MDSjogren
Bovino adicto
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- 24 Abr 2010
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- #1
Hola
En verdad no es que yo me encuéntre tan dolido, o desesperado. Sólo que a veces me avergüenzo un poco de mí mismo por seguir pensando en una chava que estuvo con migo sólo un par de meses... ¡Hace más de un año! Y bueno, más que ayuda o consejo, busco una forma de "desahogo" para terminar de asimilar lo poco que quedó en mí después de tanto tiempo.
Admito que cuando terminó todo estaba triste, pero después, analizando todo, me di cuenta de lo obvio: me consiguió sólo para el 14 de febrero, y no sé cómo lo hizo pero yo caí perdidamente enamorado cuando me besó al despedirnos... ¡El primer día que nos conocimos! De verdad que recuerdo todo, me siento tan débil por haberme clavado tan fácilmente. Como si yo estuviera desesperado cuando en realidad ni pensaba en cuestiones amorosas por aquellos días. Algo hizo, algo tenía... que me encantó.
En enero del 2012 (Comprendan lo clavado que estuve: recuerdo la fecha exacta, 28 de Enero del 2012) tenía planes de ir al cine con amigos en vez de asistir a clases. El cine lo abrirían hasta las 10:00 am y mientras no quedaba más que pasear por el centro comercial entre los locales cerrados. Y yo, con mi exgeradamente bajo nivel de presentimiento, ni me percaté de que dos chavas un par de años menores, nos seguían. Oí y noté que mis amigos cuchicheaban sobre eso, pero yo estaba divagando en mis cosas, distrado y viendo vitrinas aún con las luces apagadas.
Entonces decidimos desayunar en el área de comida con apenas un par de restaurantes abiertos. Yo compré una galleta grande y las chavas se acercaron a hablar con mis amigos, y ellos me señalaron. Claro, que podían señalarme a mí, o a el amigo que estaba a un lado mío... pero después supe que era a mí y creo que me sonrojé. Me senté, ellas se intentaban integrar a nuestro grupo, todos nosotros estabamos sacados de onda. No diré que somos los mejores iniciando pláticas o así. (haha)
Después me enteré de que a todos ellos no les agradaron esas chicas. Según decían, seguían siendo niñas, ni siquiera lindas.
Me pareció descortés que pensaran así, yo aún no reparaba en si eran lindas o no pero me sorprendió que ellos quisieran irse a otro centro comercial sólo por que "se nos habían pegado". Qué putos se vieron.
Entonces, salió el aprovechado (a quien llamaremos Lalo), que empezó a hacer plática con una de las chicas y total que terminaron en el cine no a viendo la película. Yo reprové lo que hizo después, porque descaradamente le dijo que fue diversión de un sólo día y no quería volver a verla, pero eso ya es otra historia de mucho después.
Lalo, ya acompañado de "su chava temporal" me acercó a la seguna chica, visiblemente menor que la otra y 2 años menos que yo. De aspecto distraido, cabello quebrado alborotado castaño, y lentes de armazón rosa que reflejaba un ligero tono rojito en sus mejillas. Muy delgada y de voz dulce: Toda ella era una ternura. Nos acercaron, él y su pareja de fueron al cine, y a mis demás amigos no los volvía ver en todo el día. Yo me quedé con aquella chica linda en la cadena de videojuegos y entretenimiento "Recorcholis".
No sé por cuanto tiempo platicamos, compramos palomitas, jugamos de todo lo que ahí había, reimos y tocamos por fuera nuestras vidas. Ella reía tiernamente casi de todo lo que yo hacía o decía. Descubrimos gustos similares por la música y artes. Y familias pequeñas parecidas hasta cierto punto.
-Y tocas algún instrumento? -le pregunté siempre tímido.
-Amm, si yo estudio... -"Qué diga piano que diga piano!" pensé- Piano.
-De verdad? Wow! me encanta el piano, igual lo toco, pero nunca he estudiado. Deberás enseñarme pronto
-Claro! :3 ...
No soy tan ingenuo, supe todo el tiempo que ella quería besarme. Incluso lo insinuaba y yo haciendo todo por evitarlo. No porque no quisiera... sólo me sentía tan aturdido que no pensaba ni lo que decía.
-Quiero hacer algo, pero no sé si tú quieras, y puede que te enojes. -Me decía.
