LORE NENA
Bovino adolescente
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- 2 Jul 2013
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antes de continuar el relato es ficticio y representa mi fantasía...
Recuerdo aquella vez que publiqué un anuncio en un portal de encuentros y búsquedas, lucía un conjunto azul de encaje que resaltaba mis facciones femeninas, ocultando mi sexo y mostrando ese culo que tanto ha deseado ser poseído.
Tan pronto lo subí varios comenzaron a intentar contactarme para hacerme sentir toda una hembra en celo, algunos sólo para admirar y otros para proponerme ese encuentro donde saciáramos nuestras ganas de experimentar.
Recuerdo muy bien a un tipo maduro, muy atento que me propuso encontrarnos en una ciudad intermedia a fin de no levantar sospechas para nadie, yo encantada acepté gustosa, después de todo mi fantasía había sido ser la putita de un hombre mayor a la que se cogiera a su entero antojo.
Aquella ocasión acordamos irnos a un cantabar como dos amigos, debido a que obviamente no iba a ir vestida para la ocasión como toda una nena, el en el fondo ansiaba ya mirarme enfundada en ese baby doll negro y medias que le había mostrado por fotos y yo de probar el sabor de su verga jugosa que por videollamadas me había mostrado anteriormente.
Cuando coincidimos en el bar él me dijo
-hola, mucho gusto soy Arturo
A lo que yo respondí
-mucho gusto Arturo, soy Luis, y con la mirada apenada le dije entendería si no vamos a ningún lado, después de todo, como chico, me miro muy distinto que con lencería femenina.
Arturo comprendió la situación y sin soltar mi brazo murmuró.
-verás que no la vamos a pasar muy bien, tu y yo lo queremos!
Entramos al cantabar y la noche transcurrió de lo más divertido, en el fondo ambos ya deseábamos estar en otro sitio pero nadie se animaba a decirlo, cuando caímos en cuenta ya pasaban las 12:00 am y el lugar comenzaba a inundarse de personas, algunas en ebriedad y algunas parejas que disfrutaban de la música desde las terrazas. De pronto con una palmada en el hombro me dijo.
-vamos a ir a continuar la fiesta?, a lo que yo asentí con firmeza
Como yo traía toda mi ropita en una “mariconera”, le pedí que nos fuéramos en su carro, pero que me dejara ir atrás para irme alistando, a lo que rápidamente accedió pero con la condición de dejarlo mirar mientras me cambiaba de ropa, yo le respondí que si.
Casi a la salida de la ciudad, pasó a una tienda por una botella de vino, sabe que me gusta mucho, más que la cerveza, que aunque esa noche no fuera tomar, quería que la sangre me hirviera para dejarlo hacerme todo lo que tanto me había antojado.
El motel estaba aún un poco retirado por lo que me dio tiempo suficiente para terminar de alistarme, cuando de pronto detuvo el auto en una orilla solitaria y me dijo que me pasara para enfrente, cosa que me extrañó, pero cuál fue mi sorpresa cuando me senté en el lado del copiloto, que miré esa verga expuesta saliendo de su bragueta lista para poner mis labios sobre ella, acto seguido me indicó que si gustaba podía mamársela mientras entrabamos al motel, cosa que me encendió y de inmediato me incliné hacia el…
Cuando entramos el tipo que le dio la habitación escuché que le indicó la habitación disponible y con una risa pícara le dijo, que disfrute su estancia….
Al llegar a la habitación, me pasó como toda un nena que se iba a coger, no se notaba la diferencia entre tenerme ganas por videollamadas y ya estando ahí, me miró de arriba abajo y me dijo al oído.
-esta noche por fin serás mi putita, a lo que le respondí
-y tú esta noche, me darás esa cogida que tanto he deseado y sabes que es lo mejor, que me vas a estrenar…
Cuando le dije ello, noté como su erección fue más dura que la que ya traía en el auto, como si tuviera vida propia intentaba salirse de la bragueta; tomando unos vasos con vino, brindamos por el primer encuentro y nos dejamos llevar por las circunstancias.
