Entre las cosas no tan habituales que me suceden muy a menudo, a veces me salen eventos como el que relato a continuación.

Desde hace bastante tiempo he mantenido relación con amigas que son de gran atractivo hacia mi, quiero decir con esto que me gustan por diversas razones: cuerpo, por lo que piensan, por como son y en fin, diversos casos. En realidad nunca pienso si yo les llego a gustar, mas bien solo lleno mi mente diciéndome: "si deciden estar conmigo es por una buena razón".

Era un lunes por la mañana y recibo la llamada de una amiga con la que salimos a tomarnos un café a un centro comercial el día anterior, la llamada no tenia nada fuera de lo normal - hola como estas? que haces? tenes algo que hacer el sábado...?

Le pregunte lo habitual, francamente no tenia nada que hacer el sábado pero quería información: no quería andar vestido de traje un día en el que puedo vestir pantalones de lona, por el momento escuche como su voz cambiaba de tono, pero lo note hasta que cortamos la comunicación, acordamos día sábado a las 6: 30, la cita era a las 8 en algún hotel algo lujoso, pero era una fiesta informal, cosa que me causo inquietud pero no le tome importancia, total esta amiga conocía a mas de algún hombre pudiente que podía costearse alquilar todo un centro de convenciones de cualquier hotel que le viniera en gana solo por el poder hacerlo.

El miércoles recibí una nueva llamada de mi amiga, confirmando mi asistencia a la fiesta... en esta oportunidad me indico que si, resultaba ser de gala y que no me echara para atrás que no tenia alternativa y que ya le había dado mi palabra, - solo si lucís un bonito escote - fue mi comentario - preferiblemente si te dejas leves marcas de bronceado, indicando donde estaba tu top puesto.

sonreí, pero nunca pensé que accedería.

El viernes recibí otra llamada, pidiéndome que la disculpara que su carro no funcionaba y que seria mejor que fuéramos en el mio, ademas de que era mas amplio y cómodo.

total ya sembrado no tenia alternativa, accedí y le agregue - si llegas con un bonito escote y con ropa interior de encaje, coqueto y yo lo tenia que ver.

Llego el día sábado, vestí mi mejor traje: un calvin clain clásico no tan satinado, con una camisa oscar de la renta, fragancia hugo clasicc, afeitado de barbería profesional de una forma muy muy delicada y sutil, cabello con fijador de salón, vehículo aspirado, limpio, zapatos implacables, pañuelo, en fin, todo un caballero.

Sali en busca de mi amiga, me sentía guapo, seguro, inquebrantable... hasta que la vi, en un increíble vestido versace, negro, escotado profundamente ademas dejaba apreciar su fina espalda, muslo de pierna descubierto y valla que pierna... zapatos finos, de tacón medio, cómodos, aretes, collar, hasta percibí que el bolso hacia un juego perfecto con ese conjunto, me dejo con la boca abierta, me costo mucho salir para abrirle la puerta, olía... a un aroma atractivo, no descubrí su fragancia era una mezcla de azucenas con miel, el aroma se sentía tibio, accesible no tan dulce pero lo suficiente para notarlo, no resistí y pase mi mano en su espalda, ella sabia que me dejo sin habla.

La mayor parte del camino trate de verle las piernas, ella solo reía, cuando el vallet parking pidió mi llave, insistí en abrirle la puerta, no me cabía en mi mente que la amiga que llevaba trajera consigo semejante armamento. Ya en la entrada paso su mano por debajo de mi brazo, se acerco a mi oído y me dijo "esta noche tenes que pretender ser mi novio, el que se casa es mi ex..."

Quien invita a su ex novia a su boda?
porque estoy pensando esto, tenia la oportunidad de besarla en esa noche, algo con lo que había soñado desde que la conocí.

- Frente a quien - le pregunte, - frente a todos - me dijo. Caminamos por el salón en busca de algo que beber, me sentía el hombre mas afortunado del lugar, del municipio, del estado y del país, solo que hubiera entrado de la mano con Halle Berry podía mejorar el momento o lo que estaba pensando y aun así le costaría superarla, esta mi amiga es de fácil conversación, conoce de soccer, le va al barsa, sabe de computadoras, ve the big bang theory, lee a Llosa, disfruta a Neruda, escucha a Rammstein, Héroes, Cerati, Fito Paez... que mas le podía pedir.

