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NO CABE DUDA QUE CUANDO NO TE TOCA…. NO TE TOCA.

max-dar

Bovino maduro
Desde
27 Ene 2010
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217
Hace muchos años una joven mujer que recién acababa de enviudar, decidió ir la casa que habían adquirido ella y su desaparecido marido en su pueblo de origen.

Una vez que llego en entro en aquella casa; ella se sintió muy pequeña y a la casa muy grande como que algo le faltaba para que cubriera el hueco de su corazón.

Tenía tiempo que no iban a esa casa por lo que la encontró hecha un monte. Con bastante hierba crecida por todas partes del patio, enredaderas, plantas que nacieron por alguna semilla que los pájaros dejaban caer; era un lio. Con todo su corazón y mente decidió que ella misma haría la limpieza sin pedir ayuda, finalmente le serviría como desahogo de toda esa carga que traía y no encontraba como desecharla.

Empezó cambiándose de ropa, uso unos trapos que su marido había dejado en aquella casa en un tambo metálico bien sellado pensando que no le entrara ninguna polilla o algo semejante, en otro tambo tenia herramienta como pala, machete; en fin no tenia porque pedir ayuda a nadie por lo que cerro perfectamente la puerta de la calle y salió al patio.

Cuando tenía ya un buen rato deshierbando, se encontraba muy concentrada en lo que estaba haciendo y de repente un ruido la saco de sí misma, se detuvo y no escucho nada, creyó que eran ruidos que traía el viento sin darle importancia siguió con lo que hacía y nuevamente se volvió a escuchar pero como estaba más atenta se dio cuenta de donde prevenía y a lo que parecía el ruido; provenía del interior de la casa y asemejaban alguien caminando pero arrastrando los pies.

No dudo ni un momento de quien se trataba, con voz firme y totalmente segura empezó a acercarse hacia la casa y ella empezó a hablarle, al acercarse a la casa se sentía muy denso el ambiente… le dijo que “no tratara de asustarla, porque ella no tenía ninguna culpa de su muerte… al contrario la dejo con muchos problemas y asustándola no le ayudaba en nada para resolverlos”… al momento esa pesadez de la casa empezó a desaparecer. Y ya no se volvió a presentar este tipo de situaciones.

Luego que supieron sus cuñadas que ella había llegado; no fueron a verla, porque desde un principio no la querían como cuñada. Pero pareciera que el destino esta mas que escrito, todos los hijos de ellas si la querían; tal vez porque ella no tenía hijos cada vez que los veía les regaba ropa nueva, juguetes, los invitaba a comer, situación que a las cuñadas les retorcía de coraje.

Al segundo día que ella seguía limpiando el gran patio llego uno de los sobrinitos a verla, a ella le dio gusto verlo y le invito un refresco; el niño como siempre no tardaba mucho y luego se regresaba a su casa. Pero algo en ese día no fue igual; el niño volvió con una canastita con al olorosa almuerzo, se trataban de unos tacos y despedían un delicioso aroma al que difícilmente alguien podía resistirse.

El inocente niño le dijo a la tía que su mama le había mandado ese almuerzo y él se tenía que esperar hasta que ella lo comiera pero sin que el probara nada; con decir eso a ella le pareció muy sospechoso, lo que hizo fue mandarlo a comprar refresco y dulces. Cuando regreso el niño se tomaron el refresco y justo como ella pensó, el niño ya se quería marchar, pero no podía porque tenía indicaciones de quedarse a ver como ella comía.


Ella notaba que el niño se empezaba a impacientar y lo convenció de que se fuera a su casa a decirle a su mama que todo se había comido en su presencia, y como muestra llevaba la canasta vacía; el niño no lo pensó dos veces y así lo hizo.


Lo que hizo ella con el almuerzo fue dejarlo por encima de un cajón en lo alto para que no se polveara o se hormigara.

Cuando llego el niño a su casa inmediatamente le pregunto su madre si la tía viuda se había comido todo lo que le había mandado, el niño le dijo que sí.


A las dos horas que el niño se había marchado, la tía decidió darse un baño y salir a comer a la calle por lo que pensó en darles a los perros callejeros el famoso almuerzo. Se llevo una gran sorpresa al ver como se encontraba el almuerzo, lo que parecía salsa roja era algún liquido verdoso encima de gusanos retorciéndose.


Le quedo muy claro que sus cuñadas le querían dar de comer alguna porquería para hacerle maldad.


Después se regreso a la ciudad a retomar su vida; siguió trabajando tratando de recuperar su vida sin su marido.

Pero algo estaba pasando, por las noches llegaban muchos gatos a maullar en su puerta; era noche tras noche a un grado de hartase y cambiarse de domicilio, para su gran sorpresa donde llevo a vivir lo mismo sucedía.


En un viaje relámpago viajo a su pueblo a visitar a su padrino que era un hombre de experiencia y con ciertos dones de curación.


Llego saludando respetuosamente a su padrino, en el justo momento de querer exponerle su problema el dijo que ya sabía de qué trataba su visita,… sus cuñadas trataban por todos los medios de hacerle brujería y de una de tantas le había llegado por medio de los gatos, querían atormentarla y tratar que volverla demente; pero por su misma naturaleza de ella no funcionaban.


Para curarla la cito en su casa 3 veces, le dijo que las primeras dos citas serian al medio día pero la tercera cita a media noche por lo que al terminar la llevaría a la casa de su hermano de ella.


Las dos primeras citas no sucedían nada anormal; pero en la tercera fue algo que no olvido nunca. Llego la media noche y empezó con su limpia, se concentraba más en su negro y largo cabello, casi al terminar le dijo que ella caminaría adelante hacia la casa de su hermano y que el caminaría atrás de ella cuidándola, no le iba a pasar nada; pero que por ningún motivo tenía que voltear hacia atrás. Y así paso termino con su limpia y ella salió a la calle sin mirar atrás, en el camino claramente escuchaba que no era un hombre lo que caminaba atrás de ella, era como si diferentes animales por turno caminaran, se escuchaba como si fuese algún felino, luego aulló algún perro; prefirió no voltear así como le había indicado.

Llegando a la casa de su hermano quien ya la esperaba; entraron y enseguida llego el padrino; comentándole que con la última limpia ya no había necesidad de buscar más remedios solo tenía que cuidar de no perder ropa o algún otro objeto personal.
 
Es una pena que la gente haga este tipo de cosas, pero asi pasa Buena historia saludos amigo.
 
si todas tus aportaciones son casos reales ¿por qué en ninguno das nombres? ¿acaso también en este te prohibieron darlos?
 
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