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Prólogo de una primera vez

imlea

Bovina de la luna
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3 Jul 2011
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7.461
A petición de un compañero bakuno, escribí esta remembranza sobre la forma en que conocí a esa persona que me enseño cosas nuevas...
Solo cumplo su petición ya que amablemente opino en uno de mis relatos, disfrútenlo.


No quería ir a trabajar…

Me levante pasmosamente de la cama, creo que como muchas personas, simplemente permanecí sentada con la mirada fija en el espacio, la cortina estaba cerrada, había tonos ámbar y violetas pululando en mi alcoba, mi larga melena rubia se regaba sobre mis hombros, un largo mechón cubría la mitad de mi rostro, sabía que me veía terrible, aunado a mi alborotada apariencia estaba la imagen de mi curiosa pijama, un conjunto de tela felposa color rosa y blanco, tierno, pero nada sexy… El sonido de un golpeteo seguido de una campanilla llamó mi atención, era un mensaje de WhatsApp, estire mi mano, alcance mi celular y comprobé la hora: 7:36, abrí la app y leí el mensaje:

“Se te hace tarde… Te conozco y se que has de estar de taruga sentada en la cama.

Te amo niña” ... Mi chico, fruncí el ceño y teclee una respuesta rápida “Estoy por bañarme, esta vez fallaste”, mentí, y deje que una sonrisa llenara mi rostro… “mentirosa”, respondió, volví a reír, me conocía muy bien, sabe que odio despertarme temprano, sabe que odio el frío, sabe lo mucho que me encanta mi cama, sabe mucho de mi, mire el celular con mirada ensoñadora y respondí : “tienes razón, ahora si debo apurarme, te veo en la tarde” recibiendo un “estoy impaciente” cargado de promesas.

Deje el smartphone en el buró y me levanté sin ganas, si, de acuerdo debía bañarme, aunque el frío escocia mi piel hasta los huesos… Abrí el último cajón de mi tocador, el de hasta abajo, cogí mi Xbox que allí guardo y lo saque con cuidado para poder buscar la ropa interior que usaría ese día, revolvi un poco y me di mi tiempo, decidía entre bóxers, bikinis y pantaletas coloridas, de encaje, con diseños coquetos o tiernos, me incline por un conjunto de brasier y bóxer negro con morado de encaje, tome también una blusita blanca de tirantes para usar abajo de la que uso de uniforme, tome también el pantalón negro del mismo de su perchero y me dirigí sin ganas al cuarto de baño.

Deje que el agua caliente recorriera mis formas, lleve el gel de baño a cada uno de los rincones de mi pequeño cuerpo, mi piel adquirió un tono más rosadito gracias a la temperatura de aquella cascada que caía a lo largo de toda mi estatura, debido al tiempo, esta vez decidí no depilar mi entrepierna, dejando intactos los bellos púbicos dorados de mi sexo limitándome a solo enjabonarme en esa parte con vigor, masajee mis senos con la esponja y aproveche para palmar los contornos de cada uno buscando, temerosa, alguna bolita o protuberancia extraña, aliviada de no encontrar ninguna, después de casi 20 minutos, di por terminada mi ducha matinal, me seque lo mejor que pude, enrede mi cabello en otra toalla y con prisa procedí a vestirme, primero los bóxers, el sostén, la blusa de tirantes y finalmente el pantalón, me puse los zapatos y salí del baño rumbo a la cocina, debía desayunar algo.


El trayecto al trabajo fue rápido y rutinal, aborde el transporte público e ignore la mirada lasciva del “chichifo” que acompañaba al chófer, tome asiento y saque mi smartphone para ver mi Twitter, diez minutos después ya esperaba en la entrada de la tienda donde laboro a que esta abriera, todo indicaba a que sería un día normal, heche un vistazo más a mi Time Line y al levantar la mirada, me cruce con otra, un par de hermosos ojos castaños claro me veían, hubo algo en esa mirada, algo eléctrico, algo que recorrió mi médula de cabeza a mis pies… la verdad me sentí turbada, normalmente son las miradas de los chicos con las que me suelo cruzar las que me hacen sentir incómoda, esta vez es una chica… Ella es alta, piel blanca, pelo oscuro a la altura de la cintura, labios rosas, carnosos y una silueta escultural, le calculo unos 22 años, lleva una chamarra delgada color azul y un ajustado pantalón negro, lleva entre los brazos una carpeta color azul, lo que me hace suponer que hará algún trámite en la zona de banco, le esbozo una sonrisa y soy incapaz de retenerle la mirada, un ruido me hace girar y descubro que el gerente finalmente ha abierto la puerta, bien, hora de empezar a trabajar…

Empiezo normal con mi inventario (soy vendedora de telefonía), verifico precios con el dossier recargado en mi busto y acomodo bien mis equipos, antes de empezar de lleno con mis funciones diarias… No se cuanto tiempo ha pasado, debieron ser más de 30 o 45 minutos, cuando empiezo a tener una vaga sensación, aquella que te advierte que alguien te está mirando, giro la cabeza y me vuelvo a encontrar con aquella mirada, de aquella bella chica, por instantes el mundo parece ser eso, el encuentro de dos pares de ojos, dos miradas, castaño contra cían y miel, el mundo vuelve a girar después de intercambiar sonrisas, ella, ya sin su abrigo me da a entender la situación: es mi nueva compañera de telefonía “de la competencia”... Momentos después empieza a hablar con la encargada de piso de venta de telefonía de la tienda departamental y desaparecen de la vista, la llevan a presentarse con todo el personal… Aun cuando se ha desvanecido de mi vista, la siento en mi cabeza, esos ojos, me habían causado turbación, ¿Quién era? ¿Porque me ha visto así? ¿Será su estancia permanente? Pero sobre todo… ¿Qué fregados había sido eso que me hizo sentir? Un saludo me devuelve a mi sitio y me giro para atender a un cliente reiniciado mis actividades.

