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Otro relato de sexo servicio

GrandPrime

Becerro
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12 Nov 2016
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14
Pues bueno, ¿Cómo empezar un relato nuevo?

Recuerdo claramente este momento por ser un encuentro totalmente diferente a otros que había tenido, anteriormente había contratado los servicios de damas que si bien no habían sido muy caros, tampoco es que hayan sido malos, se equilibraba en una relación costo beneficio según el servicio ofrecido.

Dejando de lado tanta palabrería, comenzaré, resulta que para variar había estado con bastante chamba, razón por la cuál el estrés generado había sido muy alto y aunque ya lo pesado había pasado y las entregas de los proyectos habían sido hechas, los remanentes quedaban haciendo estragos, quienes hayan estado bajo una alta presión y alto grado de estrés comprenderá d elo que hablo. Era Viernes, lo recuerdo, en la empresa para que la trabajaba, esos días, sin falta a las 4, el edificio estaba casi vacío, mis compañeros hirían por unas cuántas cervezas para terminar la semana, me negué a ir tramando ver a la chica con la que salía en aquel entonces, le marqué una, dos, tres veces, no me contestó, razón por la que pensé "ya valió ma..".

Me quedé pensando en qué iba a hacer, cuando importándome poco que estuviera en la red de la empresa, me puse a buscar sitios de chicas que alquilaran sus servicios, recordé unos sitos que había observado y que por comentarios de foros, eran garantía de servicio y de que no habría algo truculento, por lo que exploré opciones de uno de ellos y encontré un chica que me llamaba la atención por su piel morena y las formas de su cuerpo, guardé su número y me retiré del trabajo, tenía otros números guardados ya que no es bueno salir sólo con uno, puede darse el caso de que no se concrete nada con quien tenías pensado, antes de dirigirme a la zona predilecta de hoteles para esos menesteres, perdí todo rastro de dignidad le maqué por cuarta vez a mi chica, esta vez me contestó, cuando le propuse vernos mi sorpresa fue que ella estaba con sus amigas, por el ruido, al parecer estaban en un bar y pues todo indicaba que no tendría intención de dejar a sus íntimas para irse conmigo, que caray, tuve que dirigirme a pecar.

Una vez cerca de la zona, marqué a la chica del número guardado, unos, dos, tres tonos, al quinto tono me envía como número ocupado; pensé en que simplemente no era mi semana y lo mejor era retirarse, antes de dar media vuelta o buscar otro número, intenté nuevamente, unos, dos, tres tonos... "Bueno", al fín me había contestado, debo decir que la voz que estaba al teléfono era una voz joven y con acento, le pregunté los detalles y pormenores del servicio, "Si mira son estos... y sólo atiendo en estos hoteles.. " - "Tienes tiempo ahorita" - "Claro amor" - "Entonces déjame instalarme y te marco" - , afortunadamente uno de los hoteles estaba cerca y sin perder tiempo me dirigí ahí, pagué una habitación y en cuanto me instalé, le marqué nuevamente, le dí número de habitación y me dijo que en 20 minutos estaría conmigo. Pasaron 20 minutos y no llegaba, pensé en que habría que darle calma y no precipitarse a pensar en que no se concretaría, me puse a ver pornografía en la televisión del hotel, pasó media hora y llegó un mensaje, "Hay tráfico amor, pero estoy en camino, no te desesperes" - en este punto pensé que era lógico por ser viernes y que en realidad había tenido suerte de contactarla por ser un día de alta demanda, cinco minutos después me vuelve contactar con el mismo argumento, ya habían pasado 50 minutos, cuando me llega un mensaje: "ya casi estoy contigo".

