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- #1
Se aceptan comentarios. Saludos.
Sus medias negras combinaban perfecto con el café del sillón donde estábamos.
Un café llevó a unas caricias "involuntarias", las caricias a los besos, los besos al sofá...
Es una mujer a la que le gusta llevar el ritmo... Es unos años mayor... Sabe lo que quiere...
Me tumba sobre el mueble mientras me va quitando los zapatos con una mano y con la otra el pantalón.
Intento reaccionar, sólo puedo ayudarla quitándome la camisa.
Se sube encima de mi, empieza a rozar su sexo con el mio. Hace un movimiento circular, hacia arriba y hacia abajo.
Sus labios, húmedos, jugosos, saben lo que hacen... Su lengua lleva el mando.
Siempre había querido estar con ella... Era una de mis fantasias... Esta noche la haría realidad...
La tomé de las nalgas, grandes, suaves, y le ayude a subir y bajar... Una nalgada era obvia.
Me respondió dándome una leve bofetada... Por lo visto le gusta la rudeza...
Le arranqué el blazer, creo que le rompí la blusa que llevaba debajo. Sus pechos, grandes, suaves, blancos, quedaron al descubierto. Sus pezones, redondos, firmes, morenos, me hipnotizaron.
Ella lo notó, "quieres probar ?" me decía mientras me los untaba en la cara.
Yo intentaba atraparla con la lengua. Ella parecía disfrutrarlo... La tome por la espalda y la empujé hacia mi. Me serví hasta saciarme.
Con mis labios apretaba sus aureolas mientras con mi lengua jugaba sus pezones... Una mordida espontanea hacía su aparición. Parecía gustarle... Tenía una expresión de dolor placentero en la cara.
Me toma de las manos, me las lleva hacia arriba. No me deja tocar nada, sólo me deja lamer, lamer y lamer...
Logro safarme, me levanto, le empujo... Ahora es mi turno.
Voy recorriendo su cuerpo, rincón por rincón, con mis labios y mi lengua.
La voy besando por el cuello mientras mis manos la van recorriendo.
Llego hasta su senos, firmes, deliciosos, como montes de venus, y me dispongo a hacerlos míos.
No es necesario morder o arañar, con el movimiento de mi lengua y la humedad de mis labios es mas que suficiente para sentir el jugo de su sexo.
Voy bajando, despacio, con paciencia. Llego hasta su vientre, donde la sensibilidad de la zona me permite sacarle una que otra sonrisa. No se si de placer o de qué.
Me deslizo hasta hasta su entrepierna. Ese olor y sabor característico de cada mujer es excitante, es el verdadero elixir de la vida.
Juego, lamo, absorbo, meto, saco... hago de todo en su sexo rosa.
Ella me toma del cabello, no sabe si apretarme o halarme. Subo sus piernas sobre mis hombros, ella levanta las caderas. Creo que estoy haciendo bien las cosas.
Me hala del cabello "ya no puedo más..." me dice mientras se levanta y me lleva hacia la habitación.
Me tira sobre la cama. Se monta sobre de mí. Intento tomar el control pero no me deja. Toma mi miembro y lo dirige hacia donde ella quiere.
Voy sintiendo sus jugos y su humedad bajar por mis piernas. Termina de sentarse sobre de mi, se inclina levemente hacia atrás.
Intento tomar el ritmo "espera... tranquilo..." me dice mientras menea las caderas. La tomo de las nalgas... Quiero hacerlo... Lo dudo... "No lo dudes" me dice picaramente.
Se intenta acomodar... Aprovecho su descuido... La tomo de los hombros, la giro, queda boca arriba y yo encima de ella... No lo esperaba, lo veo en su cara de asombro...
La tomo de las corvas de las rodillas... Le levanto las piernas hasta quedar a la altura de mis hombros... Yo, erecto y recto, comienzo a menear las caderas de un lado a otro haciendo movimientos circulares...
Creo que le está gustando, sólo se juega el cabello.
Pongo sus piernas sobre mis hombros... Me inclino levemente para tener mejor posición... Con una mano juego sus pechos, con la otra estimulo su sexo... Me chupo los dedos... Qué rico sabe!
Con sus piernas aún sobre mis hombros, me inclino más hacia ella... La voy penetrando suavemente... Mientras más me inclino más profundo entro...
Ella no puede más, baja sus piernas de mis hombros y me abraza con ellas por la cintura. La voy penetrando más y más... Suavemente, con cariño... La leona ha sido domada.
Entro y salgo... De izquierda a derecha... De arriba a abajo...
Me detengo por unos segundos... Siempre he dicho ÉL tiene vida propia... Se lo hago saber... Es un movimiento difícil, pero lo consigo. La quiero impresionar.
