José Luis Camacho Acevedo
jue 24 may 2018


Marcelo Ebrard también pretendió adueñarse de una casona en la colonia Roma
Foto propiedad de: Internet


Pues a unas semanas de llegar a la hora cero del proceso electoral que vive México, Andrés Manuel López Obrador parece estar jugando a la ruleta rusa política al mantener cerca de su entorno más cercano a personajes harto controvertidos que le ganan al tabasqueño desconfianza popular y críticas sociales.

Morena postuló como candidatos al Senado de la República a Nestora Salgado, ex comandante de la policía comunitaria de Olinalá, Guerrero y a Napoleón Gómez Urrutia, líder del Sindicato Minero.

Mantiene muy cerca de él a Marcelo Ebrard, quien funge como coordinador regional de la campaña presidencial.

Los tres políticos mencionados le están generando al tabasqueño toda una serie de cuestionamientos que le resultan bastante perjudiciales para su imagen.

Sobre Nestora Salgado, fue el candidato de la coalición 'Todos por México', José Antonio Meade, quien la mencionó durante el Segundo Debate Presidencial calificándola como una delincuente que secuestraba gente y pedía rescate por ella.

La acusación de Meade, ahora respaldada por un grupo de mujeres duras del priísmo como Claudia Ruíz Massieu, Ana Lilia Herrera, Beatriz Paredes, Vanessa Rubio, Diva Gastelúm, entre otras, generó reacciones desde varios frentes.

Una bastante combativa por parte de la guerrerense, quien anunció que demandará al abanderado del PRI por difamación.

Sin embargo, José Antonio Meade no cede y aseguró que no se disculpará por llamar secuestradora a Nestora Salgado, pues dijo estar de lado de las víctimas y la legalidad, y afirmó que la amnistía de AMLO a criminales "va en serio", pues le obsequió una senaduría a la ex líder de las autodefensas de Olinalá.

En un documento, su equipo de campaña justificó las declaraciones de Meade durante el debate del domingo pasado, al asegurar que la información que difundió es pública y describe cómo la aspirante a un escaño exige cinco mil pesos a cambio de la libertad de una menor de edad.

Pero hay otras voces como la de Ernesto Villanueva, quien advierte las faltas cometidas por Meade Kuribreña.

Al llamarla secuestradora, Meade quedó en tesitura de calumniador. Porque su acusación es de un delito que Nestora no cometió, lo que se considera una forma agravada de difamación.

Además, la explicación-justificación de un “preocupado” José Antonio Meade sobre sus ataques a Salgado terminan por afectarlo más, pues dijo que lo que leyó en el debate sale citado textualmente de los expedientes, con eso comprueba que la Procuraduría General de la República está a su servicio porque suponiendo sin conceder que fuera de un expediente: ¿Cómo lo obtuvo si no está legitimado como parte en el proceso?, cuestiona Villanueva.

Por otro lado, está el caso de Napoleón Gómez, quien tiene la reputación marcada de por vida, pues nunca dejará de cuestionado por los 54 millones de dólares que sustrajo del sindicato de mineros, montó que quizás ha utilizado en su larga estancia en Canadá.

Pero es un dinero que debe regresar, hace unos días la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje condenó a Gómez Urrutia y el sindicato minero a regresar la millonaria suma a los agremiados.

Y finalmente, esta la presencia de Marcelo Ebrard, un personaje que carga en su expediente diversas acusaciones muy serias y que se pueden convertir en denuncias, penales o civiles, en cualquier momento.

Ebrard Casaubón, durante su gestión como jefe de gobierno de la CDMX, se convirtió en uno de los empresarios más importantes y acaudalados del ramo de la vivienda de lujo.

Marcelo Ebrard también pretendió adueñarse de una casona en la colonia Roma, que era propiedad del Gobierno de la CDMX, casona de la cual fue desalojado.

Una vez que le quitaron el mal habido inmueble, de inmediato se auto exilió en París, en donde vivió una larga temporada en un carísimo departamento.

Ebrard es el principal impugnador de la candidatura de quien fuera su heredero y amigo, Miguel Ángel Mancera, y al parecer lo que a Marcelo le importa es que el Tribunal Electoral determine inviable su postulación, aunque ello signifique llevarse entre los pies a los mencionados: Nestora Salgado y Napoleón Gómez Urrutia.

La pregunta que flota en el ambiente es la siguiente: López Obrador ya se siente con el triunfo electoral en la bolsa; o sus cercanos de verdad, como su esposa y sus hijos, son engañados por Nestora, Napoleón y Ebrard al no reconocer que afectan la imagen de candidato presidencial de MORENA.

López Obrador tiene que recordar que en política nada es para siempre y nunca se deben dar por ganadas unas elecciones que aún no se han celebrado.


Fuente


Me llamó la atención en los comentarios de la Fuente que haya quienes defiendan a Napo y además traten de reinventar la decisión de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje en contra de Napo, diciendo que Napoleon no fue conminado a pagar los 54 millones sino el Sindicato. Ni cómo ayudarlos. Así es le pejereligión. Insisto, ¿es tan difícil reconocer las equivocaciones? Al Peje usualmente le toma varios años (necesitó más de 10 años para entender que no era a través de la política, sino de la religión, que llegaría a la presidencia). Sus fieles seguidores deben identificarse con su líder, así que, ¿reconocer alguna equivocación? nanay. Lo delicado de ésto es que, a estas alturas, cualquier cambio de dirección en la diatriba del predicador puede causar más daño que la "liberación del tigre".