Casi no había sentido el tiempo extra gracias al excelente contenido en la tv, cuando recibo una llamada, era recepción anunciando que había una señorita abajo, si le permitía pasar, accedí inmediatamente, no recordaba que tán lejos estaba la habitación de la recepción, cinco minutos después tocaron a la puerta, rápidamente cambié el canal para no dar una mala impresión, me dirigí a abrir la puerta, a la habitación entró una chica chaparrita, de piel morena, muy bonito el color, de largo pelo negro, bonita, me saluda de beso en la mejilla y pasa de largo, se disculpa por el tráfico, a lo que le digo que pierda cuidado, me pide el pago por adelantado, conversamos unos cinco minutos,después ella dice, bueno, hay que comenzar para que nos de tiempo, el acento de su voz hacía pensar que era de un lugar cercado a la costa, lo cual no era tan descabellado, olvidé mencionar que por su outfit, parecía que venía del trabajo de viernes casual, no dejaba ver mucho de su anatomía.

Nos comenzamos a besar, poco a poco y suavemente hasta terminar con besos mas profundos, en ese punto comencé a acariciar su cuerpo y a terminar literalmente manoseándola, la despojé de su blusa y para mi sorpresa, pode contemplar un par de pechos de muy buen tamaño, le quité el brassiere, sin duda era copa c, sus pechos adornados por unos lindos y morenos pezones, pechos redondos, los comencé a masajear, firmes, suculentos, tocándola por la espalda continué con el masaje mientras besaba su cuello, era un éxtasis vivir aquello, bajé mis manos mientras ella me tomaba y acariciaba el pelo en mi cabeza, desabroche su pantalón en introduje mi mano a la cálida zona de su entrepierna, acaricié un poco por encima de su tanga, comenzó a moverse un poco, signo inequívoco de que se había prendido, lentamente bajé su pantalón hasta dejarlo a medio muslo y descubrir mi siguiente sorpresa, un bonito trasero.

Tal vez no tenía unos glúteos espectaculares, pero era de buen tamaño, bonitos, paraditos y firmes al tacto, la besé en ambos glúteos finalmente despojara del pantalón, frente a mi estaba una morena de un cuerpo muy hermoso: "Papi, estoy casi desnuda y tu aún no te quitas nada", la chica volteó hacia mí y de desnudó en un dos por tres, llevé mi mano dentro de su tanga para acariciar y jugar con su vagina, en eso estaba cuando me plantó un beso de lo más atascado que pudiera haber para luego tirarme a la cama boca arriba, ella se agachó y se llevó mi pene a su boca, lo metía y sacaba, jugaba con él, lo lamía por completo en toda su extensión, lo chupaba y me volteaba a ver juguetonamente, lo introducía por completo y se quedaba con el por unos segundos, lo sacaba, lo volvía a lamer, yo estaba vuelto loco con eso a tal grado que pensé que eyacularía en su boca, ella terminó ese ritual y se montó sobre mí, frotó su clítoris y vagina sobre mi pene erecto por un rato, luego me puso un condón con la boca, ya con el condón puesto me hizo otro poco de sexo oral y luego volvió a montarse sobre mí.

Introdujo poco a poco mi pene en su húmeda y cálida vagina, la sensación del calor que sentía dentro de ella era deliciosa, subía y bajaba, ella controlaba el ritmo de la penetración, luego de unos momentos aumentó el ritmo, entraba y salía con mayor intensidad, hasta que comenzó a darse sendos sentones sobre mi, gemía y me miraba fijamente de una manera pícara con esos redondos ojos cafés que hacía que encendiera más y más, apretaba sus glúteos aprovechando la posición, los estrujaba sintiendo aquella carne firme, se tiró sobre mí y continuó con el ritmo moviendo sus caderas, movimiento delicioso, mientras tanto, nos besábamos y aprovechaba para degustar aquellos morenos y duros pezones, lamer sus pechos, degustar aquel manjar color chocolate que tenía al alcance. Bajo mucho el ritmo del movimiento, cosa que aproveché para intercambiar posición y quedar sobre ella.

