gyaluffy
Bovino maduro
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Esta es mi nueva historia que publique en mi blog, espero que les guste :metal::
Hoy es 31 de octubre, como es costumbre mi familia esta de aquí para allá buscando las cosas del altar de día de muertos, aunque no estoy seguro de sí debería colocarse hoy.
Toca ir a la exhibición de altares en la escuela para luego ir a una fiesta de disfraces con mi hermana (que por cierto no me ha querido mostrar su disfraz).
Siendo las dos de la tarde me retiro a la escuela para darnos tiempo de armar un altar ahí.
Había sido todo divertido, echábamos mucho relajo mientras armábamos los altares y lo mejor de todo es que todos contribuían, sin embargo no podía quedarme a la premiación del primer lugar pues tenía que irme temprano para llegar a casa y cambiarme por mi disfraz.
Eran las siete de la noche, las luces de mi casa estaban encendidas excepto la de la sala que daba hacia mi cuarto, simplemente entre a cambiarme, sin embargo escuche sonidos de cadenas en el comedor. Al ir a ver encontré a una mujer con un vestido gris, cabello plateado y totalmente pálida, o al menos eso me pareció por la leve luz que entraba por la ventana del comedor directo hacia su rostro, sin embargo sus ojos… eran como los de los perros o gatos que nos miran en la oscuridad de la noche, unos ojos brillantes y amarillo que no dejaban de verme.
No le di mucha importancia porque pensé que sería el disfraz que tanto me ocultaba mi hermana, así que me retire corriendo hacia mi cuarto para cambiarme rápidamente e irnos, no obstante, escuche un grito realmente aterrador, un grito que parecía ser el de mi hermana.
Salí deprisa de mi habitación para ir a ver que le ocurría, pero simplemente se acerco a mi, momento en el que pude ver sus ojos que marcaban una enorme tristeza, o eso era lo que yo notaba. Deslizo suavemente su mano cadavérica sobre mi mejilla… y eso era todo lo que recuerdo…
El ruido del teléfono sonó. Tenía varias llamadas perdidas. Eran las diez de la noche cuando el teléfono sonó de nuevo, contesté.
“Señor Donovan, hace mucho que lo estábamos tratando de localizar”
-Que pasa, le dije.
“Lamento mucho informarle que su familia tuvo un grave accidente, lamento informarle que no hubo sobrevivientes, necesitamos que venga…”
Pero yo ya no escuche nada más. Lentamente el teléfono se me deslizo de la mano. No podía creer lo que me estaban diciendo, mi familia estaba…
No podía creer que a partir de este momento estaría solo, sin embargo…
Quien entonces era esa mujer…
Me cuestionaba esto, mientras afuera podía escuchar un triste lamento, que parecía venir del muro de mi casa, mezclado con los aullidos de mi perro…
Hoy es 31 de octubre, como es costumbre mi familia esta de aquí para allá buscando las cosas del altar de día de muertos, aunque no estoy seguro de sí debería colocarse hoy.
Toca ir a la exhibición de altares en la escuela para luego ir a una fiesta de disfraces con mi hermana (que por cierto no me ha querido mostrar su disfraz).
Siendo las dos de la tarde me retiro a la escuela para darnos tiempo de armar un altar ahí.
Había sido todo divertido, echábamos mucho relajo mientras armábamos los altares y lo mejor de todo es que todos contribuían, sin embargo no podía quedarme a la premiación del primer lugar pues tenía que irme temprano para llegar a casa y cambiarme por mi disfraz.
Eran las siete de la noche, las luces de mi casa estaban encendidas excepto la de la sala que daba hacia mi cuarto, simplemente entre a cambiarme, sin embargo escuche sonidos de cadenas en el comedor. Al ir a ver encontré a una mujer con un vestido gris, cabello plateado y totalmente pálida, o al menos eso me pareció por la leve luz que entraba por la ventana del comedor directo hacia su rostro, sin embargo sus ojos… eran como los de los perros o gatos que nos miran en la oscuridad de la noche, unos ojos brillantes y amarillo que no dejaban de verme.
No le di mucha importancia porque pensé que sería el disfraz que tanto me ocultaba mi hermana, así que me retire corriendo hacia mi cuarto para cambiarme rápidamente e irnos, no obstante, escuche un grito realmente aterrador, un grito que parecía ser el de mi hermana.
Salí deprisa de mi habitación para ir a ver que le ocurría, pero simplemente se acerco a mi, momento en el que pude ver sus ojos que marcaban una enorme tristeza, o eso era lo que yo notaba. Deslizo suavemente su mano cadavérica sobre mi mejilla… y eso era todo lo que recuerdo…
El ruido del teléfono sonó. Tenía varias llamadas perdidas. Eran las diez de la noche cuando el teléfono sonó de nuevo, contesté.
“Señor Donovan, hace mucho que lo estábamos tratando de localizar”
-Que pasa, le dije.
“Lamento mucho informarle que su familia tuvo un grave accidente, lamento informarle que no hubo sobrevivientes, necesitamos que venga…”
Pero yo ya no escuche nada más. Lentamente el teléfono se me deslizo de la mano. No podía creer lo que me estaban diciendo, mi familia estaba…
No podía creer que a partir de este momento estaría solo, sin embargo…
Quien entonces era esa mujer…
Me cuestionaba esto, mientras afuera podía escuchar un triste lamento, que parecía venir del muro de mi casa, mezclado con los aullidos de mi perro…