…Una oleada de placer golpeo intensamente mis sentidos mi pene estaba hinchado y parecía explotar, las venas saltaban claramente a la vista y sin mas descargue la tensión de mi cuerpo en un orgasmo que parecía interminable, espasmos en serie sacudían mi piel, mi cuerpo sudoroso comenzó a relajar todos los músculos, quede casi inerte en el suelo, estaba extasiado, exhausto, no lo podía creer, por unos momentos quede en blanco, intentando recuperar el aliento y el ritmo normal de mi respiración, lentamente, levante mi cabeza y eche un vistazo a uno y otro lado, era increíble, ¿que hacia ahí?, ¿hice bien?, ¿como había permitido que las cosas llegaran hasta este momento?... Las imágenes se me vinieron a la memoria como en una película.
Doce años atrás, mi esposa me presentaba como su prometido ante su familia, sus papas, tres hermanas mas grandes y una mas chica que ella y “el colado” su hermano pequeño, que en ese entonces tendría 18 años, todas sus hermanas ya eran casadas de hecho a ella le hacían mucha burla por decir que la mas chica la había saltado y ya sabes: “chivo saltado, chivo quedado” le decían, cada hermana, como si se hubieran puesto de acuerdo tenia 3 hijos cada una, dos niñas y un niño, a excepción de la menor que apenas esperaba a su primer hijo: Desde ese día mis nuevos sobrinos me dieron un caluroso recibimiento y era muy solicitado para todo tipo de juegos, mis concuños no se prestaban mucho a eso, es mas, casi ni se aparecían, por lo regular cuando había reunión familiar, mis cuñadas iban solas.
Al año y medio nos casamos y por cuestiones de trabajo nos alejamos un poco de el estado en donde vivían mis suegros, ellos tenían un rancho en las afueras de Aguascalientes a donde tratábamos de ir cada que teníamos oportunidad pues mi esposa los extrañaba mucho, cada que llegábamos parecía fiesta, iban todas mis cuñadas, con sus hijos y siempre había gran alboroto, mi esposa se ponía a ayudar a su mama y hermanas en los quehaceres domésticos y por supuesto aprovechaban para ponerse al tanto de sus vidas el día no les alcanzaba y en la noche se pasaban horas y horas platicando, por mi parte yo me la pasaba jugando con mis sobrinos un rato futbol, o vóley, encantados o lo que se les ocurriera o se pusiera de moda y por las tardes normalmente nos metíamos a un salón de juegos en donde muchas veces nos amanecíamos jugando, nos apasionaba el turista, a mi me gustaba llevarles la contra, generar polémica, lo cual hacia muy divertidas nuestras veladas.
Otra actividad que nos agradaba realizar, eran las fogatas, con bombones, salchichas, chistes, historias, era muy divertido, en una ocasión lleve una tienda de campaña y fue un éxito total, todos querían quedarse a dormir ahí, por lo cual decidimos realizar mas seguido campamentos dentro del rancho, había un lugar muy agradable en donde corría un riachuelo, con una pequeña cascada, era un lugar hermoso. Cuando íbamos ahí normalmente era por una noche, nos íbamos después de comer, caminábamos, cerca de 45 minutos, levantábamos las tiendas (en un inicio eran 2, una para hombres y otra para mujeres), yo siempre quería que nos acompañaran mas personas adultas, pero a nadie le atraía, la idea, solamente a la novia de mi cuñado me hizo segunda y nos acompañaron un par de ocasiones pero a mi cuñado no le hacia muy feliz, el quería perderse con su novia Arely, una muchacha delgadita, con unos senos pequeños pero firmes que además las playeras que le gustaba usar hacían lucir muy bien, siempre de jeans, con un trasero bastante aceptable, no era guapa, tampoco fea, de piel blanca, y la nariz ligeramente aguileña, pero muy agradable, ella siempre quería participar y unirse ala actividades que hacíamos, pero rara vez se lo permitían. Después de poner las tiendas, buscábamos leña, hacíamos nuestra fogata y así pasábamos gran parte de la noche, poco a poco iban quedándose dormidos, normalmente las 3 mas chicas, después, los 3 hombres y al final las 3 mayores. Por la mañana me gustaba levantarme antes que todos a hacer un poco de ejercicio y al terminar un reconfortante baño en la caída de agua, de regreso desayunábamos y emprendíamos el regreso, así pasaron varios años.