Cuando el cliente se va, la encargada ya esta a mi lado con la chica nueva, que me sonríe animosamente, me llama por mi nombre y me presenta con ella:
-Ella es Kiria, inicia desde hoy a laborar en esta tienda, por favor, ¿puedes apoyarla con lo que necesite saber?
-S-si, claro yo la ayudo- respondí un poco apabullada… De modo que así se llama, Kiria, primera vez que escucho ese nombre, la compañera se va y nos deja plantadas a las dos, realmente es más alta que yo, lleva zapatillas negras, no me había percatado de eso, el pantalón entallado le sienta bien, tiene bonitas piernas, me atreví a aceptar, nos sonreímos un par de segundos más y el hielo finalmente se rompe
-Vale… ¿Ya has trabajado antes de vendedora de celulares?- pregunto
-bueno, fui asesora de crédito de banamex hasta hace dos meses, un amigo de mi esposo me ayudo a entrar aquí - es casada, me repetí para mis adentros - pero recibí capacitación, así que no hay problema.
-No pienses que dudo de eso, y a pesar de que somos de diferentes compañías vamos a hacer un buen equipo de trabajo ¿vale? Si tienes dudas, yo te ayudaré.
-¡Gracias! Y te tomaré la palabra- ambas nos dirigimos rumbo a los sanitarios, a la tarja para coger escobas y recogedores, y así empaparla de lo que debía hacer una vez llegara a su módulo por la mañana.

Una inusual afluencia al módulo de ella no se hizo esperar y yo solo me divertía viendo como lidiaba con más de dos clientes a la vez “interesados en un equipo”, era obvio que había acaparado la atención dado por su belleza, incluso los compañeros de piso se acercaban más de lo usual a la zona de celulares y vi a más de uno tomándole fotos… ¿sentirme celosa o excluida? Para nada, pero sabía que era eso, carne fresca pensé divertida mirando a los demás vendedores, y de pronto si sentí pena por ella.


¿Quién hubiera pensado?...


Con ella he pasado un tiempo agradable pese a todo, conocí su historia y ella conoció la mía, aprendí mucho de mí misma, descubrí de que soy capaz y hasta donde puedo llegar, a vivir sin dejar que me cuenten, no creo querer ni poder hacer lo mismo con otra persona, desde que probé un sabor a sandía de sus labios la primera vez, hasta un delicioso sabor salado de su sexo… Siento que ya no soy la misma, ya no soy la chiquilla que se sentía rara estando desnuda ante su pareja, que se avergonzaba de su apariencia… De su propio cuerpo, ya no soy aquella criatura que se escandalizaba con cosas simples… es irónico, pero mi mantra siempre será “nunca digas nunca”...


Termine mi flash back en la cama de mi novio, el me ha escuchado con la cabeza apoyada en su mano y con el codo en el colchón, su mirada es serena, me observa con ternura, con pasividad, con algo ¿De qué? … ¿Decepción quizá?, no lo sé, pero esta tardando en responder… Se que es difícil de digerir palabras como “me gustaría probar con una chica”... Solo espero no haber arruinado todo… Poco a poco esboza una sonrisa, cierra los ojos y los vuelve a abrir, como iluminado por algo, se inclina y me besa despacio mientras me acaricia la mejilla y me suelta una respuesta
-Si eso es lo que quieres… esta bien por mi - Acto seguido, lleva su mano a mi pecho desnudo y me oprime un seno - pero antes amor… -


… Me posee… me hace suya por todos lados, con pasión… Me hace tener orgasmos uno tras otro, es brusco, hosco, tierno, dulce, amoroso… y yo me derrito… y cuando acabamos me dice teniéndome en sus brazos

-Solo recuerda, que eres mía… - Poco después, nos quedamos dormidos.
 
Vale!!!!!!!!!!!!!!!

Esta palabra para mi es epica, la usan muchos los españoles, Vale!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Muchas gracias por tomar en cuenta mis comentarios, y me da mucho gusto que esa persona este contribuyendo a que seas una mejor mujer.

Saludos y espero que nos cuentes como te fue (si es que ya paso) con el trio que tienen pensado hacer.

Otra cosa. Y no has pensado estar con otro hombre en un trio HMH????
 
Vale!!!!!!!!!!!!!!!

Esta palabra para mi es epica, la usan muchos los españoles, Vale!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Muchas gracias por tomar en cuenta mis comentarios, y me da mucho gusto que esa persona este contribuyendo a que seas una mejor mujer.

Saludos y espero que nos cuentes como te fue (si es que ya paso) con el trio que tienen pensado hacer.

Otra cosa. Y no has pensado estar con otro hombre en un trio HMH????

Culpo a un amigo de mi chico, que es español, por ese detalle...

Y si, me ha hecho cambiar mi forma de pensar drásticamente, he decidido decir que si quiero esa experiencia... Así que amenazo con volver...
 
Y si, me ha hecho cambiar mi forma de pensar drásticamente, he decidido decir que si quiero esa experiencia... Así que amenazo con volver...

Esperamos a que nos cuentes la experiencia, siempre es excitante leerte.
 
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