-Qué es? -Haa, como si no lo supiera.
-No sé cómo decirlo.
-Ah.
[...]
Ya era tarde, la amiga y mi amigo nos estaban buscando por todo el centro comercial: debían irse. Y las acompañamos a tomar el Metrobus. Me sorprendió que todo el camino no me quedara sin tema de conversación... tal vez fue mi forma involuntaria de evitar el tema "me gustas".
Mi amigo pagó la entrada de ambas a la estación porque yo no uso ese medio de trasporte, por ende, no tengo la tarjeta requerida.
Y ahí, ellas de un lado de los torniquetes y nosotros de el otro... Se terminaba el día, ¿La volvería a ver? Intercambiamos numeros telefónicos y facebooks antes, mínimo volveríamos a hablar... a menos que la hubiera aburrido. Ese pensamiento me deprimió.
Ellos se besaron. Y la chica con la que estuve todo el día y yo nos despedimos. Intenté besarla en la mejilla: me parecía lo más adecuado, aunque yo muriera por un beso de sus labios, pero giró y me besó tan tiernamente, tal y cómo lo deseé todo el día y no me atreví. Sentí sus suavidad cómo la imaginé todo el día, sin poder probarla. Ella no podía darme más indicios de que deseaba lo mismo, y sin hembargo yo, simplemene, no podía. Pero ese final fue donde realmente todo se consolidó. Si el amor a primera vista la invadió, no se cruzó de brazos y consiguió lo que quería. Y si yo sentía hasta entonces tierno cariño y suave amor casi de hermano, fue con ese beso que caí enamorado como nunca antes.
Era como si, de hecho, jamás hubiera estado realmente enamorado. Recordé las primeras bellas iluciones de la infancia, de la primaria: cartas de amor en hojas de cuaderno con dibujitos y muchas faltas de ortografía que no restaban belleza al escrito, las cajas de zapatos donde se guardaban todos los pequeños regalos que se enviaban, pasar frente a la casa del otro y no dejar de mirar su ventana... Todo eso parecía revivir ahora. Y desde entonces, y hasta pasados meses de la separación, no hubo una sola noche en la que no cerrara los ojos pensando en ella y los abriera al día siguiente de la misma manera.
--------------------
La historia se complicará si no nombro a quien motivó todas mis alegrias y tristezas de quellos tiempos. No me siento seguro de mencionar su verdadero nombre, sin embargo no encuentro otro que la envuelva ternura y cariño como el suyo. Hablaré de ella como Danni.
-Cuando te veré de nuevo? -Me dijo en el chat semanas después.
-Cuando quieras, yo puedo siempre. Tu dime. Igual quiero verte.
-:3 el 14. Ojalá fuera ya hoy mismo. Te extraño. -Solía decirme frases que me conmovían de maneras tan fantásticas...
-Qué tierno, el 14 :3 A donde quieres ir?
-A donde sea con tígo.
-En Plaza Parque Lindavista?
-Sí!, qué más lindo que el lugar donde te conocí.
En su perfil se leía
Todo ese día fue perfecto. Charlamos, nos reíamos de la gente rara. Descubrí sus colores favoritos, y ella olía mi cabello una y otra vez. Algo que dudo olvidar alguna vez es cómo en una hoja rayó sin sentido lineas curvas continuas. Después lo miró por varios lados hasta que dijo lo que veía: Un viejito. ¡Un viejito! Cómo podía haber ahí la forma de un viejo? Me mostró, era verdad! Y mientras remarcaba los contornos, yo no podía dejar de mirarla, y se sonrojaba.
Caminábamos, hablábamos. Ella cantaba, yo la miraba. Y esos besos que me hacía caer y rendirme a ella. No había secretos, no los podía haber con su forma de ser que me aspiraba tanta confianza. Yo era otro: alguien feliz, sin miedos y dispuesto a darle todo para verla sonreír.
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Y me dijo que sí. Pero saben? no sentí ya nunca que así fuera. Poco a poco se volvía más cortante en el chat, y cuando nos veíamos, no era lo mismo. Los días me encantaban si la veía, pero se debe admitir que su actitud me sacaba de onda. Parecía que iba en días de mala suerte y molestos. Pero las lindas palabras de su parte no faltaban. ¿Seguían siendo reales? ¿Lo habían sido alguna vez? yo también comenzaba a alejarme. Siempre quería verla, y siempre que la veía había silencios y se sentían vacíos. Discutimos, y en más de una ocasión me dijo que si quería, podíamos terminar todo. Me decía que no sentía que yo quisiera seguir con ella. Y por supuesto, yo me negaba a dejarla. ¿Cómo? Si la amaba tanto.
