frafraa
Bovino maduro
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La elección de este domingo de gobernador en Baja California Sur apunta a una clara derrota del PRD, y una competencia cerrada entre el priísta Ricardo Barroso y el perredista neoempanizado Marcos Covarrubias, postulado por Acción Nacional y quien estuvo a punto de ser candidato perredista. Todo se vale en aras de mantenerse en el poder o conseguirlo por primera vez y, lo mismo que en Guerrero la semana pasada, los medios son lo de menos cuando el fin significa tanto, al grado que en el sur de península, es el gobernador perredista Narciso Agúndez quien, dicen, está detrás de la campaña de Covarrubias Villaseñor, candidato formal del PAN.
Para el PRI es la oportunidad de emparejar el marcador en el umbral del 2011 y para el PAN-PRD, de enterrarle otro clavo al féretro tricolor y quizá a sus aspiraciones presidenciales del 2012.
Si es necesario, se sacarán los ojos y hasta las tripas; para ello ambas formaciones, PAN-PRD y PRI por otro lado, tienen ya preparados ejércitos de ‘mapaches’ electorales de los que no se andan por las ramas, lo mismo enviados por Guillermo Padrés, gobernador de Sonora, según dicen allá, que por las filas magisteriales de Elba Esther, quienes tienen copado ese territorio de cinco ayuntamientos y menos de 200 mil habitantes.
Así, esta tierra de bellezas naturales singulares, paraíso turístico y residencial de miles de estadounidenses que lo consideran suya, será escenario de un episodio más de la comedia de enredos producida desde el año pasado por los partidos políticos y sus camarillas, hermanadas por su voraz interés en el poder, el dinero y los negocios.
Baja California Sur y su potencial económico en el área de los servicios y las concesiones del sector turístico está convertida en un suculento botín que quiere mantener en sus manos el grupo de Narciso Agúndez, gobernador que llegó al palacio de gobierno postulado por el PRD y de la mano de su antecesor, Leonel Cota Montaño.
Y uno de los personajes que le disputa el predio es precisamente Cota, exdirigente nacional perredista, hoy fuera de ese partido por las pugnas internas que lo desplazaron arrebatándole sus sueños de convertirse en un cacique estatal del PRD, como lo quiso ser Ricardo Monreal en Zacatecas.
En la recta final de la contienda, Cota, hoy candidato a presidente municipal de Los Cabos, postulado por el Panal de Elba Esther Gordillo, llamó a votar -en la elección de gobernador- por el priísta Ricardo Barroso, para cerrarle el paso a Marcos Covarrubias, el llamado ‘plan B’ de Narciso Agúndez.
Dicen que con el río revuelto al interior del PRD para postular a su candidato Marcos Covarrubias, Agúndez optó por avalar una teatral salida de este de las filas perredistas y mandarlo al PAN, donde fue bien recibido porque llegaba a fortalecerlos ante su escasa presencia en el estado y su carencia de una figura sólida para competir.
El PRD, por su parte, postuló a Luis Armando Díaz.
Cuentan las malas lenguas que la llegada de Marcos Covarrubias al PAN fue también abonada por compromisos de recursos para el estado y los municipios hechos por Ernesto Cordero, titular de Hacienda.
Pero si pasado mañana ganara el PRI, al ex perredista Covarrubias no le habría valido nada de todo eso ni servido el apoyo de última hora del ex-Jefe Diego.
Hay efervescencia en los cinco municipios: La Paz, Los Cabos, Ciudad Constitución, Comundú y Mulejé.
Y sin duda algo apesta en Baja California Sur.
Tomado de la Revista Filos.mx
Para el PRI es la oportunidad de emparejar el marcador en el umbral del 2011 y para el PAN-PRD, de enterrarle otro clavo al féretro tricolor y quizá a sus aspiraciones presidenciales del 2012.
Si es necesario, se sacarán los ojos y hasta las tripas; para ello ambas formaciones, PAN-PRD y PRI por otro lado, tienen ya preparados ejércitos de ‘mapaches’ electorales de los que no se andan por las ramas, lo mismo enviados por Guillermo Padrés, gobernador de Sonora, según dicen allá, que por las filas magisteriales de Elba Esther, quienes tienen copado ese territorio de cinco ayuntamientos y menos de 200 mil habitantes.
Así, esta tierra de bellezas naturales singulares, paraíso turístico y residencial de miles de estadounidenses que lo consideran suya, será escenario de un episodio más de la comedia de enredos producida desde el año pasado por los partidos políticos y sus camarillas, hermanadas por su voraz interés en el poder, el dinero y los negocios.
Baja California Sur y su potencial económico en el área de los servicios y las concesiones del sector turístico está convertida en un suculento botín que quiere mantener en sus manos el grupo de Narciso Agúndez, gobernador que llegó al palacio de gobierno postulado por el PRD y de la mano de su antecesor, Leonel Cota Montaño.
Y uno de los personajes que le disputa el predio es precisamente Cota, exdirigente nacional perredista, hoy fuera de ese partido por las pugnas internas que lo desplazaron arrebatándole sus sueños de convertirse en un cacique estatal del PRD, como lo quiso ser Ricardo Monreal en Zacatecas.
En la recta final de la contienda, Cota, hoy candidato a presidente municipal de Los Cabos, postulado por el Panal de Elba Esther Gordillo, llamó a votar -en la elección de gobernador- por el priísta Ricardo Barroso, para cerrarle el paso a Marcos Covarrubias, el llamado ‘plan B’ de Narciso Agúndez.
Dicen que con el río revuelto al interior del PRD para postular a su candidato Marcos Covarrubias, Agúndez optó por avalar una teatral salida de este de las filas perredistas y mandarlo al PAN, donde fue bien recibido porque llegaba a fortalecerlos ante su escasa presencia en el estado y su carencia de una figura sólida para competir.
El PRD, por su parte, postuló a Luis Armando Díaz.
Cuentan las malas lenguas que la llegada de Marcos Covarrubias al PAN fue también abonada por compromisos de recursos para el estado y los municipios hechos por Ernesto Cordero, titular de Hacienda.
Pero si pasado mañana ganara el PRI, al ex perredista Covarrubias no le habría valido nada de todo eso ni servido el apoyo de última hora del ex-Jefe Diego.
Hay efervescencia en los cinco municipios: La Paz, Los Cabos, Ciudad Constitución, Comundú y Mulejé.
Y sin duda algo apesta en Baja California Sur.
Tomado de la Revista Filos.mx