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Bovino adolescente
- Desde
- 20 Ago 2014
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- 82
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- #1
Fue en la fiesta de una amiga, fue poca gente ya que era exclusiva, entre juegos, cantos y alcohol la noche fue cayendo, la hermana de mi amiga me reto a un juego con tequila para ver quien caía primero y claro, ella fue la primera. Seguí bebiendo hasta perder la noción del tiempo, me llevaron a la recámara de mi amiga para dormir pero me salía para empinarme la botella de nuevo hasta que lograron me quedara quieta en la habitación.
Horas después ya no se escuchaba nada, parece todos terminaron igual de ebrios, yo estaba en el piso con una colchoneta, almohada y una cobija, en eso, sentí algo encima de mi, abrí los ojos pero no lograba ver mas que una silueta oscura. Se posó en mi pelvis y comenzó a moverse, no entendía lo que pasaba hasta que una mano bajo mi blusa, comenzaba a jugar con mi pezón, lo presionaba con las yemas mientras seguía moviéndose, quise incorporarme pero se dejo caer en mi, su respiración recorría mis pechos mientras su otra manos rosaba por encima de mi pantalón, lo miraba sin lograr verle el rostro, las luces navideñas lo iluminaban por la espalda dejando su rostro oscuro. Me besaba el cuello y su otra mano desabrochaba mi pantalón, manosee un poco para quitármelo de encima pero el efecto del alcohol no me daba las fuerzas suficientes. Comenzó a morder mis pezones, gemí de dolor ya que lo hizo muy fuerte y tapo mi boca para que no me escucharan mientras seguía, al principio me dolió, sentir sus dientes en la punta de mi pezón oscuro, parado, que comenzaba a ponerse erecto a cada mordida, pasaba de uno a otro sin parar, como un niño buscando la leche para sobrevivir. Su otra mano estaba dentro de mi pantaléta, sus dedos jugaban con mi clitoris en círculos, lo tomaba con los dedos y a su ves me metía dos dedos por la vagina -- Estas bien mojada -- decía mientras yo no dejaba de gemir, por ello su mano seguía en mi boca para impedir que mis gemidos invadieran la habitación o que gritara. Después de saciarse con mis pechos me miro de frente -- ¿Sabes quien soy? -- decía mientras sus dedos entraban con fuerza por mi vagina, gemí y con la cabeza dije que no -- ¿En verdad no lo sabes? -- volvió a preguntarme pero no lo sabía, solo veía su silueta oscura que se restregaba en mi cuerpo y se deleitaba con el. No se como saco mi pantalón y mi pantaleta de una pierna, sacó su mano de mi vagina y comenzó a bajarse el pantalón, sus dedos los metía en mi boca mientras lograba sacarse la verga que sentí en una pierna -- Ahora si te voy a comer toda -- decía mientras su verga dura y erecta se posaba en mis labios vaginales, trate de moverme pues sentí miedo, a que nos vieran o a lo que pasara, pero su peso encima de mi no me dejaba, froto la cabeza dura para llenarse de mis jugos -- ¿Estas bien mojada y ansiosa de mi verga verdad ? -- poco a poco, la cabeza dura comenzó a entrar en mi y de un jalón llegó hasta el fondo, ahí se quedo un momento mientras él gemía de placer al igual que yo, levante mi pelvis pues me dolio cuando la empujo hasta el fondo -- Estas bien apretadita -- decía mientras comenzaba a salir y entrar de mi, su verga dura se movía dentro de mi vagina húmeda, salia y entraba cada vez más rápido, mis gemidos comenzaban a escucharse más fuertes, su mano tapó mi boca y nariz casi asfixiándome pero no paraba de cogerme -- Estas como siempre lo imaginé -- me decía mientras subía el ritmo de las arremetidas, cada vez más rápidas, mas duras -- Te gusta verdad putita -- decía cuando comencé a moverme a su compás. Me puso de diferentes maneras, ya no puse resistencia alguna pues, ya estaba dentro de mi, por todo mi cuerpo, su aroma me había invadido por todos los orificios de mi cuerpo, tenía razón al decirme putita.
Me puso de a perrito, patitas al hombro, de cucharita, de todas las posiciones que se sabía -- ¡Pff en verdad estas bien rica y no me cansaría de cogerte! -- decía mientras me metía su verga por el culo, me dolió y un gemido de dolor salió de mi boca, su mano se poso de nuevo en mi boca y a su vez se empujo más para penetrarme por completo, me desvanecí sobre la colchoneta pues el que entrará así me mareo por completo, él aprovecho la posición para dejarme caer de nuevo su peso y darme arremetidas duras por el culo -- ¡Ya no quiero! -- le dije pero él seguía, solo deseaba saciarse en mi. Comenzaba cada vez mas fuerte, entraba y salia de mi culo hasta que un gemido salió de él, sentí un liquido caliente invadir el interior de mi culo, se quedó encima mientras mordiía mi espalda y con su otra mano apretaba mis nalgas -- Eres una mocha bien putita que se deja meter la verga por el culo -- me decía mientras descansaba después de derramarse dentro de mi.