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La última vez que quedamos en vernos, mencionó que llevaría a su a miga. A la chava que estuvo con Lalo el primer día. Y mencionó que yo le parecía lindo a su amiga, así que debía prometerle a Danni que no me alejaría en todo el día de ella. Que así ella "me cuidaría". Demonios, es tan tierna. Bien, yo no tenía problema con esa condición.
Mientras los tres caminábamos, Danni se ponía entre su amiga y yo, se notaba su disgusto cuando su amiga hablaba y yo por inercia la miraba. Encontramos unos juegos infantiles y no nos importó nuestra edad, nos subimos a correr y jugar en los toboganes, resbaladillas y túneles. Entonces algo mencionó su amiga y yo contesté su pregunta. Danni se enojó. Y se alejó. Su excusa era: Ya, te dejo para que seas feliz con mi amiga.
No pude evitar pensar en la exageración de su comportamiento, pero bien, no soportaba verla triste así que ahora literalmente no me alejé de ella. Y le hablaba, intentaba hacer que riera. Al final logré una sonriza, embellecida con los reflejos rojos del armazón de sus lentes sobre sus mejillas.
Esa tarde en el chat volvió a mencionar el tema... -Me prometiste que no te separarías de mí. Tal vez es mejor que me aleje para que seas feliz con mi amiga.- Yo no sé de donde sacaba esos pensamientos, y después de intentar explicarle que yo ni en cuenta con su amiga, volvió a decir lo que más me atormentaba:
-Te amo, y quiero estar con tigo, pero si quieres, mejor ya dejamos todo así.- Comenzó.
-Me haces pensar que quieres que te deje en paz.- Seguí.
-Yo quiero que seas feliz.- Continuó.
-Tú me haces feliz, pero no te preocupes, ya entendí, y soy yo el que quiero verte feliz. Me haces pensar que te artaste de mí desde hace tiempo.- Insinué.
-No, yo te amo.- Se me partió el corazón.
-Pero no crees que yo te ame.- Dije.
-No lo sé.- Respondió.
-Bueno, si dudamos de eso supongo que ya no se puede hacer nada. Te amo y piensas que no es así. Me amas y pienso que no es así. Qué tonto, ¿no? Te voy a extrañar muchísimo Danni.
-Esta bién amm... adios te amo.
-Yo también te amo, pero ahora parece que lo decimos sólo por decirlo. Con migo no es así. Ya no importa. Adios.
Lo diré. Lloré. Posiblemente jamás lloré antes por una chica, o no lo recuerdo. Durante meses enteros no podía dejar de pensarla. Veía sus fotos, los comentarios que me publicó, lo que respondía a los míos. Me quedé con sus regalos incapáz de hacerles algo. Pero tampoco me atrevía a mirarlos. Y poco a poco su recuerdo se fue difuminando no sin dejar pasar antes un gran periodo de tiempo. Jamás sabré qué es lo que en verdad pasaba por su mente. Si el encanto se terminó después de la vista del 14 de febrero, si en realidad fui yo con mi progresiva inseguridad quien arruinó las cosas. Todo eso dejó de importar, me me quedé solamente con el hermoso recuerdo de ella esparciendo pan para los patos en el lago del Parque Tezozomoc... de ella hablando sobre lo mucho que le gustaba asistir a su escuela de música... sobre todas las cosas lindas que me dijo...
Lo extraño es que aún, después de más de un año, fugazmente vuelve su figura a mi mente. Su cabello castaño alborotado, y sus mejillas con el reflejo rojo de sus lentes. Ella era, tan tierna, tan linda... ¿Será que la extraño?
En verdad no es que yo me encuéntre tan dolido, o desesperado. Sólo que a veces me avergüenzo un poco de mí mismo por seguir pensando en una chava que estuvo con migo sólo un par de meses... ¡Hace más de un año! Y bueno, más que ayuda o consejo, busco una forma de "desahogo" para terminar de asimilar lo poco que quedó en mí después de tanto tiempo.
