tiburonxx
Bovino de la familia
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Antulio Sánchez
Milenio Diario
http://impreso.milenio.com/node/8693978
Desde que la red empezó a ser vista como vehículo generador de contenidos, se dijo que todos podían producirlos; pero las estadísticas dicen otra cosa: sólo un reducido número comenta o hace uso de los servicios existentes en internet para ese fin. Por eso no todo el mundo se convirtió, como se pensaba hace 15 años, por acto de magia, en productor, artista, autor o programador.
Charles Arthur, en el portal del periódico Guardian, escribió sobre la regla del uno por ciento que se replica en la mayoría de los espacios comunitarios (Facebook, Twitter, Wikipedia…) que tienen vida gracias a un reducido grupo de usuarios, uno de cada 100 de sus miembros son activos, mientras 10 por ciento comenta o reenvía contenidos generados por otros y 89 por ciento es simple espectador. A lo largo de 2009 las redes P2P demostraron que sólo cinco por ciento sube contenidos y en el caso de Wikipedia dos por ciento escribe más de 70 por ciento de los artículos, etcétera.
Según Tom Bentley (www.demos.co.uk) eso mismo sucede en organizaciones sociales y políticas. Si se analiza la participación y el compromiso que tienen las personas en tales instancias (comités vecinales, jurados, comisiones de investigación, participación en ONG, partidos, etc.) sólo lo hace el uno por ciento de los adultos. El autor realizó estudios en diversos países y llegó a la conclusión de que, en promedio, uno por ciento de los ciudadanos contribuye activamente a la vida pública que beneficia o afecta a toda la población.
Hoy es un hecho que, ni los tradicionales mecanismos de participación democrática, ni las plataformas en internet, son capaces de entusiasmar a las mayorías; pero no se puede negar que en ciertas circunstancias y contextos la diseminación de una opinión en determinada comunidad de usuarios o poner al descubierto ciertas acciones del gobierno puede desembocar en una intervención colectiva capaz de influir en la toma de decisiones y, a veces, contagiar a un espectro mucho más amplio.
El uno por ciento, si bien no es representativo de lo que puede pasar con la sociedad, como minoría activa es relevante porque denota que dicho sector es creador de una masa de opiniones y puede generar una influencia en sectores más amplios para la toma de decisiónes, y no se puede soslayar que el paso de la dimensión de difusión a la participativa requiere de minorías activas que la impulsen y que, en tal perspectiva, la red contribuye a dicha cuestión.
:comillas::eolo::comillas::eolo:
Milenio Diario
http://impreso.milenio.com/node/8693978
Desde que la red empezó a ser vista como vehículo generador de contenidos, se dijo que todos podían producirlos; pero las estadísticas dicen otra cosa: sólo un reducido número comenta o hace uso de los servicios existentes en internet para ese fin. Por eso no todo el mundo se convirtió, como se pensaba hace 15 años, por acto de magia, en productor, artista, autor o programador.
Charles Arthur, en el portal del periódico Guardian, escribió sobre la regla del uno por ciento que se replica en la mayoría de los espacios comunitarios (Facebook, Twitter, Wikipedia…) que tienen vida gracias a un reducido grupo de usuarios, uno de cada 100 de sus miembros son activos, mientras 10 por ciento comenta o reenvía contenidos generados por otros y 89 por ciento es simple espectador. A lo largo de 2009 las redes P2P demostraron que sólo cinco por ciento sube contenidos y en el caso de Wikipedia dos por ciento escribe más de 70 por ciento de los artículos, etcétera.
Según Tom Bentley (www.demos.co.uk) eso mismo sucede en organizaciones sociales y políticas. Si se analiza la participación y el compromiso que tienen las personas en tales instancias (comités vecinales, jurados, comisiones de investigación, participación en ONG, partidos, etc.) sólo lo hace el uno por ciento de los adultos. El autor realizó estudios en diversos países y llegó a la conclusión de que, en promedio, uno por ciento de los ciudadanos contribuye activamente a la vida pública que beneficia o afecta a toda la población.
Hoy es un hecho que, ni los tradicionales mecanismos de participación democrática, ni las plataformas en internet, son capaces de entusiasmar a las mayorías; pero no se puede negar que en ciertas circunstancias y contextos la diseminación de una opinión en determinada comunidad de usuarios o poner al descubierto ciertas acciones del gobierno puede desembocar en una intervención colectiva capaz de influir en la toma de decisiones y, a veces, contagiar a un espectro mucho más amplio.
El uno por ciento, si bien no es representativo de lo que puede pasar con la sociedad, como minoría activa es relevante porque denota que dicho sector es creador de una masa de opiniones y puede generar una influencia en sectores más amplios para la toma de decisiónes, y no se puede soslayar que el paso de la dimensión de difusión a la participativa requiere de minorías activas que la impulsen y que, en tal perspectiva, la red contribuye a dicha cuestión.
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