Arturo me fue despojando del vestido que traía hasta dejarme solo en lencería notó que el corset que traía puesto resaltaba mis pequeños senos y aumentaba más mis nalgas el liguero y la tanga que usaba, yo le quite la camisa y el pantalón, no sin antes meter mi manto dentro de su bóxer para acariciar ese rico miembro que hace poco había probado con mis labios. Cuando de pronto el deja que se lo quite completamente para quedar completamente desnudo para mí, mostrándome su enorme verga incitándome a lamerle hasta las bolas. Comprendí su mirada de deseo y me hinque para saborear esa ricura, al fin probaba a mi antojo a ese macho que tanto deseaba, me sentía en las nubes cuando mi tomó la cabeza y me la empujaba hasta la garganta, mientras sentía como mi culito palpitaba por sentir ese enorme trozo de carne tan jugoso.
Al poco rato me levantó y nos fuimos a un sillon de posiciones sexuales donde me lamió todo mi culito, sentía como su lengua intentaba dilatarlo para poder recibirlo completamente, cuando me puso en cuatro le dije con suplica que me dejara encajarme solo, pero que antes de mi maleta sacara un lubricante y nos lo untáramos para aminorar el dolor, él encantando y con todo la calentura rápido fue por el y nos embadurnamos de ese rico y fragante aroma, al sentirlo en mi culito solo me relaje y le deje gozarme a placer, sentía como me iba abriendo con su verga, cada centímetro que me dilataba era un dolor tan rico, sentía prácticamente las venas de su verga, cada pliegue, cada embestida que me dejaba caer un centímetro más, el noto mi dolor placentero, a lo que mi dijo al oído.
-ya tienes la mitas adentro, reléjate porque te la quiero dejar ir toda…
Esa palabras retumbaron en mi mente, cuando me acomodo lo mas inclinada posible y sin dejar de calentarme con sus palabras, me atravesó con su vergota, sentí como sus bolas golpearon en mi cuerpo, como mi culito era invadido por esa gran verga, su venas, su calor y su dureza, haciéndome quedar semiinconsciente del dolor placentero, cuando uan vez que la tuve toda adentro, se dedicó a culearme a su antojo hasta venirse dentro mi!
Continuara…
Recuerdo aquella vez que publiqué un anuncio en un portal de encuentros y búsquedas, lucía un conjunto azul de encaje que resaltaba mis facciones femeninas, ocultando mi sexo y mostrando ese culo que tanto ha deseado ser poseído.
Tan pronto lo subí varios comenzaron a intentar contactarme para hacerme sentir toda una hembra en celo, algunos sólo para admirar y otros para proponerme ese encuentro donde saciáramos nuestras ganas de experimentar.
Recuerdo muy bien a un tipo maduro, muy atento que me propuso encontrarnos en una ciudad intermedia a fin de no levantar sospechas para nadie, yo encantada acepté gustosa, después de todo mi fantasía había sido ser la putita de un hombre mayor a la que se cogiera a su entero antojo.
Aquella ocasión acordamos irnos a un cantabar como dos amigos, debido a que obviamente no iba a ir vestida para la ocasión como toda una nena, el en el fondo ansiaba ya mirarme enfundada en ese baby doll negro y medias que le había mostrado por fotos y yo de probar el sabor de su verga jugosa que por videollamadas me había mostrado anteriormente.
Cuando coincidimos en el bar él me dijo
-hola, mucho gusto soy Arturo
A lo que yo respondí
-mucho gusto Arturo, soy Luis, y con la mirada apenada le dije entendería si no vamos a ningún lado, después de todo, como chico, me miro muy distinto que con lencería femenina.
Arturo comprendió la situación y sin soltar mi brazo murmuró.
-verás que no la vamos a pasar muy bien, tu y yo lo queremos!
Entramos al cantabar y la noche transcurrió de lo más divertido, en el fondo ambos ya deseábamos estar en otro sitio pero nadie se animaba a decirlo, cuando caímos en cuenta ya pasaban las 12:00 am y el lugar comenzaba a inundarse de personas, algunas en ebriedad y algunas parejas que disfrutaban de la música desde las terrazas. De pronto con una palmada en el hombro me dijo.
