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NUEVA EXPERIENCIA
Bueno primeramente déjame comentar que nada de esto había vivido jamás, soy un hombre casado, tengo tres hijos y pues ni modo así pasaron las cosas ahora no se si arrepentirme de haberlo vivido o arrepentirme por nunca haberlo intentado, ya que si, había tenido intenciones de hacerlo.
Bueno pues hay te va como sucedió..... Recuerdo que venia muy cansado de trabajar a parte de que había cargado algo pesado y me sentía un poco mal de la espalda, un amigo me comento que en un cierto vapor había un masajista muy bueno, lo pensé por un rato, ya que a mi no me gustaba mucho el vapor, porque me daba como taquicardia y me sentí un poco mal cuando alguna vez intente estar en un baño así.
Pues me anime ya que dije, no entro al vapor y nomas me doy un regaderaso, cuando entro, lo primero que veo es a un hombre haciéndole sexo oral a otro, y al verme, rápidamente se separaron, pero yo haciendo como que no veía le pregunte a uno de ellos por el masajista, ya que me dijo quien era, le hable de mi problema y me dijo que ciertamente andaba mal, que me acostara boca abajo para darme un masaje y así lo hice.
le tomo como una media hora terminar y luego me recomendó que entrara un rato al vapor a relajarme, ya que la sala de masajes esta aparte del vapor, temiendo que me fuera a sentir mal, pues acepte no de muy buena gana, ya estando adentro, le digo a dos personas que estaban dentro que si le podía poner bajito al vapor, aceptaron y me eche boca abajo en una banca que estaba desocupada, empecé a dormitar y no se cuanto tiempo paso que cuando levante la mirada detrás mío estaba sentado el hombre que vi haciéndole sexo oral al otro, me enderece y vi como se estaba acariciando el pene, que por cierto hasta ahí me di cuenta del tamaño enorme que lo tenia... o al menos así me pareció a mi, mas o menos lo tenia como de unos 28 cm. de largo y de un grosor considerable, me volví a echar dándole la espalda para dejarlo hacer lo que estaba haciendo. dándole a entender que siguiera en lo suyo que a mi no me molestaba, pero yo creo que el entendió al verme echarme otra ves boca abajo como una invitación, y sin mas, a los pocos momentos empecé a sentir su mano como me acariciaba un pie, sentí tal sensación que no me pude mover, se dio animo a seguir y sentí como su mano llegaba a mi trasero, el cual me empezó a sobar de una manera que sentí un placer inmenso, y pues la verdad lo deje, de pronto me soltó y me atreví a voltear para saber el porque, lo vi frotándose las manos con un aceite que el traía y al momento sentí que me penetraba el ano con uno de sus dedos, así lo hizo por unos minutos, cuando de pronto siento que se levanta y tomándome por la cintura me voltea y me empieza a hacer sexo oral como loco, yo ya para esos momentos estaba frenético y sentía que todo se me venia encima, luego se volteo de tal forma que su pene me quedo enfrente de mi cara y ahí pude vérselo en toda su magnitud, me tomo de la cabeza suavemente como invitándome a que yo también le hiciera el sexo y pues como pude abrí la boca y me metí la enorme cabezota dentro, como no podía muy bien la saque y lo que hice fue pasarle la lengua por fuera así como a mi me gustaba que mi mujer me lo hiciera, luego de un rato se separo de mi y fue a untarse mas aceite del que traía pero ahora se lo unto en el pene y trajo un poco y me lo unto en las nalgas y el ano, metió dos dedos sacándolos y metiéndolos como a modo de abrir camino, los saco y con una mano me agarro de la cintura, y con la otra sostenía su penesote, de pronto siento como pone la punta en mi ano y poco a poco lo fue empujando, cuando sentí que su cabeza se abrió paso en mi culito sentí que se me doblaron las piernas pero el ya no dejo de empujar, me zafe como pude diciéndole que no podía porque nunca lo había echo y me invito a que lo intentáramos otra ves, así lo hicimos por varias ocasiones hasta que poco a poco el masaje prostático empezó a surtir efecto y del dolor pase a experimentar un placer nunca sentido, después de unos momentos de hacerlo con mucho cuidado y viendo que yo ya de alguna manera me recargaba en el buscando mas penetración se dejo venir y en un solo intento lo metió hasta el fondo haciendo que yo pegara un resoplido y se me saliera hasta la baba de la boca del placer que sentí me agache hasta tocarme los dedos de los pies como para abrirle mas el camino y se soltó en un mete y saca hasta que lo sentí ponerse bien tenso, y empujando fuertemente empezó a venirse yo como tenia el ano estirado al máximo alrededor de su verga sentí claramente sus chorros de semen como pasaban por su tronco y entraban en mi ano, después de cuatro o cinco sacudidas de su cuerpo lo sentí relajarse y poco a poco se fue separando de mi hasta que me saco por completo el pene, todavía se lo vi chorreando un poco y también sentía como por la parte de atrás de mis piernas me escurría el semen que vacío dentro de mi hasta ese momento y como por arte de magia, llego a mi un poco de sensatez y le pregunte que si no era portador de alguna enfermedad me dijo que no me preocupara, me aseguro que no estaba enfermo de nada y se despidió de mi dándome una nalgadita como a modo de despedida.