Me recuesto sobre de ella, la sigo haciendo mía. Sus labios se encuentran con los míos. Su respiración agitada se pierde con mi aliento...
Con mis labios recorro su cuello, sus pechos... Con mis manos recorro su cintura, sus nalgas.
Ella: Te quiero sentir adentro.
Yo: Segura ? Y si...
Ella: No te preocupes, yo me encargo.
Yo: No puedo hacer eso aquí, pero si...
Ella: ...
Ella: Nunca lo he intentado.
Yo: Siempre hay una primera vez.
Ella: Pero no será esta noche.
Yo: Ni hablar...
Saco mi miembro de su sexo... La estimulo, de arriba abajo... Lo toma con las manos y lo vuelve a meter...
La vuelvo a tomar de las piernas, las separo a placer y voluntad mientras muevo mis caderas suavemente.
Yo: Ya viene.
Ella: Seguro ?
Yo: Bastante.
Ella: Ok. Aquí lo espero...
Me recuesto sobre de ella mientras voy subiendo el ritmo.
Me acerco a su oreja, la muerdo levemente... Creo que le gustó...
Su gemido me impide aguantar...
Lo saco de golpe y lo pongo sobre su vientre... Me toma con su mano, empieza a masturbarme...
Yo: Yaah!
Ella: Dejalo venir.
Me vengo encima de ella... Le lleno el vientre de mi.
Se lo unta por el cuerpo... Lo lame de sus manos... Me hala hacia ella... Me abraza con sus piernas mientras me besa...
Me deja caer, se acomoda junto a mi, me da la espalda... Me toma del brazo, la abrazo... Se acomoda...
Yo: No tenías que ir con tu hermana ?
Ella: Ahorita le aviso que no llego.
Yo: Te vas a quedar ?
Ella: Me estas corriendo ?
Yo: Por mi, quedate el tiempo que quieras...
No recuerdo cuándo fue la última vez que una dama amaneció en mi cama, o yo en la de ella.
Cuando reaccioné y recordé que ella estaba ahí comencé a acariciarla, a besarla, a recorrerla...
Giró frente a mi, me tomó de la cara, sonrió, me besó... "no tienes llenadera" me dijo...
Comenzó a besarme, con sus manos fue recorriendo mi cuerpo hasta llegar a mi miembro... Sintió la rigidez de la mañana... "mmmhh... buenos días..." me dijo...
Se fue deslizando por debajo de las sábanas, besando y lamiendo todo lo que había a su paso.
Llegó a mi miembro, lo miró, como buscando algo, "tienes un lunar en la punta... ahora entiendo..." me dijo...
Yo aún no terminaba de despertar, solo la tomé del cabello y poco a poco fui llevando su boca...
Lamió, chupo, absorbió, mordió, jugó... Hizo lo que quiso... Hacía mucho tiempo que no me daban los buenos días de esa manera...
Sentí su lengua recorrer todo mi sexo, desde la punta hasta la base, pasando por todos y cada uno de los rincones habidos y por haber.
Sus manos acariciaban mi piernas, mi pecho, mi todo...
Se retiró unos instantes para tomar aire... "no pares..." le dije..
Con sus manos comenzó a masturbarme, dando unas lengueteadas ocasionales a la punta de mi verga...
"Que rico sabes por la mañana..." me dijo... "Que rico lo haces en la mañana..." le respondí...
Quiso montarse encima de mí... "Tengo que ir a trabajar..." le dije... "No vayas, yo te pago el día... " me respondió...
Sonó su celular, era su hermana. Le respondía con monosilabos y con frases cortas, su lengua y su boca estaban ocupadas en otra cosa...
Tomé mi celular, ella se dió cuenta de lo que yo quería hacer... Con una leve mordida me dió un rotundo NO.
Ni hablar... Será en otra ocasión...
No sé de qué habló con su hermana, yo estaba perdido en el placer. Tiene una boca maravillosa...
La tomé por el cabello y la empujé hacia mi sexo, hasta abajo... Ella entendió de qué se trataba.
Abrió la boca por completo y apretó con los labios mientras su lengua seguía jugando...
No resistí más... Terminé dentro de su boca... Ella seguía chupando como niña con paleta.
Con su lengua jugaba la punta de mi verga... La besaba, la acariciaba, parecía su juguete... "tienes un rico lunar..." me dijo...
No vi qué hizo con mis jugos... Creo que se los tragó...
"Me tengo que ir..." me dijo... "Ven más seguido a visitar a tus papás..." le dije.
Me sonrió. "Ya veremos..." me dijo mientras se vestía.