Ya solicitando nuestras bebidas tomamos nuestra copa de vino y buscamos mesa, en realidad el resto del mundo me empezó a importar cada vez menos, nos sentamos juntos y los demás empezaron a desaparecer, ya la música no me parecía tan estridente, la empece a hacer reír, la platica mejoro con el tiempo y empezamos a llegar a nosotros, le pregunte porque decidió estudiar psicología, me pregunto porque decidí dedicarme a la informática, que la hizo comprar el carro que tenia, me pregunto porque yo conducía moto... cuando inicio a usar lentes, cuando yo inicie a necesitar lentes, cuantos novios había tenido, cuantas novias yo había tenido, platos de comida favoritos, bebidas favoritas... hasta que el ex paso por nuestra mesa con la copa del brindis.

buscamos juntos los baños luego de eso, los dos necesitábamos alejarnos de la bulla musical cuando caímos en la cuenta que estábamos rodeados, me dijo que era un buen actor, que por momentos creía que estaba realmente interesado. Aproveche para lanzar el gancho: le confesé que estaba realmente interesado en ella y que no estaba pretendiendo.

Sonrió

entro al baño de damas, me quede sintiéndome como un estúpido, no note en ella ninguna reacción, creí que había logrado alejarla y que luego de eso ya no tendría ni su amistad, creí que estaba pensando ella en la forma de decirme que ya se quería ir, y lo incomodo que seria el regreso a su casa, que esa seria la ultima vez que la vería como la vi ese día: esplendida... sentí que tire al caño todo lo que podía haber sido, y decidí perder bien.

Ella salio como arreglando algo dentro de su bolsa, tome sus manos junto con su bolsa con mis manos, y cuando levanto la cabeza con el ceño fruncido, la bese, primero sentí su boca tensa, luego se relajo y se dejo llevar, su bolsa paro en el suelo, al terminar el beso, rápidamente me puse de cuclillas para recogerla la lance sobre la mesa del baño de damas, escuche como se hiperventilaba, me decía que no... que lo de pretender podría llegar demasiado lejos, pero en mi mente tenia la idea, si esa seria la ultima vez que la vería como amiga, era de ir el todo por el todo

entre besos le repetía que me traía loco, que ella era la única responsable que yo estuviera actuando así, con su vestido provocador, esa fragancia que incitaba, el gusto por sus accesorios y quería ver su ropa interior, delicadamente extendió la pierna y me dejo ver su lencería, esa pieza de arte móvil que envolvía una de sus partes mas codiciadas, dejando pasar luz en áreas estratégicas, vi como sus labios se inflaban, no me resistí y la tome, ahí mismo, entre los dos y con mucha dificultad bloqueamos el baño de damas, no notamos si había alguien mas adentro o tratando de entrar...

como victimas del deseo,nos dejamos arrollar al tratar de pasar la calle de la cordura, lo perdimos todo ahí, lo único que estaba bien cuidado eran las prendas de ella, mi traje, corbata y camisa estaban sirviendo de cobertor improvisado ante la avalancha de emociones que estábamos descargando, por ratos ella arriba, por ratos yo, momentos de perrito, momentos la pose de la cortesana, al llegar a la carretilla fue el clímax, explosivo, nada silencioso, la vergüenza llegaría después...

Iniciar fue sencillo, pretender cordura después de ese evento: imposible. tome mi ropa, me puse lo básico y desdimos salir, no notamos la hora, no nos importaba, estábamos extasiados; llegando a la felicidad, ya casi no había nadie, grupo de borracho típico de una boda acá en Guatemala, nadie nos estaba notando...

Salimos, pedí el vehículo, no teníamos nada que decirnos, personas adultas que sabían que habían sucumbido ante la lujuria con toda la intención de hacerla durar lo mas que pudiéramos, un motel, su casa, mi casa no importaba necesitábamos continuar sin parar hasta donde el tiempo nos empezara a pasar la factura, en el carro me desabrocho el pantalón y me estaba haciendo un oral, no me podía contener, concentrarme en la conducción se convertía en una tortura, al llegar a mi casa iniciamos en el interior del vehículo, pensé que le podría cambiar el nombre al placer y colocarle el de ella, no podía ver claro, quería morderla, tomarla con fuerza, sujetarla por todos lados pero solo tenia dos manos, sentía como sus uñas se clavaban, sus dientes se hincaban... su sudor corría, sentía como su aroma cambiaba, dulce... húmedo.

usamos cremas, aceite... suerte que tengo dos camas, la noche se nos hizo corta para esa locura, una sinergia entre los dos, solo buscando el placer, terminamos en la ducha, con agua tibia, viendo el sol nacer, me hinque, quería terminar dándole un beso en sus labios inferiores, quería hacerla terminar así, una vez mas... bese, mordí, lamí sus labios, su clítoris hasta que sus manos me tomaron por el cabello, y termino hincada, junto a mi, bajo el agua tibia.

Nos secamos, era domingo, tendríamos tiempo para desayunar después, dormimos... desnudos, acariciados por el sol matutino de un día de invierno chapín. Que manera de dar inicio a una relación.