jomajura
Bovino maduro
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He oído tantas veces a funcionarios públicos de nuestro país (diputados, agentes del mp, jueces, titulares de poderes ejecutivos, etc.), hablar de nuestra constitución como si fuera un a ley cualquiera. Lo mas grave, eso le han hecho creer a la gente.
Los legisladores hablan de modificar algún texto de nuestra constitución para salvaguardar un “interés” (particular o social cualquier termino lo usan ellos).
En mi opinión, nuestra Carta Magna (es decir, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos), no es una ley secundaria cualquiera, no es un código o una compilación de leyes. Nuestra Constitución, como en todo país democrático (bueno eso dicen de México), es UN CONTRATO SOCIAL, no una ley que impuso una autoridad, no es una ley que se puede violar asi nomás.
La Constitución es un acuerdo de voluntades, un pacto de la sociedad (en este caso la mexicana), para salvaguardar sus intereses sociales, es un contrato que nos crea e identifica como una sociedad mexicana.
No es justo, que los legisladores, de cualquier partido político, abusen de su nombramiento (y jueguen a cambiar los finos artículos de nuestra constitución), con fines electoreros, o con la intención de privilegiar a algunas personas solamente.
Los legisladores hablan de modificar algún texto de nuestra constitución para salvaguardar un “interés” (particular o social cualquier termino lo usan ellos).
En mi opinión, nuestra Carta Magna (es decir, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos), no es una ley secundaria cualquiera, no es un código o una compilación de leyes. Nuestra Constitución, como en todo país democrático (bueno eso dicen de México), es UN CONTRATO SOCIAL, no una ley que impuso una autoridad, no es una ley que se puede violar asi nomás.
La Constitución es un acuerdo de voluntades, un pacto de la sociedad (en este caso la mexicana), para salvaguardar sus intereses sociales, es un contrato que nos crea e identifica como una sociedad mexicana.
No es justo, que los legisladores, de cualquier partido político, abusen de su nombramiento (y jueguen a cambiar los finos artículos de nuestra constitución), con fines electoreros, o con la intención de privilegiar a algunas personas solamente.