El
Sambal es un condimento, una
salsa densa a base de pimientos picantes, con sal y otras especias, utilizada en países como Indonesia, Singapur, Malasia o Sri Lanka. El sambal se incorpora como aderezo de distintos platos, muchos de ellos vegetales, pero también en arroces, carnes, pescados o
legumbres.
El
sambal es un aderezo picante, en la medida que el comensal desee, y que cuenta con distintas variantes, tanto en la utilización de los tipos de pimientos como en las demás especias que se incorporan.
Se pueden utilizar pimientos picantes rojos, verdes o amarillos, y se pueden incorporar
especias u otros ingredientes como el ajo, la cebolla, el tomate, el
tamarindo, pasta o sofritos de gambas o camarones, lima, azúcar, etc.
En
Wikipedia tenéis algunos nombres de las variantes de esta salsa, pero nosotros hoy hemos preparado un sambal que hemos extraído del libro de Sarah Brown
Recetas Vegetarianas del Mundo y es la que os mostramos a continuación. Pero habiendo tantas variantes de este aderezo, iremos probando distintas elaboraciones que os iremos mostrando.
Ingredientes
1 cebolla, 1 diente de ajo, 2 guindillas verdes, 2’5 centímetros de raíz de
jengibre, ½ cucharadita de comino, ½ cucharadita de copos de guindilla seca, 1 cucharadita de cúrcuma molida, 250 mililitros de leche de coco, unas gotas de zumo de limón, 2 cucharadas de aceite (puedes utilizar de girasol) y sal.
Elaboración
Haz una pasta, picando en el mortero o en la picadora, la cebolla, el ajo, las guindillas verdes y el jengibre.
Pon una cazuelita al fuego con el aceite y sofríe la pasta a fuego medio para que se haga bien. Añade después el comino, la cúrcuma y la guindilla seca, unas gotas de zumo de limón al gusto y sal. Sofríe un par de minutos más y riega con la leche de coco.
Mezcla bien para que se integren todos los ingredientes y cuando entre en hervor, retira el cazo del fuego. Prueba el
sambal y rectifica de sal si fuera necesario.
Se puede tomar frío o caliente, según sea el plato al que vaya a acompañar, además, esta
salsa la puedes conservar en el frigorífico e ir utilizándola a medida que la necesites, pero no la alargues demasiado si no haces una conserva adecuada.