Dragut
Bovino de alcurnia
- Desde
- 4 Abr 2006
- Mensajes
- 2.355
- Tema Autor
- #1
María Antonieta Josefa Juana de Habsburgo-Lorena, a la sazón Reina de Francia, viajaba un día por la campiña francesa cuando, extrañada por la extrema delgadez de los campesinos que se paraban a los lados del camino al paso del lujoso carruaje, le preguntó a su mayordomo:
- ¿Por qué están tan esqueléticos?
- La cosecha fue mala y ya no tienen pan que llevarse a la boca, Majestad - le replicó el mayordomo.
- Y si no tienen pan... ¿Por qué no comen pasteles? - Volvió a preguntar aún más sorprendida la Reina.
Quizás los compas más veteranos recuerden que hará cosa de un año le escribí al Diario Milenio en contestación a un artículo de Luís González de Alba titulado "Menos hambrientos en el planeta" en el que el periodista destacaba, al más puro estilo María Antonieta, las virtudes de los cultivos transgénicos y nos tildaba de alarmistas a aquellos que avisábamos de la cantidad de cabezas que estaba segando la Hambruna. Le hablaba yo sobre las criminales virtudes de las semillas "terminator" y de cómo la agroindustria establecía una relación inversamente proporcional entre lo lleno de los depósitos de combustible y lo lleno de los estómagos de los niños.
Ahora la FAO viene, como cada año, a poner las cosas en su sitio.
Es decir, comida no falta; está ahí, servida sobre la mesa, en abundancia, calentita, excesiva. Pero alguien diseñó esa mesa con las patas demasiado largas para que ni siquiera aquellos que la cocinan puedan alcanzarla.
Dedicado a todos los que olvidan el destino que tuvo Maria Antonieta a manos de esos campesinos tan estúpidos que pasaban hambre pudiendo comer pasteles.
Dedicado también especialmente a los profetas de la superpoblación para ver si cambian el discursito.
Abrazotes.
- ¿Por qué están tan esqueléticos?
- La cosecha fue mala y ya no tienen pan que llevarse a la boca, Majestad - le replicó el mayordomo.
- Y si no tienen pan... ¿Por qué no comen pasteles? - Volvió a preguntar aún más sorprendida la Reina.
Quizás los compas más veteranos recuerden que hará cosa de un año le escribí al Diario Milenio en contestación a un artículo de Luís González de Alba titulado "Menos hambrientos en el planeta" en el que el periodista destacaba, al más puro estilo María Antonieta, las virtudes de los cultivos transgénicos y nos tildaba de alarmistas a aquellos que avisábamos de la cantidad de cabezas que estaba segando la Hambruna. Le hablaba yo sobre las criminales virtudes de las semillas "terminator" y de cómo la agroindustria establecía una relación inversamente proporcional entre lo lleno de los depósitos de combustible y lo lleno de los estómagos de los niños.
Ahora la FAO viene, como cada año, a poner las cosas en su sitio.
¿Qué hacemos con el hambre?
La ONU exige a las grandes economías mundiales que coloquen la agricultura en el centro de la agenda política para erradicar el problema. 20 millones de personas padecen peligro de muerte inmediata.
Según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en un sólo año, el número de personas amenazadas por el hambre ha pasado de 963 a 1.020 millones, en su mayoría mujeres y niños que sobreviven con menos de un dólar al día.
"De ellos, 20 millones padecen 'hambre severa' con peligro de muerte inmediata", ha advertido hoy el director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué, en el acto de presentación del estudio que destaca que esta situación se produce en un momento en que la producción de alimentos ha alcanzado máximos históricos.
"Ya no se trata de una falta de alimentos, sino de una falta de acceso a los alimentos", como demuestra el hecho de que la mayoría de quienes pasan hambre se dedican a la agricultura, ha asegurado.
Para Pérez Armiño, la política económica neo-liberal de las últimas décadas "es la base del fracaso de las políticas de lucha contra el hambre" ya que ha resultado en que los Gobiernos pierden influencia en este sector que queda a merced del mercado y bajo el control de grandes multinacionales.
Todo ello ha resultado en que los consumidores de países en desarrollo no se pueden permitir pagar el precio de los alimentos y adoptan estrategias de supervivencia como comer menos, vender sus escasas posesiones, endeudarse o emigrar, que a la larga no harán sino exacerbar el problema, han advertido.
"El número creciente de personas hambrientas es intolerable", dijo el director general de la FAO, Jacques Diouf, en la presentación anual sobre el hambre en el mundo.
"Tenemos los medios técnicos y económicos para hacer desaparecer el hambre, lo que falta es una voluntad política más fuerte para erradicar el hambre para siempre", explicó Diouf.
Antes incluso de la combinación reciente de crisis alimentaria y recesión, el número de desnutridos ha ido creciendo de forma sostenida durante una década, revirtiendo los progresos de la década de 1980 y principios de la del 1990.
Es decir, comida no falta; está ahí, servida sobre la mesa, en abundancia, calentita, excesiva. Pero alguien diseñó esa mesa con las patas demasiado largas para que ni siquiera aquellos que la cocinan puedan alcanzarla.
Dedicado a todos los que olvidan el destino que tuvo Maria Antonieta a manos de esos campesinos tan estúpidos que pasaban hambre pudiendo comer pasteles.
Dedicado también especialmente a los profetas de la superpoblación para ver si cambian el discursito.
Abrazotes.