No he vuelto a ir a ese vapor desde entonces pero la verdad, me acuerdo de lo sucedido y si me dan ganas de repetir la experiencia bueno ya después les diré si me anime cuídense becerritos.
Con cariño m.m.
Bueno pues hay te va como sucedió..... Recuerdo que venia muy cansado de trabajar a parte de que había cargado algo pesado y me sentía un poco mal de la espalda, un amigo me comento que en un cierto vapor había un masajista muy bueno, lo pensé por un rato, ya que a mi no me gustaba mucho el vapor, porque me daba como taquicardia y me sentí un poco mal cuando alguna vez intente estar en un baño así.
Pues me anime ya que dije, no entro al vapor y nomas me doy un regaderaso, cuando entro, lo primero que veo es a un hombre haciéndole sexo oral a otro, y al verme, rápidamente se separaron, pero yo haciendo como que no veía le pregunte a uno de ellos por el masajista, ya que me dijo quien era, le hable de mi problema y me dijo que ciertamente andaba mal, que me acostara boca abajo para darme un masaje y así lo hice.
le tomo como una media hora terminar y luego me recomendó que entrara un rato al vapor a relajarme, ya que la sala de masajes esta aparte del vapor, temiendo que me fuera a sentir mal, pues acepte no de muy buena gana, ya estando adentro, le digo a dos personas que estaban dentro que si le podía poner bajito al vapor, aceptaron y me eche boca abajo en una banca que estaba desocupada, empecé a dormitar y no se cuanto tiempo paso que cuando levante la mirada detrás mío estaba sentado el hombre que vi haciéndole sexo oral al otro, me enderece y vi como se estaba acariciando el pene, que por cierto hasta ahí me di cuenta del tamaño enorme que lo tenia... o al menos así me pareció a mi, mas o menos lo tenia como de unos 28 cm. de largo y de un grosor considerable, me volví a echar dándole la espalda para dejarlo hacer lo que estaba haciendo. dándole a entender que siguiera en lo suyo que a mi no me molestaba, pero yo creo que el entendió al verme echarme otra ves boca abajo como una invitación, y sin mas, a los pocos momentos empecé a sentir su mano como me acariciaba un pie, sentí tal sensación que no me pude mover, se dio animo a seguir y sentí como su mano llegaba a mi trasero, el cual me empezó a sobar de una manera que sentí un placer inmenso, y pues la verdad lo deje, de pronto me soltó y me atreví a voltear para saber el porque, lo vi frotándose las manos con un aceite que el traía y al momento sentí que me penetraba el ano con uno de sus dedos, así lo hizo por unos minutos, cuando de pronto siento que se levanta y tomándome por la cintura me voltea y me empieza a hacer sexo oral como loco, yo ya para esos momentos estaba frenético y sentía que todo se me venia encima, luego se volteo de tal forma que su pene me quedo enfrente de mi cara y ahí pude vérselo en toda su magnitud, me tomo de la cabeza suavemente como invitándome a que yo también le hiciera el sexo y pues como pude abrí la boca y me metí la enorme cabezota dentro, como no podía muy bien la saque y lo que hice fue pasarle la lengua por fuera así como a mi me gustaba que mi mujer me lo hiciera, luego de un rato se separo de mi y fue a untarse mas aceite del que traía pero ahora se lo unto en el pene y trajo un poco y me lo unto en las nalgas y el ano, metió dos dedos sacándolos y metiéndolos como a modo de abrir camino, los saco y con una mano me agarro de la cintura, y con la otra sostenía su penesote, de pronto siento como pone la punta en mi ano y poco a poco lo fue empujando, cuando sentí que su cabeza se abrió paso en mi culito sentí que se me doblaron las piernas pero el ya no dejo de empujar, me zafe como pude diciéndole que no podía porque nunca lo había echo y me invito a que lo intentáramos otra ves, así lo hicimos por varias ocasiones hasta que poco a poco el masaje prostático empezó a surtir efecto y del dolor pase a experimentar un placer nunca sentido, después de unos momentos de hacerlo con mucho cuidado y viendo que yo ya de alguna manera me recargaba en el buscando mas penetración se dejo venir y en un solo intento lo metió hasta el fondo haciendo que yo pegara un resoplido y se me saliera hasta la baba de la boca del placer que sentí me agache hasta tocarme los dedos de los pies como para abrirle mas el camino y se soltó en un mete y saca hasta que lo sentí ponerse bien tenso, y empujando fuertemente empezó a venirse yo como tenia el ano estirado al máximo alrededor de su verga sentí claramente sus chorros de semen como pasaban por su tronco y entraban en mi ano, después de cuatro o cinco sacudidas de su cuerpo lo sentí relajarse y poco a poco se fue separando de mi hasta que me saco por completo el pene, todavía se lo vi chorreando un poco y también sentía como por la parte de atrás de mis piernas me escurría el semen que vacío dentro de mi hasta ese momento y como por arte de magia, llego a mi un poco de sensatez y le pregunte que si no era portador de alguna enfermedad me dijo que no me preocupara, me aseguro que no estaba enfermo de nada y se despidió de mi dándome una nalgadita como a modo de despedida.
No he vuelto a ir a ese vapor desde entonces pero la verdad, me acuerdo de lo sucedido y si me dan ganas de repetir la experiencia bueno ya después les diré si me anime cuídense becerritos.
Con cariño m.m.