Sus medias negras combinaban perfecto con el café del sillón donde estábamos.
Un café llevó a unas caricias "involuntarias", las caricias a los besos, los besos al sofá...
Es una mujer a la que le gusta llevar el ritmo... Es unos años mayor... Sabe lo que quiere...
Me tumba sobre el mueble mientras me va quitando los zapatos con una mano y con la otra el pantalón.
Intento reaccionar, sólo puedo ayudarla quitándome la camisa.
Se sube encima de mi, empieza a rozar su sexo con el mio. Hace un movimiento circular, hacia arriba y hacia abajo.
Sus labios, húmedos, jugosos, saben lo que hacen... Su lengua lleva el mando.
Siempre había querido estar con ella... Era una de mis fantasias... Esta noche la haría realidad...
La tomé de las nalgas, grandes, suaves, y le ayude a subir y bajar... Una nalgada era obvia.
Me respondió dándome una leve bofetada... Por lo visto le gusta la rudeza...
Le arranqué el blazer, creo que le rompí la blusa que llevaba debajo. Sus pechos, grandes, suaves, blancos, quedaron al descubierto. Sus pezones, redondos, firmes, morenos, me hipnotizaron.
Ella lo notó, "quieres probar ?" me decía mientras me los untaba en la cara.
Yo intentaba atraparla con la lengua. Ella parecía disfrutrarlo... La tome por la espalda y la empujé hacia mi. Me serví hasta saciarme.
Con mis labios apretaba sus aureolas mientras con mi lengua jugaba sus pezones... Una mordida espontanea hacía su aparición. Parecía gustarle... Tenía una expresión de dolor placentero en la cara.
Me toma de las manos, me las lleva hacia arriba. No me deja tocar nada, sólo me deja lamer, lamer y lamer...
Logro safarme, me levanto, le empujo... Ahora es mi turno.
Voy recorriendo su cuerpo, rincón por rincón, con mis labios y mi lengua.
La voy besando por el cuello mientras mis manos la van recorriendo.
Llego hasta su senos, firmes, deliciosos, como montes de venus, y me dispongo a hacerlos míos.
No es necesario morder o arañar, con el movimiento de mi lengua y la humedad de mis labios es mas que suficiente para sentir el jugo de su sexo.
Voy bajando, despacio, con paciencia. Llego hasta su vientre, donde la sensibilidad de la zona me permite sacarle una que otra sonrisa. No se si de placer o de qué.
Me deslizo hasta hasta su entrepierna. Ese olor y sabor característico de cada mujer es excitante, es el verdadero elixir de la vida.
Juego, lamo, absorbo, meto, saco... hago de todo en su sexo rosa.
Ella me toma del cabello, no sabe si apretarme o halarme. Subo sus piernas sobre mis hombros, ella levanta las caderas. Creo que estoy haciendo bien las cosas.
Me hala del cabello "ya no puedo más..." me dice mientras se levanta y me lleva hacia la habitación.
Me tira sobre la cama. Se monta sobre de mí. Intento tomar el control pero no me deja. Toma mi miembro y lo dirige hacia donde ella quiere.
Voy sintiendo sus jugos y su humedad bajar por mis piernas. Termina de sentarse sobre de mi, se inclina levemente hacia atrás.
Intento tomar el ritmo "espera... tranquilo..." me dice mientras menea las caderas. La tomo de las nalgas... Quiero hacerlo... Lo dudo... "No lo dudes" me dice picaramente.
Se intenta acomodar... Aprovecho su descuido... La tomo de los hombros, la giro, queda boca arriba y yo encima de ella... No lo esperaba, lo veo en su cara de asombro...
La tomo de las corvas de las rodillas... Le levanto las piernas hasta quedar a la altura de mis hombros... Yo, erecto y recto, comienzo a menear las caderas de un lado a otro haciendo movimientos circulares...
Creo que le está gustando, sólo se juega el cabello.
Pongo sus piernas sobre mis hombros... Me inclino levemente para tener mejor posición... Con una mano juego sus pechos, con la otra estimulo su sexo... Me chupo los dedos... Qué rico sabe!
Con sus piernas aún sobre mis hombros, me inclino más hacia ella... La voy penetrando suavemente... Mientras más me inclino más profundo entro...
Ella no puede más, baja sus piernas de mis hombros y me abraza con ellas por la cintura. La voy penetrando más y más... Suavemente, con cariño... La leona ha sido domada.
Entro y salgo... De izquierda a derecha... De arriba a abajo...
Me detengo por unos segundos... Siempre he dicho ÉL tiene vida propia... Se lo hago saber... Es un movimiento difícil, pero lo consigo. La quiero impresionar.