Admito que cuando terminó todo estaba triste, pero después, analizando todo, me di cuenta de lo obvio: me consiguió sólo para el 14 de febrero, y no sé cómo lo hizo pero yo caí perdidamente enamorado cuando me besó al despedirnos... ¡El primer día que nos conocimos! De verdad que recuerdo todo, me siento tan débil por haberme clavado tan fácilmente. Como si yo estuviera desesperado cuando en realidad ni pensaba en cuestiones amorosas por aquellos días. Algo hizo, algo tenía... que me encantó.
En enero del 2012 (Comprendan lo clavado que estuve: recuerdo la fecha exacta, 28 de Enero del 2012) tenía planes de ir al cine con amigos en vez de asistir a clases. El cine lo abrirían hasta las 10:00 am y mientras no quedaba más que pasear por el centro comercial entre los locales cerrados. Y yo, con mi exgeradamente bajo nivel de presentimiento, ni me percaté de que dos chavas un par de años menores, nos seguían. Oí y noté que mis amigos cuchicheaban sobre eso, pero yo estaba divagando en mis cosas, distrado y viendo vitrinas aún con las luces apagadas.
Entonces decidimos desayunar en el área de comida con apenas un par de restaurantes abiertos. Yo compré una galleta grande y las chavas se acercaron a hablar con mis amigos, y ellos me señalaron. Claro, que podían señalarme a mí, o a el amigo que estaba a un lado mío... pero después supe que era a mí y creo que me sonrojé. Me senté, ellas se intentaban integrar a nuestro grupo, todos nosotros estabamos sacados de onda. No diré que somos los mejores iniciando pláticas o así. (haha)
Después me enteré de que a todos ellos no les agradaron esas chicas. Según decían, seguían siendo niñas, ni siquiera lindas.
Me pareció descortés que pensaran así, yo aún no reparaba en si eran lindas o no pero me sorprendió que ellos quisieran irse a otro centro comercial sólo por que "se nos habían pegado". Qué putos se vieron.
Entonces, salió el aprovechado (a quien llamaremos Lalo), que empezó a hacer plática con una de las chicas y total que terminaron en el cine no a viendo la película. Yo reprové lo que hizo después, porque descaradamente le dijo que fue diversión de un sólo día y no quería volver a verla, pero eso ya es otra historia de mucho después.
Lalo, ya acompañado de "su chava temporal" me acercó a la seguna chica, visiblemente menor que la otra y 2 años menos que yo. De aspecto distraido, cabello quebrado alborotado castaño, y lentes de armazón rosa que reflejaba un ligero tono rojito en sus mejillas. Muy delgada y de voz dulce: Toda ella era una ternura. Nos acercaron, él y su pareja de fueron al cine, y a mis demás amigos no los volvía ver en todo el día. Yo me quedé con aquella chica linda en la cadena de videojuegos y entretenimiento "Recorcholis".
No sé por cuanto tiempo platicamos, compramos palomitas, jugamos de todo lo que ahí había, reimos y tocamos por fuera nuestras vidas. Ella reía tiernamente casi de todo lo que yo hacía o decía. Descubrimos gustos similares por la música y artes. Y familias pequeñas parecidas hasta cierto punto.
-Y tocas algún instrumento? -le pregunté siempre tímido.
-Amm, si yo estudio... -"Qué diga piano que diga piano!" pensé- Piano.
-De verdad? Wow! me encanta el piano, igual lo toco, pero nunca he estudiado. Deberás enseñarme pronto
-Claro! :3 ...
No soy tan ingenuo, supe todo el tiempo que ella quería besarme. Incluso lo insinuaba y yo haciendo todo por evitarlo. No porque no quisiera... sólo me sentía tan aturdido que no pensaba ni lo que decía.
-Quiero hacer algo, pero no sé si tú quieras, y puede que te enojes. -Me decía.
-Qué es? -Haa, como si no lo supiera.
-No sé cómo decirlo.
-Ah.
[...]
Ya era tarde, la amiga y mi amigo nos estaban buscando por todo el centro comercial: debían irse. Y las acompañamos a tomar el Metrobus. Me sorprendió que todo el camino no me quedara sin tema de conversación... tal vez fue mi forma involuntaria de evitar el tema "me gustas".
Mi amigo pagó la entrada de ambas a la estación porque yo no uso ese medio de trasporte, por ende, no tengo la tarjeta requerida.