Mi sobrina mayor, Stefy, ya había cumplido 18 años, era una niña de 1.70 aproximadamente, tez clara, nariz respingada, cabello castaño oscuro, en realidad era un poco creída, se sentía artista de televisión, en esa ocasión el motivo de la reunión eran los XV años de mi segunda sobrina, Vicky, chaparrita, 1,60 aproximadamente, cabello al hombro claro sin llegar a rubio, lacio, piel clara, ojos vivarachos, siempre de buen humor, siempre buscando inventar algo, al llegar a la iglesia a la primera que vi fue a Anita, dos meses mas chica que Vicky, mi sorpresa fue mayúscula al verla, enfundada en un juvenil, traje de noche, verde pálido, ella era de piel apiñonada, un par de ojos grandes, cafés que en esta ocasión resaltaban mucho mas con el discreto maquillaje, su nariz era breve, sus labios carnosos y pequeños, su cuello largo, estilizado, el cabello rizado, negro caía en su espalda, con un hombro descubierto, el vestido era ceñido al cuerpo y descubrí que mi sobrinita tenia un generoso par de senos, una cinturita breve y las caderas comenzaban a tomar muy buena forma, el vestido terminaba de manera asimétrica, es decir de un lado mas largo que del otro, y con una abertura en la pierna izquierda, lo que le resaltaba un par de piernas ya muy formaditas en donde se apreciaba que le gustaba el ejercicio, sus zapatos de tacón hacían lucir excelente sus pantorrillas, ¿en que momento había crecido?, esa fue mi primer sorpresa, mas adelante llego Stefy, enfundada en un vestido strapless, color amarillo, el saquito corto del mismo color que hacia juego con su vestido no podía ocultar que sus senos habían culminado la fase de desarrollo y se erguían desafiantes ante la concurrencia, sus caderas habían alcanzado también su plenitud y el hilo dental que llevaba por ropa interior era visible solo al mirar con ojos expertos su perfecto trasero, el vestido le llagaba a los muslos y de ahí su par de piernas delgadas, estilizadas resaltaban de gran forma hasta llegar a sus zapatillas amarillas. En ese momento llego, Vicky con su lindo vestido tradicional de esta celebración, especialmente hecho a su gusto. Todo ocurrió como es normal, la misa, la comida el baile que fue donde llego mi tercera y ultima sorpresa de la noche, al cambiarse para bailar un baile “moderno”, Vicky salió con una camisa blanca, sin mangas, con dos botones al frente dejando al descubierto el inicio de un hermoso par de senos, traía una minifalda negra, y unas medias del mismo color caladas. Se veía espectacular, era increíble, tanto tiempo conviviendo con ellas y jamás me percate de su desarrollo, obviamente en el rancho siempre andaban vestidas con playeras amplias y jeans nada justos, con gorras, etc. Eso aunado a que, siendo mis sobrinas, las veía con otros ojos, además de que a mi las “adolescentes” jamás llamaron mi atención. Debo confesar que a partir de esa noche, jamás volví a ver a mis sobrinas de la misma manera, por más que me esforzara.
Seguía pasando el tiempo y todo seguía igual en teoría, solo que ahora, cuando los sobrinos se dormían, el juego cambiaba un poco, ellas iban descubriendo su natural coquetería que a mi poco a poco me iba metiendo mas y mas en aprietos, sus pants que antes usaban de pijamas, ahora eran blusitas, y pantalones pegados, además. Comenzaban a hacer preguntas que yo no sabia si debía contestar.
