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- #1
Un muchacho tocó a la puerta de la casa de su novia. Abrió el padre de la chica y preguntó:
* ¿Qué desea joven?
* Verá señor...vengo a hablar con usted de su hija Marta...
* Pase...Vayamos adentro y ahí me cuenta.
Se sientan uno frente a otro en el salón y el padre dice:
* Bien, adelante...
El joven, muy decidido respondió:
* Quiero comunicarle que a su hija y a mí nos gustaría compartir nuestras vidas...Nos queremos casar.
El padre sonrió y dijo:
* Está muy bien eso de casarse...pero cuénteme muchacho ¿cuenta con un ingreso digno como para mantener el nivel de vida al que mi hija está acostumbrada y el de los niños que puedan venir en ese matrimonio?
El muchacho, con todo el aplomo del mundo contestó:
* Aunque soy Ingeniero, actualmente no gano mucho. Sin embargo, su hija me comentó lo que ganan su esposa y usted, por lo cual confío en tener una pequeña ayuda de ustedes para pagar los gastos menores...teléfono, gas, luz y supermercado...
Un poco sorprendido por la respuesta, el padre siguió indagando:
* ¿Piensan comprar un apartamento o una casa?...¿o prefieren alquilar?...
El joven, con mirada inocente contestó:
* Así como antes le pedí una pequeña ayuda para poder ir viviendo, hemos pensado que como su casa es muy grande y pueden vivir en ella varias personas, no es necesario que compremos o alquilemos...Queremos vivir en esta casa con ustedes.
El padre, ya totalmente desconcertado, preguntó:
* Y dígame...¿Tiene automóvil?...
El joven sonrió y dijo:
* No. Pero hemos pensado que como ustedes tienen dos automóviles y una furgoneta, para qué vamos a comprar...Usted nos deja uno de de los suyos y así no necesitamos gastar en otro.
En ese momento, entró al salón la madre de la chica y mirando primero al joven y después a su esposo, preguntó cordialmente:
* ¿Se puede saber de qué están hablando?
Su esposo respondió:
* Hola querida. Te presento al señor árbitro, que pretende ser el futuro marido de Martita.
El joven, desconcertado y un poco molesto, preguntó:
* Oiga...¿Por qué me llama "señor árbitro"?
A lo que el padre contestó con mucha calma:
* Bueno.. ¿cómo mierda quieres que te llame si hasta ahora lo único que vas a poner es el pito?
* ¿Qué desea joven?
* Verá señor...vengo a hablar con usted de su hija Marta...
* Pase...Vayamos adentro y ahí me cuenta.
Se sientan uno frente a otro en el salón y el padre dice:
* Bien, adelante...
El joven, muy decidido respondió:
* Quiero comunicarle que a su hija y a mí nos gustaría compartir nuestras vidas...Nos queremos casar.
El padre sonrió y dijo:
* Está muy bien eso de casarse...pero cuénteme muchacho ¿cuenta con un ingreso digno como para mantener el nivel de vida al que mi hija está acostumbrada y el de los niños que puedan venir en ese matrimonio?
El muchacho, con todo el aplomo del mundo contestó:
* Aunque soy Ingeniero, actualmente no gano mucho. Sin embargo, su hija me comentó lo que ganan su esposa y usted, por lo cual confío en tener una pequeña ayuda de ustedes para pagar los gastos menores...teléfono, gas, luz y supermercado...
Un poco sorprendido por la respuesta, el padre siguió indagando:
* ¿Piensan comprar un apartamento o una casa?...¿o prefieren alquilar?...
El joven, con mirada inocente contestó:
* Así como antes le pedí una pequeña ayuda para poder ir viviendo, hemos pensado que como su casa es muy grande y pueden vivir en ella varias personas, no es necesario que compremos o alquilemos...Queremos vivir en esta casa con ustedes.
El padre, ya totalmente desconcertado, preguntó:
* Y dígame...¿Tiene automóvil?...
El joven sonrió y dijo:
* No. Pero hemos pensado que como ustedes tienen dos automóviles y una furgoneta, para qué vamos a comprar...Usted nos deja uno de de los suyos y así no necesitamos gastar en otro.
En ese momento, entró al salón la madre de la chica y mirando primero al joven y después a su esposo, preguntó cordialmente:
* ¿Se puede saber de qué están hablando?
Su esposo respondió:
* Hola querida. Te presento al señor árbitro, que pretende ser el futuro marido de Martita.
El joven, desconcertado y un poco molesto, preguntó:
* Oiga...¿Por qué me llama "señor árbitro"?
A lo que el padre contestó con mucha calma:
* Bueno.. ¿cómo mierda quieres que te llame si hasta ahora lo único que vas a poner es el pito?