Me recuesto sobre de ella, la sigo haciendo mía. Sus labios se encuentran con los míos. Su respiración agitada se pierde con mi aliento...
Con mis labios recorro su cuello, sus pechos... Con mis manos recorro su cintura, sus nalgas.
Ella: Te quiero sentir adentro.
Yo: Segura ? Y si...
Ella: No te preocupes, yo me encargo.
Yo: No puedo hacer eso aquí, pero si...
Ella: ...
Ella: Nunca lo he intentado.
Yo: Siempre hay una primera vez.
Ella: Pero no será esta noche.
Yo: Ni hablar...
Saco mi miembro de su sexo... La estimulo, de arriba abajo... Lo toma con las manos y lo vuelve a meter...
La vuelvo a tomar de las piernas, las separo a placer y voluntad mientras muevo mis caderas suavemente.
Yo: Ya viene.
Ella: Seguro ?
Yo: Bastante.
Ella: Ok. Aquí lo espero...
Me recuesto sobre de ella mientras voy subiendo el ritmo.
Me acerco a su oreja, la muerdo levemente... Creo que le gustó...
Su gemido me impide aguantar...
Lo saco de golpe y lo pongo sobre su vientre... Me toma con su mano, empieza a masturbarme...
Yo: Yaah!
Ella: Dejalo venir.
Me vengo encima de ella... Le lleno el vientre de mi.
Se lo unta por el cuerpo... Lo lame de sus manos... Me hala hacia ella... Me abraza con sus piernas mientras me besa...
Me deja caer, se acomoda junto a mi, me da la espalda... Me toma del brazo, la abrazo... Se acomoda...
Yo: No tenías que ir con tu hermana ?
Ella: Ahorita le aviso que no llego.
Yo: Te vas a quedar ?
Ella: Me estas corriendo ?
Yo: Por mi, quedate el tiempo que quieras...
No recuerdo cuándo fue la última vez que una dama amaneció en mi cama, o yo en la de ella.
Cuando reaccioné y recordé que ella estaba ahí comencé a acariciarla, a besarla, a recorrerla...
Giró frente a mi, me tomó de la cara, sonrió, me besó... "no tienes llenadera" me dijo...
Comenzó a besarme, con sus manos fue recorriendo mi cuerpo hasta llegar a mi miembro... Sintió la rigidez de la mañana... "mmmhh... buenos días..." me dijo...
Se fue deslizando por debajo de las sábanas, besando y lamiendo todo lo que había a su paso.
Llegó a mi miembro, lo miró, como buscando algo, "tienes un lunar en la punta... ahora entiendo..." me dijo...
Yo aún no terminaba de despertar, solo la tomé del cabello y poco a poco fui llevando su boca...
Lamió, chupo, absorbió, mordió, jugó... Hizo lo que quiso... Hacía mucho tiempo que no me daban los buenos días de esa manera...
Sentí su lengua recorrer todo mi sexo, desde la punta hasta la base, pasando por todos y cada uno de los rincones habidos y por haber.
Sus manos acariciaban mi piernas, mi pecho, mi todo...
Se retiró unos instantes para tomar aire... "no pares..." le dije..
Con sus manos comenzó a masturbarme, dando unas lengueteadas ocasionales a la punta de mi verga...
"Que rico sabes por la mañana..." me dijo... "Que rico lo haces en la mañana..." le respondí...
Quiso montarse encima de mí... "Tengo que ir a trabajar..." le dije... "No vayas, yo te pago el día... " me respondió...
Sonó su celular, era su hermana. Le respondía con monosilabos y con frases cortas, su lengua y su boca estaban ocupadas en otra cosa...
Tomé mi celular, ella se dió cuenta de lo que yo quería hacer... Con una leve mordida me dió un rotundo NO.
Ni hablar... Será en otra ocasión...
No sé de qué habló con su hermana, yo estaba perdido en el placer. Tiene una boca maravillosa...
La tomé por el cabello y la empujé hacia mi sexo, hasta abajo... Ella entendió de qué se trataba.
Abrió la boca por completo y apretó con los labios mientras su lengua seguía jugando...
No resistí más... Terminé dentro de su boca... Ella seguía chupando como niña con paleta.
Con su lengua jugaba la punta de mi verga... La besaba, la acariciaba, parecía su juguete... "tienes un rico lunar..." me dijo...
No vi qué hizo con mis jugos... Creo que se los tragó...
"Me tengo que ir..." me dijo... "Ven más seguido a visitar a tus papás..." le dije.
Me sonrió. "Ya veremos..." me dijo mientras se vestía.