Ante esto decidí, platicarlo con mi esposa y cuñadas, para saber que debería hacer, yo entendía que ellas estaban creciendo y que tenían dudas, muchas dudas seguramente, pero no era yo el indicado para responderlas, aunque a mis cuñadas y esposa, les pareció fantástico que ellas me tuvieran esa confianza y quien mejor que su tío, para aclarar sus dudas de la mejor manera posible, ya que sus esposos nunca estaban con ellas.
Stefy, era quien ya había tenido un par de novios y tenia mas experiencia que las otras pero también mas dudas, aunque por la pose que manejaba, le costaba trabajo abrirse. Para este tiempo, las sobrinitas menores ya se ponían a jugar entre si a otros juegos, los varones, se perdían con los juegos de video y podía girar el mundo y ellos ni se enteraban, así que mis sobrinas y yo seguíamos con los juegos de mesa, aunque en realidad eso ya pasaba a segundo termino, la platica era lo mas importante, con la autorización de las cuñadas, comencé a responder sus dudas, hubo todo tipo de preguntas, comenzando desde si era sano besar con la lengua, o por que de pronto sus pezones se ponían tiesos, que se sentía hacer el amor, etc. Trate de abordar el tema con la mayor naturalidad posible, cosa que no iba a resultar nada fácil, en esas estábamos cuando Stefy, señalando a Vicky dijo, ya se te pusieron duras, efectivamente sus tiernos pezones se encontraban erguidos, ves lo que te digo tío, dijo Vicky, ¿esto es normal? Diciendo esto se me abrazo entre confundida y apenada, yo la trataba de consolar diciendo que si, era normal, que podía ser por frio, (que no hacia) o por que algún tipo de excitación en su cuerpo provocaba esto, yo no pude evitar sentir ese par de aguijones clavándose en mi costado, de pronto de la nada Annie lanzo una pregunta: Mi tía… ¿te la ha chupado? Ellas se miraron entre si con complicidad, Vicky se aparto de mi lado y todas me veían expectantes, trague saliva, respire profundo para decirles: su tía no tiene nada que ver con sus dudas ¿o si? ¿Qué es lo que en realidad quieren saber? Eso, dijo Annie, si mi tía te la ha chupado, ah bueno, le dije, pues eso tendrás que preguntárselo a tu tía, Hahh, dijeron al unísono con desencanto, el tema y con quien lo estaba tratando era muy delicado, pero no voy a negar que comenzaba a excitarme, bueno, me penetro con la mirada Stefy, a ti ¿te la han chupado? ¿Qué? Dije intentando ganar tiempo para pensar que responderles, ¡TIO!, una vez mas replicaron al unísono, La verga, dijo Annie maliciosamente, entrecerrando sus grandes ojos y haciendo un gesto de fingida inocencia, Vicky y Stefy, abrieron muy grandes sus ojos diciendo: ¿Annie!, que bárbara, es mi tío, bueno, el pene, dijo arrepentida Annie, el ambiente se calentaba cada vez mas, el olor a excitación aparecía en el ambiente, las tres ahora tenían sus pezones levantados, lo bueno es que ellas no podían ver que mi pene se encontraba igual, les voy a responder aunque es obvio y creo que la finalidad de su pregunta es otra, sus miradas seguían clavadas en mi, que a propósito y buscando darle algo de mayor misterio hice una larga pausa…. Yaaaaaa, grito excitada Vicky.
