Daniel Winter
04.04.2018

Incluso los aliados más antiguos de EE.UU. ya no pueden confiar en ser exentos de aranceles de importación más altos. El periodista de DW Daniel Winter no puede comprender la lógica detrás de la política de Donald Trump.




Las recientes amenazas proteccionistas de Donald Trump para golpear a los aliados más importantes de Estados Unidos con aranceles han desconcertado a los economistas. Estados Unidos tiene un enorme déficit comercial de 566 mil millones de dólares, una señal de advertencia para Trump, quien está preocupado por la cantidad de dinero que fluye hacia fuera del país para importar bienes extranjeros.

El mandatario cree que el déficit de su país es una señal de que los socios extranjeros están desangrando a Estados Unidos, robándole puestos de trabajo a los trabajadores comunes y obstaculizando su potencial económico.

La verdad es muy diferente. Trump se equivoca tanto al culpar a otros países como sobre los efectos económicos del enorme déficit comercial de Estados Unidos. En cambio, Estados Unidos debería buscar la explicación en sí mismo.

Comencemos con simple economía. Si un país quiere comprar más de lo que produce, tiene que importar para satisfacer la demanda. Bangladesh, por ejemplo, tiene una ventaja comparativa sobre Estados Unidos al fabricar prendas de ropa más baratas y de calidad razonable.

Lo mismo ocurre con la fabricación de televisores de Corea del Sur y los teléfonos móviles chinos. Los automóviles de lujo de Alemania son más caros, pero se consideran de mayor calidad que los de marcas estadounidenses. Como resultado, Estados Unidos compra todos estos productos en lugar de fabricarlos en el país.

Falta de industrias complementarias

¿Quiere Trump aumentar la inflación solo para que Estados Unidos pueda fabricar ropa, televisores y teléfonos en casa? Construir las instalaciones, capacitar al personal, crear las cadenas de suministro, son operaciones muy costosas en un país que no está especializado y no tiene la ventaja geográfica de tener industrias complementarias cerca, como Corea del Sur que compra hardware a China para sus televisores.

En el centro del plan de Trump hay una gran contradicción para salvar o incluso crear empleos en las decrecientes industrias manufactureras estadounidenses, justo cuando el país alcanza el nivel más bajo de desempleo en casi 50 años.

Recientemente, el relativamente fuerte -y según algunos, sobrevaluado- dólar le ha dado a los estadounidenses aún más poder para aprovechar las ofertas de los productos foráneos, lo que no es culpa de los extranjeros.

Para empeorar las cosas, Trump ya ha impulsado recortes de impuestos por un valor de 1,5 billones de dólares a través del Congreso y ha anunciado planes masivos de estímulo fiscal. Eso solo puede exacerbar el déficit a medida que las importaciones aumentan para satisfacer el incrementado gasto.

Disciplina fiscal

Si de todas maneras Trump quiere realmente reducir el déficit, sus opciones en casa serían ajustar los presupuestos del Gobierno, alentar a los consumidores más acomodados a comprar productos hechos en Estados Unidos y lograr que los trabajadores ahorren más dinero de sus salarios en lugar de gastar.

Castigar a los países que después de todo compran los productos que Estados Unidos envía al exterior es contraproducente para su objetivo.

Olvide los aranceles al acero. Probablemente no tengan un gran impacto en los precios al consumidor en Estados Unidos.

Sin embargo, las recientes promesas de Trump de aplicar aranceles a productos chinos con un valor de miles de millones de dólares son una señal de que él considera que el proteccionismo es una estrategia viable para "hacer a Estados Unidos grande de nuevo". En cambio, podría hacerlo más pobre.


Fuente


Como bien dice Daniel Winter (y algo que cualquiera con dos dedos de frente intuye, sin siquiera haber estudiado economía): "Si un país quiere comprar más de lo que produce, tiene que importar para satisfacer la demanda." Y eso se traduce en... sí, ya lo adivinaron, DÉFICIT COMERCIAL para ese país. Y como lo menciona Daniel Winter, la culpa de eso no la tienen quienes le venden a los USA, que nadie les pone una pistola en la sien para obligarlos a ello. La pistola se la ponen... los empedernidos y compulsivos consumidores gringos. "Estados Unidos debería buscar la explicación en sí mismo." Pero con eso, se le cae el teatrito al entretenedor profesional que despacha desde la Casa Blanca. Para empezar, porque el Payaso Naranja no tiene ni la más remota idea de qué hacer: ¿Decirles a los gringos que dejen de consumir? JAJAJAJAJA Entonces, al Bufón Naranja se le ocurre la "brillante idea" de... ¡CONSUMIR LO BIEN HECHO EN LOS USA! ¿Les suena a algún slogan conocido? De nuevo, el Pelochas se fusiló una de sus famosas frases... de donde ustedes ya saben (no de... Ya Saben Quien): los publicistas de los políticos mexicanos (que por supuesto nunca se imaginaron que un presidente yanqui les fuera a piratear su trabajo). Insisto: el Pelochas inconscientemente AMA a México, aunque se la pase rezongando contra él (de hecho, según los psicoanalistas, si te la pasas renegando de algo o alguien, en realidad tienes una fijación ahí que puede conducir a una relación más... ligada a lo afectivo). ¡No hay país en el mundo que sea autosuficiente! Y eso no va a cambiar porque el Hitler Naranja se siente en la Sala Oval y firme órdenes presidenciales (que es lo que más le hace sentirse el super macho alfa). Consumir lo bien hecho en los USA es actualmente MUY COSTOSO. Y con una población que no está en la situación económicamente boyante que usualmente nos venden de gringolandia, pues el grueso de ellos prefiere economizar en su consumo: compra productos MÁS BARATOS provenientes de paises que se los ofrecen así... porque es para lo que les da su economía personal o familiar. Claro, el Magnate haciendola de presidente no sabe de ésto... porque nació siendo un niño rico y nunca ha siquiera visitado una zona ya no digamos pobre, siquiera de clase media. Su visión del mundo es la de... un Ricky Ricón cualquiera.

El Pelochas lo está haciendo TODO MAL. Y lo grave es que sus comparsas republicasnos no están haciendo nada para evitarlo. A eso se le llama "hacerse el Hara-Kiri político". Quizá por ello algunos pocos (muy pocos) republicasnos están "pintando su raya" desde ahora, para no arriesgar su futuro político. Si quieren seguir viviendo del presupuesto, tienen que comportarse más acordes a lo que LA MAYORÍA de los votantes quieren, y todos los sondeos muestran que más del 60% de los ciudadanos no están contentos con lo que le está haciendo The Apprentice. Es simple cuestión de... supervivencia política. "El Gran Hermano Naranja que despotrique todo lo que quiera, y me acuse de lo que se le antoje, él no va a garantizarme una curul; todo lo contrario", ¡así de simple!