Y ahí, ellas de un lado de los torniquetes y nosotros de el otro... Se terminaba el día, ¿La volvería a ver? Intercambiamos numeros telefónicos y facebooks antes, mínimo volveríamos a hablar... a menos que la hubiera aburrido. Ese pensamiento me deprimió.
Ellos se besaron. Y la chica con la que estuve todo el día y yo nos despedimos. Intenté besarla en la mejilla: me parecía lo más adecuado, aunque yo muriera por un beso de sus labios, pero giró y me besó tan tiernamente, tal y cómo lo deseé todo el día y no me atreví. Sentí sus suavidad cómo la imaginé todo el día, sin poder probarla. Ella no podía darme más indicios de que deseaba lo mismo, y sin hembargo yo, simplemene, no podía. Pero ese final fue donde realmente todo se consolidó. Si el amor a primera vista la invadió, no se cruzó de brazos y consiguió lo que quería. Y si yo sentía hasta entonces tierno cariño y suave amor casi de hermano, fue con ese beso que caí enamorado como nunca antes.
Era como si, de hecho, jamás hubiera estado realmente enamorado. Recordé las primeras bellas iluciones de la infancia, de la primaria: cartas de amor en hojas de cuaderno con dibujitos y muchas faltas de ortografía que no restaban belleza al escrito, las cajas de zapatos donde se guardaban todos los pequeños regalos que se enviaban, pasar frente a la casa del otro y no dejar de mirar su ventana... Todo eso parecía revivir ahora. Y desde entonces, y hasta pasados meses de la separación, no hubo una sola noche en la que no cerrara los ojos pensando en ella y los abriera al día siguiente de la misma manera.
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La historia se complicará si no nombro a quien motivó todas mis alegrias y tristezas de quellos tiempos. No me siento seguro de mencionar su verdadero nombre, sin embargo no encuentro otro que la envuelva ternura y cariño como el suyo. Hablaré de ella como Danni.
-Cuando te veré de nuevo? -Me dijo en el chat semanas después.
-Cuando quieras, yo puedo siempre. Tu dime. Igual quiero verte.
-:3 el 14. Ojalá fuera ya hoy mismo. Te extraño. -Solía decirme frases que me conmovían de maneras tan fantásticas...
-Qué tierno, el 14 :3 A donde quieres ir?
-A donde sea con tígo.
-En Plaza Parque Lindavista?
-Sí!, qué más lindo que el lugar donde te conocí.
En su perfil se leía
Mañana, iré con el lindo de Iän [MDSjogren] <3!
Todo ese día fue perfecto. Charlamos, nos reíamos de la gente rara. Descubrí sus colores favoritos, y ella olía mi cabello una y otra vez. Algo que dudo olvidar alguna vez es cómo en una hoja rayó sin sentido lineas curvas continuas. Después lo miró por varios lados hasta que dijo lo que veía: Un viejito. ¡Un viejito! Cómo podía haber ahí la forma de un viejo? Me mostró, era verdad! Y mientras remarcaba los contornos, yo no podía dejar de mirarla, y se sonrojaba.
Caminábamos, hablábamos. Ella cantaba, yo la miraba. Y esos besos que me hacía caer y rendirme a ella. No había secretos, no los podía haber con su forma de ser que me aspiraba tanta confianza. Yo era otro: alguien feliz, sin miedos y dispuesto a darle todo para verla sonreír.
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"¿Qué más podía pedir? Ella me amaba. ¿O no? Claro que sí!, de otra manera ¿por qué mentiría todas las noches en el chat?
"Piensa, ella no quiere lastimarte. Es tan linda que no quiere hacerlo. Entonces deberías ayudarla y terminar con todo tú. Tan sólo imagínala, aprisionada con tigo.
"¿Pero qué cosas digo? Pff.. Ella me ama, y yo a ella.
"Jamás sonreía como lo hago desde que la conozco.
"No te engañes, has visto comprobado de que no eres el único en el que piensa.
"Bueno, ella es hermosa, tiene muchos pretendientes. Y ni siquiera hemos quedado en andar formalmente, por lo tanto, supongo que puede coquetar con cuantos quiera.
"Y por qué no le dices que formalizen?
"Lo haré.
