Advierten a papás sobre este nuevo fenómeno entre los menores

Jessica Castañeda

Monterrey, México (29 marzo 2009).- Fotos de adolescentes desnudas o con ropa íntima y en poses sugerentes, o de jovencitos cubriendo sus partes íntimas con las manos… ¿A la cárcel el delincuente autor de esas imágenes de pornografía infantil?

No, no se trata de la labor de un adulto perverso. Las imágenes las enviaron los mismos chicos y chicas a sus novios, amigos y compañeros de clase a través de celulares o internet. ¿Por qué? Según ellos, por broma, relajo o para demostrar que se es muy valiente, atrevido y liberal.

Es el "sexting" (término híbrido entre sex y texting), un intercambio que cada vez más realizan los adolescentes y adultos jóvenes sin medir las repercusiones que esto les puede provocar.

"¿Qué tiene? Equis", exclamó Stephanie, de 15 años, cuando un tío le recriminó el tener en su celular una foto de tres compañeros de la secundaria desnudos en una alberca.

"No tiene nada de malo, es algo gracioso. Ellos le enviaron las fotos a casi todos en el colegio".

Alex, de 16 años, tiene en la galería de fotos de su celular imágenes que muestran a sus amigos y primos.

"Unas amigas de la prepa se tomaron fotos sin blusa tapándose con las manos. Estaban en una pijamada y se les ocurrió para divertirse. La dueña del celular me las mandó".

Un estudio realizado en Estados Unidos por la National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy revela que 2 de cada 10 adolescentes están involucrados en el sexting.

El número coincide con otro estudio hecho en Chicago por Teenage Research Unlimited. En Monterrey, sin embargo, el fenómeno no es tan fácil de identificar y no hay estadísticas.

La sexóloga Mayra Isel Rodríguez afirma que el sexting ya es una realidad en Monterrey desde hace tiempo.

"El fenómeno, lamentablemente, ya se está dando y no es reciente, aunque no creo que los adolescentes sean la población que más lo hace", dice la egresada del Instituto Mexicano de Sexología.

"Pero son los más jóvenes a quienes impactan más las consecuencias, pues una foto así es fácil reenviarla y hacer público algo tan privado. Puede salirse de control y afectar a cualquier persona".

Marina Pérez, psicóloga escolar, afirma que aún no le han llegado casos de afectados por el sexting.

"Hemos tenido casos de correos, de Messenger, donde hay agresiones con lenguaje que tiene que ver con sexualidad, insultos, pero por fotos enviadas, no".

TECNOLOGÍA OPORTUNISTA

No sólo la sofisticación de los teléfonos celulares aumenta la probabilidad de que se utilicen para el sexting, sino también las tarifas más accesibles.

"Es fácil enviar una fotografía a través del celular, de forma más instantánea y con mayor privacidad", indica Claudia Lerma, especialista en Usabilidad Web y Nuevas Tecnologías y catedrática del Tec de Monterrey.

"Para el adolescente que lleva un tiempo utilizando este tipo de herramientas es algo prácticamente de todos los días manejar información instantánea, y si le añadimos las tecnologías que van saliendo, como el 3G, se acomodan las cosas para que proliferen este tipo de situaciones provocadoras".

A QUE NO LO HACES…

Para Pérez, el chico que se toma fotos audaces y además se atreve a hacerlas públicas tiene una conducta exhibicionista, una forma equivocada de encauzar la sexualidad.

"Es más común el vouyerismo, el querer espiar, pero al exhibirse, además de que es peligroso, el joven se expone al bullying o al acoso sexual".

Por otro lado, indica, el fenómeno está vinculado a una excesiva necesidad de protagonismo, situación que va de la mano con conductas sociópatas y que llevan al chavo a hacer lo que sea por llamar la atención.

"No tiene que ver tanto con una curiosidad sexual, sino con el reto. Hay mucha tendencia al 'quién se atreve', pero como han subido de tono las conductas, lo que sigue tiene que ser mucho más fuerte que lo anterior".

Y una vez que el primero se atreve, los demás le siguen y se crea una especie de moda, más si lo practica una estrella: "Si lo hacen los jóvenes famosos y ricos, entonces es cool".

¿Recuerdas el caso de Vanessa Hudgens, estrella de "High School Musical"? Fue un escándalo el verano pasado, cuando se dieron a conocer las fotos atrevidas que ella misma se tomó como un regalo para su novio, Zac Efron, también artista de Disney.

Sí, todo a consecuencia del sexting. Pero esta práctica puede provocar mucho más que un escándalo de estrellas: Jesse Logan, estadounidense de 18 años, se suicidó en julio del año pasado luego de que su ex novio circulara sus fotos desnuda por la escuela.

Hoy, su mamá, Cynthia Logan, encabeza una campaña para concientizar a las jóvenes sobre los riesgos de enviar estas imágenes.

PAPÁS, ¡DESPIERTEN!

Lo que hoy parece un relajo adolescente muy divertido, podría cambiar y convertirse en un pesado lastre a través de los años para los chavos que están "sexteando".

Y es que los conflictos legales no se han hecho esperar: en enero, adolescentes de la prepa Greensburg Salem, en Pennsilvanya, Estados Unidos, enfrentaron cargos por posesión de pornografía infantil al encontrarse en sus celulares fotos de una compañera desnuda, aunque ella misma las había tomado y enviado.

En México, hay un enorme hueco respecto a la legislación y protección de los involucrados en este tipo de actos, señala Lerma, la catedrática del Tec.

Por ello, en la era provocadora en la que vivimos, los papás están obligados a permanecer más cerca de sus hijos, ofrecerles educación sexual y hablar de las consecuencias de sus actos, considera María de los Ángeles Heftyé Calzada, directora de la Carrera de Psicología de la UR.

"Que los jóvenes estén a un click de distancia de la información no significa que estén bien informados y mucho menos bien formados. Entonces, creo que paradójicamente existe una terrible desinformación", indica la doctora en Educación y miembro de la American Psychological Association.

"Y las familias, al parecer, no se enteran de dónde andan metidos sus hijos, que están en la búsqueda de muchas cosas; tienen inquietudes, pero se pueden perder en la maraña de estimulaciones y ofertas que tienen a través de la tecnología".

La tecnología tiene grandes bondades, pero también muchos riesgos y son numerosos, por lo que es necesario hablar a los niños y jovencitos de esto, acercarse más a ellos, recomienda la experta.

La lectura de este artículo, sugiere la especialista, puede ser un buen pretexto para hablar del tema en casa, pero si no ha habido educación y confianza desde la niñez, habrá que tener paciencia para construirla.

"Los papás tienen que tener en cuenta que este tipo de cosas suceden o pueden suceder en su entorno, y alertar a los jóvenes para que sepan el riesgo que implica el enviar fotografías comprometedoras a su círculo de amigos y el riesgo de exponer su intimidad", dice Lerma.


¡PIÉNSALO BIEN!

Antes de presionar el botón para enviar una foto, valora tu acción con este cuestionario.

- ¿Esa imagen es la que corresponde a mis principios y forma de ser?

- ¿Confío ciegamente en la persona a quien envío mi foto?

- ¿No cambiará nuestra relación con el paso del tiempo?

- ¿Esa persona me valorará mejor o peor luego de enviarle la imagen?

- ¿Sé cuáles son las consecuencias de enviar una imagen atrevida?

- ¿Hasta qué manos podría llegar la foto?

- ¿Qué tanto podría afectarme esto en el futuro?