajo, me mordía el cuello, me lamía y besaba mientras al oído me decía -¡Siempre soñé con tenerte así! ¡Siempre quise tenerte así!- Ya no pude más, solo cerré los ojos y me dejaba hacer, él aprovechó para quitarme el brasiere y me lamía los pezones, me los mordía, me hacía gemir, luego me quitó la tanga y me abrazó y al sentir su verga rozar mi rajita me hizo gemir, me metió la lengua en la boca, me abrió las piernas y puso su verga que era grande y gruesa, yo creo de 21 cms aproximadamente, la puso en la entrada de mi concha y me dijo -¿Quieres que te la meta?- yo solo asentí pero el me dijo -Pídemela, ¡Pídemela puta!- le dije -Dámela por favor, ya no aguanto, cógeme, métemela cabrón- y me la metió, lentamente esa verga gruesa, venosa, parecía una barra de hierro caliente, me hizo gritar, luego empezó a bombearme primero lentamente, luego aumentó el ritmo como un perro en celo, me estaba cogiendo en la cama, se puso arriba de mí y me dominaba con su cuerpo atlético, me agarraba el culo y me mordía las tetas y me decía -¿Quien es tu dueño ahora? ¿Quién putita?- Yo gimiendo y gritando le dije -¡Tu papacito, desde que te vi me gustaste por macho, por puto, por mujeriego! ¡Siempre quise saber que se sentía tener tu verga adentro!- y seguía gimiendo y él dándome verga mientras me decía
-¡Ya eres mía, eres mi puta, mi esclava!
-¡Si, soy tuya, toda tuya, soy tu puta, cógeme, culéame, métemela toda cabrón!
-¡Ahora yo soy el chingón, me estoy culeando a la mujer de mi mejor amigo! ¡JA JA JA JA JA!
-¡Ere un perro, un puto! ¡Pero cógeme!
Tuve un orgasmo intenso mientras me cogía, fue un largo tiempo en que me estaba cogiendo, me besaba y manoseaba toda, el me dijo:
-¡Te voy a dar mi leche culera!
-¡Lléname de tu leche, la quiero toda papi!
Y se vino en mi panocha. Cuando terminó empezó a besarme la boca, luego el cuello y las tetas, allí empezó a morderlas y me dijo -¿Te gusta?-le dije que sí, me dijo -¿Tu marido ha sido el único que las ha chupado?- le dije -Sí, está orgulloso de ser el único que las ha chupado- y empezó a morderlas con desesperación, a lengüetearlas. Luego bajó hasta mi panocha y me dijo -¿Tu marido te ha comido la panocha?- le dije -No, es muy asqueroso y no le gusta el sexo oral- el empezó a reír y me dijo -Pues ahora será mía- y empezó a lengüetear mi panocha, metía su lengua como un perro, me lamía y me hacía arquear la espalda, le agarre la cabeza para que la metiera más, me hizo tener otro orgasmo intenso, él iba de mi panocha a mi culo y metía la punta de su lengua en mi ano volviéndome loca. Me tenía en sus manos totalmente.
Luego me levantó y me hizo arrodillarme y me dijo -De seguro nunca se la has chupado- Le dije -No, tu verga será la primera que chupe-Cuando le dije eso me la acercó y yo abrí la boca, empezó a meterla y me estaba follando la boca -Así putita, chúpasela a tu amo, ah, ah- yo estaba como loca, me estaba gustando su sabor, apenas me cabía en la boca así que la lamía desde la base hasta la punta, le chupaba los huevos y todo el tronco lo recorría con mi lengua. El empezó a temblar y me dijo -¿Los quieres en la boca?- le dije -Sí, quiero ver a que saben- y me la metió en la boca, aceleró el ritmo y empezó a temblar y a echarme la leche en tremendas cantidades, casi me ahogo, su semen me chorreo las tetas, me trague lo que pude y lo que se chorreo en mis tetas él me lo untó y me tomó en sus brazos y me acostó.
