Fantasioso
Bovino adolescente
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- 5 Nov 2018
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Era viernes en la empresa y aproveche que todos se fueron temprano ya que el lunes y martes eran feriados y la gente quería disfrutar de ese fin de semana largo. Le había pedido permiso al gerente para usar la pileta climatizada que esta en el ultimo piso del edificio como ya no había ningún gerente, él era el ultimo que quedaba en el edificio, me dijo que no había problema que igual avisaba a la gente de seguridad para que no me hicieran ningún problema.
Estaba en la pileta, con mis ojos cerrados, flotando en el agua templada, sintiendo como el vapor invadía mis pulmones, para limpiarlos un poco de ese perfume que se pego en ellos, no permitiendo olvidarme de ella, de ese perfume frutal que endulza mis encuentros con ella en el ascensor, su pelo largo de color castaño oscuro; su cuerpo, de suaves y armoniosas líneas, lo único que sé de ella es que trabaja tres pisos más abajo, a veces el hecho de poder rozarla me alegra el más negro de mis días, quedándome siempre en el intento de dirigirle la palabra, por temor a ser rechazado y quedar marcado en el edificio, siendo el blanco de las burlas, que a veces suelen ser muy crueles...
Me voy dejando hundir en la pileta para intentar borrarte aunque sea unos momentos de mi mente, de disfrutar el silencio, la sensación de libertad que te da el estar bajo el agua, moviendo tu cuerpo de la manera que quieras, cuando siento que mis pulmones claman por oxigeno, voy subiendo con rumbo a la escalera, cuando a medida que me acerco a la superficie veo que hay una silueta en el borde...
Con el temor de encontrarme con algún problema cuando saque mi cabeza de la superficie, me agarro de la escalera afirmo los pies en los escalones, mis ojos no dan crédito a lo que ven, estabas vos ahí parada con una bata, me excite de tal manera al verte así, de ver tus piernas desnudas que no podía salir del agua de la vergüenza de que me vieras en ese estado de excitación...
Me preguntas si tenia permiso para estar en la pileta, a lo que cual te respondí que si, y vos me decías que no tenias permiso para estar que por favor no diga nada, yo no tengo ningún problema de que estés, quédate tranquila que no te voy a mandar al frente ni nada por el estilo, a lo que vos me respondes con una sonrisa y con esos hermosos ojos marrones brillando, en ese momento dejas caer la bata y ahí estas, hermosa, sensual y yo tratando de cerrar la boca ante tanta hermosura..
Ahí estabas parada con una bikini de color fucsia y negro, y mi mirada tratando de grabar en mi mente cada tramo de tu cuerpo, sabiendo que esta oportunidad no se iba a volver a repetir, mi vista fue subiendo lentamente, en ese momento te distes vuelta para alejar la bata del borde de la pileta,
Estaba en la pileta, con mis ojos cerrados, flotando en el agua templada, sintiendo como el vapor invadía mis pulmones, para limpiarlos un poco de ese perfume que se pego en ellos, no permitiendo olvidarme de ella, de ese perfume frutal que endulza mis encuentros con ella en el ascensor, su pelo largo de color castaño oscuro; su cuerpo, de suaves y armoniosas líneas, lo único que sé de ella es que trabaja tres pisos más abajo, a veces el hecho de poder rozarla me alegra el más negro de mis días, quedándome siempre en el intento de dirigirle la palabra, por temor a ser rechazado y quedar marcado en el edificio, siendo el blanco de las burlas, que a veces suelen ser muy crueles...
Me voy dejando hundir en la pileta para intentar borrarte aunque sea unos momentos de mi mente, de disfrutar el silencio, la sensación de libertad que te da el estar bajo el agua, moviendo tu cuerpo de la manera que quieras, cuando siento que mis pulmones claman por oxigeno, voy subiendo con rumbo a la escalera, cuando a medida que me acerco a la superficie veo que hay una silueta en el borde...
Con el temor de encontrarme con algún problema cuando saque mi cabeza de la superficie, me agarro de la escalera afirmo los pies en los escalones, mis ojos no dan crédito a lo que ven, estabas vos ahí parada con una bata, me excite de tal manera al verte así, de ver tus piernas desnudas que no podía salir del agua de la vergüenza de que me vieras en ese estado de excitación...
Me preguntas si tenia permiso para estar en la pileta, a lo que cual te respondí que si, y vos me decías que no tenias permiso para estar que por favor no diga nada, yo no tengo ningún problema de que estés, quédate tranquila que no te voy a mandar al frente ni nada por el estilo, a lo que vos me respondes con una sonrisa y con esos hermosos ojos marrones brillando, en ese momento dejas caer la bata y ahí estas, hermosa, sensual y yo tratando de cerrar la boca ante tanta hermosura..
Ahí estabas parada con una bikini de color fucsia y negro, y mi mirada tratando de grabar en mi mente cada tramo de tu cuerpo, sabiendo que esta oportunidad no se iba a volver a repetir, mi vista fue subiendo lentamente, en ese momento te distes vuelta para alejar la bata del borde de la pileta,