Después de un rato se quito de encima de mi, yo estaba tan mareada que solo logré sentarme, él estaba parado frente a mi, frotaba su verga con una mano, seguía sin verlo y saber quien era, en eso tomo mi cara con una mano mientras que con la otra seguía frotando su verga -- ¡Te la vas a comer toda! -- decía en voz baja mientras la poso en mis labios los cuales abrió metiéndome los dedos que jugaban en mi vagina. Su verga invadió mis boca, salia y entraba como si fuera mi vagina, trate de hacerme hacía atrás pero su mano empujaba mi cabeza a él, posé mis manos sobre sus muslos para alejarme pero salía peor pues mas me empujaba su verja, dentro y fuera una y otra vez, hasta el fondo la metía que sentía vomitar, me combulcionaba y me la sacaba para que pudiera respirar, la frotaba con su mano y yo me recosté de nuevo, mareada y creyendo que toso eso era un sueño, se puso a un lado de mi y me levanto para que se la siguiera mamando, mis labios recorrían la punta de su cabeza y con mi lengua el largo de su verga, parecía que era una experta en ello, lamía hasta sus huevos que me hacía tocarle, frotaba de nuevo su verga y cuando menos sentí la metió hasta el fondo para derramarme toda su leche en mi garganta.
Lo único malo fue que, al coger a una chica ebria, hay que tener en cuenta que puede vomitar y más, después de derramar su leche en su boca.
Al otro día desperté sin saber lo que había pasado, estaba vestida pero adolorida de todo, a un lado mio estaba el vomito que, decían tuve por la noche -- Poncho llegó cuando vomitabas y fue quien te ayudo -- decía mi amiga al explicarme que todos habían terminado ebrios e inconcientes y que Poncho, su novio, llegó mas tarde a levantar a los borrachos.
Al llegar a casa y darme un baño noté marcas en mis pezones que me dolían, así como chupetones en mi cuerpo, también me dolía en culo y tenía la pucha rosada e inchada. Creí que había sido un sueño pero no, fue el novio de mi amiga, Poncho, quien me cogió aprovechando mi estado de ebriedad, en una ocasión me insinuó algo pero no le tome importancia, esa vez me dio con todo y por todos lados. Mi amiga jamás lo supo pues meses después se caso con él.
No me arrepiento de lo que pasó, al contario, me exíto cada vez que recuerdo como me domino cogiendome como mas le gusto, dándome por todos lados sin que yo hiciera nada para evitarlo.
Horas después ya no se escuchaba nada, parece todos terminaron igual de ebrios, yo estaba en el piso con una colchoneta, almohada y una cobija, en eso, sentí algo encima de mi, abrí los ojos pero no lograba ver mas que una silueta oscura. Se posó en mi pelvis y comenzó a moverse, no entendía lo que pasaba hasta que una mano bajo mi blusa, comenzaba a jugar con mi pezón, lo presionaba con las yemas mientras seguía moviéndose, quise incorporarme pero se dejo caer en mi, su respiración recorría mis pechos mientras su otra manos rosaba por encima de mi pantalón, lo miraba sin lograr verle el rostro, las luces navideñas lo iluminaban por la espalda dejando su rostro oscuro. Me besaba el cuello y su otra mano desabrochaba mi pantalón, manosee un poco para quitármelo de encima pero el efecto del alcohol no me daba las fuerzas suficientes. Comenzó a morder mis pezones, gemí de dolor ya que lo hizo muy fuerte y tapo mi boca para que no me escucharan mientras seguía, al principio me dolió, sentir sus dientes en la punta de mi pezón oscuro, parado, que comenzaba a ponerse erecto a cada mordida, pasaba de uno a otro sin parar, como un niño buscando la leche para sobrevivir. Su otra mano estaba dentro de mi pantaléta, sus dedos jugaban con mi clitoris en círculos, lo tomaba con los dedos y a su ves me metía dos dedos por la vagina -- Estas bien mojada -- decía mientras yo no dejaba de gemir, por ello su mano seguía en mi boca para impedir que mis gemidos invadieran la habitación o que gritara. Después de saciarse con mis pechos me miro de frente -- ¿Sabes quien soy? -- decía mientras sus dedos entraban con fuerza por mi vagina, gemí y con la cabeza dije que no -- ¿En verdad no lo sabes? -- volvió a preguntarme pero no lo sabía, solo veía su silueta oscura que se restregaba en mi cuerpo y se deleitaba con el. No se como saco mi pantalón y mi pantaleta de una pierna, sacó su mano de mi vagina y comenzó a bajarse el pantalón, sus dedos los metía en mi boca mientras lograba sacarse la verga que sentí en una pierna -- Ahora si te voy a comer toda -- decía mientras su verga dura y erecta se posaba en mis labios vaginales, trate de moverme pues sentí miedo, a que nos vieran o a lo que pasara, pero su peso encima de mi no me dejaba, froto la cabeza dura para llenarse de mis jugos -- ¿Estas bien mojada y ansiosa de mi verga verdad ? -- poco a poco, la cabeza dura comenzó a entrar en mi y de un jalón llegó hasta el fondo, ahí se quedo un momento mientras él gemía de placer al igual que yo, levante mi pelvis pues me dolio cuando la empujo hasta el fondo -- Estas bien apretadita -- decía mientras comenzaba a salir y entrar de mi, su verga dura se movía dentro de mi vagina húmeda, salia y entraba cada vez más rápido, mis gemidos comenzaban a escucharse más fuertes, su mano tapó mi boca y nariz casi asfixiándome pero no paraba de cogerme -- Estas como siempre lo imaginé -- me decía mientras subía el ritmo de las arremetidas, cada vez más rápidas, mas duras -- Te gusta verdad putita -- decía cuando comencé a moverme a su compás. Me puso de diferentes maneras, ya no puse resistencia alguna pues, ya estaba dentro de mi, por todo mi cuerpo, su aroma me había invadido por todos los orificios de mi cuerpo, tenía razón al decirme putita.