Se puso arriba de mí, puso mis piernas en sus hombros y su verga en la entrada de mi panocha, pero solo la rozaba torturándome y me dijo -Pídemela cabrona ¡Pídeme que te la meta!- yo le dije casi a gritos -¡Métemela cabrón, métemela hijo de puta! ¡Cógeme, rómpeme la panocha!- y él me la clavó de golpe, me hizo gritar de dolor y placer, empezó a bombearme salvajemente, parecía una bestia, mientras me la metía toda y me bombeaba me metía los dedos en la boca y me decía
-¡Puta, puta, eres una puta caliente y arrecha de verga! ¡Ahora yo soy tu macho y te voy a coger cuando quiera! ¿Oíste? ¡Cuando quiera!
-¡Si, si, si, cuando tú quieras papito, mi rey, mi amor! ¡Cuando tú quieras me puedes coger! ¡Soy toda tuya, tu puta caliente!
Me apretujaba las tetas, me las mordía, me besaba y metía la lengua en la boca, yo estaba gimiendo y gritando, totalmente fuera de mí, entregada a ese hombre que me había seducido. Luego se tiró en la cama y me dijo -Cabálgame- Me monté, pero por ser muy grande su verga me tuve que montar con cuidado, pero él hizo un movimiento y me la clavó de golpe y me hizo gritar, se incorporó en parte quedando sentado y mientras me la metía, con una mano me agarró por el culo y me apretujaba contra él con la otra, luego empezó a clavármela como bestia, en esa postura me entraba toda, me hacía sentir como me llegaba hasta adentro, luego me besó la boca y me la estaba comiendo a besos y las tetas me las mordía como un animal en celo, yo me abracé fuerte a él, a mi macho, a mi dueño.
-Jejejeje, y yo que pensé que sería más difícil cogerte, jejeje, ¿Qué diría el pendejo de tu marido si supiera que su mujercita, su santa mujercita está ahora cogiendo con su mejor amigo? Jajajaja, A mis amigos les dije que te iba a coger un día, hasta apostamos porque dijeron que yo no iba a poder siquiera tocarte, je-.
-¡Desgraciado! ¡Infeliz! ¡Eres un perro!
-Pero te gustó ¿No putita? ¡Te gusta que te coja!
-¡Sí, si me gusta cabrón, pero no le digas a nadie, hazme tuya pero no le digas a nadie!
-No te preocupes, nadie lo sabrá, porque quiero que seas mi amante, yo seré tu sancho, tu amigo con derechos.
-¡Si, sí, mi sancho, mi "amigo con derechos”!
Al decir esto tuve otro orgasmo, y él reía y repetía como era de chingón al cogerse a una casada tan buenota como yo, lo fregón que era al tenerme ensartada y gimiendo de excitación. El empezó a jadear y me dijo
-Te voy a llenar de leche
-Sí, dámela toda culero
-Allí va...
Y me llenó de leche otra vez, quedamos abrazados besándonos, acariciándonos, me miraba a los ojos y me dijo
-¿Te gustó?
-Si- le dije agachando la mirada.
-¿Soy tu amo, tu dueño?
-Si- No lo quería mirar, su mirada me dominaba.
Me tomo del rostro y me hizo mirarlo, me dijo
-Mírame y dime que te gustó.
-Sí, sí, me gustó, eres más macho que mi marido, me gustó tanto que no puedo vivir sin tu verga- Me besó en la boca.
Me llevó a la casa ya de madrugada me dejó en la esquina para que no me vieran los vecinos llegar con él y al despedirnos me volvió a besar metiendo su lengua y me dijo –Te voy a llamar después para repetir la cogida- cuando llegue mi marido ya estaba dormido y ni cuenta se dio de que llegué oliendo a sexo, me acosté y al verlo sentí remordimiento, pero al cerrar los ojos vino a mi mente lo que acababa de ocurrir y me excitaba, al grado de que me volví a masturbar repitiendo su nombre en voz baja
-Miguel, Miguel, Miguel, soy tuya, soy tu hembra...
Nuestra situación económica cambio después ya que a los pocos días mi marido consiguió trabajo en una empresa, ahora Miguel aprovecha cuando mi marido se va a las 5:00 am a trabajar y me coge en mi casa todas las mañanas.
Pero el desgraciado no pudo aguantarse las ganas de presumirles a sus amigos y les platicó como me hizo suya y ellos ahora me amenazan con decirle a mi marido todo si no accedo a ir con ellos al hotel, pero eso es otra historia.
by: Sexy Aracely Si no me conocen no me juzguen