-=[яєgєηєѕιѕ]=-
Bovino Milenario
- Desde
- 23 Dic 2008
- Mensajes
- 1.396
- Tema Autor
- #1
Parece haber una explicación lógica del porqué las mujeres poseen pezones, ya que son un medio natural de alimentar a los bebés. Pero en el sexo masculino no hay razón aparente para que los posean, debido a que no cumplen ninguna función decisiva para la especie y según los preceptos de Darwin, tendrían que haber desaparecido a causa de la evolución natural.
La explicación de que existan estas protuberancias en el género masculino, reside en que cuando somos embriones en el vientre materno, somos iguales fisiológicamente, tanto hombres como mujeres. Cuando somos concebidos, estamos preparados morfológicamente para tener el cuerpo de mujer. Los pezones se forman en la tercera o cuarta semana de gestación aproximadamente y tienen terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos indistintamente del género sexual.
Cerca de unos siete pares de pezones están preparados en teoría para aparecer en las dos líneas de “secreción de leche” que van desde el pecho hasta el ombligo. Finalmente sólo suelen perdurar un par de ellos, aunque en una de cada mil personas es posible ver un vestigio de más pezones que intentaron formarse, a veces como una especie de peca.
Aproximadamente en la séptima semana de gestación, el cromosoma Y presente en los hombres, permite la producción de testosterona, la cual se encarga de realizar los cambios necesarios para masculinizar el embrión. Gracias a esta hormona, crece un pene y se forman los testículos. Aunque el cuerpo haga los cambios propios del género masculino, los pezones seguirán permaneciendo debido a que se formaron antes de esta fase.
En otros mamíferos, como ratas y ratones, el género masculino no posee pezones, quizás porque la testosterona hace acto de presencia en un estado preliminar a la formación de los mismos.
Debido a que existe un cierto nivel de estrógenos en los hombres, estos pueden experimentar en ciertos casos un crecimiento anormal de los senos, denominado ginecomastia. Esta patología tiende a producirse en periodos de desarreglos hormonales, como la adolescencia o en personas con problemas en el hígado.
De esta manera, los hombres también pueden desarrollar cáncer de pecho y producir leche, aunque son casos infrecuentes. Las glándulas encargadas de producir leche y los conductos encargados de transportarla a los pezones, están presentes igualmente en los hombres, y sólo necesitan una gran presencia de estrógenos para funcionar. En ocasiones el bebé nace con tal cantidad de estrógenos (transmitidos por su madre) en su cuerpo que sufre de galactorrea, la cual provoca que sus pechos produzcan leche.
Existen algunas excepciones en ciertos mamíferos que no poseen pezones, como los ornitorrincos, que proveen de leche a sus crías exudándola por la piel.
La explicación de que existan estas protuberancias en el género masculino, reside en que cuando somos embriones en el vientre materno, somos iguales fisiológicamente, tanto hombres como mujeres. Cuando somos concebidos, estamos preparados morfológicamente para tener el cuerpo de mujer. Los pezones se forman en la tercera o cuarta semana de gestación aproximadamente y tienen terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos indistintamente del género sexual.
Cerca de unos siete pares de pezones están preparados en teoría para aparecer en las dos líneas de “secreción de leche” que van desde el pecho hasta el ombligo. Finalmente sólo suelen perdurar un par de ellos, aunque en una de cada mil personas es posible ver un vestigio de más pezones que intentaron formarse, a veces como una especie de peca.
Aproximadamente en la séptima semana de gestación, el cromosoma Y presente en los hombres, permite la producción de testosterona, la cual se encarga de realizar los cambios necesarios para masculinizar el embrión. Gracias a esta hormona, crece un pene y se forman los testículos. Aunque el cuerpo haga los cambios propios del género masculino, los pezones seguirán permaneciendo debido a que se formaron antes de esta fase.
Debido a que existe un cierto nivel de estrógenos en los hombres, estos pueden experimentar en ciertos casos un crecimiento anormal de los senos, denominado ginecomastia. Esta patología tiende a producirse en periodos de desarreglos hormonales, como la adolescencia o en personas con problemas en el hígado.
De esta manera, los hombres también pueden desarrollar cáncer de pecho y producir leche, aunque son casos infrecuentes. Las glándulas encargadas de producir leche y los conductos encargados de transportarla a los pezones, están presentes igualmente en los hombres, y sólo necesitan una gran presencia de estrógenos para funcionar. En ocasiones el bebé nace con tal cantidad de estrógenos (transmitidos por su madre) en su cuerpo que sufre de galactorrea, la cual provoca que sus pechos produzcan leche.
Existen algunas excepciones en ciertos mamíferos que no poseen pezones, como los ornitorrincos, que proveen de leche a sus crías exudándola por la piel.
Información de Straightdope.