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Muere el "Chito" Cano, precursor de la música norteña

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Joker

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No saben la pena que sentí al saber de la muerte del "Chito" Cano, inmediatamente recordé los días en un pueblo del norte de México donde acompañaba a mi padre al son de la música que contaba las hazañas del Chito Cano. Descanse en paz.

La muerte de "Chito" Cano, expistolero y precursor de la música norteña

MONTERREY, N.L., 8 de octubre (apro).- “De Reynosa a Matamoros/ de Monterrey a Laredo/ anden con mucho cuidado/ agentes y pistoleros/ todavía soy Chito Cano/ y todavía no me muero”.
Considerado el último de los más famosos pistoleros, Chito Cano, compositor de corridos, murió este jueves 7 de octubre a los 74 años de edad.
El otrora pistolero, quien en los últimos años se dedicó a organizar bailes y conciertos de música norteña, se hizo famoso por sus corridos. En ellos narró su fuga de la cárcel, el tráfico de armas con que abastecía a “su amigo” Lucio Cabañas y la historia de sus pistoleros, entre ellos Gerardo González, muerto en los años ochenta. A él dedicó “El corrido de Gerardo”, aquel “buen gatillero y fiel pistolero/de Chito Cano”.
Renuente siempre a conceder entrevistas, la vida de Chito Cano, quien junto con su hermano Servando fue considerado precursor de la comercialización de la música norteña, es conocida por sus corridos.
De acuerdo con diversos reportes periodísticos, durante varios años el famoso gatillero radicó en Gómez Palacio, Durango, y hace poco tiempo, ya deteriorada su salud y expuesto a la violencia de la comarca, se avecindó en Monterrey, donde vive su hermano Servando Cano, propietario de Producciones Serca.
En 1971, Chito Cano sufrió un atentado, del que también se hizo un corrido: “Con un balazo en la espalda/ él todavía se reía/ no los creía tan cobardes/ hampones y policías/ me pegaron por la espalda/ de frente no se podía”.
En otro, “El retorno de Chito Cano”, cantado por Los Cadetes de Linares, cuenta que estuvo detenido en Eagle Pass Texas. Según Chito, “los rinches” pudieron aprehenderlo porque fue delatado y lo mantuvieron preso durante cinco años.
En ese corrido menciona que el cargamento de armas que llevaba era para la guerrilla guerrerense. No da fechas, pero podría haber sido en 1967, año en que Lucio Cabañas inició el levantamiento insurgente en la sierra de Guerrero.
“En Eagle Pass lo pescaron/ con un cargamento de armas/ a la sierra de Guerrero/ tenía que ir a dejarlas/ ahí lo estaba esperando/ su amigo Lucio Cabañas”.
El viejo penal de Ciudad Victoria también fue residencia del pistolero. “La leyenda de Chito Cano”, corrido interpretado por Luis y Julián, relata que se fugó de esa cárcel para ir a un palenque por el rumbo de Aguascalientes, a la Feria de San Marcos.
“De la cárcel de Victoria/ donde estaba sentenciado/ nomás de pura chulada/ se les peló Chito Cano/ pa´ cumplir un compromiso/ a donde lo habían retado”.
Sin embargo, para despistar su búsqueda se dieron informes falsos: “La prensa de Tamaulipas/ en dos grandes titulares/ dio a conocer la noticia/ por todos esos lugares/ que se escapó Chito Cano/ que iba con rumbo a Linares”.
Entre los corridos de apología a gatilleros y personajes relacionados con el contrabando de su época, quizás ninguno sea tan reiterativo en la valentía de un personaje como los corridos de Chito Cano.
De aquella fuga para la Feria de San Marcos, Luis y Julián cantan: “Le amaneció en el camino/ muy cerca de Aguascalientes/ llevaba su gallo giro/ pa´ jugarlo en los palenques/ iba a rifarse el pellejo/ con puros hombres valientes”.
Y Los Cadetes de Linares han cantado lo que le esperaba a los delatores de Chito Cano en Eagle Pass: “Cuando se oigan los disparos/ y los gritos de la gente/ cuatro hombres habrán tirado/ y no habrá quien los levante/ Chito sigue su camino/ va desafiando a la muerte”.
De todos, el más famoso corrido de Chito Cano, que lleva su nombre, lo recuerda así, el día en que lo hirieron en la espalda. Una lesión en la columna vertebral lo dejó en silla de ruedas desde 1971:
“Que bonitos son los hombres/ no se le puede negar/ aun después de caído/ tuvo la fuerza de hablar/ no corran, no sean cobardes/ acábenme de matar”.
Los restos de Chito Cano son velados en las Capillas de El Carmen, en Monterrey, donde se han dando cita músicos, compositores y representantes de música norteña.
 
Une vez de pequeño esuché el corrido que venía en un cassette de Ramón Ayala, esta frase nunca se me borró de la mente: “Con un balazo en la espalda él todavía se reía, no los creía tan cobardes hampones y policías me pegaron por la espalda de frente no se podía”. Habla de un cabrón en serio.
Después me enteré que un tío político lo conoció; un mito que recorrió todo el norte, yo pensaba que todo ese compedió de corridos era póstumo, sin duda un gran cabrón, saludos.
 
un verdadero hijo de puta, ese chito cano era tre-men-do jajajaja

ni pex se volvio minero, que el chango lo tenga a fuego lento.
 
¡Ah mira! Siempre creí que el corrido de Chito Cano era sobre un hombre imaginario, jamás pensé que fuera real. Tambien lo escuchaba cuando niño. Que Descanse en Paz.
 
Otro grande de la musica norteña (Verdadera música norteña) que se nos va....junto a Don Luis Garza.
 
Caray pues yo también pensaba que Chito Cano era un personaje inventado.
No imaginaba que detrás de esas letras hubiera una historia real.

Saludos
 
“Chito Cano” no era un personaje ficticio ni inventado era un gran señor de carne y hueso que respetaba a la gente a su alrededor, se paseaba de Reynosa a Matamoros sin miedo a nada el sabia lo que era y que la gente lo respetaba, nunca mato por envidia y mucho menos cobraba cuotas siempre que un rival lo delataba o se metía en sus negocios el no lo perseguía, no lo cazaba ni a el ni a su familia y mucho menos sacaba su pistola para disparar a lo menso sin importarle si mataba a la gente no el no era así se fue uno de los últimos contrabandistas que respetaban “A la Familia de su rival y a el Pueblo”.

Como dicen uds. Se fue un hombre cabrón no como las señoritas de hoy que dicen ser hombre valiente por ser narcos.
 
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