Me puso de a perrito, patitas al hombro, de cucharita, de todas las posiciones que se sabía -- ¡Pff en verdad estas bien rica y no me cansaría de cogerte! -- decía mientras me metía su verga por el culo, me dolió y un gemido de dolor salió de mi boca, su mano se poso de nuevo en mi boca y a su vez se empujo más para penetrarme por completo, me desvanecí sobre la colchoneta pues el que entrará así me mareo por completo, él aprovecho la posición para dejarme caer de nuevo su peso y darme arremetidas duras por el culo -- ¡Ya no quiero! -- le dije pero él seguía, solo deseaba saciarse en mi. Comenzaba cada vez mas fuerte, entraba y salia de mi culo hasta que un gemido salió de él, sentí un liquido caliente invadir el interior de mi culo, se quedó encima mientras mordiía mi espalda y con su otra mano apretaba mis nalgas -- Eres una mocha bien putita que se deja meter la verga por el culo -- me decía mientras descansaba después de derramarse dentro de mi.
Después de un rato se quito de encima de mi, yo estaba tan mareada que solo logré sentarme, él estaba parado frente a mi, frotaba su verga con una mano, seguía sin verlo y saber quien era, en eso tomo mi cara con una mano mientras que con la otra seguía frotando su verga -- ¡Te la vas a comer toda! -- decía en voz baja mientras la poso en mis labios los cuales abrió metiéndome los dedos que jugaban en mi vagina. Su verga invadió mis boca, salia y entraba como si fuera mi vagina, trate de hacerme hacía atrás pero su mano empujaba mi cabeza a él, posé mis manos sobre sus muslos para alejarme pero salía peor pues mas me empujaba su verja, dentro y fuera una y otra vez, hasta el fondo la metía que sentía vomitar, me combulcionaba y me la sacaba para que pudiera respirar, la frotaba con su mano y yo me recosté de nuevo, mareada y creyendo que toso eso era un sueño, se puso a un lado de mi y me levanto para que se la siguiera mamando, mis labios recorrían la punta de su cabeza y con mi lengua el largo de su verga, parecía que era una experta en ello, lamía hasta sus huevos que me hacía tocarle, frotaba de nuevo su verga y cuando menos sentí la metió hasta el fondo para derramarme toda su leche en mi garganta.
Lo único malo fue que, al coger a una chica ebria, hay que tener en cuenta que puede vomitar y más, después de derramar su leche en su boca.
Al otro día desperté sin saber lo que había pasado, estaba vestida pero adolorida de todo, a un lado mio estaba el vomito que, decían tuve por la noche -- Poncho llegó cuando vomitabas y fue quien te ayudo -- decía mi amiga al explicarme que todos habían terminado ebrios e inconcientes y que Poncho, su novio, llegó mas tarde a levantar a los borrachos.
Al llegar a casa y darme un baño noté marcas en mis pezones que me dolían, así como chupetones en mi cuerpo, también me dolía en culo y tenía la pucha rosada e inchada. Creí que había sido un sueño pero no, fue el novio de mi amiga, Poncho, quien me cogió aprovechando mi estado de ebriedad, en una ocasión me insinuó algo pero no le tome importancia, esa vez me dio con todo y por todos lados. Mi amiga jamás lo supo pues meses después se caso con él.
No me arrepiento de lo que pasó, al contario, me exíto cada vez que recuerdo como me domino cogiendome como mas le gusto, dándome por todos lados sin que yo hiciera nada para evitarlo.