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¿Quién es Ricardo Anaya?

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Ivonne Acuña Murillo
14/12/2017


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EDGARD GARRIDO / REUTERS
¿Realmente ha subido por sí mismo o se le ha dejado pasar pensando en que si Meade no logra rebasar a AMLO, lo haga él?



Meteórica ha sido la carrera de Ricardo Anaya quien, en 17 años, pasó de diputado local por el PAN en el Distrito XIV de Querétaro —en el año 2000, cuando contaba con 21 años— a virtual candidato a la presidencia de la República en 2017.

A sus 38 años ha logrado posicionarse como un contendiente con posibilidades reales para competir en las elecciones de 2018. Su protagonismo, manejo mediático, inteligencia, preparación y capacidad discursiva lo han llevado a ocupar un importante papel al interior de la actual clase política.

Igualmente su capacidad para concertar, de hacer a un lado a quien le sirvió para escalar puestos a gran velocidad, de resistencia a los embates y presiones de sus enemigos, su visión y capacidad de convencimiento para hacer acuerdos calificados de 'antinatura', como su alianza con lo que queda del PRD le han valido para llegar a donde está.

Anaya hábilmente utilizó la estructura del PAN, incluyendo una importante cantidad de spots, para lograr notoriedad mediática.

Aunque sus adversarios políticos han tratado de minimizar sus logros —como el hecho de que, por primera vez, el PAN gobierne en 11 estados— estos son innegables.

Pero sus logros no paran ahí. Este joven político ha conseguido deshacerse de aquellas personas que podrían obstaculizar su camino a la presidencia. Primero, hizo a un lado a Gustavo Madero, quien tuvo a bien apoyarlo en su ascenso al interior del PAN, y a quien sustituyó después de contender por la presidencia de este instituto político, en 2015, dejando en el camino a Javier Corral, actual gobernador de Chihuahua.

En segundo lugar, dejó en el camino a Margarita Zavala y a Rafael Moreno Valle, quienes lo presionaron una y otra vez, sin lograr que este se definiera y abandonara la presidencia del PAN para competir por la candidatura del partido, o que se quedara al frente de este. El punto aquí es que hábilmente utilizó la estructura del PAN, incluyendo una importante cantidad de spots, para lograr notoriedad mediática.

En tercer lugar, hizo a un lado al grupo calderonista, con Felipe Calderón a la cabeza, sin importar que este lo nombrara subsecretario de Planeación Turística de la Secretaría de Turismo del Gobierno Federal, en 2011. Y sin que le hiciera mucha mella la campaña orquestada en su contra por los mismos calderonistas y contando con los espacios de algunos medios de comunicación de importancia nacional.

En cuarto lugar, dejó en el camino a Miguel Ángel Mancera, quien ha tenido que conformarse con seguir gobernando la Ciudad de México al quedar fuera de la elección. Con la venia del PRD, será el PAN quien designe al candidato del Frente a la presidencia de la República. Por supuesto, a cambio de la candidatura de la Ciudad de México y de otras posiciones a nivel local.

Le queda por vencer a José Antonio Meade, a quien ha situado como la continuidad del proyecto priista, y a Andrés Manual López Obrador, de quien dice representa al pasado. Monumental hazaña que con seguridad representará más esfuerzo que lo hecho hasta ahora.

Hasta aquí no hay más que descripción y reconocimiento de algunas de las características y logros de Anaya. Pero el análisis no puede quedarse ahí cuando se habla de un personaje que ha irrumpido con fuerza en la vida pública, por lo que se hace necesario plantearse algunas dudas:
  1. ¿A qué intereses o grupo sirve realmente Anaya? ¿Es posible que ascienda en la política mexicana sirviéndose solo a sí mismo y sin contar con el apoyo de las élites políticas y económicas? ¿Está en su proyecto afectar los intereses de esas élites?
  2. ¿Cuál es su verdadera postura en torno a la intervención estatal en la distribución de la riqueza y la minimización de los efectos negativos del mercado sobre una población empobrecida con pocas posibilidades de ascender socialmente?
  3. ¿Qué piensa en torno a la presidencia de la República y sus poderes, constitucionales y meta-constitucionales y los abusos que desde ahí se pueden cometer?
  4. Si ha conseguido de manera autoritaria la candidatura de su partido, ¿cómo su visión de gobernar escapará a dicho autoritarismo?
  5. ¿Qué se puede esperar de su calidad ética cuando no le importa traicionar a quien sea con tal de avanzar y lograr sus objetivos?
  6. ¿Qué tan conservador es en relación con temas como el aborto, los matrimonios igualitarios, la diversidad sexual?
  7. ¿Realmente ha subido por sí mismo o se le ha dejado pasar pensando en que si Meade no logra rebasar a AMLO, lo haga él?
  8. Si genuinamente se ha convertido en una enorme piedra en el zapato de los calderonistas y los priistas aliados con este grupo, ¿lo dejarán llegar a la presidencia?
  9. ¿Quién es realmente Ricardo Anaya? ¿Forma parte del urgente relevo generacional que reclama la ciudadanía en México, dado el desgaste de los actuales políticos y sus partidos?
  10. De ser así, ¿surgirán en los próximos años más Anayas?
Estas preguntas serán respondidas con el paso de los años.

*Este contenido representa la opinión del autor y no necesariamente la de HuffPost México.


Fuente


Y sí, Gandaya utilizó la misma estrategia que el Mesías para posicionarse. Sólo que el Peje le lleva... ¡12 años de ventaja!

Las 10 preguntas finales son... para reflexionar.
 
Pues Mancera no llevaba mucho triunfo si fuera candidato: tiene toda sus pillerías que hizo en su CDMX rosita.
Margarita solita se tropieza, Cordero no tiene caracter y se le recordará por el de "con 6000 la haces".
Quedaba Anaya, un candidote que probablemente conectara con los millenials y la enorme mayoría de los jóvenes electores que fácilmente son influenciados. Si la mayoría de la población electoral oscilara entre 35 para arriba; seguramente este cerillo estuviera más abajo que el Meado.
 
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