-vamos a ir a continuar la fiesta?, a lo que yo asentí con firmeza
Como yo traía toda mi ropita en una “mariconera”, le pedí que nos fuéramos en su carro, pero que me dejara ir atrás para irme alistando, a lo que rápidamente accedió pero con la condición de dejarlo mirar mientras me cambiaba de ropa, yo le respondí que si.
Casi a la salida de la ciudad, pasó a una tienda por una botella de vino, sabe que me gusta mucho, más que la cerveza, que aunque esa noche no fuera tomar, quería que la sangre me hirviera para dejarlo hacerme todo lo que tanto me había antojado.
El motel estaba aún un poco retirado por lo que me dio tiempo suficiente para terminar de alistarme, cuando de pronto detuvo el auto en una orilla solitaria y me dijo que me pasara para enfrente, cosa que me extrañó, pero cuál fue mi sorpresa cuando me senté en el lado del copiloto, que miré esa verga expuesta saliendo de su bragueta lista para poner mis labios sobre ella, acto seguido me indicó que si gustaba podía mamársela mientras entrabamos al motel, cosa que me encendió y de inmediato me incliné hacia el…
Cuando entramos el tipo que le dio la habitación escuché que le indicó la habitación disponible y con una risa pícara le dijo, que disfrute su estancia….
Al llegar a la habitación, me pasó como toda un nena que se iba a coger, no se notaba la diferencia entre tenerme ganas por videollamadas y ya estando ahí, me miró de arriba abajo y me dijo al oído.
-esta noche por fin serás mi putita, a lo que le respondí
-y tú esta noche, me darás esa cogida que tanto he deseado y sabes que es lo mejor, que me vas a estrenar…
Cuando le dije ello, noté como su erección fue más dura que la que ya traía en el auto, como si tuviera vida propia intentaba salirse de la bragueta; tomando unos vasos con vino, brindamos por el primer encuentro y nos dejamos llevar por las circunstancias.
Arturo me fue despojando del vestido que traía hasta dejarme solo en lencería notó que el corset que traía puesto resaltaba mis pequeños senos y aumentaba más mis nalgas el liguero y la tanga que usaba, yo le quite la camisa y el pantalón, no sin antes meter mi manto dentro de su bóxer para acariciar ese rico miembro que hace poco había probado con mis labios. Cuando de pronto el deja que se lo quite completamente para quedar completamente desnudo para mí, mostrándome su enorme verga incitándome a lamerle hasta las bolas. Comprendí su mirada de deseo y me hinque para saborear esa ricura, al fin probaba a mi antojo a ese macho que tanto deseaba, me sentía en las nubes cuando mi tomó la cabeza y me la empujaba hasta la garganta, mientras sentía como mi culito palpitaba por sentir ese enorme trozo de carne tan jugoso.
Al poco rato me levantó y nos fuimos a un sillon de posiciones sexuales donde me lamió todo mi culito, sentía como su lengua intentaba dilatarlo para poder recibirlo completamente, cuando me puso en cuatro le dije con suplica que me dejara encajarme solo, pero que antes de mi maleta sacara un lubricante y nos lo untáramos para aminorar el dolor, él encantando y con todo la calentura rápido fue por el y nos embadurnamos de ese rico y fragante aroma, al sentirlo en mi culito solo me relaje y le deje gozarme a placer, sentía como me iba abriendo con su verga, cada centímetro que me dilataba era un dolor tan rico, sentía prácticamente las venas de su verga, cada pliegue, cada embestida que me dejaba caer un centímetro más, el noto mi dolor placentero, a lo que mi dijo al oído.
-ya tienes la mitas adentro, reléjate porque te la quiero dejar ir toda…
Esa palabras retumbaron en mi mente, cuando me acomodo lo mas inclinada posible y sin dejar de calentarme con sus palabras, me atravesó con su vergota, sentí como sus bolas golpearon en mi cuerpo, como mi culito era invadido por esa gran verga, su venas, su calor y su dureza, haciéndome quedar semiinconsciente del dolor placentero, cuando uan vez que la tuve toda adentro, se dedicó a culearme a su antojo hasta venirse dentro mi!
Continuara…