La comencé a penetrar con buen ritmo, ella gemía y pedía que no parara, aprovecha para besarla en el boca y el cuello mientras me abrazaba con sus piernas y rasguñaba mi espalda, ambos estábamos agitados, estuvimos así un rato, sentí que terminaría así que retiré el pene y me incorporé, me miró con una mirada de deseo, quedó de rodillas en la cama y comenzamos a besarnos nuevamente, besos como de novios, intensos, apasionados, de pronto sentí su mano tomando mi pene, lo comenzó a masturbar para que no perdiera mi erección, dejó de besarme y me tomó de la mano, me llevó al tocador, se subió en el de frente a mí y abrió sus piernas invitándome a penetrarla, me acerqué y con el glande comencé a juguetear con su clítoris, pasaba mi pene por la entrada de su vagina y así lo mantuve, hasta que ella comenzó a cerrar los ojos, un reflejo causado por las sensaciones provocadas en el roce de su clítoris, aproveche una de esas y sin más introduje el pene en su vagina, le arranqué un gemido, la penetré de manera intensa mientras ella me miraba fijamente, me sonreía con una expresión que pedía más y más, con una de mis manos masajeé su clítoris, de pronto comenzó a pedir que no parara, gemía y se frotaba los senos, yo sentía venir el final, me incliné para quedar sobre ella y al tiempo que le besaba el cuello, comencé a eyacular en su interior, el momento hacía que mi pene llegara lo más profundo posible y las contracciones hacía que ella sintiera la rigidez del mismo, cuando terminé la eyaculación y aprovechando la posición, me mordió el cuello y oreja mientras decía: "Que rico papi".
 
Continuación

Me retiré el condón, ambos nos recostamos en la cama, para reponernos del momento, platicamos un rato, hablamos de nuestros trabajos, de cosas que hacíamos en nuestro tiempo libre, descubrí que la chica era acapulqueña, ahora ese físico tenía sentido, había pasado casí la hora de servicio, ella se pasó a bañarse, mientras ella se bañaba, mañosamente tomé un condón y le pregunté si podía bañarme con ella, me dio que pasara, una vez ahí nos dimos otros besos, acariciamos nuestros cuerpos, la puse de espaldas, no podía dejarla ir sin probar su vagina, me puse de rodillas y clave la cara en medio de sus piernas, lamí su vagina y su ano como si tratara de terminar con los restos de una golosina, ella gemía, me levanté y me puse el condón, al ver que lo tenía puesto, ella dijo que ya casi terminaba el tiempo, será un rapidín entonces, le respondí, habiendo dicho esto, levantó el trasero y con una de sus manos separó sus glúteos, la comencé a penetrar de manera , el agua que caía provocaba un sonido fuerte, sospecho que el sonido de mi cadera golpeando sus glúteos se escuchaba afuera de la habitación, ella gemía y pedía no parara, pedía que fuera más fuerte, eso me prendía y obedecía, cada vez paraba más el trasero, hasta que sentí que terminaba, saqué el pene de su vagina, me retiré el condón rápidamente y eyacule sobre sus glúteos ella volteaba y sonreía pícaramente, aprovechando como estábamos, acercó su trasero dejando mi pene sobre sus glúteos apuntando hacia arriba, y comenzó a hacer un movimiento circular, era masaje placentero pues no sólo lo sentía en el pene sino que también en los testículos.

Habían pasado unos diez minutos desde que entramos en la regadera cuando dijo: "Ya debe hacerse exprimido bien", entonces comencé a reir, nos terminamos de bañar, se cambió rápidamente pues ya se tenía que ir, no sin antes plantarme nuevamente un beso de novios. se desidó aclarando que era el ervicio en que más besos había dado y se marchó, cinco minutos después llamaron de recepción diciendo que salía una señorita y si todo estaba bien, dije que sí y di las gracias. Me recosté un rato en la cama ya mas relajado mientras recordaba el sexo y la piel morena de la chica con la que había estado.

Espero algún día volver a estar con ella. Hasta pronto...
 
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