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- #1
Estreno un pequeño tumblr con relatos cortos inspirados en la literatura beat y el realismo sucio llamado http://fictus.tumblr.com/. Con tintes eróticos, ficción, drogas y mucha música. Pasen a darse una vuelta, por aquí les dejo un pequeño extracto:
La áspera noche se colaba por la ventana del sanitario, arrebatándome el poco calor corporal que me quedaba y agudizando mi hipotermia alcohólica. Sobre mis brazos el pulcro retrete pintado con restos de comida licuada por mi estomago, alcohol y fluidos estomacales; su lisa y fría piel eran mi único cobijo en ese cuarto y mi único apoyo para por fin levantarme, no sin escupir y tambalear a medio camino. Frente a mí, el ya bien conocido fantasma: descuidado, con ojeras pronunciadas y ojos semi-desorbitados y enrojecidos, pálido y tembloroso, mirándome con aires de burla y sarcasmo; una piltrafa apenas categorizada en la familia hominidae. El agua escurre de mi mentón después de lavarme la boca y manos y de escupir el remanente veneno ácido que quedaba en mi boca.
Dejo por fin mi templo azulejado que resguarda a mi ídolo solo para encontrarme con algo todavía más especial; imposible saber si me ve con ojos de bondad y nostalgia. O reprobatorios y furiosos, su mirada es la de una princesa de la más fina porcelana china. El viejo tocadiscos llega a la algo rayada última pista del lado A del segundo LP de Joy Division: Closer. El título de la canción lo explica todo, textual, como debe ser un título, sin necesidad si quiera de poner atención en la letra ni en la música: A Means to an End. Su implacable mirada paraliza mis piernas a través de mis ojos que no necesitan enfocar bien, es más, no necesitan siquiera estar abiertos, esa mirada me la sé de memoria. Mientras, yazco ahí parado y tembloroso, se da la vuelta dejándome espacio para entrar a la cama, su espalda desnuda de porcelana me incita a tocarla y besarla, pero mi lucidez termina al recordar la piltrafa fantasmal que vi hace un rato; no la merezco, y no creo poder merecerla. Regreso a los temblores y los mareos mientras introduzco mi intoxicado cuerpo en la cama. I put my trust in you, in you, in you… clack! El disco termina.
Salen de su dulce boca algunas palabras al tiempo que recorro la habitación de lado a lado para cambiar la cara del disco, un poco de silencio matizado con el fino ruido que hay entre track y track, como de estática, y por fin Heart and Soul. La música suena en vano, mi entera atención (o lo que queda de ella) la tiene mi diosa de porcelana. Después de leves forcejeos y reproches ininteligibles para mí, en mi actual estado, me solidifica con amables y comprensivos susurros; me dice algo por fin. Me abraza, queriendo calentar mi tembloroso ser, más por lástima que por cariño, sus muslos perfectos rozan con los míos y su apenas velludo pubis juguetea con mis caderas incitándome, excitándome, incendiándome. Toco sus bien dotados y redondos pechos, aplasto sus pezones y muerdo su cuello, el calor nos envuelve y mi hipotermia desaparece; cambio mi amarga saliva por la acida corriente que brota de su entre pierna, y la mezclo con su saliva. Clack!… termina el disco y por fin la penetro. Furioso, solo puedo ver como el fantasma le hace el amor a mi muñeca de porcelana.
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La áspera noche se colaba por la ventana del sanitario, arrebatándome el poco calor corporal que me quedaba y agudizando mi hipotermia alcohólica. Sobre mis brazos el pulcro retrete pintado con restos de comida licuada por mi estomago, alcohol y fluidos estomacales; su lisa y fría piel eran mi único cobijo en ese cuarto y mi único apoyo para por fin levantarme, no sin escupir y tambalear a medio camino. Frente a mí, el ya bien conocido fantasma: descuidado, con ojeras pronunciadas y ojos semi-desorbitados y enrojecidos, pálido y tembloroso, mirándome con aires de burla y sarcasmo; una piltrafa apenas categorizada en la familia hominidae. El agua escurre de mi mentón después de lavarme la boca y manos y de escupir el remanente veneno ácido que quedaba en mi boca.
Dejo por fin mi templo azulejado que resguarda a mi ídolo solo para encontrarme con algo todavía más especial; imposible saber si me ve con ojos de bondad y nostalgia. O reprobatorios y furiosos, su mirada es la de una princesa de la más fina porcelana china. El viejo tocadiscos llega a la algo rayada última pista del lado A del segundo LP de Joy Division: Closer. El título de la canción lo explica todo, textual, como debe ser un título, sin necesidad si quiera de poner atención en la letra ni en la música: A Means to an End. Su implacable mirada paraliza mis piernas a través de mis ojos que no necesitan enfocar bien, es más, no necesitan siquiera estar abiertos, esa mirada me la sé de memoria. Mientras, yazco ahí parado y tembloroso, se da la vuelta dejándome espacio para entrar a la cama, su espalda desnuda de porcelana me incita a tocarla y besarla, pero mi lucidez termina al recordar la piltrafa fantasmal que vi hace un rato; no la merezco, y no creo poder merecerla. Regreso a los temblores y los mareos mientras introduzco mi intoxicado cuerpo en la cama. I put my trust in you, in you, in you… clack! El disco termina.
Salen de su dulce boca algunas palabras al tiempo que recorro la habitación de lado a lado para cambiar la cara del disco, un poco de silencio matizado con el fino ruido que hay entre track y track, como de estática, y por fin Heart and Soul. La música suena en vano, mi entera atención (o lo que queda de ella) la tiene mi diosa de porcelana. Después de leves forcejeos y reproches ininteligibles para mí, en mi actual estado, me solidifica con amables y comprensivos susurros; me dice algo por fin. Me abraza, queriendo calentar mi tembloroso ser, más por lástima que por cariño, sus muslos perfectos rozan con los míos y su apenas velludo pubis juguetea con mis caderas incitándome, excitándome, incendiándome. Toco sus bien dotados y redondos pechos, aplasto sus pezones y muerdo su cuello, el calor nos envuelve y mi hipotermia desaparece; cambio mi amarga saliva por la acida corriente que brota de su entre pierna, y la mezclo con su saliva. Clack!… termina el disco y por fin la penetro. Furioso, solo puedo ver como el fantasma le hace el amor a mi muñeca de porcelana.
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