Claro que me la han chupado, eso a lo que ustedes se refieren como “chupada”, se le llama: sexo oral, o para que Annie me entienda, dije haciendo alusión a lo antes dicho por ella, mamada, tioooo exclamaron las tres, acompañadas de unas risitas nerviosas. Dicho esto me puse de pie diciéndoles: una vez satisfecha su curiosidad… a dormir, NOOOOO, gritaron una ves mas, ya esperaba esa reacción pero voltee haciendo un gesto de duda, ¿Qué pasa?, es que… risitas nerviosas y miradas de complicidad, tío… dijo Vicky… ¿no te da asquito? Haciendo carita de fuchi y sin poder evitar un gesto de inocencia, era maravilloso contemplar el despertar de esas adolescentes a su sexualidad y el que pudieran hablar abiertamente y sin tapujos. No, no me da asco que me hagan sexo oral, yaaaaa, volvieron a gritar un poco fuera de si, ¿tu también has dado sexo oral no?, dijo Stefy, por supuesto, dije, ¿y no te da asco? Comento Vicky haciendo el mismo gesto, me quede pensativo por unos instantes e intente orientarlas lo mejor posible, no, las veces que he dado sexo oral no me ha dado asco, al contrario, lo he disfrutado enormemente, primero, por que cuando lo he hecho ha sido con personas que conozco de tiempo, que se que son higiénicas y que no andan con uno y con otro, además, debo decirles dos cosas, en el sexo, nunca hagan cosas que no quieren, si van a hacer algo, debe ser por convicción y segundo, en el sexo hay que recibir y dar placer, se trata de que los involucrados disfruten al máximo, no se vale que uno disfrute y el otro no, ¿satisfechas?, las tres estaban ensimismadas en sus pensamientos y solo asintieron. Me levante di un beso en la mejilla a cada una y me dirigí a mi cama, esa noche fue inevitable soñar con ellas, que me manoseaban y por supuesto me la “chupaban”. Aquí cabe mencionar que como éramos muchos, las mujeres dormían en una habitación, los hombres en otra y yo, astutamente me había adueñado de un cuarto que usaban como bodega y que al paso del tiempo todos conocían como mi cuarto e incluso mis suegros me lo habían ido acondicionando.
Al día siguiente, todo era normal, me desperté me fui hacer ejercicio, me bañe, regrese a desayunar, las mujeres trabajando, los niños jugando, me uní a un mini partido de futbol y así transcurrió el día, al caer la noche, como siempre me dirigí a nuestro lugar de juegos, ahí estaban ya los sobrinos, con un juego de memoria listo para comenzar, cuando por fin quedamos únicamente los cuatro despiertos, Annie dijo, voy a ponerme la pijama para estar mas cómoda, vi claramente como volvían a intercambiar miradas de complicidad y ante mi asombro, comenzó a quitarse su blusa de espaldas a mi y volviendo la cabeza me dijo: no te importa verdad tio al fin y al cabo, somos familia y estamos en confianza, dicho esto bajo su jeans, agachándose para sacarlo por sus pies sin doblar las rodillas, mi mirada se clavo en su deliciosa parte trasera decorada con unos juveniles bóxers cacheteros color naranja, sus nalgas desbordaban al bóxer y hacia abajo se vislumbraba su delicioso monte, tontamente balbucee, no sobrina, no importa, tratando de aparentar una calma que estaba muy lejos de sentir, se puso su pantalón de pijama y se desabrocho el brassiere, se quito los tirantes y solamente lo sostuvo con su mano encima de sus senos, dio vuelta coqueta y me dijo: ¿me alcanzas mi blusa? Señalando a un costado mío, por supuesto le dije entregándosela, metió la cabeza y antes de que pudiera bajarla, el brassiere cayo al suelo dejando por breves instantes sus senos al aire, ella tenía una mirada coqueta y de triunfo al ver mi cara de asombro. De inmediato Vicky se puso de pie y sin dudarlo aventó sus tenis, levanto y quito su blusa haciendo como si bailara, lo que causo las carcajadas