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- #1
CAPITULO I
Estábamos en época de exámenes en el colegio; y había una compañera que no se le daba mucho la clase de contabilidad; entonces yo como todo un experto en la materia me ofrecí para ayudarla a repasar a lo que ella aceptó; su nombre era Adriana; ella era de tez morena clara, ojos café claro, pelo castaño, delgada y un poco alta; con buenas piernas y unas nalgas moldeadas por el gimnasio y unas tetas firmes de buen tamaño. A ella no le gustaba usar la falda del colegio por lo que llegaba con un pantalón de tela bien ajustado que la hacia ver bien rica y la blusa del colegio siempre con dos botones sin abrochar que dejaban poco a la imaginación.
Un día antes del examen; a la hora de salida le dije que podíamos aprovechar la tarde para estudiar contabilidad a lo que ella asintió y me dijo que podíamos ir a su casa o a la mía así que le dije que fuéramos a mi casa y ella estuvo de acuerdo; debo decir que por encima del pantalón que siempre pareciera que fuera a reventar no se le notaba la ropa interior lo que hacia que me imaginara que usaba tanga o no usaba nada; al estar en la estación del bus pasaron como tres buses que nos llevaban pero ella me dijo que esos le daban miedo porque siempre van muy rápido que mejor esperáramos otro; luego de pasado unos 15 minutos paso un bus en el que nos subimos e iba algo vació así que nos acomodamos casi en los últimos asientos. Empezamos a hablar de cosas del colegio y de repente siento que empieza a tocarme la pierna a lo que le respondí con un abrazo y después de un tiempo el bus llegó a una estación donde espera unos 30 minutos antes de seguir el viaje, en este punto es donde empieza la verdadera acción.
CAPITULO II
Entonces le pregunto que harías si intento besarte; a lo que ella responde "dejarme", su respuesta me sorprendió; entonces decidido a soltar la siguiente pregunta, para entonces ella no había dejado de sobarme la pierna y yo ya le acariciaba la espalda sintiendo su brassier y mirándola a los ojos le dije "Que harías si te toco aquí; poniendo mi mano sobre muslo; a lo que ella respondió "Puedes mover tu mano a la derecha o izquierda"; lo cual me sorprendió aún mas que su primer respuesta; porque si movía mi mano a la derecha estaría tocando su panocha y a la izquierda su nalga; en este momento nuestras bocas estaban separadas un par de milímetros; los cuales desaparecieron a la velocidad de la luz y nuestros labios chocaron violentamente y nuestras lenguas ponían a prueba su fuerza como dos luchadores al tiempo que se enroscaban una con otra y nuestros labios se perdían dentro de la boca del otro como queriéndonos comer a besos; sin dejar de acariciarle la espalda mientras ella me cambiaba el peinado cada segundo.
Hábilmente pase mi mano a su abdomen llegando hasta donde sentía el borde de su brasier, pero con ganas de quitárselo y acariciarles esas tetas deliciosas; ella por su parte metió su mano por debajo de mi playera tipo polo del colegio como queriendo arrancarla; al tiempo que me dijo "no tienes la mano solo para hacer eso", sin contestarle y siguiendo con esos besos apasionados que empezaban a endurecer mi miembro subí mi mano metiéndosela por debajo del brasier; empece a acariciarle las tetas que como dije son firmes y sus pezones también empezaban a endurecerse;cada vez que los pellizcaba con fuerza ella dejaba escapar un ligero gemido que solo hacia que se me pusiera mas dura la verga.
Cuando descansamos para tomar aire notamos que el bus iniciaba el trayecto de nuevo y ahora ya iba un poco mas lleno así que decidimos calmarnos un poco para no llamar la atención y esperar hasta llegar a mi casa que estaba como a unos treinta minutos; pero no dejamos que se nos bajara el calor con algunos besos igual de apasionados y dando algunas tocadas discretas.
Estábamos en época de exámenes en el colegio; y había una compañera que no se le daba mucho la clase de contabilidad; entonces yo como todo un experto en la materia me ofrecí para ayudarla a repasar a lo que ella aceptó; su nombre era Adriana; ella era de tez morena clara, ojos café claro, pelo castaño, delgada y un poco alta; con buenas piernas y unas nalgas moldeadas por el gimnasio y unas tetas firmes de buen tamaño. A ella no le gustaba usar la falda del colegio por lo que llegaba con un pantalón de tela bien ajustado que la hacia ver bien rica y la blusa del colegio siempre con dos botones sin abrochar que dejaban poco a la imaginación.
Un día antes del examen; a la hora de salida le dije que podíamos aprovechar la tarde para estudiar contabilidad a lo que ella asintió y me dijo que podíamos ir a su casa o a la mía así que le dije que fuéramos a mi casa y ella estuvo de acuerdo; debo decir que por encima del pantalón que siempre pareciera que fuera a reventar no se le notaba la ropa interior lo que hacia que me imaginara que usaba tanga o no usaba nada; al estar en la estación del bus pasaron como tres buses que nos llevaban pero ella me dijo que esos le daban miedo porque siempre van muy rápido que mejor esperáramos otro; luego de pasado unos 15 minutos paso un bus en el que nos subimos e iba algo vació así que nos acomodamos casi en los últimos asientos. Empezamos a hablar de cosas del colegio y de repente siento que empieza a tocarme la pierna a lo que le respondí con un abrazo y después de un tiempo el bus llegó a una estación donde espera unos 30 minutos antes de seguir el viaje, en este punto es donde empieza la verdadera acción.
CAPITULO II
Entonces le pregunto que harías si intento besarte; a lo que ella responde "dejarme", su respuesta me sorprendió; entonces decidido a soltar la siguiente pregunta, para entonces ella no había dejado de sobarme la pierna y yo ya le acariciaba la espalda sintiendo su brassier y mirándola a los ojos le dije "Que harías si te toco aquí; poniendo mi mano sobre muslo; a lo que ella respondió "Puedes mover tu mano a la derecha o izquierda"; lo cual me sorprendió aún mas que su primer respuesta; porque si movía mi mano a la derecha estaría tocando su panocha y a la izquierda su nalga; en este momento nuestras bocas estaban separadas un par de milímetros; los cuales desaparecieron a la velocidad de la luz y nuestros labios chocaron violentamente y nuestras lenguas ponían a prueba su fuerza como dos luchadores al tiempo que se enroscaban una con otra y nuestros labios se perdían dentro de la boca del otro como queriéndonos comer a besos; sin dejar de acariciarle la espalda mientras ella me cambiaba el peinado cada segundo.
Hábilmente pase mi mano a su abdomen llegando hasta donde sentía el borde de su brasier, pero con ganas de quitárselo y acariciarles esas tetas deliciosas; ella por su parte metió su mano por debajo de mi playera tipo polo del colegio como queriendo arrancarla; al tiempo que me dijo "no tienes la mano solo para hacer eso", sin contestarle y siguiendo con esos besos apasionados que empezaban a endurecer mi miembro subí mi mano metiéndosela por debajo del brasier; empece a acariciarle las tetas que como dije son firmes y sus pezones también empezaban a endurecerse;cada vez que los pellizcaba con fuerza ella dejaba escapar un ligero gemido que solo hacia que se me pusiera mas dura la verga.
Cuando descansamos para tomar aire notamos que el bus iniciaba el trayecto de nuevo y ahora ya iba un poco mas lleno así que decidimos calmarnos un poco para no llamar la atención y esperar hasta llegar a mi casa que estaba como a unos treinta minutos; pero no dejamos que se nos bajara el calor con algunos besos igual de apasionados y dando algunas tocadas discretas.