Y me dijo que sí. Pero saben? no sentí ya nunca que así fuera. Poco a poco se volvía más cortante en el chat, y cuando nos veíamos, no era lo mismo. Los días me encantaban si la veía, pero se debe admitir que su actitud me sacaba de onda. Parecía que iba en días de mala suerte y molestos. Pero las lindas palabras de su parte no faltaban. ¿Seguían siendo reales? ¿Lo habían sido alguna vez? yo también comenzaba a alejarme. Siempre quería verla, y siempre que la veía había silencios y se sentían vacíos. Discutimos, y en más de una ocasión me dijo que si quería, podíamos terminar todo. Me decía que no sentía que yo quisiera seguir con ella. Y por supuesto, yo me negaba a dejarla. ¿Cómo? Si la amaba tanto.
"No lo vez? Más indirectas no te puede dar. Quiere librarse de ti, y tú no a dejas.
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La última vez que quedamos en vernos, mencionó que llevaría a su a miga. A la chava que estuvo con Lalo el primer día. Y mencionó que yo le parecía lindo a su amiga, así que debía prometerle a Danni que no me alejaría en todo el día de ella. Que así ella "me cuidaría". Demonios, es tan tierna. Bien, yo no tenía problema con esa condición.
Mientras los tres caminábamos, Danni se ponía entre su amiga y yo, se notaba su disgusto cuando su amiga hablaba y yo por inercia la miraba. Encontramos unos juegos infantiles y no nos importó nuestra edad, nos subimos a correr y jugar en los toboganes, resbaladillas y túneles. Entonces algo mencionó su amiga y yo contesté su pregunta. Danni se enojó. Y se alejó. Su excusa era: Ya, te dejo para que seas feliz con mi amiga.
No pude evitar pensar en la exageración de su comportamiento, pero bien, no soportaba verla triste así que ahora literalmente no me alejé de ella. Y le hablaba, intentaba hacer que riera. Al final logré una sonriza, embellecida con los reflejos rojos del armazón de sus lentes sobre sus mejillas.
Esa tarde en el chat volvió a mencionar el tema... -Me prometiste que no te separarías de mí. Tal vez es mejor que me aleje para que seas feliz con mi amiga.- Yo no sé de donde sacaba esos pensamientos, y después de intentar explicarle que yo ni en cuenta con su amiga, volvió a decir lo que más me atormentaba:
-Te amo, y quiero estar con tigo, pero si quieres, mejor ya dejamos todo así.- Comenzó.
-Me haces pensar que quieres que te deje en paz.- Seguí.
-Yo quiero que seas feliz.- Continuó.
-Tú me haces feliz, pero no te preocupes, ya entendí, y soy yo el que quiero verte feliz. Me haces pensar que te artaste de mí desde hace tiempo.- Insinué.
-No, yo te amo.- Se me partió el corazón.
-Pero no crees que yo te ame.- Dije.
-No lo sé.- Respondió.
-Bueno, si dudamos de eso supongo que ya no se puede hacer nada. Te amo y piensas que no es así. Me amas y pienso que no es así. Qué tonto, ¿no? Te voy a extrañar muchísimo Danni.
-Esta bién amm... adios te amo.
-Yo también te amo, pero ahora parece que lo decimos sólo por decirlo. Con migo no es así. Ya no importa. Adios.
Lo diré. Lloré. Posiblemente jamás lloré antes por una chica, o no lo recuerdo. Durante meses enteros no podía dejar de pensarla. Veía sus fotos, los comentarios que me publicó, lo que respondía a los míos. Me quedé con sus regalos incapáz de hacerles algo. Pero tampoco me atrevía a mirarlos. Y poco a poco su recuerdo se fue difuminando no sin dejar pasar antes un gran periodo de tiempo. Jamás sabré qué es lo que en verdad pasaba por su mente. Si el encanto se terminó después de la vista del 14 de febrero, si en realidad fui yo con mi progresiva inseguridad quien arruinó las cosas. Todo eso dejó de importar, me me quedé solamente con el hermoso recuerdo de ella esparciendo pan para los patos en el lago del Parque Tezozomoc... de ella hablando sobre lo mucho que le gustaba asistir a su escuela de música... sobre todas las cosas lindas que me dijo...
Lo extraño es que aún, después de más de un año, fugazmente vuelve su figura a mi mente. Su cabello castaño alborotado, y sus mejillas con el reflejo rojo de sus lentes. Ella era, tan tierna, tan linda... ¿Será que la extraño?