de los que estábamos ahí, su brassiere blanco con puntos negros luchaba por contener su par de senos que ahora se veían mas grandes, desabrocho su cinturón, bajo su zipper y bajo sus jeans los cuales quito con sus pies y con los mismos aventó lejos, sus pantys eran juego de su brassiere y era muy claro vislumbrar su pelambre debajo y una clara marca de humedad en la entrepierna, desabrocho su brassiere por la parte frontal, siempre de frente hacia mi, sin meter las manos quedo colgado de sus senos dejando abierta la parte media, se quito los tirantes y se puso su camiseta dejando caer en sus manos el brassiere, después de esto se puso un diminuto short que marcaba perfectamente su lindas y redondas nalgas, por mas que quería no podía evitar el crecimiento desmedido que estaba experimentando en mi pene, las miradas se clavaron en Stefy, quien sin inmutarse y con la cara altiva, siguió sentada, se quito sus botas con altanería, las deposito a un costado suyo, desabrocho su cinturón y bajo sus jeans, yo me encontraba sentado a un lado de ella y pude ver como al bajarse el pantalón sentada, bajo una parte de su diminuta tanga semitransparente que traía puesta, se agacho y jalo su pantalón para quitárselo, lo doblo y lo coloco encima de sus botas, cruzando su pierna, con la misma altivez, desabrocho su blusa a cuadros que llevaba puesta, la saco delicadamente, la doblo y la dejo de lado, el brassiere era de media copa y apenas disfrazaba sus pequeños pezones, así, de costado, sus senos tomaban otras dimensiones, bajo un tirante de su brassiere, bajo el otro, saco sus brazo, se inclino hacia el frente, paso sus manos hacia atrás y ¡saz!, lo desabrocho, lo tomo en sus manos, lo doblo y lo puso a un costado, ahí estaban, ante mi por primera vez, erguidos, orgullosos como ella, su par de senos, desafiando a la gravedad, su aureola rosada y ligera era coronada por sus diminutos y alargados pezones, era una maravilla esa estampa, Annie y Vicky la miraban boquiabiertas, sentí un deseo irrefrenable de lanzarme sobre esos senos, tomarlos entre mis manos y morderlos hasta hacerla llegar al clímax, mi pene se ensancho al máximo y daba alocadas palpitaciones, ella tomo una blusa satinada de tirantes y se la puso con majestuosidad, le llegaba al ombligo, para culminar su actuación, se puso de pie con parsimonia a la luz del salón se transparentaba prácticamente todo en su tanga, dio la vuelta para buscar el pantalón de su pijama, sus nalgas se delineaban completamente, tomo su pantalón dio media vuelta quedando de frente a mi sin mirarme jamás a los ojos, con su aparente frialdad, con las piernas ligeramente abiertas, su pubis se presentaba frente a mi, inmaculado, perfectamente depilado, dejando únicamente una hilera vertical de vellosidad, lentamente se agacho, metió un pie en su pantalón de la misma tela que su blusa, metió el otro y con desenfado lo subió, con su característica altivez, me miro fijamente a los ojos con una ligera mueca de triunfo y dijo: listo, las otras dos seguían pasmadas, con la boca abierta, sus pezones se hacían perfectamente visibles sobre sus blusas, yo trate de reaccionar y dije: bien, pues, a jugar… Vicky por fin volvió de su letargo y con mirada punzante me dijo: y tu, tío, ¿no vas a ponerte cómodo? Claro, le dije, me levante intentando hacer lo menos visible posible mi erección y me dirigía hacia la puerta cuando Vicky me detiene en seco y me dice, ¿A dónde vas?, a mi cuarto por mi pijama, ¿esta? Me dice mientras levanta mi pijama y nuevamente cruzan miradas de complicidad, mis adorables sobrinas me habían tendido una trampa y estaba cayendo, sin mas remedio camine por mi prenda mientras desabotonaba mi camisa e iba pensando que es lo que debía de hacer, la situación era por mas comprometedora, no era correcto que yo me cambiara frente a ellas, además en cualquier momento podría entrar alguien y yo quedaría muy mal, me saque la camisa aparentando una calma que estaba muy lejos de sentir, los ojos de las tres se clavaron en los vellos de mi pecho, tome la playera de mi pijama y me la puse, desabroche mi cinturón, los botones de mis jeans, y lo deslicé hacia abajo ahí me percate que no me había sacado los zapatos, era increíble, esa chiquillas me estaban logrando poner nervioso, me saque el calzado sin desabrochar y saque mi pantalón, traía unos bóxers de licra en donde mi pene resaltaba perfectamente en su máxima extensión, ahora sus miradas estaban clavadas en mi pene, no parpadeaban, con un brillo de deseo que logro inquietarme aun mas, mis instintos podían mas que mi razón, y buscando encenderlas un poco mas, metí mi mano al bóxer, tome mi pene con la mano y lo acomode perfectamente de costado, extendí mi mano hacia Vicky, quien hizo una mueca de incredulidad, estiro su mano para dármela, sus ojo brillaron con mayor intensidad. ¿Me das mi pantalón? Le dije notando la desilusión en sus ojos, claro, me dijo mientras lo tomaba de la silla en donde estaba y me lo daba, lo tome y con calma me lo puse y con aire de suficiencia me senté, al menos les devolví un golpe de los muchos que me dieron, el ambiente estaba tenso, se sentía cargado de erotismo y sensualidad, no se como me contuve para no poseer ahí mismo a las tres, ¿Qué hacen? Interrumpió y rompió el momento Arely, quien estaba próxima a casarse con mi cuñado, estamos platicando respondió Stefy, ¿de que?, de, sexo, dijo tajante, la cara de Arely fue de asombro e incredulidad, ¿de veras? Por supuesto complemento Annie, ¿te unes?, Arely lanzo una mirada y con una inocencia que no entendí dijo: ¿les estas dando clases Ale?, por supuesto que no, dijo con un dejo de fastidio Stefy, nos esta sacando de algunas dudas y en estos momentos íbamos a platicarle las experiencias sexuales que hemos tenido, así que, tu empiezas; No podía creerlo estas chicas eran tremendas, ¿de veras?, volteo Arely a verme buscando veracidad, mis sobrinas me tenían convertido en su cómplice, así es que intente amarrar la situación. En esta edad, le dije, están descubriendo su sexualidad y es muy importante que te informes con alguien de confianza y con experiencia, ¿no crees?, ella solo asintió sin estar totalmente convencida, así es que, proseguí, nos caes como anillo al dedo por que tu como mujer, les puedes dar un punto de vista diferente al mío y ayudarlas a entender mas claramente su sexualidad y que mejor que alguien de toda confianza, ella dudo un poco me miro a los ojos y dijo bueno, este será nuestro secreto ¿verdad?, así es, le confirme, echo una mirada a las sobrinas detectando su excitación y al sentarse a mi lado, creo que logro ver mi erección y dijo: se ve que ha estado buena la platica ¿verdad?, así es, asintieron ellas, aunque no estaban muy convencidas de incluirla, no estaba en su plan, ni en el mío , pero el momento en que nos encontró era muy peligroso dejarla ir así nada mas, que quieren que les platique, dijo con aire maternal, yo sabia que se la iban a acabar, sin esperar Annie lanzo su petición, platícanos tus experiencias con sexo oral, Arely dudo por unos instantes, parecía pensarlo muy detenidamente, nos miro a cada uno a los ojos fijamente y dijo: Esta bien, esta bien, se los voy a confiar, pero hagamos el pacto de que lo que digamos o hagamos aquí, nadie, jamás, lo va a platicar. Ese pacto marcaria nuestros destinos para siempre, Arely estiro su mano al centro, todos hicimos lo mismo y tomándonos entre todos, sellamos nuestro pacto.


MIS ADORABLES SOBRINAS PARTE II: http://ba-k.com/showthread.php?t=2146984